🌻50🌻

🍀

Se cruzó de brazos mientras hacía una mueca de molestia, ya que no creía que la hada que estaba al frente suyo fuera realmente consciente de la situación que estaba pasado el bosque al pedirle una total estupidez en medio de aquello.

―Está jugando ¿Verdad? ―le preguntó con una ceja levantada, haciendo que la hada regordeta agitara sus alas con desespero, ya que no era muy buena manejando con las distintas personalidades de cada hada, por lo que no lograba que le hicieran caso.

―No Suran, no estoy jugando―dijo cansada, sentándose sobre el escritorio que tenía detrás de ella, haciendo que el hada que se encontraba trabajando ahí la viera con una mueca de molestia―Sabes que la hiedra venenosa en esa zona crece con rapidez y se expande, si no queremos que ninguna especie pequeña o grande se lastime al reunirse para la revelación de la hada mayor y la otra, debemos quitarla.

Ese día se llevaría a cabo la revelación de la hada mayor, en donde todos los seres o al menos una parte de su población, se reunirían en el centro para poder presenciar a las traicioneras y claramente serían castigadas en medio de todos. Muchos pensarían que por ser seres mágicos, eran amables y sufrían al ver a alguien ser herido, pero la verdad era bastante distinta, muchos seres completamente emocionados por ver a las traicioneras ser castigadas, sin importar lo extremo del castigo.

Algo turbio, pero así eran las cosas.

― ¿Sí sabe que no soy inmune a la hiedra venenosa? ¡Las hadas de la tierra son las encargadas de eso, no las de viento! ―el chico que se encontraba en el asiento, frente al culo de la hada regordeta, para su desgracia, asintió.

―Sabes que las hadas de tierra son escasas y todas están ocupadas―jadeó molesta, colocando su dedo pulgar e índice en el puente de su nariz―Por favor, Suran, no hagas las cosas más difíciles. Yo no fui preparada para dirigir nada, yo solo era la asistente. De la noche a la mañana el cargo se me dio a mí y no sé cómo repartir las cosas. Ayúdame.

Suran bufó bajito mientras veía sus zapatos con pena, ya que ella sabía que la hada regordeta no tenía la culpa sobre lo que la hada mayor había hecho, ella solo era una de las afectadas.

―Bien, pero si me muero usted será la culpable―dijo mientras tomaba los guantes que el chico le tendía, para que pudiera volar hasta la zona.

― ¡No morirás y gracias!

La hada de viento rodó los ojos y voló fuera del árbol central, dirigiéndose hasta la zona en donde aquellas plantas del diablo crecían y comenzaban a inundar el bosque, para comenzar a retirarlas. Esa zona del bosque no era habitada en esos momentos, era más que todo el camino que algunas especies podían utilizar para movilizarse por el bosque, siendo el camino más corto para llegar al árbol centrar, sin embargo, las plantas venenosas solían mantenerse agrupadas ahí, por lo que las quitaban cada cierto tiempo.

Suran no tenía mucha opción, por lo que hizo caso.

Voló bastante alto para poder ver el estado de la zona desde arriba, jadeando con molestia cuando vio que estaba bastante infestado de esas plantas horribles. Hizo un puchero involuntario, rogando porque ni una hoja tocara alguna parte de su cuerpo, porque no quería perderse por nada del mundo el castigo público que le darían a Tzuyu y la hada mayor.

Quería verlo en primera fila.

Comenzó a descender en el área que no había tantas plantas, colocando sus pies cuidadosamente sobre la tierra, examinando el lugar.

―Me llevaré una eternidad quitando estas mierdas―jadeó bajito, guardando sus alas en su espalda, para no correr el riesgo de lastimarlas―Odio todo.

Se inclinó con cuidado para comenzar a quitar las plantas desde la raíz, lanzándolas hasta un punto calvo de tierra entre tanta planta, para después poder lanzarles algo de polvillo y llevarlas en grupo, para posteriormente quemarlas.

Por un momento pensó en si sería buena idea poner algo de música, desde que Hoseok le había enseñado sobre ella, la ponía a la hora de hacer algo que le aburría mucho, pero no pensaba que fuera prudente sacar la cosa que hace ruido en medio del bosque.

