Kim Namjoon
El sentirse vacío no era nada nuevo para Namjoon, a pesar de tener buenas notas y ser el mejor de su clase, después de todo él no sabe lo que se siente la felicidad, puesto que las buenas notas no lo hacen para nada feliz, no tiene sueños para un futuro, estudiar y luego trabajar en una oficina, así cree que sera su vida. Un día como tantos otros, mientras estudia frente a su escritorio, pasa las paginas de aquel libro con desánimo, suspira con tristeza esperando que el día acabe para irse a dormir, pues no sabe que mas hacer, se siente cansado, pero no físicamente, mas bien su mente se siente agotada, un movimiento por sus pies lo hace despegar la vista del libro, mira con cariño a aquella bola peluda a la cual bautizo como RapMon, toma a su perro en brazos y lo acaricia por unos minutos.
-¿También estas aburrido?- le pregunta sabiendo que este nunca le contestara, deja al cachorro en el suelo al sentir unos pasos acercándose a su habitación, toma nuevamente el libro y espera en silencio a que la persona que se acerca abra la puerta, cuando esta se abre su madre se asoma para ver que él este estudiando, no dice nada, ella solo se cerciora que su hijo este haciendo los deberes y luego se va.
Namjoom suspira al sentir los pasos de su madre lejos de su habitación, ya no quiere seguir estudiando, pues la materia ya se la sabe de memoria, los exámenes serán en pocos días pero él ya esta mas que listo para ellos, toma su cuaderno y pasa las hojas en blanco, en un momento se detiene y toma un lápiz, comienza a escribir lo que piensa y mientras mas escribe, mas emocionado se empieza a sentir, al terminar de escribir mira con satisfacción su obra de arte, una gran calma y felicidad lo invade, tanto así que llega a pensar que lo que había escrito lo hacia sentir una felicidad que ni siquiera sentía al recibir sus buenas calificaciones.
En todo este tiempo estaba harto de las restricciones que le imponía el resto, pero al fin había encontrado algo que le gustaba y lo hacia feliz, Namjoom había encontrado así un sueño, el ser uno de los mejores compositores de todo Corea del sur, se levanto de su asiento y fue hasta donde reposaba su guitarra, la tomo entre sus manos y la acaricio, hace mucho que había dejado la guitarra de lado, pero por fin la sostenía de nuevo entre sus manos, se sentó en la cama y comenzó a tocar algunas notas, esperando así, que una melodiosa armonía pudiera hacer juego con las palabras escritas en el cuaderno sobre su escritorio y así se paso la tarde.
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Componer canciones no se le había hecho para nada difícil, luego de rendir los exámenes y que estos obtuvieran las mejore notas, volvió a casa feliz, sus dedos cosquilleaban de tanto desear escribir, había compuesto ya seis canciones sin el mas mínimo esfuerzo, mientas caminaba hasta la parada de autobús se puso los audífonos, queriendo escuchar al que se había vuelto su cantante favorito Epik High, el cual lo enamoró del rap al escuchar su canción "Fly". Comenzó a rapear por su cuenta luego de unos días y ahora sentía que era bueno haciéndolo, por lo menos mejor de cuando había comenzado.
Cuando llego a casa saludo a su madre y a su hermana menor, Kim Seung Ri la cual para él era la niña mas bonita del mundo, amaba mucho a su pequeña hermanita, ella había sacado la belleza de su madre. Fue hasta su habitación y se propuso hacer los deberes antes de comenzar a componer, tras cerciorarse de haber hecho todas las tareas, ordeno sus cuadernos y los guardo en su mochila, de uno de los cajones del escritorio saco la libreta donde escribía sus letras, toma su lápiz y comienza a escribir, a medida que avanza en el escrito mueve su pie derecho repetidas veces teniendo la melodía de lo que escribe en su cabeza, luego de unos cuantos minutos termina de escribir y sonríe al ver lo bien que le quedo, pasa ahora a rapear aquellas frases escritas en la libreta, esta emocionado, no le ha dicho a nadie que ha estado componiendo y aprendiendo a rapear, se pregunta si a sus padres les gustara lo que escribe o no, escucha la voz de su madre que lo llama a cenar, mira hacia la ventana y se da cuenta que ya esta oscuro, estaba tan concentrado tanto en el estudio como al componer que no se había dado cuenta de lo tarde que se había hecho.
