ORIENTACIÓN ACADÉMICA
Todos los alumnos de quinto curso tendrán, durante la primera semana del trimestre de verano,una breve entrevista con el jefe de su casa para hablar de las futuras carreras. Las fechas y lashoras de las entrevistas individuales se indican a continuación.

Faith miró el horario debajo del aviso en el tablón de anuncios de Gryffindor donde debería estar su cita.

—Oye, estamos a la misma hora— dijo Faith, dándole un codazo a Harry antes de señalar el cuadrado con sus nombres el lunes a las dos y media. —Extrañaremos la mayor parte de la Adivinación.

Los últimos días libres se dedicaron a examinar la información profesional que se había dejado en las salas comunes. Cientos de listas con todo tipo de orientaciones profesionales y sus requisitos.

—Bueno, la Sanación no me atrae —dijo Ron cuando Harry y Faith se unieron a él y a Hermione en su mesa habitual. Ron estaba estudiando un folleto con el símbolo de San Mungo impreso en la portada.—. Aquí pone que necesitas como mínimo una «S» en los TIMOS de Pociones, Herbología,Transformaciones, Encantamientos y Defensa Contra las Artes Oscuras. No son exigentes ni nada, ¿eh?

—Bueno, ten en cuenta que es una profesión de mucha responsabilidad —Dijo Hermione. Estaba desplegando un panfleto que decía «¿CREES QUE TE GUSTARÍA TRABAJAR ENRELACIONES CON LOS MUGGLES?»—. Para especializarte en relaciones con los muggles no es necesarioestar muy bien cualificado; sólo te piden un TIMO de Estudios Muggles. Mira lo que dice aquí: «¡Sonmucho más importantes tu entusiasmo, tu paciencia y tu sentido del humor!»

—Te aseguro que para relacionarse con mi tío hay que tener algo más que sentido del humor — dijo Harry con gravedad. —. Un buen sentido del escondite, por ejemplo.

Faith estaba leyendo un folleto de carrera que describía lo que se necesitaba para convertirse en juez con un asiento en Wizemgamot en el Departamento de Aplicación de la Ley Mágica. Es seguro decirlo, estaba impresionada.

—Vaya, no me di cuenta de que mi madre era tan inteligente—dijo Faith con los ojos muy abiertos. —'Supera las expectativas' en casi todas las materias y 'Extraordinario' en Historia de la Magia y Defensa Contra las Artes Oscuras",

—Creo que necesita saber mucho sobre el mundo para emitir un juicio justo— asintió Hermione, cogiendo el folleto de Faith y leyéndolo detenidamente.

—¿Algo para ti, Hermione?— Faith preguntó con una sonrisa.

—Quizás—Hermione se encogió de hombros. —Este un trabajo honorable, ¿no?

—¡Eh! —dijo una voz junto a Harry. Se dio la vuelta y vio a Fred y George. —Faith ha hablado con nosotros sobre ti.

Harry miró a Faith y ella le guiñó un ojo con una sonrisa descarada.

Fred se sentó y puso sus piernas sobre la pila de folletos del Ministerio de Magia, haciendo que muchos de ellos se cayeran de la mesa. —Dice que necesitas hablar con Sirius.

—¿Qué?— Exclamó Hermione.

—Sí ...—dijo Harry, tratando de que no pareciera un gran problema, —sí, nos gustaría...

—No seas tan ridículo— dijo Hermione—. ¿Cómo vas a hacerlo si la profesora Umbridge hurga en las chimeneas y registra a todaslas lechuzas?

—Bueno, creemos que podemos encontrar una forma de evitar eso—se estiró George con una sonrisa. —Es una simple cuestión de causar una distracción. Ahora, ¿habrás notado que hemos estado bastante tranquilos en el frente del caos durante las vacaciones de Pascua?

—¿Qué sentido tenía alterar el tiempo de ocio? — Fred prosiguió—. Ninguno, nos dijimos. Y porsupuesto, habríamos molestado a los estudiantes que estaban repasando, y por nada del mundoquerríamos hacer eso.