Descartó la idea.

Siguió con su tarea por varios minutos, tarareando al ritmo de la música que se reproducía en su cabeza, siempre siendo cuidadosa con la maleza.

Sin embargo, un ruido hizo que se sobresaltara y se congelara en su lugar, viendo con los ojos bien abiertos a la dirección de la cual provenía el sonido, no logrando ver nada fuera de lo normal. Apretó las manos con los guantes puestos y se enderezó en su lugar, sobresaltándose nuevamente cuando otro ruido se escuchó.

Ese ruido no había podido ser causado por alguna especie pequeña, lo dudaba.

Se mordió el labio con temor y comenzó a quitarse los guantes, dejándolos en el suelo, para después comenzar a cambiar a su tamaño de hada, para que fuera más fácil el pasar desapercibida si era necesario.

Voló hasta uno de los frondosos árboles, analizando la zona con cuidado, notando que el origen del ruido no estaba tan cerca como pensaba. Igualmente, comenzó a volar entre los árboles, para que no fuera demasiada notoria su presencia si se encontraba con alguien de sorpresa.

Pasó por varias zonas inhabitadas, hasta que pudo llegar a una zona rocosa que se mantenía en unos de los fines del bosque, uno que realmente no habían habilitado para nadie por las condiciones de la zona, pero si el ruido provenía de ahí, era porque algo estaba pasando.

Un gruñido espantoso hizo que se escondiera nuevamente entre los árboles, asomando la cabeza entre la oscuridad de las rocas, notando grandes cuerpos ahí.

―Mierda...―jadeó asustada, apretando el tronco entre sus manos.

Esos no eran humanos ni de broma, tampoco eran seres que pudieran meterse en la zona. Ella sabía qué especie estaba ahí y no le gustaba ni un poco.

― ¡Ayuda! ―escuchó un grito agudo de auxilio, haciendo que Suran temblara, pero se acercó lo más sigilosa posible, no saliendo de entre las hojas.

Sintió su pecho oprimirse cuando, al estar un poco más cerca de la zona rocosa, pudo notar a un honguito bailarín, el cual estaba en medio de aproximadamente cinco Orcos.

―Oh no, oh no.

Suran no quería acercarse, porque sabía que esas cosas podrían matarla como una mosca en pocos segundos, pero no quería que ese pequeño hongo fuera asesinado, porque realmente se veía en mal estado. El pobre hongo bailaba débil, sus pequeños ojos entrecerrados mientras los Orcos se reían de él.

Suran comenzó a bajar por el tronco, intentando llamarlo para que corriera hacia ella y así saldrían de ahí.

Bajó hasta que sus pies tocaron el suelo y comenzó a hacer señas con las manos, intentando llamar al hongo. Debía crear una distracción o no podría sacarlo de ahí.

Ella era una hada de viento, no podía hacer mucho, pero intentaría salvar al pequeño hongo como pudiera.

Su vista se posó en una acumulación de rocas y otras cosas que había dentro de la zona, pensando en que si lo derribaba, quizá podría crear alguna distracción. Se concentró en aquella acumulación y envió un pequeño tornado hacia allá, el cual comenzó a formarse una vez hizo contacto con las cosas, haciendo que un sonido escandaloso se escuchara.

Sus alas hacían ruido, no podía acercarse mucho más o llamaría la atención.

Los Orcos se sobresaltaron y dirigieron sus miradas al pequeño tornado que se había formado, el hongo dirigiendo su vista hasta Suran, siendo ese el momento en el que la hada le pidió desesperadamente que se acercara.

―Ven, ven, ven―chilló asustada mientras estiraba sus brazos, viendo al pobre hongo levantarse como pudo, comenzando a trotar hacia ella, siendo notable que le faltaba una de sus piernas.

Sin embargo, uno de los Orcos se dio cuenta del escape del hongo y también logró ver que Suran estaba corriendo hacia él, por lo que llamó la atención de sus compañeros y todos comenzaron a correr hasta la hada y el hongo, quienes habían logrado reunirse.

― ¡Vamos! ―gritó asustada mientras abrazaba al ser pequeño, estirando sus alas para poder emprender vuelo, sintiendo hasta dolor por la fuerza que utilizó para poder volar rápidamente.

