◈ 18

Reflejo en el espejo

—¿Qué les pasó? Parece que no durmieron nada. Y su aspecto ni siquiera me permite decir una de mis bromas.

Sangho venía con dos vasos con jugo que parecían ser para nosotros, pero se detuvo apenas vio nuestras ojeras y mal aspecto. Había sido una pésima noche, y por poco me atrevía a decir que la peor de toda mi existencia hasta ese momento.

No había podido dormir sin cerrar los ojos y recordar la siniestra sonrisa de ese enfermo que me había estado esperando en la habitación.

Además, había resultado en que había sido uno de esos chicos que me había estado observando mientras Jungkook grande había ido a buscar algo de comer. Su grupo no se había vuelto a aparecer por el lugar, pero tenía mucho miedo de que nos hicieran algo. Mientras más tranquilo estaba el ambiente, sentía que vendría algo peor. En vez de la calma después de la tormenta, sentía que la tormenta verdadera ni siquiera se había desatado todavía.

—Lo que pasó es que hay un tipo que solo sabe pensar con el pene y no con el cerebro -cada vez que lo mencionaba se notaba la molestia en su voz—. Nos largamos de aquí antes de que pase algo peor.

Jungkook estaba totalmente decidido, pero yo seguía indecisa al respecto. ¿Hacia dónde iríamos? Estando los dos solos, miles de escenarios desastrosos venían a mi cabeza. Si aquel grupo se quería vengar... Ni siquiera lo quería pensar. Era obvio que estábamos en desventaja por donde sea que lo viéramos. Quería esperar a que las cosas se calmaran un poco, tal vez escondernos un tiempo y luego seguir con nuestra búsqueda, pero parecía que no podía ir en contra de la terquedad de mi compañero.

Ni siquiera la herida en su boca parecía suficiente para hacerlo entrar en razón.

Su labio hinchado se veía un poco doloroso, y aunque se había hecho una pequeña curación, era tan reciente que la hinchazón seguía ahí, y junta ella también toda su terquedad de querer marcharse lo más pronto posible.

—Debes estar bromeando. Existen límites. ¿A quién se le ocurre hacer una mierda así? —se ceño se frunció.

Hasta él tenía sus propios valores por mucho que fuera un desubicado de primera.

—Chansung.

—Ese hijo de... —detuvo la frase cuando sus ojos chocaron con los míos- ¿Pero estás bien? —asentí, aunque no del todo convencida. La noche anterior había sentido a ese tipo detrás de mí incluso cuando Jungkook había hecho de todo para que estuviera más tranquila— Si necesitan que le vaya a partir el culo, solo deben decirme. Nadie se mete con mis amigos y sale ileso. Ya se va a enterar ese imbécil. Veremos si le gusta que le meta un...

—Ya, hombre —Jungkook lo cortó.

Pero su actuar me sacó una pequeña sonrisa en medio de esa horrible tormenta de sentimientos tristes y pensamientos enredados.

—No es necesario —intervine yo—. Jung me defendió, así que no te preocupes.

Sangho me entregó el vaso de jugo y lo recibí sin dudar. Tenía mucha sed, y aquel jugo se veía muy bien para acabar con ella. Necesitaba algo para relajarme, algo que por lo menos me hiciera olvidar lo malo al menos por un par de minutos.

—Bueno, eso explica la herida en la cara bonita de este chico —le entregó el vaso con jugo, Jungkook también lo aceptó—. Dime que le diste unos buenos puñetazos como te enseñé, eh.

—Lo hice... Eso creo. La verdad no recuerdo muy bien lo que pasó, pero yo solo recibí uno de su parte y estoy prácticamente intacto.

La adrenalina se había apoderado de su cuerpo, no había otra explicación. Habíamos hablado sobre lo que había sucedido y todos parecían ser recuerdos confusos. En todo caso... los sucesos habían pasado muy rápido. El tipo en la habitación, luego él golpeándolo, después yo llorando y al final ambos sin saber qué hacer para sobrellevar la horrible noche.

Esperaba que todo eso quedara en el olvido. No quería temerle a la oscuridad, tampoco quería no poder dormir por culpa de alguien más. No obstante, era tan difícil dejar todo eso atrás cuando solo había sucedido hace unas horas.

Los hombres al final sí podían ser muy malos si es que se lo proponían, yo no lograba comprender la razón por la cual ese tipo había querido hacerme daño cuando yo no le había hecho absolutamente nada. ¿Era solo por ser mujer? ¿Por ser un poco más débil? ¿O tal vez... Otra vez mi ingenuidad me había jugado una mala pasada? No quería seguir siendo tan ingenua, solamente estaba consiguiendo cosas malas por pensar que todo iría bien.

