Era el día.

Hoy íbamos a pelear con los neófitos.

Éstos días estuve con mi hermana, Izzy, consolándola por culpa del vampiro que no sabe qué significa la privacidad.

O en pocas palabras el vampidiota.

Jasper me dijo bueno me pidió que no luchara, no le voy a hacer caso, quiero ayudarlos.

No quiero que por culpa de que yo no haya estado ahí, alguno de mi familia vaya a morir.

Estaba vistiéndome con ropa cómoda cuando entra Frida en la habitación.

-¿Puede creer que Jacob me prohibió ir a pelear? Es tan agh.....

Esas palabras salieron con un tono de molestia elevando.

-Yo dijo que vayamos a salvarle el trasero.

-¿Jasper te dijo que no vayas no??

Hice un ajá con mi bici mientras me hacía una cola de caballo.

-Vámonos.

Grite mientras salía de la casa.

Cuando llegamos, yo encima de ella como pantera, vimos como los lobos se lanzaban a la lucha.

Baje de Frida para sacar mis alas.
Le di una mirada para luego volar hacia la pelea.

Me deje caer en el medio haciendo un gran impacto en el suelo que causó que los que venían corriendo hacia mí perdieran el equilibro.

Moví mis manos creando enredaderas en las que los vampiros quedaron atrapados.

Los lobos se encargaban de arrancarles la cabeza.

Eras más de los que vio Alice la última vez.

Conecte la mirada con Jasper, no mucho ya que se desconcentrado con el vampiro que venía corriendo a mis espaldas hacia mi.

Le di una sonrisa engreída para luego convertirlo en ceniza sin siquiera mirar.

Me volteé ayudando a Quil, que estaba rodeado de vampiros.

-¿Necesitas ayuda chucho?

Aleje a unos cuantos con mis alas para luego inmovilizarlos con lianas.

Todo paso muy rápido.

Estaba mirando por el campo para ver si todos estaban bien, cuando sientas unas manos cogerme de las alas.

Mi grito alertó a todos.

Caía al suelo sin fuerza.

Mi ala izquierda estaba rota de todo.

La derecha también estaba rota.

Solté un sollozo, lágrimas caían de mis ojos haciendo un recorrido por mis rojas mejillas.

-Nix, no, no, no.

Mis alas están rotas.

Dolía mucho.

-Resiste linda, estarás bien. Solo no te duermas.

No pude más.

Ya no sentí dolor.

Me desmayé.

O bueno eso creo.

Siempre estuve con un ojo en ella.
No se cuando pudo pasar algo así.

Uno logró agarrarla por las alas.

Si no fuera por Sam, le hubiera arrancado las dos alas.

Le rompió el ala izquierda del todo, solo una pequeña parte seguía entera, solo una pequeña parte sostenía esa ala grande y pesada.

La derecha solo estaba rota por la mitad.

Esta claro.

Odio a Bella.

Mi pequeña hada lucha por su culpa entre la vida y la muerte.

Si ella muere, Isabella lo hará también no me importa si es la tua cantante de Edward.

Nadie se mete con mi compañera y sale viví de esta.

-Bella.

Edward suspiró de alivio y tocó mis labios con los suyos.

-Edward -susurré.

-Sí, estoy aquí.

Hice un esfuerzo por abrir los párpados y contemplar sus pupilas doradas.

-¿Está bien Jacob?

-Sí -me prometió.

Estudié sus ojos con detenimiento en busca de algún indicio de que sólo pretendiera aplacarme, pero eran de una transparencia absoluta.

-Le examiné yo mismo -intervino entonces Carlisle. Me volví para ver su rostro a escasa distancia. La expresión de Carlisle era seria y tranquilizadora a un tiempo. Era imposible dudar de él-. Su vida no corre peligro. Sana a una velocidad increíble, aunque sus heridas eran lo bastante graves como para que hubiera necesitado varios días para volver a la normalidad, aun cuando se mantuviera constante el ritmo de sanación. Haré cuanto esté en mi mano por ayudarle en cuanto hayamos terminado aquí. Sam intenta hacerle volver a su forma humana para que resulte más fácil tratarle -Carlisle esbozó una leve sonrisa-. Nunca he ido a una facultad de Veterinaria.

-¿Qué le ha ocurrido? -pregunté con un hilo de voz-. ¿Qué gravedad revisten las heridas de Jake?

El rostro de Carlisle volvió a ser serio.

-Había otro lobo en apuros...

-Leah -musité.

-Sí. La apartó del camino del neófito, pero no tuvo tiempo de defenderse y el converso le astilló la mitad de los huesos del cuerpo.

Me estremecí.

-Sam y Frida acudieron a tiempo. Ya estaba mucho mejor cuando le llevaban de regreso a La Push.

-Tres minutos -dijo Alice en voz baja.

Forcejeé para ponerme en pie. Edward comprendió mi intención y me ayudó a incorporarme.

Contemplé la escena que se ofrecía delante de mí.

Los Cullen permanecían en un holgado semicírculo alrededor de una hoguera donde, aunque se veían pocas llamas, la humareda púrpura era densa, casi negra, y flotaba encima de la reluciente hierba como si fuera una enfermedad. El más cercano a aquella a de apariencia casi sólida era Lucifer, por lo que su piel relucía al sol con menor intensidad que la del resto. Estaba de espaldas a mí, con los hombros tensos y los brazos ligeramente extendidos. Cerca de él había algo sobre lo que se agachaba con suma precaución.

Estaba demasiado aturdida como para sentir algo más que una leve sorpresa al comprender de qué se trataba.

En el claro había ocho vampiros.

La chica apretaba contra el cuerpo las piernas, enlazadas por los brazos, hasta aovillarse en una bola junto a las llamas. Era muy joven, más que yo. Tendría unos quince años, pelo oscuro y complexión menuda. No me quitaba la vista de encima. El iris de sus ojos era de un rojo sorprendente por lo intenso, mucho más que el de Riley, casi refulgía. Esos ojos daban vueltas, fuera de control.

Edward vio mi expresión de aturdimiento.

-Se rindió -me explicó en voz baja-. Nunca antes había visto algo parecido. Sólo a Carlisle se le ocurriría aceptar la oferta. Jasper no lo aprueba.

No fui capaz de separar la vista de la escena que se desarrollaba junto al fuego.
Jasper se frotaba el antebrazo izquierdo con aire ausente era el que esta más alejado .

-¿Le pasa algo a Jasper? -susurré.

-Un vampiro atacó a Nixie y casi le arrancan las alas de todo.

Me quede en silencio, no tenía nada que decir.
No me importaba lo que puede pasarle a esas tres hadas.
Aunque Lucifer está muy lindo. Puede que le pida una noche.

No sería el primero.

Holaaaaaaaaa! La última parte está narrada por Bella para que veáis lo que piensa.

Publique el prólogo de la historia de Izzy.

Se llama Fire Roses! La continuaré cuando acabe el primer acto aquí.

No queda mucho sinceramente.

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Se despide Pau🧚🏻‍♀️✨