◈ 15
❝Al filo❞
Cuando desperté inmediatamente llevé una mano a mi pecho. Había tenido un sueño horrible; más bien una pesadilla. Y aunque no había visto directamente un rostro, sabía a la perfección quién había sido el causante de que me despertara tan exaltada.
Ni estando lejos podía dejar de pensar en padre y todo lo que hacía o podía hacer.
Jungkook grande, y a quien decidí llamar así para no confundirme, estaba durmiendo tranquilamente a mi lado. Su pecho subía y bajaba de forma tranquila. Realmente estaba muy cansado por toda la situación, no lo culpaba de dormir tan tranquilo cuando por fin estábamos en un lugar que podíamos llamar seguro. Por lo menos con la puerta cerrada podía permitirme estar tranquila sabiendo que no había ningún peligro que me pudiera dañar... O que le pudiera hacer daño a él.
Por otro lado, tenía hambre. Mi estómago en cualquier momento iba a sonar y aquello me dio mucha vergüenza. Y si bien estaba segura de que podía ir a investigar por mi cuenta, no quería meterme en ningún problema. Muy a mi pesar, me acerqué a él para despertarlo.
—Jungkook... —susurré despacio. Su ceño se frunció ligeramente, pero no sé despertó— Jungkook, tengo hambre... Despierta... —aumenté ligeramente el volumen de mi voz, pero sin obtener mayor respuesta, me atreví a hacer más.
Llevé mi mano derecha a su cabello para comenzar a acariciarlo mientras pronunciaba su nombre y le pedía que despertara. No estaba segura de si funcionaría, pero algo en mi interior me decía que una madre tenía que actuar de esa forma.
—¿Mmm? —sus ojos se abrieron de a poco. Definitivamente estaba más dormido que despierto— ¿Qué pasa?
—Lamento tener que despertarte, pero tengo hambre. ¿Crees posible que podamos comer algo?
Su mano izquierda tomó la mía que todavía permanecía en su cabello y sonrió suavemente.
—Ella hacía esto para que me quedara dormido. Si sigues me van a dar ganas de dormir. Por otro lado, despertar de esta forma no está para nada mal... Creo que me siento de cinco años otra vez.
Me pregunté cómo sería ella. Se oía como una persona muy buena, pero era difícil imaginar alguien así. A veces sonaba tan irreal que me preguntaba si en verdad había sido así o si Jungkook estaba hablando solo a través de las palabras de ese niño pequeño que finalmente había hablado un lugar seguro. Mi curiosidad crecía por saber más sobre aquella mujer que le había entregado tanto cariño al chico a mi lado.
Parecía ser una persona muy interesante.
—Entonces... Ahora que ya estás despierto. ¿Podemos comer algo?
—Claro que sí.
Se sentó en la cama mientras peinaba su cabello hacia atrás. Un peinado así parecía quedarle bastante bien, aunque no duró mucho,ya que lo peino hacia abajo, dejando sus cejas algo cubiertas. Sí, definitivamente ese era el chico que conocía. No sé veía para nada mal de la otra forma, pero ya estaba acostumbrada a verlo tal y cómo estaba.
—¿Y... Cómo dormiste? ¿Sueño reparador?
—Más que reparador. Necesitaba algo así desde hace mucho. Aunque si te soy sincero, cuando duermo contigo siempre duermo mejor que cuando estoy solo.
—¿Es así? —mis mejillas se sintieron calientes. Era obvio que se tenía que sentir como yo. La compañía del otro entregaba algo de seguridad que no se tenía estando en soledad.
—Sí. Tener la compañía de alguien en quien confío me permite dormir sin tener que estar alerta a cada segundo. Sé que no estamos en la mejor situación, pero siento que puedo bajar un poco mis defensas.
—Es sorprendente verte así —me atreví a confesar—. Has cambiado mucho... Tu forma de hablarme, de tratarme y, bueno, es raro. Cuando nos hicimos más cercanos dormimos juntos en una cama todos incómodos solo porque me sentía mal por lo período, y ahora estamos aquí, siendo tan cercanos que hasta podemos dormir junto al otro sin problema alguno.
Cubrí mis piernas mejor con la tela de mi vestido. ¿Era momento de comentar algo así? Estando de rodillas sobre el colchón, con mis tripas a punto de sonar y mis mejillas calientes en una mezcla entre vergüenza y calor, sostuve la mirada de Jungkook grande esperando una respuesta de su parte.