Me gustaba soñar, pero si eso significaba que traería más desgracias... La solución solo podía dejar todo eso atrás.

—¿Pero en serio se van? Recién estaba empezando esta aventura. Aún falta que Sunbin conozca muchas partes, y está ese niño pequeño... Y tu madre, Jung.

—No hay discusión al respecto, Sangho. Ese tipo ya demostró de lo que puede ser capaz, no voy a poner en riesgo a Sunbin por terceros.

¿Qué podíamos hacer para seguir sin correr peligro? Había intentado hallar una respuesta pero mi mente siempre regresaba al inicio; a esa pregunta que no podía responder. ¿Teníamos que irnos nosotros? ¿Por qué el mundo real tenía que funcionar así? Chansung... Él había sido el malo, pero por lo visto era mucho más fácil escapar que enfrentarlo. Si tan solo hubiera sido más fuerte... Aunque fuera ingenuo, deseaba tanto ser más fuerte de lo que era. No parecer una chica débil con vestido de la cual algún hombre se pudiera aprovechar...

Tal vez...

Tal vez...

¡Sí! Esa definitivamente tenía que ser la solución.

—Necesito unas tijeras y un espejo. Voy a cortarme el cabello, y necesito que me ayuden a conseguir ropa como la de ustedes.

Ambos me miraron confusos. Mi repentina intervención tenía que haberlos sorprendido, pero yo me estaba entendiendo.

—Sunbin, no estoy entendiendo nada.

—Yo tampoco —Sangho se sumó.

—Todavía no hemos logrado nada aquí, y no quiero que todo esto termine incluso antes de empezar —me tomé el jugo de un trago. Si Jungkook grande podía estar decidido, yo también podía—. Sé que soy una carga aunque no quiera serlo, y que no es mi culpa que pasen algunas cosas... Pero mi aspecto débil pareciera llamar a que me traten mal... Y no quiero eso —mi corazón se estaba acelerando en una mezcla rara de emociones—. No puedo cambiar mis pensamientos de la noche a la mañana, pero sí mi aspecto. Así que ayúdenme a parecerme un poco más a ustedes, por favor.

Era verdad que había cuidado mi cabello por mucho tiempo y me gustaba peinarlo y ver qué tan largo podía llegar a crecer, pero no quería que se convirtiera en una desventaja. Si lo tenía corto estaba segura de que me iba a ser de ayuda para no llamar tanto la atención. En el mundo que se manejaban Jungkook grande y Sangho era clara la predominancia de hombres, y si de alguna forma podía pasar más desapercibida... Iba a hacer lo que fuera necesario.

—En el armario de la habitación hay un espejo... ¿Pero estás segura? Sigo pensando que lo mejor es marcharnos de aquí. Lo hablamos ayer en la noche...

Ahora eres mi prioridad.

Lo que necesito es que estés bien.

Eres la única que ha permanecido a mi lado, que no se ha ido incluso sabiendo quien soy.

Mi felicidad está contigo. Si te pasa algo más no podré soportarlo...

Sus palabras vinieron a mi mente como un destello fugaz. Había calado fuerte hasta mis huesos, pero temía creerle ciegamente hasta un punto en donde me fuera más fácil creer en él que en mí.

Confiaba en él, y hasta cierto punto mi vida estaba en sus manos, pero si tomábamos un rumbo distinto al del otro no quería quedar en el aire sin saber qué hacer. Apreciaba infinitamente su actitud de cuidarme y darme todo el apoyo que nadie más me daba, sin embargo, también necesitaba valerme por mí misma y que él tampoco dependiera de mí.

Su felicidad era suya, no era justo que me dejara una responsabilidad tan grande.

Yo apenas podía con lo que sentía.

—Estoy complemente segura. No perdemos nada con intentarlo.

—Yo tengo unas tijeras para cortar cabello —gregó Sangho—. Las voy a buscar enseguida.

—Muchas gracias. Estaré en la habitación esperando.

Sangho se marchó en una dirección mientras yo me puse de pie para ir en busca del espejo. Estaba nerviosa por lo que iba a hacer, pero era algo complemente necesario si quería sacarme un poco de peso de encima, literalmente. Además... El cabello podía volver a crecer. Tan solo lo llevaría así un tiempo mientras ideaba alguna otra forma para lidiar con la situación. Ni Chansung ni cualquier otro chico del lugar se atrevería a intentar a aprovecharse de mí. Toda mi vida había luchado por salir adelante, y nadie iba a ser un tope para mí desarrollo personal.

Si fallaba simplemente me pondría de pie y seguiría intentándolo hasta obtener buenos resultados.

—Sunbin, no vayas sola. Espérame por favor.