Sentía la desesperación recorrer su cuerpo en cada segundo que pasaba, sus alas siendo dañadas ante la rapidez del movimiento y el grito de los Orcos siendo su motivo para ir más rápido.

Se alejó lo suficiente como para que los Orcos no pudieran tocarla, pero no lo suficiente como para esquivar la gran roca que uno de ellos le lanzó, dándole justo en la espalda, haciendo que ambos comenzaran a caer. Suran no soltó al hongo en ningún momento y ambos cayeron abrazados al suelo, la hada comenzando a sollozar mientras se levantaba, sintiendo sus alas doler.

Escuchó un espantoso ruido de algún Orco, el cual se estaba acercando, por lo que dio todo de sí para poder correr lo más rápido que sus piernas le permitían, convirtiéndose en su tamaño humano para ser más efectiva.

―Hada de viento, lánzame y corre tú―jadeó el pobre hongo en medio de la carrera, desesperado.

―N-No, tú te vas conmigo―lo regañó con dificultad, sus lágrimas bajando por su rostro, sintiendo dolor y desesperación. Pero no iba a quedarse sin hacer nada.

Logró llegar a la zona en donde estaba la hiedra venenosa y una esperanza se iluminó en sus ojos, concentrándose en crear otro tornado con aquella montaña de plantas, dirigiéndola hasta los enormes seres que corrían tras de ella. Sabía que aquello no podría hacerles mucho, pero al menos le daría la oportunidad de correr más y alejarse de ellos.

Soltó un sollozo de alegría cuando vio que los Orcos se habían detenido, sabiendo que ellos no pasarían la zona de las hadas, no aún, al menos.

Logró entrar a la zona de las hadas, no deteniendo su trote, porque tenía que pedir ayuda para el hongo.

― ¡M-Muchas gracias, hada! ―le dijo el hongo con alegría, su naturaleza no permitiéndole el evitar moverse de lado a lado ante su felicidad.

―No ti-tienes nada que agradecer―negó mientras respiraba rápidamente, jadeando en tranquilidad cuando pudo ver a Taemin a lo lejos, quien se acercó rápidamente al ver su estado.

― ¡Hada Suran! ¿Qué pasó? ―preguntó espantado el centauro, dándose media vuelta para poder subir a la chica y al hongo a su lomo y llevarlos.

―Encontré a un grupo de Orcos, en las profundidades de la zona rocosa―jadeó mientras se apoyaba un momento en el lomo de Taemin, intentando regular su respiración―Son muchos y son Orcos mayores, no jóvenes como los que habíamos visto antes.

El centauro tragó con dificultad, acomodando sus patas sobre la tierra, para quedar con la panza en el suelo y que así Suran se subiera con facilidad.

―Vamos con Yoongi, creo que los planes tendrán que cambiar. 

― ¿Tienes todo listo? ―preguntó mientras se acomodaba el cinturón en su traje de hojas, para que el pantalón no se le cayera, ya que le quedaba un poco grande.

―Sí, sabes que siempre tengo mis armas conmigo, así que estoy listo para torturas siempre―se encogió de hombros el elfo, colocándose los zapatos.

Se encontraban alistándose para la hora de la revelación, para la cual faltaban pocos minutos, por lo que estaban revisando que nada les faltara, para que nada saliera mal en el plan. Realmente no estaban muy seguros de si todo saldría como ellos pensaban, porque podía ser que los seres aparecieran en medio de la reunión o nunca, por lo que debían tener un plan para todo.

Yoongi asintió, sentándose en el sofá en donde se encontraba Jungkook, para poder descansar un poco. Tzuyu y la hada mayor se encontraban encerradas en las cúpulas que habían sido creadas para ellas, no iban a sacarlas hasta que faltaran pocos minutos para salir, porque no querían arriesgarse a que algo pasara antes de la reunión.

No las habían alimentado en esos días y tampoco les habían dado agua, porque no vivirían de todas maneras, por lo que entre más débiles se encontraran, mejor. No podía mentir diciendo que no sintió ni una pizca de satisfacción cuando vio a las dos hadas débiles, pero tampoco iba a burlarse de ellas o algo similar, él no era como ellas.