¿Realmente qué quería? ¿Acaso sentir que por primera vez era una adolescente "normal"?
Aquella habitación de a poco parecía estar transformándose en un nuevo mundo. Una nueva realidad la cual, a pesar de ser algo extraña, me hacía sentir que podía actuar sin pensar cuidadosamente cada uno de mis pasos, o por lo menos sin tener que temer de un hombre que controlaba nuestras vidas como a él le parecía.
—Supongo que la gente puede cambiar. Antes no te conocía bien, y desde mi ignorancia mantuve la distancia con el resto, pero ahora que te conozco, simplemente no puedo evitar ser así. Ambos hemos tenido una vida difícil y estamos en busca de nuestra propia felicidad... Esos nos hace todavía más cercanos, ¿no? Trabajamos juntos por una meta en común... o algo así.
—Tienes razón.
—Y, Sunbin —su mirada pareció ser un poco más intensa, como si un pequeño brillo se alojara en sus ojos—, sé que siempre te digo que me recuerdas a mi mamá, pero te juro que si estoy aquí contigo no es solo por eso. Te has ganado el aprecio de este chico solitario, eh. Quién lo diría, de estar solo pasé a tener una gran compañera a mi lado —dio una suave palmada en mi muslo—. Ahora prepárate. Saldremos al mundo real a conseguir algo de comer. ¿Estás lista?
Asentí sin dudar. Mi estómago necesitaba de forma urgente algo de comer.
—Vamos a ello.
* * *
No tenía palabras para describir cómo me sentía. Estaba en el mundo real, sentada en una mesa con un montón de extraños al rededo, sudando de los nervios al esperar que mi compañero apareciera con rapidez y con mis ojos pupilas temblando. Me había dicho que no moviera ni un cabello mientras él iba a buscar algo de comer, y estaba cumpliendo su petición al pie de la letra, pero de igual forma eso no evitó que estuviera enormemente nerviosa.
A mi derecha, un grupo de chicos.
A mi izquierda, un señor leyendo un periódico.
Y yo en medio, intentando no mirar a hacia ningún lado. Sentía que incluso mis ojos temblaban.
Tenía hambre, pero un nudo se formaba en mi estómago con cada segundo que pasaba. ¿La comida demoraba mucho o era yo que lo sentía así por los nervios?
—¡Hola! Sunbin, ¿no?
Una chica se sentó a mi lado, justo donde se había sentado Jungkook antes de irse a por la comida. No la conocía para nada. Ni su voz ni su rostro me sonaban. ¿Además cómo sabía mi nombre?
—Uh... ¿hola?
No sabía qué hacer. No era precisamente muy buena tratando con extraños, mucho menos estando sola.
—¿Te has acostado con Jung? Digo, se les ve muy juntitos y se nota a leguas que hay algo entre ustedes.
—¿P-perdón? Ni siquiera sé quién eres...
—Oh, lo lamento. Me presento: soy Yoonah. Ahora sí, dime, ¿se han acostado? —se acercó más— y no digo dormir juntos, me refiero a tener sexo, follar, coger, tirar... Cómo le digan en el lugar del que vienes.
—Claro que no —mi voz salió más aguda de lo normal; como un chillido. Bajé el volumen para no llamar más la atención—. Además somos hermanos. Yo no he hecho eso... Y él tampoco... —me atreví a decir.
—Bueno, de ti no tengo ni la menor idea, ¿pero Jung virgen? Já. Ese chico se la pasaba en el prostíbulo. Yo misma lo vi y también todos los que estamos aquí.
Se escucharon un par de susurros a nuestro alrededor. Sentí que el mismo en mi estómago se volvía un pozo profundo.
—El tema me está incomodando. Si me disculpas... —me puse de pie. Busqué con la mirada dónde podía estar Jungkook, pero no lo lograba hallar.
—Ya estás grande, Sunbin. No me digas que te da vergüenza. ¿Acaso tampoco puedes decir pene o vagina? ¡Vamos! Todos tenemos algo, no te debes avergonzar.
—Insisto. Que me hayas aboradado de esta forma me está incomodando. ¿Sabes dónde está Jung?