Los pasos de Jungkook grande resonaban por el gran pasillo que llevaba hacia la habitación. Ni siquiera iba tan rápido, pero él se había quedado atrás un par de segundos procesando la situación.

Me iba a cortar el cabello y dejaría de vestir vestidos por un tiempo. Era algo fuera de lo común, pero no el fin del mundo.

Ingresé a la habitación con una pequeña sensación de alerta. No había nadie sobre la cama, tampoco detrás de la puerta o tras alguno de los objetos que mi campo de visión alcanzaba a ver. Me dirigí hacia el armario con solo dos puertas, y las abrí en par dejando a la vista la ropa que utilizaba Jungkook y al fondo lo que tenía que ser el espejo, solo que cubierto de telas y prácticamente olvidado a su suerte. Lo tomé y lo llevé hacia la cama, teniendo cuidado de que no hubiera ninguna araña o insecto que se pudiera subir a las mantas o a mí.

Despacio lo fui descubriendo. La tela estaba en bastante bien estado y no quería pasarla a llevar. Finalmente el espejo quedó totalmente descubre, lo sostuve entre mis manos y observé con cuidado mi reflejo. Mis cabellos largos en minutos desaparecerían, y mi ropa blanca y pulcra quedaría guardada en el fondo de mi bolso. Era la mejor decisión para estar tranquila, y no quería arrepentirme a último momento.

Jungkook grande estaba detrás de mí. Sus ojos preocupados observaban mi reflejo. ¿Por qué tenía que poner esa expresión? Era la primera vez en mucho tiempo que tomaba una decisitan importante para mí misma, lo único que necesitaba de.su parte era apoyo, no que instalara más dudas en la tormentas de mi mente.

—No me mires así. La decisión ya está tomada —ver su reflejo era mucho más fácil que verlo cara a cara—. Si realmente estamos juntos en esto... Solo apóyame. Deja que cometa errores si es necesario, pero no me prives de vivir esto. Sé que sería más fácil regresar al hogar, o marcharnos a la casita y vivir tranquilos... pero ya estuve tanto tiempo con los ojos vendados; viviendo en total ignorancia. Ahora tan solo quiero experimentar esto aunque duela un poco.

Sus ojos me siguieron observando con profundidad. Sus ojos se pasearon por cada una de mis facciones, como si tan solo hubiera sido una escultura a la cual se podía admirar.

—Sun...

Antes de que pudiera seguir hablando, tres fuertes golpes en la puerta resonaron por toda la habitación. Ambos nos miramos y terminé por bajar el espejo a la cama otra vez.


—Sunbin, aquí tengo las tijeras que necesitas. También encontré algo de ropa que te puede quedar. Luego te la puedes probar y así vemos si es el tamaño adecuado para ti.

—Está bien, voy a abrir la puerta enseguida.

Tras ya tener todo lo necesario, le pedí a ambos chicos que me dejaran sola en la habitación. Por muy decidida que estuviera, eso no significaba que no me diera vergüenza que me vieran así.

Trencé mi cabello en dos largas trenzas, y calculé el corte a la altura de mi mentón. Ese sería el corte base y luego iría arreglando el resto de las partes dependiendo de como se fuera viendo. No le di más vueltas al asunto, si lo seguía pensando había una gran posibilidad de que me echara hacia atrás, así que de una vez di el corte y lo repetí en el otro lado. Ambas trenzas cayeron am suelo. Lo había hecho, había logrado hacer un gran cambio.

Me quedé varios minutos viendo mi nuevo corte, y empecé a tomar mechones de adelante para cortarlos un poco más.

Al finalizar sentí que mi aspecto había cambiado mucho, e iba más allá de solo el corte de cabello. Cambié mi ropa y me puse lo que había traído Sangho, algunas prendas me habían quedado un poco más grandes, pero elegí las que se habían ajustado mejor a mi cuerpo. Mi reflejo en el espejo era la de una persona nueva, una la cual no tenía su falda manchada ni tampoco sus ojos tapados.

Y así fue como abrí la puerta y me atreví a enfrentar otra vez el mundo real.

La Sunbin del hogar seguía viviendo en mí, pero a la vez la de mi reflejo comenzaba a surgir. No sabía en lo que iba a terminar convertida... Pero si algo era seguro, era que iba a seguir luchando como siempre lo había hecho.

Y aunque a Jungkook grande no le agradara del todo la idea, esperaba que se acostumbrara a mi nuevo yo. La chica que había conocido por tanto tiempo iba a ser la única que iba a quedar atrapada en el reflejo del espejo.

●▬▬▬▬23/07/23▬▬▬▬●

Capítulo dedicado a: fer_army613 y Emi_mimi_bonito95

Y si no se entendió del todo:
Sunbin antes/Sunbin después

Si tienen alguna duda diganla que les respondo 👀

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top