Ya habían pasado un par de días desde la primera prueba. Todo parecía volver a ser como antes. Faith estaba feliz de poder volver a estar en la misma habitación con Harry y Ron. Durante cuidado de las criaturas mágicas, los cuatro y algunos de los otros Gryffindors ayudaron a Hagrid a conseguir que los escregutos fugados dejaran de matarse entre ellos. Bailaban a través del campo de calabazas mientras los magos y las brujas les lanzaban maldición tras maldición, pero debido a su espesura. , armadura gris, los hechizos no tuvieron mucho efecto sobre ellos.

Después de eso, tuvieron doble Adivinación por la tarde y nunca había sido tan divertido. Por milésima vez ese año, predijo la horrible y espantosa muerte de las personas nacidas en julio y agosto.

—Casi lo tienes, Faith, —le susurró Ron, lo que la hizo soltar otra carcajada. —Sin embargo, apesta para ti, habrías sido un buen mago, —le dirigió Ron su broma a Harry.

—Me levanté, me instalé ante él, y miré hacia sus profundidades cristalinas ... ¿y qué crees que vi mirándome? —La profesora Trelawney caminó por el aula, mirando a los estudiantes a los ojos, levantando las cejas para que sus ojos parecieran aún más grandes a través de sus enormes lentes.

—¿Un viejo murciélago feo con especificaciones descomunales? —Ron sugirió a Harry y Faith. La profesora Trelawney llegó a su mesa, así que Harry y Faith hicieron todo lo posible por mantener la cara seria.

—Muerte, queridos míos,— algunas chicas se taparon la boca con las manos, en estado de shock. —Sí, se acerca, cada vez más cerca, da vueltas por encima como un buitre, cada vez más bajo ... cada vez más bajo sobre el castillo ...

—Sería más impresionante si no lo hubiera hecho unas ochenta veces antes, —comentó Harry cuando bajaron la escalera de caracol.

—La adivinación era mucho más divertida antes de que las estrellas le dijeran que cierto Gryffindor de cuarto año muere cada semana, —dijo Faith, también cansada de las muchas predicciones de muertes.

—Pero si me hubiera caído muerto cada vez que ella me dijo que lo haría, sería un milagro médico.

—Serías una especie de fantasma extra concentrado, —dijo Ron con una sonrisa. —Al menos no obtuvimos tarea. Espero que Hermione tenga un montón de Profesora Vector. Me encanta no trabajar cuando ella está ... —Lamentablemente, para Ron, Hermione no estaba en la cena. Ella tampoco estaba en la biblioteca cuando fueron a buscarla allí.

—Me pregunto adónde se habrá ido, —dijo Ron mientras caminaban de regreso a la Torre de Gryffindor.

—No sé, —dijo Harry.

—Tal vez ella fue a la sala común justo después de Aritmancia y ahora está estudiando allí,— sugirió Faith cuando la Dama Gorda se abrió y entraron. La Dama Gorda apenas se cerró antes de que una jadeante Hermione detrás de ellos abriera el pasillo nuevamente.

—¡Harry! —Rápidamente llegó a ellos. —Harry, tienes que venir, tienes que venir, ha sucedido lo más asombroso, por favor, —arrastró a Harry de regreso al pasillo.

—¿Qué pasa? —Le preguntó a ella.

—Te lo mostraré cuando lleguemos - oh, vamos, rápido —Harry miró a Ron y Faith. Ambos tampoco sabían de qué estaba hablando, pero querían averiguarlo.

—Está bien, —dijo Harry y caminó, casi corrió, con Hermione por el pasillo, Faith y Ron siguiéndolo.

—¡Oh, no me hagas caso! —La Dama Gorda les gritó. —¡No te disculpes por molestarme! Me quedaré aquí, abierta de par en par, hasta que vuelvas, ¿de acuerdo?

—¡Si gracias! —Ron dijo con el pulgar hacia arriba.