Luego de guardar la libreta en su respectivo cajón, baja corriendo hasta el comedor, ya están todos sentados a la mesa, toma asiento al lado de su padre y le sonríe mientras le pregunta como le ha ido en el trabajo, su padre ya cansado contesta como todas las otras veces, normal, y ahí acaba la conversación, siempre es lo mismo, él entiende a su padre, su trabajo es muy pesado ya que tener que lidiar con adolescentes no es nada fácil, pero su padre siempre trata de poner su mejor cara frente a ellos, cuando Namjoon le había dicho a su padre que no sabia que hacer para el futuro, él lo alentó a seguir estudiando, aunque a Nam no le gustase, le dijo que así si algún día encontraba algo que le gustase hacer, sabría ya muchas cosas y no lo tratarían como un tonto, así que él le había echo caso, por eso ahora él era uno de los mejores estudiantes de su escuela. Mientras comen piensa en como decirle a sus padres lo que ha estado asiendo, piensa que tal vez su padre lo apoye con su decisión, pero de su madre no esta muy seguro, la voz de su madre interrumpe sus pensamientos.
-Namjoon-ah, hoy llego una carta para ti- su madre saca una hoja doblada del bolsillo de su delantal, él la mira confundido pues nunca antes le había llegado una carta específicamente a él- Te ofrecieron una beca para estudiar dos años en Nueva Zelanda.
-¿Que?- estaba sorprendido y algo confundido, pues sabiendo que era bueno en los estudios nunca creyó que conseguiría una beca para estudiar en el extranjero, mucho menos teniendo en cuenta que apenas tenia 14 años.
-¿No estas feliz? Podrás estudiar en el extranjero- dijo su madre orgullosa, pero él no estaba tan feliz, solo hoy había hablado con unos chicos y se había unido a ellos siendo un rapero clandestino mas en aquel grupo llamado Daenamhyup,"Runch Randa" fue el nombre que se puso para poder estar con ellos y no quería irse solo porque había recibido una beca.
-¿Iré solo?- quería que le dijeran que si, porque así él podría negarse a ir diciendo lo peligroso que era estar en un lugar desconocido y solo, sin nadie que le entendiera y ayudara.
-No, tu padre a recibido una propuesta de trabajo en el mismo lugar al que iras, por lo que no estarás sólo- ¿y ahora que haría? Sus padres no lo dejarían quedarse y desaprovechar la oportunidad que le daban, mordió su labio queriendo aguantar la frustración que sentía en aquel momento.
-¿Cuando?- miro a su madre y esta lo miro con confusión- ¿Cuando nos iríamos?.
-Al finalizar el semestre- respondió su padre, el hombre no levanto la vista de su plato al responder por lo que no vio cuando a su hijo se le cristalizaron los ojos, con el deseo desbordante de querer llorar.
Solo tres meses, ese era el tiempo que le quedaba para poder seguir con los chicos que lo habían acogido en su grupo, era poco el tiempo que le quedaba para poder disfrutar de la felicidad que le daba el poder rapear con ahora, sus compañeros.
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-¿Estas seguro de que nos podemos quedar con estas?- Namjoon observó la libreta que sostenía el chico castaño delante de él, asintió efusivamente, él se iría en dos días a estudiar a otro lugar, y ahora solo se estaba despidiendo de sus compañeros raperos, el regalo de Namjoon para ellos eran las letras escritas en aquella libreta, ya que él no estaría por dos años, quiso darle a sus composiciones la oportunidad de ser mostradas al publico y que mejor que ser cantadas por aquellos que le habían brindado su entero apoyó- Bien, te lo agradezco- elevo su mano hacia el moreno y despeino su cabello- Suerte en tu viaje, espero que en un futuro nos volvamos a ver.