Hermione parecía bastante impresionada de que lo pensaran detenidamente.

—Pero a partir de mañana empieza otra vez la fiesta —continuó Fred de nuevo—. Y ya que tenemos pensado causar un poco de alboroto, ¿por qué no hacerlo de modoque Harry y Faith pueda aprovechar la ocasión para charlar con Sirius?

—Sí, pero de todos modos —dijo Hermione—, aunque consigan distraer a la profesora Umbridge, ¿Cómo se supone que ellos van ahablar con Sirius?

—Eso es lo que pensamos también—dijo Faith. —Y luego recordé algo que Umbridge nos dijo a Harry ya mí cuando nos preguntó sobre Dumbledore.

Los ojos de Harry se abrieron y sonrió ante su nivel de locura.

—¿Oficina de Umbridge?—Preguntó y ella asintió con orgullo mientras George le despeinaba el cabello.

—Su cabello se volvió todo púrpura y se disparó en el aire cuando lo pensó—sonrió Fred. —Suerte que no había ningún Slytherin alrededor para ganar puntos.

—¿Estas loco?— Hermione preguntó palabra por palabra.

—No lo creo— Harry se encogió de hombros y miró a Faith con la mayor sonrisa, como si acabara de encontrar una manera de hacer que Umbridge y Voldemort desaparecieran del planeta.

—¿Y cómo vas a llegar allí en primer lugar?

—Con la navaja de Sirius —dijo Harry instantáneamente. Un plan se estaba formando lentamente en su cabeza.

—¿Con qué?

—Hace dos Navidades, Sirius me regaló una navaja que abre cualquier cerradura. —explicó Harry.—Así que incluso si ella ha embrujado la puerta para que Alohomora no funcione, lo cual me imagino que ha hecho...

—¿Qué opinas tú de esto? —Hermione se cruzó de brazos y se volvió hacia Ron. Tanto Harry como Faith recordaron la forma en que la Sra. Weasley hablaba con el Sr. Weasley en San Mungo.

—No lo sé— Ron se encogió de hombros. —Si Harry y Faith quieren hacerlo, depende de ellos, ¿no?

—Así hablan los buenos amigos y los Weasley —Fred le dio una palmada a Ron en la espalda. "—. Muy bien. Hemos pensado hacerlo mañana, después de las clases, porque provocaríamosun impacto máximo si todo el mundo estuviera en los pasillos. Harry, lo soltaremos en el ala este, no séexactamente dónde, y la obligaremos a salir de su despacho. Calculo que podemos garantizarte... unosveinte minutos, ¿verdad? —Miró a George.

—Sí, seguro —asintió George.

—¿En qué consiste la maniobra de distracción? —Preguntó Ron con curiosidad.

—Ya lo verás, hermanito —dijo Fred mientras George y él se levantaban de nuevo—. Sólo tienes que estaren el pasillo de Gregory el Pelota mañana a eso de las cinco.

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El lunes por la mañana, Harry y Faith se despertaron ansiosos por la emoción. Estaban emocionados por hablar con Sirius pero más ansiosos por volver a ver a Snape después de entrar en su memoria en el Pensadero.

Hermione estaba más nerviosa y enojada también. Ella tampoco estaba escuchando una palabra de lo que dijo el profesor Binns durante la Historia de la Magia. No dejaba de susurrarles a Harry y Faith por qué era una idea estúpida.

—... y si te encuentra allí dentro, aparte de expulsarte, se imaginará que has estado hablando conHocicos, y esta vez seguro que te obliga a beberte el Veritaserum y a contestar a sus preguntas...

—Hermione—dijo Ron en voz baja—, ¿quieres hacer el favor de dejar de regañara Harry y a Faith y escuchar a Binns, o voy a tener que tomar yo mismo apuntes?

—¡Pues podrías tomar apuntes, para variar, no te morirías!

Cuando bajaron las escaleras para Pociones con Snape, Harry, Faith y Ron habían dejado de hablar con Hermione, pero ella solo tomó esto como una oportunidad para darles aún más razones por las que no deberían seguir adelante.

