Las varitas volaron en todas direcciones, algunas fallaron y golpearon estanterías o antorchas, otras simplemente no eran lo suficientemente poderosas y solo le daban a su oponente una ligera brisa. Faith fue un poco más rápida que Neville y su varita voló de su mano con una chispa antes de aterrizar en una de las estanterías altas.

—Buena, Faith, —Harry elogió su hechizo y ella sonrió. Se sintió bien finalmente hacer algo bien, en cuanto a la escuela, a pesar de que técnicamente esto no contaba como trabajo escolar. Harry convocó la varita de Neville de la estantería y se la arrojó a Neville. —Otra vez, —Sin pensarlo dos veces, Neville exclamó el hechizo y la varita de Faith salió volando de su mano.

—¡LO HICE! —Neville dijo en voz alta. —Nunca lo había hecho antes, ¡LO HICE! —Faith sonrió ante lo emocionado que estaba. Harry volvió a convocar su varita antes de entregársela.

—¡Genial! —Harry le dijo a Neville. —Escucha, voy a caminar para ver cómo está el resto— dijo Harry y caminó hacia el centro de la habitación donde algo extraño le estaba sucediendo a la varita de Zacharias Smith. Cada vez que intentaba desarmar a Anthony Goldstein, su propia varita se le escapaba de la mano. Harry rápidamente descubrió que en realidad eran Fred y George quienes seguían desarmando silenciosamente a sus espaldas. Después de caminar, decidió que era suficiente. Después de encontrar un silbato en una estantería, lo hizo sonar con fuerza para llamar la atención de todos. Unas pocas últimas varitas volaron por el aire antes de que estuviera completamente en silencio.

—Eso no estuvo mal— dijo Harry, —pero definitivamente hay margen de mejora,— Faith vio que a Zacharias Smith definitivamente no le gustó eso. —Intentémoslo de nuevo.

Faith y Neville se enfrentaron de nuevo y se apuntaron con sus varitas. Neville fue un poco más rápido que Faith, pero en lugar de desarmarla, le prendió fuego a la manga.

—Oh, no - lo siento mucho, yo...

—No, no, está bien—le aseguró Faith, usando su varita para apagar las llamas antes de que alcanzaran su piel. —Le podría pasar a cualquiera, intentémoslo de nuevo,— Neville no parecía muy convencido. —Vi a Cho Chang simplemente haciéndolo con su amiga, no es gran cosa.

—¡Está bien, está bien, Expelliarmus!

Después de algunos intentos más, Neville lo logró un par de veces seguidas sin volver a incendiarla. Parecía genuinamente feliz de haberlo hecho, lo que hizo que Faith también sonriera. Fue realmente dulce. Cuando sintieron que Neville lo manejó con éxito, Faith lo intentó varias veces. Cuando Harry volvió a hacer sonar el silbato a las nueve en punto, los dos de quinto año de Gryffindor lo dominaron.

—Bueno, eso estuvo bastante bien, —dijo Harry, —pero nos hemos desbordado, será mejor que lo dejemos aquí. ¿A la misma hora, en el mismo lugar, la semana que viene?

—¡Antes! —Dean Thomas exclamó, algunas personas estuvieron de acuerdo.

—La temporada de Quidditch está a punto de comenzar, ¡también necesitamos prácticas en equipo! —Angelina dijo rápidamente.

—Digamos que el próximo miércoles por la noche, entonces, —dijo Harry, asintiendo con la cabeza, —entonces podemos decidir sobre reuniones adicionales. Vamos, será mejor que nos vayamos,— sacó el Mapa del Merodeador y dejó que los estudiantes se fueran, regresaron. a sus dormitorios en grupos de tres y cuatro mientras Harry observaba a Filch con atención. Cuando solo quedaron los cuatro amigos, ellos también regresaron.

—¡Eso fue muy, muy bueno, Harry! —Dijo Hermione emocionada.

—¡Sí, lo fue! —Ron estuvo de acuerdo y Faith asintió. Salieron de la habitación y vieron cómo la puerta volvía a convertirse en un muro de piedra. —¿Me viste desarmar a Hermione, Harry?

