treinta y ocho
Lo había visto antes, el año anterior cuando acababa de regresar de ver a los dragones de la primera prueba con Hagrid.
—¿La cabeza de Sirius? —Repitió Hermione confundida. —¿Te refieres a cuando quería hablar contigo durante el Torneo de los Tres Magos? Pero no haría eso ahora, también lo sería... ¡Sirius!— Jadeó la última parte. Faith se sentó, Ron dejó caer su pluma, ambos mirando el fuego porque allí estaba, de hecho, la cabeza de Sirius, sonriéndoles directamente.
—Estaba empezando a pensar que te irías a la cama antes de que todos los demás desaparecieran—dijo Sirius. —He estado comprobando cada hora.
—¿Has estado entrando al fuego cada hora? —Harry exclamó con una risa.
—Solo por unos segundos para comprobar si la costa estaba despejada— Faith negó con la cabeza. Le encantaba el riesgo.
—¿Pero y si te hubieran visto?— Preguntó Hermione nerviosamente.
—Bueno, creo que una niña, de primer año, por su apariencia, podría haberme visto antes, pero no te preocupes —dijo rápidamente Sirius cuando Hermione se tapó la boca con la mano. —Me fui en el momento en que ella me miró y apuesto a que pensó que era un tronco de forma extraña o algo así.
—Eres realmente raro—se rio Faith, Sirius le devolvió la sonrisa.
—Bonito, por cierto, el 'yo también hablo en serio, Harry', es exactamente lo que hubiera dicho— dijo Sirius con un guiño. Harry miró de él a Faith, Faith ahora guiñando un ojo a Harry, antes de volverse, el fuego iluminando su rostro cubriendo el leve rubor que apareció.
—Pero, Sirius, estás corriendo un riesgo terrible...—comenzó Hermione.
—Suenas como Molly,—dijo Sirius. —Esta fue la única forma que se me ocurrió de responder la carta de Harry sin tener que recurrir a un código, y los códigos se pueden descifrar.
—¡No dijiste que le habías escrito a Sirius! —Hermione le dijo indignada a Harry.
—Lo olvidamos,—Harry le hizo un gesto a Faith, lo cual era más o menos cierto, pero también le pidió a Faith que no le dijera nada a Hermione. —No me mires así, Hermione, no había forma de que alguien hubiera sacado información secreta, ¿verdad, Sirius?
—No, estuvo muy bien —le sonrió Sirius. —De todos modos, será mejor que nos apresuremos, en caso de que nos moleste, tu cicatriz.
—¿Qué pasa...?— Ron empezó a preguntar pero fue interrumpido.
—Te lo diremos después. Continúa, Sirius, —dijo Hermione.
—Bueno, sé que no puede ser divertido cuando duele, pero realmente no creemos que sea algo de lo que preocuparse. Siguió doliendo todo el año pasado, ¿no?
—Sí, y Dumbledore dijo que sucedía cada vez que Voldemort sentía una emoción poderosa— ignoró las muecas de Ron y Hermione ante ese nombre.
—Así que tal vez simplemente pisó una pieza de Lego de construcción propia la noche que tuviste la detención— dijo Faith con una sonrisa cínica. Los demás la miraron. —¿Qué? ¡Se lo merece! —No podían estar en desacuerdo con eso. Aunque Ron no sabía a lo que refería.
—Bueno, ahora que está de vuelta seguramente dolerá más a menudo —dijo Sirius finalmente.
—¿Entonces no crees que tuvo nada que ver con que Umbridge me tocara cuando estaba detenido con ella? —Preguntó Harry, solo para estar seguro.
—Lo dudo— dijo Sirius. —La conozco por su reputación y estoy seguro de que no es una Mortífaga...
—Ella es lo suficientemente asquerosa como para ser una— dijo Harry con gravedad, los otros tres estudiantes asintieron.
—Sí, pero el mundo no está dividido en buenas personas y Mortífagos— sonrió Sirius. —Sin embargo, sé que es un trabajo desagradable, deberías escuchar a Remus hablar de ella, o de tu mamá— le dirigió la última parte a Faith.
—¿Hablaste con ella? —Faith preguntó sorprendida. ¿No se permitía que solo las personas de la Orden supieran de él?
—Sí, ella y tu padre vinieron, agradeciéndonos por cuidar de ti durante el verano. Dumbledore se acercó a ellos para preguntarles si querían unirse a la Orden, se negaron pero prometieron ayudar si necesitábamos algo— le dijo Sirius. Faith sonrió. Sus padres realmente cambiaron su forma de pensar sobre el Ministerio. Edith Diggory ya tenía sus dudas, pero después de etiquetar la muerte de Cedric como un accidente, perdieron toda la confianza en ellos.