Snape actuó como si Harry y Faith no existieran. Estaban bastante agradecidos por eso porque esto significaba que no serían humillados frente a todos los Slytherin como de costumbre. Cuando tuvieron que entregar sus pociones, bien hechas por primera vez ese año, Malfoy 'accidentalmente' rompió sus frascos y cuando fueron a buscar un poco más de su caldero, encontraron que Hermione ya los había vaciado.

Sus estados de ánimo eran tan malos que se habían olvidado por completo de su cita de asesoramiento profesional con la profesora McGonagall. Solo recordaron cuando Ron les recordó en Adivinación. Afortunadamente, solo llegaron un par de minutos tarde.

—Lo siento, profesora —jadeó Harry cuando cerró la puerta detrás de él y Faith.— Lo olvidamos.

—No importa, Potter, Diggory—dijo McGonagall con firmeza. Pero para su sorpresa, escucharon a alguien más olfatear en la esquina de la oficina de McGonagall. Se dieron la vuelta y vieron nada menos que a la profesora Sapo sentada, con las manos cuidadosamente dobladas en el portapapeles en su regazo y con su repugnantemente dulce sonrisa.

Harry acercó su mano a Faith para poder pellizcarla cada vez que ella abría la boca, dirigida a Umbridge.

—Siéntense ustedes dos—dijo la profesora McGonagall, claramente no contenta con Umbridge. Los dos se sentaron frente a McGonagall e hicieron todo lo posible por ignorar el rasguño de la pluma de Umbridge. Faith esperaba estar usando una de esas plumas de tortura suyas.

—Bueno, esta reunión es para hablar sobre cualquier idea de carrera que puedan tener y para ayudarles a decidir qué materias deben continuar en el sexto y séptimo año—les explicó la profesora McGonagall. —¿Han pensado en lo que les gustaría hacer después de dejar Hogwarts?

Por supuesto, Faith pensó en eso. Muchas, muchas veces incluso. Quería hacer muchas cosas. Le gustó la idea de convertirse en autora especializada en Defensa Contra las Artes Oscuras o quizás una profesional en Quidditch y jugar para el equipo nacional.

Pero lo que decidió que más quería hacer era perseguir a Voldemort y matarlo. Cada vez que pensaba en Voldemort, sentía que la rabia corría por sus venas y la urgencia de luchar y maldecir. Faith estaba tan enojada con Voldemort por matar a Cedric, James y Lily Potter y tantas personas más, quería hacer su carrera para detener a personas como él y ponerlas en Azkaban por el resto de sus miserables vidas.

—Pues... —comenzó Harry.

—Auror—dijo Faith de inmediato. Notó la leve sonrisa que McGonagall tenía jugando en sus labios.

—Yo también, Auror—asintió Harry.

—Ambos necesitarían las mejores calificaciones para eso—McGonagall tomó un folleto de la gran pila de folletos de carreras.—. Piden cincoÉXTASIS como mínimo, y por lo que veo no aceptan notas inferiores a «Supera las expectativas». Además, te obligan a someterte a una serie de rigurosas pruebas de personalidad y aptitudes en la Oficinade Aurores. Es una carrera difícil, Diggory, Potter, solo toman lo mejor. De hecho, no creo que nadie haya sido contratado en los últimos tres años .

Los tres escucharon una tos suave, la que hizo que el estómago de Faith se retorciera de disgusto, detrás de ellos. La profesora McGonagall la ignoró por completo.

—Supongo que querrán saber qué asignaturas deberían cursar. —McGonagall comenzó a hablar un poco más fuerte.

—Sí—dijo Harry y Faith asintió—. Supongo que... Defensa Contra las Artes Oscuras.

—Naturalmente —dijo la profesora McGonagall.—. Y también aconsejaría...

Otra tos, esta vez un poco más fuerte. La profesora McGonagall simplemente parpadeó y continuó mientras sacaba las carpetas de Faith y Harry de un cajón.