—Solo una vez,—dijo rápidamente Hermione. —Te desarme muchas mas veces de las que tu...

—No solo fue una vez, fueron al menos tres veces.

—Bueno, si estás contando aquel en el que tropezaste con tus propios pies y me sacaste la varita de la mano...

—¡Y yo también conseguí desarmar a Faith una vez!

—¿Ese eras tú?

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Las siguientes dos semanas que pasaron fueron una bendición tanto para Harry como para Faith. Finalmente sintieron que había algo más que seguir las clases que les enseñaban los profesores. Ahora finalmente estaban aprendiendo por un objetivo directo; no morir.

Bueno, a defenderse.

Ya aprendieron la maldición de impedimento y la maldición reductora de Harry y todos lo estaban haciendo muy bien.

Lo único que fue un poco desafortunado fue encontrar una fecha de reunión regular. Tenía que ser alrededor de las prácticas de Quidditch de las tres casas. Pero las reuniones irregulares también fueron para mejor; si alguien sospechara de ellos, sería imposible encontrar un patrón.

Afortunadamente, Hermione encontró una forma de comunicarse que no parecería sospechosa. Le dio a cada miembro un galeón falso, a Ron le encantó.

—¿Ven los números alrededor del borde de las monedas? —Hermione le preguntó al grupo en una de sus reuniones. Faith miró el borde de la moneda reluciente donde vio los números. E—n los galeones reales, es solo un número de serie que se refiere al duende que hizo la moneda. Sin embargo, en estas monedas falsas, los números cambiarán para reflejar la hora y la fecha de la próxima reunión. Las monedas se calentarán cuando cambie la fecha, así que si los llevas en un bolsillo podrás sentirlos. Cogemos uno para cada uno, y cuando Harry fije la fecha de la próxima reunión, cambiará los números de su moneda, y porque he puesto un amuleto proteico en ellos, cambiarán para imitar el suyo.

Se hizo un completo silencio cuando terminó. Todos la miraban con la boca abierta.

—Bueno, pensé que era una buena idea— dijo nerviosamente. —Quiero decir, incluso si Umbridge nos pidió que volviéramos nuestros bolsillos, no hay nada sospechoso en llevar un galeón, ¿verdad? Pero ... bueno, si no quieres usarlos...

—Hermione, no sabía que pudieras hacer un amuleto proteico —, dijo Faith.

—Bueno, sí...

—Ese es el estándar de los EXTASIS —continuó, asombrada por su amiga.

—Oh, —dijo Hermione. —Oh ... bueno ... sí, supongo que lo es.

—¿Cómo es que no estás en Ravenclaw? —Terry Boot preguntó en voz alta. —¿Con ese cerebro como el tuyo?

—Bueno, el Sombrero Seleccionador consideró seriamente ponerme en Ravenclaw durante mi clasificación,—dijo Hermione alegremente, —pero al final se decidió por Gryffindor. Entonces, ¿eso significa que estamos usando los Galeones? —Todos se movieron rápidamente para sacar uno de la canasta que ella trajo.

—¿Sabes qué me recuerdan estos? —Harry le preguntó a Hermione.

—No, ¿a qué?

—La marca de los Mortífagos. Voldemort toca a uno de ellos, y todas sus marcas arden, y saben que tienen que unirse a ellos.

—Bueno ... sí, —dijo Hermione. —De ahí surgió la idea ... pero notarán que decidí grabar la fecha en trozos de metal en lugar de la piel de nuestros miembros.

—Bueno, definitivamente prefiero tu camino, Hermione, —dijo Faith, escuchando su conversación. —Supongo que el único peligro con estos es que podríamos gastarlos accidentalmente.

—Gran oportunidad, —dijo Ron, examinando su galeón con cuidado. —No tengo galeones reales con los que confundirlo.

Lamentablemente, las reuniones del ED tuvieron que suspenderse. Angelina insistía en más prácticas de Quidditch para el partido de Gryffindor contra Slytherin que se acercaba. La tensión de crecimiento lento se notó en toda la escuela, incluso para los Ravenclaw y Hufflepuff. Claramente eligieron el lado de Gryffindors, pero estaban ansiosos por ver cómo jugarían los dos equipos cuando tuvieran que jugar contra ellos más tarde ese año.

