01
Caminaba por las ramas conectoras del árbol en el que vivíamos, desde que Izzy se fue me pasaba la mayoría de tardes sola, tenía unos años buenos afuera. Esperaba de corazón que reaccionará bien cuando descubra que su madre falleció hace unos años, algo de lo que no se sabe mucha información, pero seguía siendo una triste noticia.
Quería llevar las flores que recolecte al monumento que hicieron en su honor, para conservar su memoria. No esperaba encontrarse a nadie, era la hora del almuerzo y todas se encontraban en el comedor general.
-Tenemos que matarla.
-No te apresures Alex, no sabemos donde se encuentra.
-No me refería a la maldita salamandra Morgana, sino a la cría estúpida que estás criando. A la maldita solis, a la maldita de Nixie.
-No paso su mayoría, matarla sería inútil. Calma niña, las cosas con calma.
-No yo me apresure a matar a Erika y luego decir que fue un accidente, dejando escapar a Izzy.
-Cállate, eso pasó hace años, nos queda tiempo.
Mataron a Erika y quieren matarme... no podía quedarme aquí. Tenía que encontrar a Izzy y poder cumplir mi sueño de ver el mundo humano.
Corrí hacia mi pobre habitación, la cual no se podía comparar en nada con la de las otras hadas. No entendía muy bien el porqué había tanta diferencia de tratos de la líder, Morgana conmigo y con las otras.
Eso me entristecía, quería sentirme normal pero parece que no se podía. Es una perdida de tiempo, además que no tengo nada importante que llevar.
Espere a la noche para evitar que alguien me vea salir. Me aburrí mucho en esas horas que no hice nada, además de mirar la como el sol oponía por detrás de los árboles.
Miraba atentamente como todas se meten en sus casas, siendo este el momento perfecto para escapar. Abrí la puerta, mire a los lados y me lleve una mano al cuello, tenía un tic nervioso y cada vez que eso pasaba me llevaba la mano al colgante que tenía. Volví adentro agarrando el colgante de la única mesita de la habitación y corrí hacia la salida.
Logre salir después de una hora y algo, tuve algunos problemas con algunas guardias. Salí del árbol caminando por el bosque, estaba oscuro lo que causara que moviera mi cabeza de lado a lado para no chocarme.
Me perdí o caminaba en dirección contraria a la salida.
Llego la mañana y gracias a la luz que creaban los rayos de luz conseguí llegar a la salida del bosque. Delante mío había un camino negro con líneas, mire confundida lo que era.
¿Qué es eso?
Caminaba a un lado, intentando no tocar el camino con mis pies descalzos. En ese momento oí un sonido muy fuerte que venía de atrás. Me gire con miedo preparándome al mismo tiempo para correr si era necesario.
Vi una cosa de metal que venía en mi dirección, no sabía muy bien que era, pero dentro se encontraba una persona. Me quede paralizada cuando el coche paro a mi lado.
El cristal que tenía fue bajado por arte de magia.
-Hey, ¿qué haces sola por aquí, niña?
-Me perdí.
-Vamos sube al coche, yo te llevo. -Me subí lo que llamo coche, sentándome en el asiento de al lado. -¿Cuál es tu nombre?
-Nixie.
-Pues yo soy Charlie. -logre meterme en su mete, era un poder que teníamos todas las hadas, con o sin el bautizo- ¿Dónde vives?
Justo en ese momento, todo lo que él sabía, sus memorias y conocimientos, se memoraron en mi cabeza, al mismo tiempo que los cambiaba. Tenía que tener una familia, aunque lo sentía mucho por él, por jugar así con su mente.
-¿Vamos a casa no, tío?
Llegamos a su casa, donde me enseño todo lo que tenía que saber. Mi cuarto, el cual no se comparaba en nada al de mi comunidad, tenía las paredes de un naranja clarito, los muebles eran blancos y la cama, de un tamaño extremadamente grande para mí, tenía las sabanas de un color rosa junto con las almohadas color azul turquesa.
-La puerta de enfrente es la habitación de Isabella, mi hija, y esta puerta- toco con la palma de su mano una puerta blanca- es el baño. Yo hoy ya no tengo que trabajar y mi hija está con su novio...
-¿Vemos una película?
La cara del señor, que ahora era mi tío, se ilumino en una gran sonrisa.
-Veremos algo mejor- lo mire con curiosidad, sin saber lo que quería decir- veremos un partido de béisbol.
Nos pasamos la tarde entre risas y comentarios basándonos en el partido que veíamos.
Fue la primera cosa que me gusto del nuevo mundo.
Cerca de las 9 de la noche Isabella, mi prima, llego a la casa, quedando petrificada cuando sus ojos me visualizaron, la salude con la mano, sonriendo alegremente.
-¿Quién es, papa? ¿Y qué hace aquí? ¿No tiene una casa?
-Cambia ese tono de voz, es tu prima y se quedará un tiempo indefinido con nosotros.
-¿Desde cuándo tengo una jodida prima? Eso es mentira, tú no tienes más familia.
-No me hables así, soy tu padre y no te hice nada para que me trates mal.
La chica dio una patada al suelo para correr escaleras arriba, miraba mis manos con incomodidad.
-¿Estoy creado problemas? No quiero crearos problemas, yo mejor me voy.
Me levante del sofá donde estaba, caminando asta la salida. Me agarro del bazo suave para girarme. Se agacho a mi altura.
-No te vas a ir. Isabella se está comportando muy mal, no la tomes encuesta. Me hiciste pasar la mejor tarde desde hace mucho. No creo que mi hija me soporte, nunca habla conmigo y no compartimos los mismos gustos.
Un suspiro triste se oyó. Puede mi mano en su mejilla, levantándole la cara.
-No tener gustos en común o ser diferente al resto no importa. Lo importante es querer a esa persona pase lo que pase y estar a tu lado en buenos y malos momentos. No siempre va a salir como tú quieres, pero una relación, no importa el tipo, tiene que contribuir de todas las partes, si no, no funciona.
→ Yo, bueno. Si no tienes gustos en común con esa persona tienes que respetarlos e intentar lo que le gusta a esa persona y lo que te gusta a ti. Nunca sabrás que no te gusta asta que no lo intentas. Tienes que intentarlo, la vida no dura mucho y tienes que disfrutarla.
-Gracias Nix, parece que eres más sabia que yo.
-No lo soy tío, estas palabras me las dijo una amiga.
Espero os guste esta nueva versión,
y los que no la leyeron
espero os guste mucho
Editado.
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