Las manos me empezaron a sudar. Si había algo que no me gustaba era que todos hablaran sobre esos temas sin pudor alguno. Era realmente incómodo, y sí, tal vez podía parecer una tonta por no poder seguir el ritmo de esas charlas, pero la forma en que había crecido me había hecho así. No podía hablar sobre esas cosas mientras alguien estaba comiendo a mi lado.
—Hey, ¿qué está pasando aquí?
Un gran alivió me invadió cuando escuché aquella voz que conocía tan bien. ¿Por qué se había demorado tanto? Me había temblado todo y había estado al filo de hacer in escándalo solo por encontrarlo.
—Solo hablaba con tu hermanita. Es realmente dulce. Hasta me dieron ganas de pellizcar sus mejillas, si parece una niña pequeña...
—¿Yoonah, qué haces aquí?
—¿No puedo venir a ver a la persona con la que tuve algo en el pasado? Las noticias viajan rápido y no iba a desperdiciar la oportunidad de verte.
¿"Con la que tuve algo"? ¿Acaso era posible que hayan sido novios? Sabía que el chico detrás de mí había conocido el mundo real varias veces, pero no podía evitar sorprenderme. A veces nos sentía tan iguales, y de repente situaciones así me hacían darme cuenta que éramos bastante diferentes.
Él sabía mucho más que yo, no importaba cuánto me esforzara por estar a su altura.
—Nosotros no tuvimos nada. Solo ayudé a tu madre a reparar el techo antes de invierno y tú me diste comida.
—¿Fue así? Yo lo recuerdo de otra forma bastante diferente...
Y otra vez estaba en medio, solo que de ellos dos. Apostaba a qué aquella chica no era mucho mayor, pero su forma de vestir y de expresarse me hicieron sentir muy pequeña. De repente Incluso las ganas de comer desaparecieron. El nudo en mi estómago se hizo más notorio sin importar que Jungkook estuviera cerca de mí.
—Creo que regresaré a descansar a la habitación. El calor no me hizo muy bien.
¿Así esperaba salvar a los niños de Padre? Ni siquiera podía elevar la voz y hacerme valer por mí misma. Unas inmensas ganas de llorara me invadieron. Estaba segura de que podría , pero ni siquiera había podido sobrellevar una situación tan simple como charlar con una extraña sin la compañía de Jungkook.
Incluso cuando era más pequeña tenía más desplante. ¿Qué me pasaba? Actuando así no iba a lograr nada.
—Sun, espera —comencé a caminar sin poder pensar con claridad— ¿Qué diablos le dijiste, Yoonah?
—¿Yo? Solo le hice un par de preguntas. No seas tan grave. Está lo bastante grande como para cuidarse por sí misma, no la trates como una bebé.
—Ella no es como ninguno de los que estamos aquí. Es diferente, ¿si? No te vuelvas a acercar a ella. Ustedes tampoco se atrevan a seguirla o estarán en grandes problemas.
Por alguna razón, que Jungkook dijera que era diferente a ellos me hizo molestarme más. ¿Por qué hacía esa diferencia? ¿Qué tenía que hacer para pertenecer? No me gustaba ser distinta, no me gustaba esa barrera invisible que me separaba del resto. Tan solo quería encajar; sentirme parte. Pero él parecía no entenderlo.
Seguramente nadie más lo entendía.
¿Ser especial? Ese cuento solo me lo había creído cuando era una niña pequeña. Había sido engañada pensando en qué había algo en mí que me hacía destacar, algo que lograba llamar la atención del resto... Pero todo aquello solo habían sido ilusiones de una niña abandonada. Yo no era especial, mucho menos llamaba la atención del resto de buena forma. Solo era un bicho rqro que todavía no lograba hallar su ambiente.
Llegué a la habitación entre tropezones. Ni siquiera supe cómo sabía el camino bien si solo había pasado una vez. Podía sentir los pasos de Jungkook detrás de mí, pero no me llamaba ni nada similar, no me gustaban los escándalos y a él tampoco. Pero apenas llegamos a la habitación, se encargó de cerrar la puerta. Por mi parte me agaché a un lado de la cama. No tenía ganas de verle el rostro, ni tampoco quería que viera el mío.
—¿Qué te dijo para que te pusieras así? ¿Que pasó? —su voz era suave, pero permaneció más cerca de la puerta que de mí— No entiendo qué pasa, Sunbin. Explícame para comprender la razón por la que estás así.
—No importa si te lo digo o no. De todas formas no lo entenderás.