—¿Y Remus también la conoce? —Harry preguntó luego de darle una sonrisa a Faith.
—No —dijo Sirius, —pero ella redactó un poco de legislación contra los hombres lobo hace dos años que hace que sea casi imposible para él conseguir un trabajo.
Si a Faith ya no le gustaba Umbridge, ahora peor.
—¿Qué tiene ella contra los hombres lobo? —Preguntó Hermione enojada.
—Asustado de ellos, supongo, —Sirius le sonrió a Hermione.— Aparentemente, ella detesta a los seres humanos; hizo campaña para que la gente del mar fueran detenidos y etiquetados el año pasado también. Imagina perder tu tiempo y energía persiguiendo a la gente del mar cuando hay pequeños como Kreacher sueltos— Ron y Faith se rieron de eso pero Hermione frunció el ceño.
—¡Sirius! —Exclamó Hermione. —Honestamente, si hicieras un pequeño esfuerzo con Kreacher, estoy segura de que él responderá. Después de todo, eres el único miembro de su familia que le queda, y el profesor Dumbledore dijo...
—Entonces, ¿Cómo son las lecciones de Umbridge? —Sirius interrumpió.— ¿Los está entrenando a todos para matar mestizos?
—No—dijo Harry. —¡Ella no nos deja usar magia en absoluto!
—Todo lo que hacemos es leer el estúpido libro de texto— agregó Ron.
—Ah, bueno, eso parece—dijo Sirius. —Nuestra información del interior del Ministerio es que Fudge no quiere que estés entrenado en combate.
—¿Entrenado en combate? —Harry repitió en voz alta. —¿Qué cree que estamos haciendo aquí, formando una especie de ejército de magos?
—Eso es exactamente lo que cree que estás haciendo.
—¡Eso es ridículo! —Faith dijo. —¿Tiene miedo de que los estudiantes hagan sus exámenes y realmente tengan éxito?
—Técnicamente, sí, tiene miedo de que Dumbledore te haga un ejército para acabar con el Ministerio.
Hubo una pausa hasta que Ron dijo lo que todos estaban pensando.
—Esa es la cosa más estúpida que he escuchado, incluidas todas esas cosas con las que sale Luna Lovegood.
—¿Así que no podemos ganar Defensa Contra las Artes Oscuras porque Fudge tiene miedo de que usemos hechizos contra el Ministerio?—Preguntó Hermione.
—Sí,— dijo Sirius. —Fudge cree que Dumbledore no se detendrá ante nada para tomar el poder. Cada día se está volviendo más paranoico con Dumbledore. Es cuestión de tiempo antes de que arresten a Dumbledore por algún cargo falso.
Eso le recordó a Harry lo que Percy había escrito en su carta.
—¿Sabes si habrá algo sobre Dumbledore en el Profeta mañana? El hermano de Ron, Percy, cree que habrá ...
—No lo sé— dijo Sirius. —No he visto a nadie de la Orden en todo el fin de semana, todos están ocupados. Solo hemos estado Kreacher y yo aquí ... —Faith notó su tono. Odiaba estar ahí.
—¿Así que tampoco has oído hablar de Hagrid?
—Ah ... —comenzó Sirius.— Bueno, se suponía que ya estaría de regreso, nadie está seguro de lo que le sucedió— Sirius vio las expresiones en los rostros de los cuatro estudiantes. —Pero Dumbledore no está preocupado, así que ustedes cuatro no se pongan en un estado; estoy seguro de que Hagrid está bien.
—Pero si se supone que debe estar de vuelta ahora ... —dijo Hermione con ansiedad. Faith también estaba nerviosa por Hagrid. A ella siempre le gustó, aunque no le hablaba como amiga desde el año anterior. Ella esperaba con todo su corazón que él estuviera bien.
—Madame Maxime estaba con él, hemos estado en contacto con ella y ella dice que se separaron en el viaje a casa, pero no hay nada que sugiera que esté herido o ... bueno, nada que sugiera que no esté perfectamente bien. Estoy muy convencido. Escucha, no vayas a hacer demasiadas preguntas sobre Hagrid, solo llamará más la atención sobre el hecho de que no ha vuelto y sé que Dumbledore no quiere eso. Hagrid es duro, estará bien.
Sirius notó que todavía no estaban muy animados.
—¿Cuándo es tu próximo fin de semana en Hogsmeade, de todos modos? Estaba pensando, nos salimos con el disfraz de perro en la estación, ¿no es así? Pensé que podría...
—¡NO! —Harry y Hermione dijeron en voz alta mientras Faith negaba con la cabeza.
—Sirius, ¿no viste el diario El Profeta? —Preguntó Faith.
