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Yoongi observó con atención la película que se reproducía en el IPad de Jimin, totalmente atento a la trama, sin siquiera tomar en cuenta al intenso elfo que hacía ejercicio a su lado, como si su vida dependiera de ello.

Unos días habían pasado después del incidente en la tienda de artículos navideños, al final tuvieron que pagar por los daños y llevar los artículos dañados, sin embargo, Jimin logró reparar las luces moradas que Jungkook había roto y las esferas que Yoongi había dañado terminaron en la basura.

No habían podido decorar aún, ya que los humanos, al menos los más humanos del lugar, tenían responsabilidades que terminar en la universidad y en el caso de Taehyung, tenía que seguir cumpliendo con su horario laboral.

Por lo que decidieron el esperar a que todos estuvieran disponibles para decorar, ya que sabían que el hada y el elfo podrían fácilmente provocar un incendio o cualquier desastre al no saber cómo manejar los adornos.

No habían llevado el árbol sintético que Yoongi había empujado, ya que no se había dañado y Jimin había estado sumamente agradecido, ya que era realmente espantoso. Por lo que pudieron darse a la tarea de buscar un árbol que en verdad les gustara, logrando encontrar uno que era esponjoso y alto.

El árbol siendo un poco más alto que el elfo, quien medía uno ochenta y ocho, era el más alto del grupo.

A veces Yoongi tenía que volar para ponerse firme frente al elfo, ya que la diferencia de altura era algo notoria, aunque no fueran por demasiados centímetros. Cuando Jin era quien regañaba al elfo, el menor tenía que agacharse a su altura, obligatoriamente.

― ¿Puedes dejar de jadear tanto? No logro escuchar los detalles de la película―dijo molesto el hada, poniéndole pausa para lograr ver al menor con el ceño fruncido. El mencionado ni siquiera se detuvo para verlo.

―Hyung, usa esas cosas blancas que usa Taehyung para escuchar mejor la película, no sé cómo se llaman― dijo algo molesto, siguiendo con sus pechadas. ― Además, puedes estar en la habitación, no aquí tirado conmigo.

Yoongi rodó los ojos y miró a su costado, en donde Suga se encontraba durmiendo, apoyado sobre su espalda.

― No quiero despertar a Suga―dijo con un ligero sonrojo. ―Ve por ellos, así no me escucharás quejarme. Todos salimos ganando.

Jungkook rodó los ojos y se detuvo, sentándose sobre sus tobillos mientras se secaba el sudor con la pequeña toalla de mano.

―Bueno, puedo ir por ellos, pero ni pienses que me pondré una camiseta―dijo mientras señalaba su torso desnudo, mostrando sus abdominales marcados, siendo un perfecto six pack el que decoraba el cuerpo del menor. ―No quiero llenarla de sudor.

Yoongi apretó los labios cuando desvió su vista hasta la habitación, en donde podía ver el pequeño pie de Jimin moviéndose sobre la cama, ya que el menor estaba estudiando para su última prueba, la cual la tendría al día siguiente.

―No, iré yo― suavemente dejó el cuerpecito del minino en el suelo, para poder levantarse y no despertarlo bruscamente. ―No quiero que apestes la habitación con tu sudor, suficiente con la sala.

Agitó sus alas con algo de molestia cuando escuchó la risa de Jungkook, caminando a la habitación con las mejillas ligeramente rojas.

Yoongi jamás había sentido anteriormente aquello que corría por su cuerpo de forma insistente y molesta, en especial cuando Jungkook andaba con su torso descubierto frente a Jimin. No le gustaba el sentir que debía cubrirle los ojos a su novio para que no viera el cuerpo de Jungkook.

Y es que para él, el físico no tenía importancia sobre la persona y cómo la veía a esta, para Yoongi el cómo era su personalidad, era lo más importante. Pero había descubierto que en el mundo de los humanos las cosas no eran así.

Los humanos tenían marcadas ciertas características físicas que las catalogaban "hermosas o hermosos" no siendo algo que se marcara por el gusto personal, sino por el gusto colectivo y eso era algo que a Yoongi no le gustaba.

Viendo a Jungkook, notaba que el elfo cumplía con muchas de las características físicas que los humanos catalogaban como atractivas. En cambio, él cumplía con unas pocas.