— También aconsejaría que estudiaran Transformaciones, porque en su trabajo los aurores necesitan a menudotransformarse y destransformarse, aunque eso no será un problema para ti, Diggory. Y he de decirles,  que en mis clases de ÉXTASIS no acepto aningún alumno que no haya conseguido como mínimo un «Supera las expectativas» en el TIMO. Si no meequivoco, de momento tú tienes una media de «Aceptable», Potter, y sigues teniendo «Extraordinario» Diggory, así que tendrás que poner algo bueno trabajo duro antes de los exámenes para tener la oportunidad de continuar, Potter, pero estoy segura de que Diggory puede ayudarte con eso.

Faith le sonrió emocionada a Harry.

—También deberías estudiar Encantamientos, que siempre son muy útiles, y Pociones. Sí, Potter, Diggory, Pociones —sonrió levemente a los dos— El estudio de las pociones y de los antídotos es fundamental para los aurores. Ydebes saber que el profesor Snape no acepta a ningún alumno que no haya conseguido un«Extraordinario» en su TIMO, así que...

Umbridge tosió de nuevo.

—¿Quiere una pastilla para la tos, Dolores? —Dijo la profesora McGonagall, sin mirar a los ojos a su colega, todavía concentrada en el folleto que sostenía.

—No, muchas gracias —preguntó Umbridge con esa risa que Faith despreciaba tanto. Sintió un pellizco en el muslo y luego notó que estaba poniendo los ojos en blanco. Fue como una reacción automática al Sapo—. Sólo mepreguntaba si le importaría que hiciera una brevísima interrupción, Minerva.

—No, no me importaría. Adelante —dijo la profesora McGonagall con una mirada furiosa.

—Me estaba preguntando si el señor Potter y la señorita Diggory tienen temperamento de auror.

—¿Ah, sí? —McGonagall preguntó sin interés antes de continuar como si no hubiera habido ninguna interrupción—, si de verdad quieren ser auror, a ti Potter, te recomiendo que te concentresen alcanzar el nivel requerido en Transformaciones y Pociones para los dos. s. Veo que el profesor Flitwick siemprete ha puesto «Aceptable» o «Supera las expectativas» , Potter, e incluso «Extraordinario» para ti una vez, Diggory, por lo que tu trabajo con hechizos parece satisfactorio. En cuanto a Defensa Contra las Artes Oscuras, sus calificaciones han sido generalmente altas, el profesor Lupin en particular pensó que ustedes ...¿Segura que no quiere unapastilla para la tos, Dolores

—¡Oh, no, Minerva! Gracias, pero no la necesito —dijo Umbridge con una sonrisa después de otra fuerte tos—. Es sólo que por lo visto no tiene usted delante lasúltimas calificaciones de Harry y Faith en Defensa Contra las Artes Oscuras. Estoy segura de que le he pasadouna nota.

—¿Se refiere a esto? —La profesora McGonagall sacó un trozo de pergamino rosa de sus carpetas y escaneó las palabras antes de guardarlas sin comentarios—. Sí, comoiba diciendo, el profesor Lupin opinaba que ustedes demostraban tener excelentes aptitudes para la asignatura, ycomo podrán suponer, para ser auror...

—¿No ha entendido mi nota, Minerva? —Umbridge interrumpió, esta vez olvidándose de toser.

—Claro que la he entendido.

—Bueno, pues entonces no me explico... Me temo que no comprendo cómo puede dar falsasesperanzas a Potter y a Diggory de que...

—¿Falsas esperanzas? —La profesora McGonagall dijo confundida. —Ambos han logrado altas calificaciones en todas sus pruebas de Defensa Contra las Artes Oscuras...

—Lamento mucho tener que contradecirte, Minerva, pero como verás en mi nota, Harry y Faith han estado obteniendo muy malos resultados en sus clases conmigo...

—Me parece que debería ser más clara —la profesora McGonagall finalmente miró a Umbridge a los ojos—. Han sacado muy buenas notas siempre que se ha examinadocon un profesor competente.

Faith se mordió el labio con tanta fuerza como pudo para no estallar en carcajadas. Maldita sea, ella amaba a la profesora McGonagall. Umbridge se hundió en su silla y comenzó a garabatear agresivamente, su sonrisa había desaparecido como nieve para el sol.