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Resulta que Hermione encontró a un elfo doméstico llamado Dobby en las cocinas. Le dijeron a Faith que Harry lo ayudó a liberarse y que ahora le pagan por trabajar con los otros elfos domésticos en las cocinas de Hogwarts. Dobby había sido muy amable, como todos los elfos domésticos, y le contó cómo viajó por Inglaterra en busca de trabajo, pero la mayoría de los magos no querían pagarle, como él pedía. Sin embargo, Dumbledore lo hizo, incluso le dio unos días de vacaciones.

Llegó el jueves. Se suponía que iba a ser un día normal como siempre, pero la profesora McGonagall les dijo algo que sacudió a toda la escuela, especialmente a esas chicas risueñas que caminaban, como Lavender Brown.

—¡Potter! ¡Weasley! ¡Presten atención! ¡Diggory, vuelve la nariz de ese gato a tu nariz habitual!—La profesora McGonagall llamó a los tres alborotadores. Ron la había desafiado a cambiar su apariencia un par de veces, pero él y Harry no podían dejar de reír, así que la diversión terminó bastante rápido.

—Tengo algo que decirles a todos. El Baile de Navidad se acerca, una parte tradicional del Torneo de los Tres Magos y una oportunidad para que socialicemos con nuestros invitados extranjeros. Ahora, el baile estará abierto solo para estudiantes de cuarto año en adelante" aunque puede invitar a un estudiante más joven si lo desea...

Faith recordó que vio sobre esto en el libro que leyó con Alex en la biblioteca.

—Se usarán túnicas de gala y el baile comenzará a las ocho en punto el día de Navidad, terminando a la medianoche, en el Gran Comedor. Ahora bien...—Los ojos de la profesora McGonagall recorrieron a todos los estudiantes de la clase. —El Baile de Navidad es, por supuesto, una oportunidad para que todos...eh ...soltar nuestro cabello—, dijo y Faith oyó reír a Lavender. Faith no podía imaginarse a McGonagall con el cabello suelto. —Pero eso NO significa que relajaremos los estándares de comportamiento que esperamos de los estudiantes de Hogwarts. Me disgustará más seriamente si un estudiante de Gryffindor avergüenza a la escuela de alguna manera.

Entonces sonó la campana y los estudiantes salieron del salón, excepto Harry, quien fue llamado por McGonagall.

—Los veré después, chicos, veré a Alex en la biblioteca en un minuto—, le dijo Faith a Hermione y Ron que estaban esperando a Harry. Faith se alejó después de que saludaron y en poco tiempo estuvo en la biblioteca ya que estaban en el mismo piso. Vio a Alex ya sentado en una de las sillas de la sección de Astrología. Por lo que parece, estaba escribiendo un ensayo, pero casi había terminado porque ya estaba guardando la botella de tinta en su bolso.

—Hola—, lo saludó Faith cuando estuvo lo suficientemente cerca y se sentó en la mesa, justo al lado de su ensayo. Miró hacia arriba y se puso algunos mechones de su largo cabello detrás de la oreja.

—Hola, Faith, —le devolvió el saludo. —Ten paciencia conmigo un segundo, ya casi «terrrmino» —Escribió una última frase y luego enrolló el pergamino, lo metió en su bolso y se puso de pie. —¿«Alrrededor» del lago? —Él le ofreció el brazo para que se balanceara con el suyo, y ella lo hizo.

—Alrededor del lago, —confirmó y salieron del gran castillo hacia el lago. Hablaron de su día hasta que llegaron al árbol bajo el que siempre se sientan. —Entonces, ¿Karkaroff ya ha anunciado el Baile de Navidad? —Faith preguntó cuando Alex le pasó un sándwich que robó de las cocinas antes.

—No, todavía no lo ha hecho.

—La profesora McGonagall nos dijo en Transformaciones, y creo que llamó a Harry después de eso para decirle que tiene que abrir, —se rio Faith. Si había algo que nunca le vio a él o a Ron hacer, sería bailar.

—Eso significa que todo el mundo ya tiene una cita,— comentó Alex y miró a Faith. Faith asintió. —¿Eso significa que puedo «pedirrte» que seas mi cita? —Faith levantó la vista de su sándwich con ojos grandes. Lentamente, una sonrisa se formó en su rostro.