― ¿Has hablado con Jimin? ―le preguntó el elfo, quien se encontraba afilando una de sus navajas.

―Sí, lo hice hace unas horas, pero no pudimos hablar demasiado, después de todo él sigue con sus obligaciones y no quería distraerlo demasiado―se encogió de hombros, jugando con sus dedos― ¿Y tú? ¿Has hablado con Taehyung?

El elfo asintió, dejando aquella navaja en su estuche, para sacar una más larga.

―Sí, no tenía clases hoy, por lo que pudimos hablar un poco más. Dice que Jimin es un bebé llorón que te extraña―dijo con una sonrisa de lado, haciendo que el hada sonriera triste―No le digas a Taehyung que te dije esto, ni a Jimin que le dijimos bebé llorón―le advirtió mientras lo señalaba con su navaja favorita.

―No te preocupes, yo le dije a Taehyung que eres un gorila con esteroides, uno que estaba haciendo pucheros mientras veía sus fotos―el elfo abrió los ojos con sorpresa e indignación, levantándose del sofá para poder lanzarse sobre Yoongi y comenzar a golpearlo sin demasiada violencia.

― ¿¡Por qué le dijiste eso!? ―Yoongi soltaba carcajadas mientras intentaba levantarse, empujando al elfo para que quedara en el sofá.

― ¡Porque eso eres, ridículo! ―el hada logró salir del agarre del elfo entre risas, haciendo que el pelinegro lo viera con los brazos cruzados.

―Eres un idiota, ya le diré a Jimin como duermes abrazado a la sudadera que trajiste de él, conectando con él como un tonto―el hada abrió aún más los ojos, viéndolo atentamente.

―No te atreverías.

― ¿Eso es un reto? ―cuando Jungkook iba a levantarse del sofá para salir corriendo a la habitación, se escuchó cómo alguien tocaba la puerta de la entrada con fuerza, haciendo que ambos se sobresaltaran.

― ¡Chicos, necesito ayuda, soy Taemin! ―ambos seres se vieron entre ellos antes de avanzar a la entrada, siendo Jungkook quien abrió la puerta.

Se alarmaron al ver que Suran estaba sobre el lomo de Taemin, sus alas realmente aplastadas, como si algo muy grande las hubiera golpeado. Mantenía en sus brazos algo que no podían ver en totalidad, porque la hada lo tenía protegido entre sus brazos.

― ¡Suran! ¿Qué pasó? ―chilló Yoongi horrorizado al ver el estado de su mejor amiga, en especial porque sabía lo terriblemente doloroso que era el dañarse las alas de esa forma.

Taemin entró y se acercó al sofá, para que Yoongi y Jungkook ayudaran a la hada a acomodarse boca abajo, para poder examinar las alas. Sin embargo, la chica los detuvo, estirando sus brazos para mostrar al pequeño hongo que tenía entre sus brazos, quien estaba igualmente lastimado.

―La hada Suran me salvó la vida―habló el pequeño ser, siendo Jungkook el encargado de tomarlo, siendo cuidadoso en su agarre, ya que no quería lastimarlo más.

― ¿Qué sucedió? ―volvió a preguntar Yoongi, para nada tranquilo con la situación.

―Estaba quitando las plantas venenosas cuando escuché unos ruidos extraños, llegué a la zona rocosa y había como cinco Orcos ahí, quienes tenían a este honguito atrapado―habló Suran en suspiros y con voz bajita, ya que estaba terriblemente cansada y adolorida, sus mejillas húmedas y rojas por las lágrimas.

―Esos hijos de puta los dejaron así―afirmó Yoongi con voz grave, lleno de rabia e impotencia. Colocó sus manos sobre las alas de Suran, intentando ser delicado.

―Cuando la hada Suran pudo tomarme, los Orcos se dieron cuenta y comenzaron a seguirnos. Como la señorita comenzó a volar, ellos le lanzaron algo grande y caímos―habló el hongo con cansancio igualmente, no pudiendo dejar el ligero baile que su cuerpo le obligaba a seguir―Ella logró distraerlos y me salvó.

Yoongi inhaló con fuerza, ya que él no tenía la capacidad de curar las alas de Suran.