—¿Alguna pregunta, Potter? ¿Diggory?— McGonagall preguntó a los dos estudiantes.

—Sí—Faith asintió—. ¿En qué consisten esas pruebas de personalidad y aptitudes que te hace elMinisterio si consigues suficientes ÉXTASIS?

—Verás, tendrás que demostrar que eres capaz de reaccionar correctamente ante la presión y cosaspor el estilo —comenzó la profesora McGonagall—; que eres perseverante y entregado, porque el cursode auror dura tres años más; y que dominas la Defensa práctica. Eso supone que tendrás que seguirestudiando mucho una vez que salgas del colegio, así que, a menos que estés dispuesto a...

—Creo que también sabrá —chilló la voz de Umbridge— que el Ministeriorevisa los antecedentes de los aspirantes a aurores. Sus antecedentes penales.

—... a menos que estés dispuesta a seguir haciendo exámenes después de salir de Hogwarts,deberías buscar otra...

—Y eso significa que este chico tiene tantas posibilidades de llegar a ser auror como Dumbledore devolver a este colegio.

—Entonces tiene muchas posibilidades —Faith le dijo a Umbridge. Sintió un pellizco de Harry pero, afortunadamente, Umbridge decidió ignorar a la chica.

—Potter tiene antecedentes penales —dijo Umbridge en voz alta.

—A Potter lo absolvieron de todos los cargos —respondió McGonagall, incluso más fuerte que Umbridge.

Umbridge se levantó de su sillón pero era tan baja que apenas hizo una diferencia. Parecía un sapo con una rabieta.

—¡Potter y Diggory no tienen ninguna posibilidad de convertirse en Aurores!

McGonagall también se puso de pie de un salto, pero fue mucho más intimidante cuando se elevó sobre Umbridge.

—Potter, Diggory— llamó McGonagall. —Les ayudaré a convertirse en Aurores si es lo último que haga ¡Si tengo que entrenarlos todas las noches, me aseguraré de que obtengan los resultados requeridos!

—¡El Ministro de Magia nunca contratará a Harry Potter! ¡O a los parientes de Edith Diggory!

—¡Puede que haya un nuevo Ministro de Magia para cuando Potter y Diggory estén listos para unirse!— McGonagall tronó.

—¡Ajá!— Umbridge jadeó dramáticamente, apuntando con su grueso dedo a Umbridge.—. ¡Sí! ¡Eso, eso, eso! ¡Claro! Eso es lo que usted quiere, ¿verdad, Minerva McGonagall? ¡Quiere queAlbus Dumbledore sustituya a Cornelius Fudge! Cree que ocupará mi puesto, ¿verdad? ¡Subsecretaria delministro y, por si fuera poco, directora del colegio!

—¡Estás delirando!— McGonagall suspiró con incredulidad. —Potter, Diggory, eso concluye nuestra consulta de carreras.

Faith y Harry no dudaron en tomar sus maletas y salir corriendo de la habitación. Faith le envió a Umbridge una mirada desagradable antes de cerrar la puerta. Todavía podían escuchar a Umbridge y McGonagall gritar cuando rápidamente se apresuraron a regresar a Adivinación.

—Entonces, los dos seremos Aurores, ¿eh?—Faith dijo con una sonrisa.

—Si tenemos suficientes EXTASIS y TIMOS —Harry le devolvió la sonrisa.

—Como dijo McGonagall; me quedaré despierto hasta tan tarde como sea necesario para ayudarte a obtener los resultados requeridos porque mereces hacer algo que te guste por una vez— le dijo Faith.

Harry simplemente le sonrió. Ella lo consoló tanto últimamente, que no sabía por qué se merecía una persona tan amable y feroz en su vida.

—Pensé que querías convertirte en escritora— preguntó Harry rápidamente para que el rubor que subía por sus mejillas se hundiera de nuevo.

—Mi deseo de matar a Voldemort y a cualquiera como él, es mayor que mi deseo de escribir libros.