-También lo espero Nacseo hyung- respondió con tristeza Namjoon, luego de que el líder se despidiera los demás llegaron a despedirse de él, en ese momento había querido llorar, pero no lo hizo para que ellos no pensaran que era un bebe llorón.
Cuando llego a su casa en la tarde, subió hasta su habitación para terminar de arreglar la maleta, no quería que se le quedara nada que considerase importante, sobre su escritorio vio las dos hojas que fueron sacadas de su libreta, las letras escritas en ellas, serian su recuerdo mas preciado, se acerco hasta su escritorio y estiro la mano para tomar las hojas.
-Oppa, mamá dice que bajes- Seung Ri entro a su habitación sin detenerse a tocar la puerta, lo miro con sus lindos ojitos y pestañeo un par de veces mientras sonreía, Namjoon le sonrió de regreso y fue con ella hasta donde estaba su madre.
⛅⛅⛅
Dos semanas, llevaba tan solo dos semanas en aquel nuevo lugar, todo era distinto a donde acostumbraba vivir antes, las costumbre, el idioma, todo. Gracias a que era bueno aprendiendo, ya sabía mantener un dialogo en ingles, no con tanta fluidez pero si podía hacerse entender, había hecho una amiga en donde estudiaba, ella era nacida en Nueva Zelanda, pero era de descendencia asiática, aquella chica de cabellera negra y toques ceniza en las puntas, había sido su salvación, ahora su padre no era la única persona con la que podía hablar coreano.
-¿En que piensas, Moonie?- la voz de la chica a su lado lo saco de sus pensamientos, la miro y le sonrió mostrando así sus pequeños hoyuelos.
-En nada, ¿que escuchas, Chae-ah?- pregunto Nam mirando el reproductor que tenia la muchacha entre sus manos, esta sonrió y le puso uno de los audífonos a Namjoom.
-¿Te gusta?- Nam asintió, mientras escuchaba aquella canción.
-¿Quienes son?.
-Súper junior- respondió con una hermosa sonrisa en sus labios, la cual dejaba ver su perfecta hilera de dientes.
-Cantan bien- mencionó él al verla tan feliz.
-Lo se- rieron por unos segundos aun escuchando la canción.
-Kim Namjoon, Park Roseanne, ¿acaso no escucharon la campaña?- los nombrados se voltearon a la vez y vieron ahí parado detrás de ellos al rector de la escuela, se levantaron lo mas rápido que pudieron y luego de hacer una pequeña reverencia salieron corriendo para llegar a su salón.
-Aun no me acostumbró a que otros te digan Rose, mientras yo te llamo Chae-ah- menciono Namjoon antes de llegar a la puerta del salón.
-Si, es complicado, pero quiero que a pesar de mi madre haya alguien mas que me llame por mi nombre coreano- respondió cabizbaja.
-Park Chae-Young- dijo este mostrando sus hoyuelos en una brillante sonrisa- Me gusta más ese nombre.
-Gracias- la chica desde el fondo de su alma le agradecía a su nuevo amigo el llamarla por aquel nombre que su madre le dio.
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-¡Oppa!- Seung Ri se lanzo en los brazos de su hermano en el momento en que este cruzó la puerta.
-Seug Ri- dijo este estrechándola entre sus brazos, había extrañado a muerte a su pequeña hermanita, al separarse ambos sonrieron, entro por completo a su hogar seguido de su padre, el cual ahora tenia entre sus brazos tanto a madre e hija.
-Los extrañamos mucho- dijo la mujer mirando a su esposo.
Después del afectuoso recibimiento se dispusieron a arreglar el equipaje, su estadía en Nueva Zelanda había sido larga, y ellos estaban agotados mas por el viaje que por otra cosa, pues haber estado en aquel lugar les había servido a ambos. Cuando Namjoon entro a su habitación fue de inmediato a su escritorio, ahí sobre este se hallaban las dos hojas donde estaban escrito dos de sus mejores composiciónes, que por algún descuido se le habían quedado, como seguían en el mismo lugar, Namjoon pensó que su madre no había entrado a su habitación en todo ese tiempo, creía que ese era el caso, puesto que su madre no se notaba diferente de como era siempre. Luego de ordenar su maleta, se recostó sobre su cama ya exhausto, suspiro aliviado, al fin estaba de regreso y no iba a perder mas tiempo, volvería a componer sus tan preciadas canciones y vería como estaban sus hyungs del grupo, pero todo eso lo haría mañana, hoy estaba demasiado cansado siquiera para moverse del lugar, cerro sus ojos y sin darse cuenta se durmió sobre la cama.