Incluso los profesores sintieron la tensión. De hecho, la profesora McGonagall tenía tantas ganas de ver a Gryffindor ganar que ni siquiera les dio tarea en la semana previa al partido.

—Creo que tienen suficiente para seguir adelante en este momento— dijo al final de la clase de Transformaciones. Harry, Ron y Faith compartieron una mirada de desconcierto. La profesora McGonagall se volvió hacia ellos. —Me he acostumbrado a ver la Copa de Quidditch en mi estudio, a ustedes tres, y realmente no quiero tener que entregársela al profesor Snape, así que aprovechen el tiempo extra para practicar, ¿no es así?

Snape no era tan amable, pero los Gryffindors no esperaban que lo fuera. Había reservado el campo de Quidditch para el equipo de Slytherin con tanta frecuencia que los Gryffindors tenían dificultades para jugar. También ignoró ciegamente todas las acusaciones que hicieron los estudiantes cuando los Slytherins hechizaron a los miembros del equipo de Gryffindor en los pasillos. Faith fue golpeada por una Maldición Locomotor, hizo que su mano pareciera gelatina en lugar de sus piernas. Harry, Ron y Hermione tuvieron que ayudarla a tomar notas todo el día hasta que desapareció.

A pesar de los intentos de Snape de destruir sus espíritus, Harry y Faith se sentían seguros de las posibilidades de Gryffindor. Después de todo, nunca antes habían perdido ante el equipo de Malfoy. Quizás Ron aún no estaba a la altura de los estándares de Wood, pero lo estaba logrando. Simplemente perdió toda su confianza en el momento en que hizo algo mal. Harry y Faith lo ayudaron mucho con eso. Habían visto a Ron hacer algunas paradas magníficas durante la práctica. Una vez pateó el lanzamiento de la Quaffle de Faith con tanta fuerza que atravesó el poste del otro lado del campo. Incluso Fred y George pensaban que estaba mejorando cada vez más. Le dijeron a Faith que estaban considerando seriamente admitir que estaban relacionados con él, que habían estado tratando de negarlo durante años (Faith los golpeó por decir eso).

Una cosa que pensaron que Ron no iba a poder deshacerse de los comentarios del equipo de Quidditch de Slytherin. Harry y Faith estaban acostumbrados, ahora solo se reían de sus malos intentos, pero Ron no pudo reír cuando le preguntaron si tenía una cama reservada en la enfermería para después del partido.

Octubre pasó rápidamente, el único día que Faith sintió que duraría para siempre fue el diecisiete, el cumpleaños de Cedric. Envió a sus padres una carta con una larga actualización de cómo le había ido (por supuesto, la mayoría ni siquiera era verdad) y les recordó cómo solía ser el cumpleaños de Cedric. Sus padres le enviaron una carta esa misma noche con una docena de fotos del cumpleaños de Cedric. La que tenia mayor significado fue una del día en que Cedric cumplió cinco años, ella tenia dos, la última fue cuando Cedric recibió su carta para ir a Hogwarts.

Faith pasó todo el día mirando las fotos, solo sonriendo, sin siquiera llorar. Los metió debajo de su escritorio durante las clases y cuando los maestros notaron que no dijeron nada porque sabían qué día era.

A principios de noviembre empezó a nevar. El techo del Gran Comedor se volvió gris claro y la temperatura alrededor del castillo bajó tanto que Faith usaba su bufanda autocalentable constantemente. La mañana del partido estaba fría y fría, pero Faith se despertó con mariposas en el estómago. Finalmente tuvo su primer partido desde el de su tercer año, también contra Slytherin, cuando ganaron la Copa.

Faith se vistió rápidamente con su propio suéter, pantalones y calcetines de Quidditch de Gryffindor. Los combinados era su atuendo favorito. Corrió hacia la sala común y luego hacia el Gran Comedor para desayunar. Se encontró con Harry y Ron a mitad de camino.

Cuando entraron al Gran Comedor, los tres recibieron una rugiente bienvenida de la mesa de Gryffindor. Los Slytherin también les dieron la bienvenida, pero con un poco menos de amabilidad. Llevaban una insignia plateada, pero Faith no podía ver bien lo que tenían.