Las alas de una hada eran una parte sumamente delicada para las estas, no era algo que pudiera curarse solo como la piel, sino que el daño no tenía remedio. Namjoon podía llegar a arreglarlas, pero necesitaba una cantidad de materiales que, estaban seguros, el hechicero no tenía en esos momentos. El ir a conseguirlos era algo impensable en esos momentos, por lo que no sabía qué hacer.

― ¿Crees que Nam hyung tenga los materiales? ―preguntó con tristeza Jungkook, el hada negando.

―No los tiene, no tiene ni uno de ellos.

Yoongi soltó con cuidado las alas de Suran, pasando sus manos por su cabello.

―Hyung, si esas cosas dejaron a Suran así ¿Qué pasará cuando tengamos que enfrentarnos a ellos y otras especies que desconocemos? ―preguntó con real preocupación el elfo, haciendo que la mirada angustiada del hada quedara sobre él―Las Ninfas pueden curar, pero sabes que no son todas y probablemente no sea suficiente.

En ese momento Namjoon y Jin entraron a la casa, ya que habían salido para coordinar con las especies marinas, ambos totalmente sorprendidos ante la vista que se encontraron.

― ¿¡Qué pasó!? ―entró Jin totalmente preocupado, colocando sus manos sobre su boca por el estado de las alas de Suran.

―Fueron un grupo de Orcos, intentaron dañar al honguito de aquí y Suran lo ayudó a escapar―habló Jungkook, ya que Yoongi estaba demasiado impactado como para hablar―No podemos curarla y le decía a Yoongi hyung que, a la hora de la pelea, necesitamos seres que curen, porque esto puede ser algo común en medio de la pelea―señaló a Suran, quien se había dormido.

―Las Ninfas capaces se mantendrán aquí, protegidas por una cúpula independiente―dijo Namjoon mientras veía preocupado a Suran―Pero necesitamos a la mayor cantidad de seres.

Jin dejó de acariciar el cabello de Suran y vio a su pareja, serio.

―Jiminie y Taehyungie pueden curar, ellos pueden estar aquí ayu...

―No.

Yoongi lo interrumpió, hablando después de varios segundos.

―Ellos no van a venir, no es algo que termine de buena forma―negó el hada, haciendo que el ambiente se colocara más tenso―Ellos no controlan sus capacidades, el pánico hará que se bloqueen y sabiendo cómo son, querrán ir corriendo a ayudar si nos ven en una mala situación y ellos no aguantaran ni un segundo con ningún ser prohibido.

Todos se mantuvieron callados por varios segundos.

― ¿Y si es todo diferente y ellos son de ayuda? ―preguntó Jungkook mientras sostenía al pequeño hongo―No creas que me siento confiado con todo esto, pero tal vez esto no sea negativo totalmente, ellos estarán protegidos y si le decimos a las Ninfas que no los dejen salir, ellas ayudarán.

Yoongi negó suavemente con la cabeza mientras veía las alas de Suran.

―Jimin curó a un ser que está destinado a sufrir, que ese es su objetivo de vida―siguió el elfo―Creo que podrá curar las alas de Suran.

―Ahora que los seres saben que su escondite ha sido descubierto, no se quedarán ahí, saldrán pronto―habló Taemin con tono preocupado―Necesitamos comenzar un plan diferente, porque ya no tenemos tiempo para formalidades con las traicioneras, ni pensando por horas.

Jin colocó una mano sobre el hombro de Yoongi, intentando darle apoyo.

―Es mejor que decidamos ahora, tenemos que crear una cúpula para la casa y otra para proteger a los seres débiles, no podemos dejar que se mantengan en la zona de pelea, al menos no aquellos que no tienen poderes de ataque o curación―dijo el tritón, el hada viéndolo―Ellos estarán bien, no dejaremos que nada les pase. Ahora los seres principales conocen de esto y no dudarán en ayudar.

Yoongi vio por unos segundos a Taemin, quien sintió con una sonrisa, intentando ser de ayuda.

―Bien, iré por ellos.

Tomó la carita de Suga para acariciarle la frente, el gato comenzando a ronronear ante los toques del pelinegro, sintiéndose relajado. Ese día se encontraba haciendo nada, en realidad. Estaba holgazaneando mientras se mantenía en la sala con Suga, Jimin estando en el baño mientras se duchaba, porque recién había llegado al departamento.