A la mañana siguiente Namjoon se despertó en la misma posición en la que se había dormido, sólo que ahora había una manta cubriéndolo, se estiro mientras boztesaba, al levantarse tomo su toalla personal y su cepillo de dientes, fue hasta el baño y ya ahí tomo una ducha, al salir se seco y enredo la toalla a su cadera, lavo sus dientes y cuando estuvo satisfecho con el resultado salio del baño. Ya vestido bajo a la cocina donde estaba su madre preparando el desayuno, se acercó hasta ella y beso su coronilla, la mujer le sonrió y luego de servirle el desayuno, se sentó a su lado y le pregunto de todo, si había aprendido algo útil, si había estudiado correctamente, si había hecho amigos, si había conseguido novia, Namjoon había respondido a todas aquellas dudas y luego de terminar el desayuno le dijo a su madre que iría a ver a sus amigos.
Cuando Namjoon llego al lugar donde se solía juntar el grupo, no encontró a nadie, penso que tal vez ese día no tenían ensayo o que simplemente él había llegado demasiado temprano, luego de esperar por media hora, un muchacho entro a la estancia, Nam se levanto del lugar en donde había estado sentado por todo ese tiempo y se acerco al joven.
-¿Disculpa, practicas aquí?- pregunto tímido ya que no conocía al chico frente a él.
-Si, ¿tu, eres...?
-Kim Namjoon- respondió apresurado, pero claro, su nombre de debía ser tan conocido ya que el chico lo miro aun confundido- Hace dos años practicaba aquí con un grupo llamado Daenamhyup.
-Ah, ya- fue lo único que contesto el chico, si querer seguir con esa incomoda conversación, él odiaba hablar con gente desconocida.
-¿Eres parte del grupo?- se atrevió a preguntar Namjoon, luego de que el chico no dijera nada mas.
-Que va, ese grupo se disolvió hace casi un año.
-¿Que?- ¿ya no estaban? ¿ahora como podría encontrarlos? había perdido el número de sus compañeros ya que tres semanas después de llegar a Nueva Zelanda había roto accidentalmente su celular, el aparato había caído del sexto piso, ya que a el se le resbalo de las manos estando cerca de una ventana, vaya suerte.
-Pues eso, ahora si no te im...
-¿Sabes que paso con ellos?- interrumpió Namjoon, al ver que el chico tenia intenciones de alejarse de él.
-Algunos se volvieron idols, tras audicionar un par de veces para distintas compañías y otros sólo se retiraron- dijo este rascando su cabeza, viendo que el moreno aun quería preguntarle mas cosas se adelanto a decir- Y ya no se nada mas.
Namjoon vio como el chico se alejaba de él, adentrándose mas a la estancia, luego de un momento Nam se fue dejando a aquel desconocido sólo, idols, alguno de sus compañeros ahora eran ídols, él esperaba ansioso poder ver cuales de ellos se habían vuelto famosos, ansiaba poder algún día él también convertirse en un rapero de renombre.
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Ahí estaba él, frente a la mujer que lo había traído a la vida, su cuerpo inmóvil mientras veía como su madre rompía sus cosas, su guitarra, su teclado, su alto parlante y su micrófono, los cuales había traído de Nueva Zelanda, también estaban las hojas rasgadas votadas ahí en el suelo, aquellas hojas que contenían sus preciadas letras, y esta vez, todo eso no había sido dañado por su torpeza, si no, por su madre que en ese momento le estaba gritando, su padre y su hermana no estaban en casa, por lo que la mujer estaba gritando todo lo que se le venia a la mente sin detener ninguna palabra.