—Debo haber estado loco para hacer esto, —susurró Ron cuando se sentaron, —loco.

—No seas tonto—dijo Harry. —Vas a estar bien.

—Sí, Ron, es normal estar nervioso—agregó Faith. —Yo también estaba nerviosa antes de mi primer partido y acabé marcando dos goles.

—Bueno, terminamos perdiendo, ¿no?—Ron gruñó.

—Eso fue culpa de los Dementores, no nuestra,— murmuró Faith.

—Contrólate— dijo Harry. —Mira esa salvada que hiciste con tu pie, el otro día, ¡incluso Fred y George dijeron que fue brillante!

Ron se volvió hacia Harry con el ceño fruncido.

—Eso fue un accidente,— dijo en voz baja. —No quise hacerlo. Me resbalé de mi escoba cuando ninguno de ustedes estaba mirando y cuando estaba tratando de volver a montar, pateé la Quaffle por accidente.

Harry y Faith estaban un poco desconcertados.

—Bueno, vamos a necesitar más de esos accidentes —dijo Faith con determinación.

—Unos cuantos más de esos y el juego está en la bolsa, ¿no es así? —Añadió Harry.

Hermione y Ginny se sentaron frente a los tres jugadores de Quidditch, ambas vestidos con bufandas, guantes y rosetones rojos y dorados.

—¿Cómo te sientes? —Ginny le preguntó a Ron con cuidado. Estaba mirando hacia abajo en su tazón de cereal, luciendo como si estuviera considerando seriamente ahogarse en él.

—Está nervioso— dijo Harry cuando Ron no respondió.

—Bueno, esa es una buena señal—dijo Hermione. —Nunca siento que rindas tan bien en los exámenes si no estás un poco nervioso.

—Hola— dijo una voz brumosa detrás de ellos. Faith sabía que eso solo podía significar que era Luna Lovegood. Faith se dio la vuelta para mirarla y su boca se abrió. Luna llevaba un enorme sombrero con forma de león. —Estoy apoyando a Gryffindor—dijo Luna, señalando su cabeza como si no se notara. —Miren lo que hace ...

Golpeó con su varita la cabeza de león y abrió la boca. Emitió un rugido extrañamente realista que hizo que todos los que no la miraban saltaran en sus asientos.

—Es bueno, ¿no? —Luna dijo felizmente. —Quería que masticara una serpiente para representar a Slytherin, ya sabes, pero no había tiempo. De todos modos ... ¡buena suerte, Ronald!

Luna se alejó sin darse cuenta de los muchos ojos que estaban sobre ella.

—Cuando estén listos,— dijo Angelina, despertándolos de su conmoción, —iremos directamente al campo, revisaremos las condiciones y cambiaremos.

—Estaremos allí en un rato— respondió Harry. —Ron solo tiene que desayunar.

Pronto Harry se dio cuenta de que no había forma de conseguir que Ron le metiera algo de comida en la garganta. Faith incluso trató de alimentarlo presionando la cuchara contra su boca, pero él no se movió y terminó derramando un poco de leche sobre la mesa. Harry y Faith se dieron cuenta de que deberían llevar a Ron al campo de Quidditch y cambiarse. Cuando se levantaron, Hermione corrió hacia ellos y se acercó.

—No dejen que Ron vea lo que hay en esas insignias de Slytherins,— dijo en voz baja. Ella asintió con la cabeza para enfatizar su punto cuando estaban confundidos y luego se volvió hacia Ron. —Buena suerte, Ron, —dijo ella, poniéndose de puntillas para alcanzar su mejilla y besarla. —Y ustedes, Harry y Faith, —Ella simplemente asintió con la cabeza. Ron parecía un poco distraído cuando salieron del Gran Comedor, frotándose la mejilla donde Hermione lo había besado. Afortunadamente, eso significaba que no estaba al tanto de las insignias. Harry y Faith aprovecharon la oportunidad para entrecerrar los ojos ante el texto de las brillantes insignias. Había una figura en forma de corona y cuatro palabras debajo.

Weasley es nuestro rey