― ¿Cuándo crees que regresen? ―le preguntó al gato mientras le acariciaba, como si el minino fuera a responderle, cosa que no podía―Pestañea dos veces si crees que volverán pronto, mírame serio si crees que tardarán mucho.

Suga mantuvo sus ojos serios sobre el humano, no parpadeando.

―Ay Suga, dame algo de esperanza―se quejó el menor con un puchero, acercándose para darle un beso y dejarlo libre―Bueno, supongo que debo ser realista.

Dejó ir a Suga y se levantó del suelo, caminando hasta la habitación de Jimin, para poder acomodarse en su cama. Desde que los chicos se habían ido, Taehyung prácticamente vivía nuevamente con su mejor amigo, ya que así no se sentían tan solitos, por lo que había llevado varias de sus cosas y cuando lo necesitaba, iba por más.

Se acostó en la cama y cerró sus ojos por algunos segundos, pensando en que quizá sería bueno el llamar a Jungkook, pero tampoco quería interrumpir lo que su novio estuviera haciendo, porque sabía que si no lo llamaba, era porque estaba ocupado.

―Oh, Taehyungie―dijo Jimin mientras salía del baño, con su ropa de andar en casa puesta mientras terminaba de secarse en cabello con una toalla pequeña― ¿Ya tienes sueño?

El pelinegro abrió los ojos, negando con la cabeza.

―Nop, solo estaba pensando.

Jimin dejó la toalla sobre una silla, sonriendo.

―Vaya, eso es una novedad―Taehyung rodó los ojos mientras estiraba una pierna para darle una patada al castaño, quien rio.

―Tonto.

Taehyung se estiró para poder sentarse en la cama, sintiendo sus huesos tronar.

― ¿Quieres pe...? ―su pregunta fue interrumpida por un golpe insistente en la ventana, haciendo que ambos se voltearan asustados, viendo que era Yoongi en su tamaño de hada― ¡Oh!

Taehyung gateó sobre la cama para poder abrir la ventana, para que el hada entrara.

― ¡Yoonie! ―chilló Jimin emocionado y se acercó, pero cuando el mayor comenzó a transformarse a su tamaño humano, su rostro angustiado delató que no estaba solo para visitar.

―Chicos, necesito que vengan conmigo ya―ambos se quedaron callados por unos segundos, no comprendiendo―Necesitamos sus capacidades curativas, las cosas se están saliendo de control y Suran ha terminado con las alas echas mierda.

Al escuchar aquello ambos medio humanos comenzaron a movilizarse, para tomar lo necesario.

― ¿Ella está viva? ¿Alguien más está lastimado? ―preguntó Taehyung con pánico, buscando entre los cajones algún traje de hojas que pudiera haber, pero lo dudaba―Mierda, no tenemos trajes de hojas.

―No los necesitan―eso hizo que ambos chicos dejaran de buscar―Los seres importantes de cada especie ya saben, no necesitan ocultar que son humanos.

Yoongi quería explicarles todo, pero en ese momento no debían perder tiempo, por lo que agitó sus alas para poder colocar polvillo en cada uno y que se hicieran pequeños.

―Juro que les explicaremos todo, pero ahora no tenemos tiempo que perder―Yoongi se hizo pequeño igualmente, tomando con cada mano uno de los chicos, tomando a su novio a la derecha y a Taehyung a la izquierda, con dedos entrelazados―Tendremos que ir rápido, si sienten que se caen, díganme y los acercaré para que se aferren a mi brazo completo.

Los demás no tuvieron tiempo para decir algo y comenzaron a elevarse, saliendo por la ventana con cuidado, pero con velocidad. Yoongi sabía que debía ser rápido, pero no dejaría que ninguno se deslizara siquiera, por lo que los tomó fuerte.