Sabía que eso no era el caso con Jimin, ya que si fuera así, sería novio de Jungkook y no suyo, pero no podía evitar el pensar en todo aquello cuando veía el físico de su menor.

Claro que había intentado hacer ejercicio para mejorar su físico, pero desde aquella vez que había practicado diez segundos de la rutina de Jungkook, supo que aquello no era para él.

Al llegar a la habitación sonrió al ver a Jimin acostado boca abajo sobre la cama, varios papeles decorando la cama, el castaño viéndose bastante concentrado en lo que leía.

Yoongi perdió real interés sobre la película que estaba viendo segundos atrás, poniéndose algo nervioso ante sus pensamientos anteriores y la presencia de su novio en la habitación.

No le gustaba sentirse como un hada pequeña cada vez que tenía una nueva inseguridad, pero era algo que realmente no podía cambiar.

―Hyung ¿Sucede algo? ―la voz de Jimin hizo que regresara la vista al cuerpo tendido sobre la cama, sonriendo inconscientemente al ver las mejillas rellenas de su pareja. ― ¿Terminaste de ver la película?

Yoongi negó mientras se acercaba a la cama, acomodándose al igual que Jimin, sobre su panza.

―Era aburrida, así que vine a ver qué estás haciendo, además de leer miles de papeles de tu universidad―Jimin soltó una risita, dándole un pequeño beso en la mejilla a su mayor, para posteriormente, regresar su vista a los papeles.

―Ya he repasado el material que me indicaron para mi parcial, solamente estoy repasando los detalles que creo puedo llegar a olvidar― se encogió de hombros, tendiéndole uno de los papeles a Yoongi. ―Realmente no es nada complicado, pero siempre prefiero el repasar.

Yoongi frunció el ceño al ver tantas letras pequeñas juntas, no logrando entender o siquiera llegar a leer algo. Todo se veía borroso y no lograba comprender. Alejó el papel de su rostro, intentando ver mejor las letras, las cuales se aclararon ligeramente, pero no lograba leerás bien.

Jimin notó ese detalle, levantando una ceja con curiosidad.

― ¿Qué sucede? ¿No puedes leerlas bien?

―Se ven raras, como borrosas― el hada colocó la página sobre la cama, alejándose un poco. ―Aquí puedo verlas un poco mejor, pero aún se ven borrosas. Creo que es porque soy muy tonto como para procesar tanta información.

Jimin rodó los ojos y tomó el papel nuevamente, guardándolos todos en su carpeta transparente, la cual estaba decorada con pequeños dibujos de un perrito amarillo sacando la lengua, siendo el mismo que decoraba el protector de su celular.

―Creo que podemos agendar una cita en el oculista, para que te revisen― Jimin se movió un poco sobre la cama, para poder tomar una de las manos de Yoongi entre las suyas. ―Te verías muy guapo con lentes.

Yoongi sabía que si tenía algún problema físico, este podría remediarse con el tiempo gracias a sus dotes mágicos y si eso no era posible, Namjoon podía curarlo con alguna de sus pociones. Pero Jimin estaba diciendo que se vería muy guapo con lentes y realmente era algo que Yoongi quería que el menor opinara de él.

― ¿Se puede usar lentes aunque veas bien? ―preguntó mientras apretaba ligeramente el agarre en la mano del menor, sintiéndose muy cómodo por el pequeño calorcito que esta le brindaba.

―Sí, algunas personas los usan por estilo y existen también los lentes que protegen los ojos de la luz de las computadoras o el sol― Yoongi levantó una ceja ante la información, pensando que tal vez no debía mentir para verse guapo.

―Quiero verme guapo para ti, así que mejor esos lentes que son para la computadora. A veces veo muchos vídeos de animales y mis ojos se secan un poco― Jimin frunció el ceño ante las palabras del hada. ―Pero es muy entretenido, así que veo hasta que se acaba la batería.

Jimin jamás había marcado a un tipo de hombre como "su tipo" no al menos en el físico, por lo que las palabras de Yoongi lo tomaron por sorpresa, ya que no esperaba que el mayor tuviera esa idea de tener que verse guapo para él.

―Hyung, tú ya eres muy guapo, no necesitas ponerte algo más―Jimin sonrió y tomó la cara del mayor con ambas manos. ― ¿Tú crees que debo verme más guapo para ti?