—Sí, eso es exactamente lo que significa, —dijo sonriendo.

—¿Y «dirrrás» que sí?

—Absolutamente.

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—¿Por qué tienen que moverse juntas? —Harry frunció el ceño cuando él y Ron pasaron junto a otro grupo de chicas que reían tontamente. —¿Cómo se supone que vas a conseguir que uno de ellos se lo pregunte?

—¿Uno de ellos? —Sugirió Ron con un suspiro. —¿Tienes idea de a quién vas a invitar? —Harry tenía a alguien en mente, pero sabía que no tenía las agallas para preguntarle. Cho Chang, el quinto año de Ravenclaw, un increíble jugador de Quidditch. —Escucha, no vas a tener ningún problema. Eres un campeón. Has vencido a un Colacuerno húngaro. Apuesto a que harán cola para ir contigo.

—¡Pero tengo que abrir el baile, bailando! ¡No sé bailar! —Harry se estaba desesperando.

—Sabes, Faith tuvo lecciones de baile cuando era más joven, tal vez ella pueda enseñarte para que no te pongas en ridículo.

—Tal vez le pregunte a ella.

Sin embargo, la declaración de Ron sobre las chicas haciendo fila para Harry era correcta. Harry tuvo que soportar las interminables burlas de Ron, Dean y Seamus cuando una estudiante de tercer año le preguntó. Los días siguientes también le preguntó el larguirucho de quinto año quién era al menos una cabeza más alto que él y una segundo año, pero Harry los rechazó.

La vida amorosa de Faith era mucho mejor que la suya. Ella y Alex se reunieron un montón de veces, casi todos los días después de clases y una vez después de la cena para dar un paseo a la luz de la luna. Siempre fue muy dulce con ella pero al mismo tiempo actuaba como amigos. Faith no quería nada más que esto. Estar con alguien que es al mismo tiempo tu mejor amigo.

Las clases que tuvieron los estudiantes fueron diferentes a las habituales. El profesor Flitwick dejó que la clase hablara y jugara todo el tiempo porque pensó que no serviría de nada con las constantes risitas de las chicas. Otros maestros los hicieron trabajar más duro hasta el último segundo, como McGonagall y Moody. Pero el verdadero fastidio fue Snape, quien les dijo que los probaría con antídotos de veneno durante la última lección antes de las vacaciones de Navidad.

—Malvado, eso es, —escupió Ron más tarde ese día, por la noche, cuando estaban en la sala común. —Poniéndonos a prueba el último día. Arruinando el último término con una carga completa de revisión.

—Mmm ... sin embargo, no te estás esforzando exactamente, ¿verdad? —Comentó Hermione cuando levantó la vista de sus notas de Pociones. Ron estaba construyendo un castillo de cartas a partir de un paquete de Snap explosivo, Harry estaba leyendo Flying with the Cannons y Faith estaba escribiendo en su libro.

—Es Navidad, Hermione, —dijo Harry cuando pasó otra página.

—Hubiera pensado que estarías haciendo algo constructivo, Harry, —Hermione lo miró con una expresión de presión plasmada en su rostro.

—Faith dijo que podía copiar sus notas, —se defendió rápidamente Harry, sin apartarse de su libro. A la mención de su nombre, Faith levantó la vista de estudiar una piedra preciosa Angelita de su colección, que era la piedra preciosa sobre la que estaba escribiendo ahora.

—No me mires, lo decidió él mismo,— se defendió Faith mientras volvía a colocar la piedra en el estuche.

—Tu dijiste...

—¡Ese huevo! —Hermione especificó, interrumpiendo a Harry.

—Vamos, Hermione, tengo hasta el veinticuatro de febrero, —dijo Harry.

—¡Pero podría llevar semanas resolverlo! —Ella insistió. —¡Te verás como un verdadero idiota si todos los demás saben cuál es la próxima tarea y tú no! —Harry y Ron suspiraron ambos.