—No seas así. Te quiero ayudar, pero si no entiendo lo que pasa no sé que hacer.
Mi corazón estaba latiendo rápido. Hacía tanto calor y aun así sentía que en cualquier momento iba a soltar las lágrimas que estaba reteniendo.
—Yo... Pensaba que podría afrontar esto, pero fui muy ingenua, como siempre —una risa amarga se me escapó—. Todos conocen un montón sobre la vida, todos han hecho muchas cosas y luego estoy yo, que al parecer no sé absolutamente nada. Si no soy un objeto soy una tonta niñita.
—Sunbin...
—¿Qué? De seguro hasta tú lo piensas. Y cómo no. A veces me intento convencer de que somos muy parecidos, pero al final del día solo soy una ignorante a tu lado. Admítelo de una vez, Joohyuk, has hecho un montón de cosas y yo no tengo idea de nada. ¡Seguramente te acostaste con alguien y yo ni siquiera me he tomado de las manos!
—Sigo sin comprender. ¿Por qué dices lo último tan segura?
—Porque desde que llegué aquí solo he oído que te la pasabas en el prostíbulo —terminé por explotar—. Todo trata de sexo, y aunque sea tonta, tengo oídos y escucho con ellos. Y ya no sé qué creer. ¿Por qué tanta gente mentiría? No ganan nada con eso.
Sentí sus pasos acercándose a mí. La cama a mi lado rechinó cuando tomó asiento. Ya me estaba volviendo loca y por eso estaba hablando tonterías, no tenía otra explicación para mi actuar.
—Es verdad que iba mucho al prostíbulo, pero no era para acostarme con alguien —su voz era pacífica. Pensé que estaría muy enojado, pero en su lugar me estaba hablando con mucha tranquilidad—. Mi madre trabajaba ahí haciendo limpieza cuando las cosas no estaban bien. Por eso te digo que el mundo es complicado, y más para las mujeres. En ese lugar vi muchas cosas que desearía no haber visto nunca, pero no puedo cambiar el pasado y tengo esos recuerdos conmigo —por un momento guardó silencio—. Somos jóvenes todavía, no creo que haya que apresurar las cosas. ¿Te cuento un secreto? A mí me gustaría guardarme para la mujer con la que me case. Tal vez suene muy conservador, pero no tengo prisa. Además no tiene nada de malo que no tengas tantas experiencias. Hemos sido criados la mayor parte del tiempo en aquel hogar con personas que consideramos como hermanos, así que tampoco es como que se tenga muchas oportunidades.
—Comprendo... —solo pude mucitar.
—Y oye bien, no eres un objeto ni una niñita tonta. Eres una chica muy linda y esforzada. No olvides eso nunca. Yo mismo con mis propios ojos he visto cómo te has esforzado todo este tiempo. Cuando luchaste hasta el final por estar con Jungkook... Esa vez que te encontré con él en medio del bosque solo pude sentir admiración por todo tu esfuerzo por estar con quien amas. Y bien, es verdad que pueden haber personas con muchas más experiencias, pero tú también has logrado hacer grandes cosas a pesar de no conocer tanto. Fuiste capaz de arriesgar todo, y eso no lo hace cualquiera.
Sentí su mano acariciando mi cabello y me eché a llorar. Tal vez solo estaba así por sentir tantas emociones en poco tiempo. Recién era el primer día estando ahí, así que tampoco me podía echar a morir por una mala experiencia... De igual forma derramar un par de lágrimas no le hacía daño a nadie. Y Jungkook traía consigo un vaso con jugo, así que cuando me calmé rápidamente me lo tomé para no deshidratarme más.
Por ese día comimos en la habitación, y aunque mis pensamientos seguían confusos, tuve la esperanza de que todo mejoraría. La única duda que quedó rondando en mi cabeza fue la razón por la cual esa chica sabía mi nombre, pero no quise volver a sacar el tema, por lo menos no tan pronto.
●▬▬▬▬20/07/23▬▬▬▬●
Nuevo capítulo
Personitas a las que se los dedico: primero a mí por mí esfuerzo 😌 y sigo con: Valecandy_2018 Jeon-Jenis fer_army613 mini_cokie132 Emi_mimi_bonito95
Tengo de meta terminar esta historia en una semana. Ya es jueves y recién terminé de editar este capítulo, pero tenganme fe e interactúen para darme ánimos <3
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top