―Les comentaré rápidamente lo que va a pasar, porque una vez allá no habrá mucho tiempo―dijo el hada mientras volaban, teniendo que hablar alto para que lo escucharan―Ustedes se mantendrán en la casa de Jin hyung y Nam, se mantendrán ahí con seres con capacidades curativas, siendo su mayoría Ninfas―Los chicos asintieron ante aquello, escuchando―Estarán protegidos por una cúpula, por lo que ningún ser prohibido podrá entrar, estarán seguros. Entrarán con ustedes los seres lastimados para ser curados, al ser varios, tendrán descansos entre seres, para que no se desmayen o tengan algún daño. Sabemos también que suelen ser impulsivos, por lo que les pido por todo lo que quieran que no salgan por nada del mundo, aunque nos vean perdiendo, no salgan.

Jimin apretó el brazo de Yoongi, no porque se estuviera cayendo, sino porque sentía la necesidad de hacerlo. Estaba preocupado de no ser de ayuda y solo estar ahí como un estorbo, realmente quería ayudar y temía el no poder hacer nada al respecto.

―Los dejaré rápidamente con Jungkook, quien nos espera en la casa de Nam y Jin y me iré, ellos les comentarán más sobre el tema―Jimin vio el perfil de su pareja con preocupación.

― ¿A dónde irás?

―Iré por alguien, pero necesito dejarlos antes para que el plan de reserva inicie, porque ahora los Orcos saben que conocemos su ubicación y no dudamos que se lo comuniquen a los otros seres prohibidos y comiencen a atacar.

Malos recuerdos llegaron a ambos chicos cuando escucharon el nombre de ese ser, pero no se permitieron el pensar demasiado en eso, porque querían ser un apoyo, no todo lo contrario.

―Está bien.

Poco tiempo después llegaron al bosque y comenzaron a descender, Jungkook se encontraba en la entrada, junto al lago de Jin. Lo primero que pudieron ver era que varios seres pequeños comenzaban a movilizarse hasta un agujero que estaba en el suelo, similar al que habían hecho para la hada mayor y Tzuyu, pero escondida a un costado de la casa.

―Los dejo, por favor tengan mucho cuidado y háganle caso a las Ninfas―Yoongi no dejó de volar y solo bajó a ambos chicos, rápidamente retomando su vuelo, alejándose sin más.

― ¡Chicos! ―Jungkook se acercó rápidamente, abrazando a su pareja y colocando una mano en el hombro de Jimin, quien veía el camino por el que Yoongi se había ido―Vamos, dentro de la casa está Suran y el honguito bailarín.

El elfo entrelazó sus dedos con su pareja y los tres entraron a la casa, ambos humanos asustándose al ver el estado de las alas de Suran y el pequeño hongo que descansaba a su lado.

―Jiminie, necesitamos que intentes curar las alas de Suran―le dijo el elfo mientras tomaba al hongo con su mano libre―Es algo complicado, pero tenemos tiempo de hacerlo si es dentro de la casa. Nosotros no podemos hacer mucho, pero esperamos que tú puedas.

Jimin colocó sus manos con cuidado en las mencionadas, sintiéndose nervioso.

―Y-yo...―sabía que no era momento para sus inseguridades―Lo intentaré.

Jungkook asintió, ahora viendo a su novio.

―Precioso, necesito que tú ayudes a este honguito―dijo mientras se lo mostraba, Taehyung soltando la mano del elfo para poder tomarlo con cuidado, apegándolo a su pecho.

―Oh no, no tiene una piernita―se lamentó el pelinegro, acariciando con cuidado al hongo.

―Creo que puedes hacer que su pierna crezca, pero si no es posible, con que le des fuerzas es suficiente. Cuando pase todo esto haremos que tenga su piernita nuevamente―lo confortó el elfo, dirigiéndolo a una de las sillas del comedor, para que pudiera poner al hongo en la mesa y ayudarlo―Tómate tu tiempo, bonito.

Jimin veía las alas de Suran con mucha pena, pensando en que tenía que concentrarse para poder ayudar a la pobre hada, esperando el poder salvar sus alas. Colocó sus manos con cuidado sobre ellas y cerró los ojos, intentando concentrarse en el daño que la hada tenía y la solución que podía brindarle.

Fue prácticamente similar con la situación del Squonk, en donde se había concentrado en el lamento del ser y había utilizado esa tristeza que le había causado para poder ayudarle, siendo consciente de que tenía alguna oportunidad de hacer algo por él. Por lo que en ese momento pensó en ayudar a Suran, en reparar aquella área tan delicada que eran las alas y darle una oportunidad más.