Yoongi negó rápidamente.

―Eres muy hermoso así, no necesitas cambiar nada.

―Ves, eso es lo mismo que pienso de ti―Yoongi asintió al comprender, aún sintiéndose un poco apenado por sus pensamientos, cuando a él poco le importaba antes el cómo se veía comparado a los demás. ―Eres mi novio y los novios se aman tal y como son, sin tener que cambiar nada de nuestro físico. Además, sabes que me pareces muy, muy guapo. Hasta mi madre dijo que eres guapo, todos lo sabemos.

Yoongi sonrió ante el recuerdo de YoungMi diciendo que era guapo y que el tener una hermosa personalidad lo hacía el hada perfecto para su hijo.

Ese día se sintió apenado y halagado, más de la última.

―Gracias novio.

Jimin sonrió en grande al escuchar las palabras de Yoongi dejando caer su carpeta de la universidad sobre la alfombra, para poder acomodarse sobre su espalda en la cama. Yoongi observó fijamente los movimientos del menor, por lo que lo imitó, ambos quedando pegados con la vista en el techo.

― ¿Por qué empezaste a pensar que debías ser más guapo?

Yoongi se encogió de hombros, haciendo que Jimin lo viera.

―En la televisión siempre salen hombres con muchos músculos, diciendo que son muy guapos y yo no tengo músculos―Yoongi tomó los bordes de su camiseta, alzándola hasta que su vientre quedara al descubierto. ―No tengo panza grande, pero no tiene cuadritos como los de esos hombres de la televisión o Jungkook.

Jimin extrañó ligeramente el escuchar el "telesisión" pero no dijo nada.

―No todos los hombres lo tienen y no deben tenerlo para ser guapos―Jimin colocó una mano sobre la panza del hada, dejando caricias. ―Me dijiste que te gustaban las caricias en la panza, Jungkook no puede sentirlas igual de bien, porque tiene la panza dura.

Yoongi sonrió cuando la pequeña mano del menor dejaba caricias en aquella zona, sintiéndose muy relajado.

―Así que no pienses en eso, si quieres lentes será para ayudarte a ver muchos vídeos de animales sin sentir dolor y no porque quieres verte más guapo.

El hada sonrió en grande y se colocó nuevamente sobre su panza sobre la cama, esta vez, quedando más cerca de Jimin, casi subiéndose sobre su cuerpo. Tomó con su mano derecha las mejillas del menor, aplastándolas cuidadosamente para que los labios quedaran en una trompetita, acercándose para poder hacer el beso con él.

Había descubierto lo mucho que le gustaba iniciar los besos así, tomando las mejillas de Jimin y robándole un beso, le gustaba mucho cómo el menor terminaba avergonzado al final.

Jimin suspiró mientras colocaba sus manos sobre el rostro de Yoongi, correspondiendo el beso sin problema alguno, incluso bastante emocionado por los avances que el hada presentaba ante el arte de hacer el beso.

Permitió que el mayor adentrara su lengua a su cavidad bucal, ambas lenguas encontrándose para poder convertir el beso en uno un poco más húmedo. Yoongi no había dejado de apretar las mejillas del menor, por lo que el hada era quien dirigía los movimientos de la cabeza de Jimin, tomando el control del beso en todos los sentidos.

Dentro de su burbuja de ilusión por el beso que estaba recibiendo, Jimin empujó con suavidad a Yoongi, para que se colocara por completo sobre su cuerpo y mantuviera su peso sobre sus brazos, manteniendo uno a cada lado de su cabeza. Igualmente abrió las piernas, para que el hada quedara al medio de estas.

No quería decir que el peso que Yoongi generaba inconscientemente sobre su miembro era algo que lo estaba desconcentrado, sabía que el hada no veía el efecto de eso sobre él, por lo que intentó ignorarlo y concentrarse en el fogoso beso que compartían. Aunque era técnicamente imposible hacer como si no pasara nada.

Un mordisco fue entregado en el regordete labio inferior, haciendo que el castaño jadeara.

Yoongi sonrió satisfecho y dejó un apretado beso más, separándose con un ruidoso chasquido.