—Ella tiene razón,— comentó Faith mientras empacaba las cosas que usó para escribir su libro. —Cedric ya probó algunas formas de cómo obtener una pista. Incluso fue a la biblioteca, fue la primera vez que lo vi allí.

—Déjalo en paz, se ha ganado un pequeño descanso, no es como si Cedric fuera un genio,— dijo Ron mientras colocaba la última carta en el castillo, luego explotó, quemándole un poco las cejas.

—Bonito aspecto, Ron ... va bien con tu túnica de gala, eso será —Fred y George aparecieron detrás de Faith y se sentaron a la mesa con los cuatro. —Ron, ¿podemos tomar prestado Pigwidgeon?

—No, esta entregando una carta, —les dijo Ron, palpando sus cejas. —¿Por qué?

—Porque George quiere invitarlo al baile, —respondió Fred con desdén.

—Porque queremos enviarte una carta, estúpido gran idiota, —dijo George.

—Entonces, ¿a quién siguen escribiendo? —Faith preguntó con una sonrisa sospechosa.

—No es asunto tuyo, Faithy-kins, —Fred le revolvió el cabello como siempre lo hacía. —Entonces, ¿todavía no tienen citas para el baile?

—No, —dijo Ron, pensando que estaba hablando por el resto del grupo, pero Hermione y Faith se miraron con una sonrisa. Ambas ya tenían una cita.

—Bueno, será mejor que te des prisa, amigo, o todos los buenos se habrán ido.

—¿Con quién vas entonces? —Ron preguntó malhumorado. Faith también sentía curiosidad por eso, así que se inclinó hacia adelante, con las manos apoyando su cabeza.

—Angelina, —dijo Fred con orgullo.

—¿Qué? —Ron no esperaba esa respuesta. —¿Ya le has preguntado?

—Buen punto, —Fred miró alrededor de la sala común y encontró a Angelina sentada cerca del fuego, hablando con Alicia Spinnet. —¡Oye, Angelina!

—¿Qué? —Ella le gritó cuando lo miró.

—¿Quieres venir al baile conmigo?

—Está bien, —dijo con una mirada de aprobación antes de volver a su conversación con Alicia.

—Ahí tienes, —dijo Fred mientras ponía los pies sobre la mesa y se echaba hacia atrás. —Fácil—, su cómoda posición no duró mucho porque George lo ayudó a ponerse de pie.

—Entonces será mejor que usemos una lechuza de la escuela, —dijo George con una sonrisa y se fueron.

—Deberíamos seguir adelante, ya sabes ... pregúntale a alguien. Tiene razón. No queremos terminar con un par de trolls, —suspiró Ron con cara de disgusto.

—¿Un par de ... qué? ¡Disculpa! —Hermione farfulló cuando escuchó eso.

—Eso es de mala educación, Ronald, —agregó Faith.

—Bueno, ya sabes, —Ron se encogió de hombros. —Prefiero ir solo que con - con Eloise Midgen, digamos.

—¡Ronald! —Faith exclamó.

—Suenas como mamá cuando dices eso, —Ron arrugó la nariz.

—Bien, esa es la única mujer a la que tienes miedo, —Faith sacó la lengua y se puso de pie, lista para irse a la cama. —Me voy a la cama, buenas noches,— anunció Faith y se dio la vuelta para caminar hacia la escalera de caracol para llegar a los dormitorios. Pero luego Harry pensó en algo

—¡Faith, espera! —Gritó detrás de ella, así que ella se detuvo y se volvió. —Me preguntaba, ya que tengo que bailar para abrir el baile, y ya sabes...— Harry, por alguna razón, se estaba avergonzando un poco al decírselo. —Ron me dijo que sabes bailar, —Faith entendió y sonrió.

—Sí, te enseñaré, —dijo asintiendo. Harry se estaba poniendo rojo lentamente así que murmuró gracias y escondió su rostro en su libro.

—Buenas noches.

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¡Gran escena en el próximo capítulo! Espero que los confunda mucho porque lo que es / significa no se revelará hasta el final de la orden del fénix (creo) :)

—nota traducida