-¿Crees que con estas estupideces podrás llevar comida a tu mesa?- decía la mujer mientras pisaba el resto de piezas ya rotas que se hallaban en el suelo- Deja de soñar Namjoon, esos son solo falsas ilusiones.
El moreno se mordió el labio inferior queriendo ahogar los sollozos que querían escapar de su garganta, ¿porque su madre hacia esto? ¿tan importante era querer lo mismo que todos los demás? ¿acaso su sueño no era lo suficientemente bueno? Pensaba que si a él no se le hubiese olvidado guardar las nuevas composiciones que había creado, si tan solo no hubiese hablado de eso por teléfono con Chae-ah sabiendo que su madre estaba cerca y podía oírlo, tal vez esto no estaría pasando, apretó sus palmas formándolas puños, sus ojos escocian por querer aguantar las lágrimas, ¿como podía su madre decirle todo aquello? No tenia ni el mas mínimo tacto, el apenas y había cumplido los dieciséis, pero estaba seguro que si alguien mas le dijera eso no le dolería tanto, pero era su madre la que le decía todas esas cosas y dolía como el infierno, sin aguantar ni un minuto mas ahí parado, se dio media vuelta y echo a correr lejos de su madre, mientras incontables lágrimas le nublaban la vista.
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Habían pasado unas cuantas semanas de aquel horrible día, el padre de Namjoon se había acercado a hablar con él luego de haber llegado a casa y ver el desastre que había causado su mujer, él lo había alentado, diciendo que si había encontrado algo que lo hacia feliz, no dudara en perseguir su sueño, porque si él no lo hacia nadie lo haría por él, pero a pesar de que había pasado un tiempo, Namjoon seguía llorando cada vez que recordaba las cosas que había dicho y hecho su madre, pero ahora tenia el apoyo de su padre y ni hablar de su hermanita, ella lo apoyaba siempre, en todo lo que él decía o quería hacer, eso le dio las fuerzas para seguir adelante.
Siguió componiendo, a pesar de que ahora le era mas difícil sin tener ningún instrumento, pero le daba igual, aun tenia su voz, había veces que se iba hasta una plazuela y ahí rapeaba sus canciones, había gente hipócrita que no hacía mas que señalarlo con el dedo, y eso dolía, claro que lo hacia, cada vez se formaba una nueva herida en su corazón tras escuchar las burlas y desprecios hacia sus letras y mas hacia su persona, llamarlo feo no era lo peor que le habían dicho, pero él siguió adelante, le demostraría a esa gente que la apariencia no lo es todo en la vida, aunque hayan personas que no piensen así.
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Ahora Namjoon con veinte años de edad, había cambiado el color de su cabello a uno mas colorido, y la verdad era que el morado le quedaba muy bien, ya había compuesto mas de cincuenta canciones para artistas famosos, aunque aun seguía en la universidad, era algo popular por ser nombrado un par de veces por aquellos artistas a los que había enviado sus letras. Namjoon se sentía feliz, sus preciadas letras eran escuchadas por millones de personas, su padre y su hermana seguían animándolo, y su madre, bueno, ella ya no le decía cosas malas a su hijo, pero tampoco estaba de acuerdo con lo que él hacia. Esta vez Namjoon iría a una audición, estaba emocionado y nervioso, no era la primera vez que iría a una, pero aun así no dejaba de estar nervioso.
Estando frente a los jueces de la audición, comenzó a rapear, sin saber que ahí, en ese momento, cambiaría su vida.
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-One Shote ligado a Only Fools Fall In Love-
Hola linduras, hoy como algunos sabrán es el cumpleaños de nuestro querido Namjoon, (aunque claro en Corea, ya que haya ya están a 12 de septiembre😅). Kim Namjoon, mas conocido como RM es el líder del famoso grupo BTS, por eso, en honor a él, quise escribirle una pequeña historia... FELIZ CUMPLEAÑOS KIM NAMJOON, TE AMAMOS... Les doy las gracias a las que le dieron una oportunidad a esta pequeña historia... Gracias por todo, se les quiere 💜
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