—Oh, eso—sonrió Sirius. —Siempre están adivinando dónde estoy, realmente no tienen ni idea.
—Sí, pero creemos que esta vez lo han hecho— le dijo Harry sobre sus sospechas sobre los Malfoy. —Si Malfoy te reconoce de nuevo...
—Está bien, está bien, tengo el punto—lo interrumpió Sirius. —Solo una idea, pensé que les gustaría estar juntos.
—Claro que si, ¡solo que no quiero que te echen de regreso a Azkaban!
Sirius hizo una pausa con el ceño fruncido mientras miraba a Harry.
—No te pareces tanto a tu padre como yo creía—dijo, por fin, con un tono frío en su voz. Esto sorprendió un poco a Faith. —Para James, el riesgo habría sido divertido.
—Mir..
—Bueno, será mejor que me vaya, puedo escuchar a Kreacher bajando las escaleras— dijo Sirius apresuradamente. —Ya te escribiré diciéndote a qué hora puedo volver a aparecer en el fuego, ¿está bien? Si no lo encuentras demasiado arriesgado, claro...
Con un suave plop, se fue.
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Al segundo que Faith se despertó a la mañana siguiente, sabía que llegaba tarde. Las camas alrededor de la habitación estaban todas vacías y bien hechas. Faith tomó rápidamente su reloj para ver la hora mientras sus habilidades arreglaban su cabello. ¡Se suponía que la primera lección, Historia de la Magia, terminaría en cinco minutos! ¿Por qué no se despertó cuando se suponía que debía hacerlo? Bueno, eso era obvio, había estado agotada toda la semana. Pero, ¿por qué Hermione o una de las otras chicas no la despertaron?
Faith saltó de su cama y tan rápido como pudo, se vistió con el uniforme escolar requerido, agarró su bolso del piso al lado de su cama y corrió por las escaleras. Ir a Historia de la Magia era inútil ahora, así que el plan de Faith era ir directamente a las mazmorras de Snape en busca de Pociones. Ir desde la torre de Gryffindor hasta las mazmorras fue definitivamente un viaje de cinco minutos, y ya perdió dos al vestirse, así que Faith fue lo más rápido que pudo, esquivando a otros estudiantes que caminaban por los pasillos. Mientras corría, Faith arregló las bolsas debajo de sus ojos cansados, la parte de sus habilidades que usaba casi todos los días.
Al girar una esquina más hacia el pasillo que conducía a las escaleras, Faith se topó con tres estudiantes.
—Lo siento, yo... —Faith se detuvo cuando vio que eran sus amigos. —Hola— dijo sin aliento.
—¡Faith! Finalmente estás aquí, estábamos empezando a preocuparnos —dijo Hermione con una suave sonrisa.
—Sí, ¿por qué no me despertaste? ¡Me perdí Historia de la Magia! —Preguntó Faith. Los tres se miraron. —¿Y?
—Nosotros ... eh ... —comenzó Ron. —Ayer estabas agotada, así que pensamos en dejarte dormir un poco más.
—Pensamos que te despertarías a tiempo para la clase— agregó Hermione. Faith suspiró. Ella durmió bien, pero no podía permitirse el lujo de faltar a clases cuando apenas podía terminar su tarea sin quedarse dormida a las doce.
Faith los miró uno por uno, cada uno con un brillo afectuoso pero preocupante en sus ojos. Se dio cuenta de que les importaba que tuviera problemas para dormir. Sabía que les importaba cuando bebía una botella de poción para dormir casi todas las noches durante las vacaciones de verano. Sabía que se preocupaban por esos episodios extraños que ella y Harry tenían. ¿Cómo podía estar molesta por eso?
—Está bien— suspiró Faith por fin. —Pero ustedes me deben prestar sus notas de Historia de la Magia.
—Oh, por favor, como si no te durmieras en clase— se rio Ron mientras la empujaba. Ella puso los ojos en blanco con una sonrisa.
—Bueno, ¿me perdí algo? ¿Había algo en El Profeta esta mañana sobre Dumbledore?— Faith preguntó entonces, recordando la carta de Percy.
—Oh, sí— suspiró Hermione. Eso no suena bien.
—¿Bien, qué fue lo que decía?— Faith miró a Harry.
—Umbridge es ahora Suma Inquisidora en Hogwarts— dijo, sin parecer demasiado feliz.
—Umbridge... ¿Suma Inquisidora?— Faith preguntó perpleja. —¿Qué significa eso?
—Significa que inspeccionará a todos los maestros para ver si Dumbledore los eligió bien— dijo Hermione.
El Ministerio está interfiriendo seriamente en Hogwarts. Eso es lo que significó.
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