No escuchaba nada a su alrededor, pero mientras estaba en el proceso de curación, Taehyung chilló emocionado al haber ayudado al pobre hongo, quien había logrado recuperar su pequeña pierna también.

Jungkook y Taehyung fueron testigos como, poco a poco, las alas de Suran comenzaban a cristalizarse, recuperando su tejido natural y brillo.

―Jungkookie―susurró Taehyung mientras veía a su mejor amigo, quien se mantenía con los ojos cerrados― ¿Son muchos seres prohibidos los que piensan atacar?

El elfo suspiró, no sabiendo la respuesta, en realidad.

―No lo sé, pero dudo que sean unos pocos. Hay cinco Orcos localizados y no son Orcos jóvenes, sino adultos y eso hace que las cosas sean más complicadas―Taehyung asintió con angustia, abrazándose al brazo ajeno―Estamos casi seguros de que saldrán al anochecer, porque algunos seres, como los Orcos, no toleran mucho la luz.

―Eso es una ventaja ¿No? Tienen hadas de luz―el elfo asintió, pero dudoso.

―Las hadas normalmente son débiles, duran poco en las peleas y suelen cansarse rápidamente al pelear, pero tomaremos las ventajas antes que nada y es por eso por lo que su ayuda es necesaria, para que nos ayuden a recuperar a los que ya no pueden luchar.

Jimin mantenía sus ojos cerrados, logrando ver entre la oscuridad cómo las alas comenzaban a curarse, mostrándose hermosas como eran antes. No sabía cuánto tiempo llevaba ahí, pero se tomaría todo el tiempo necesario hasta ver las alas en perfecto estado, cosa que no estaba lejos de suceder. Era capaz de ver cada hilo comenzar a formar la ala, el brillo mostrándose poco a poco, dándoles vida.

Mientras Jimin terminaba, lograron proteger a las especies pequeñas, las cuales se mantenían juntas para no estar vulnerables afuera. No era fácil el llevar a todas las especies, menos cuando sabían que algunos de los seres prohibidos estaban en el camino más corto, pero hacían lo mejor que podían.

Taehyung se exaltó cuando Jimin pegó un brinco en su lugar, terminando de curar las alas de Suran.

― ¡Jiminie! ―se levantó de la silla y se acercó a él con un vaso en sus manos―Toma, bebe esto.

El castaño lo bebió sin dudar, aunque no sabía qué era. No era algo que hubiera probado anteriormente, pero no sabía espantoso.

―Nam hyung me dijo que eso te daría energías, para que no te desmayes―dijo mientras le acariciaba la espalda― ¿Cómo te sientes?

Jimin terminó de beber, relamiéndose.

―Me siento bien, no me siento tan mareado como la última vez―dijo, levantándose del suelo junto al menor.

―Eso es bueno, ayudaste a Suran, lo hiciste excelente―lo felicitó el pelinegro, ambos viendo las alas de Suran, las cuales estaban como nuevas.

―Lo hice―comentó sin creérselo totalmente, orgulloso de sí mismo.

En ese momento Jungkook abrió la puerta principal, entrando a la casa con el rostro mostrando confusión.

―Jungkookie ¿Qué pasó? ―preguntó Taehyung, tomándole de la mano.

―Yoongi ha llegado con compañía―comentó.

Jimin pasó al lado de la pareja y se dirigió hasta la puerta, viendo que afuera estaba su novio con alguien más, quien estaba de espaldas a él. Esa persona se dio media vuelta y lo vio con una sonrisa.

― ¿Mamá? 

-5

Hola👀❤

¿Cómo han estado? Yo llena de cosas que hacer y algo revuelta, estoy finalizando semestre en la universidad y las últimas semanas son una cosa terrible, pero pude traerles capítulo❤ 

También quiero recordarles que no soy una máquina, ni un robot. Aunque me comenten "Actualiza" no lo haré si no puedo hacerlo 😂 no funciona así.

La semana que viene no estoy segura si podré actualizar, porque es semana de parciales, pero haré lo posible para traerles el capítulo❤

Espero que el capítulo les haya gustado❤

¡Nos leemos prontooooo!✨

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