―Has mejorado mucho haciendo el beso―dijo Jimin con una sonrisa tonta, relamiendo sus labios al sentir las pequeñas cosquillas que el rubio provocaba en él.

―Tenías razón, la práctica hace que sea mejor―Jimin asintió totalmente de acuerdo con sus palabras, pensando en que podían practicar más seguido.

Igualmente, uno nunca deja de aprender.

Yoongi sonrió y miró hacia la puerta, en donde Jungkook estaba, con su camiseta puesta y su cabello mojado por haber tomado una ducha.

Jimin miró hacia él, al ver a Yoongi concentrado en aquella dirección, apenándose cuando notó que el elfo los había visto haciendo el beso.

―Espera ¿Cuándo entraste para tomar una ducha? ―preguntó Yoongi con curiosidad, ya que el baño que se encontraba fuera no contaba con ducha, solamente el de la habitación.

Jimin recordó la posición en la que se encontraban, por lo que empujó a Yoongi para que se quitara y pudiera sentarse en el colchón.

―Uh, los vi haciendo cosas raras, pero no quise interrumpir, así que me metí a ducharme rápido―el elfo se encogió de hombros, dándole igual la situación. ― ¿Qué estaban haciendo?

Jimin sintió repentinamente como si Jungkook fuera un niño inocente.

―N-no era nada...

―Estábamos haciendo el beso―dijo Yoongi con una sonrisa orgullosa, haciendo que Jimin le viera con un enorme sonrojo en su rostro. ― ¿Recuerdas que Jin hyung no explicó para qué se hacía el beso?

―Ohhh―dijo Jungkook al comprender, sonriendo de costado mientras levantaba ambas cejas. ―Ahora me siento incómodo al saber, así que mejor iré a la sala a esperar que venga Taehyungie hyung. Gracias por la explicación.

El elfo dio media vuelta sobre su puesto, pero antes de irse, Jimin habló.

―E-espera Jungkook ¿Sabes si Tae te dará clase hoy cuando venga o pondremos las decoraciones de navidad? ―el elfo negó con una enorme sonrisa, la cual fue contagiada a Yoongi. Ambos bastante emocionados por decorar.

Las clases del elfo habían continuado una vez Jungkook volvió al departamento, igualmente Taehyung le mandaba pequeñas lecturas por el celular, para que el elfo se las leyera en llamada cuando el menor estaba en el bosque.

Igualmente Jimin le había pedido a su mejor amigo un libro de escritura, para que Yoongi pudiera mejorar.

―Ayer hice planas de la palabra navidad y me dijo que si las completaba podríamos decorar hoy en lugar de la clase, así que sí podremos hacerlo―Jimin sintió que era el único adulto en la habitación, pero sonrió con ternura.

―Es verdad, yo también las hice cuando te dormiste, Jiminie―comentó el hada, orgulloso. ―Entonces comenzaremos a sacar los adornos de las bolsas, así cuando venga Taehyung, podemos comenzar.

Jimin iba a decirles que no era necesario, pero realmente se veían ilusionados con ello. Por lo que simplemente asintió y recibió gustoso el beso que el hada le dio en sus labios, ambos seres completamente mágicos corriendo hasta la sala.

Esos días se concentrarían en relajarse y disfrutar las celebraciones humanas, intentando no agobiarse tanto en los asuntos que parecían no querer dejarlos tranquilos.

Después de todo eran seres vivos y necesitaban un descanso de tanto agobio.

Taehyung levantó una ceja con gracia cuando, al entrar al departamento, vio que Yoongi y Jungkook estaban juntos junto a la pared, ambos concentrados en las luces moradas y blancas que habían conectado a la corriente.

Yoongi fue el que se dio cuenta primero que el pelinegro había llegado al departamento, por lo que se levantó rápidamente y fue a la habitación, casi corriendo.

― ¡Novio, ya vino Taehyung!

Jungkook despegó la vista de las luces, casi sintiendo sus globos oculares ardiendo por verlas tan de cerca tanto tiempo, sonriendo enormemente al ver al mencionado en el marco de la puerta.

― ¡Taehyungie, al fin! ―el mayor sonrió y aceptó el abrazo que el emocionado elfo le dio, separándose pocos segundos después. ―Estábamos ansiosos por empezar, pero te tardaste mucho y empezamos a ver las luces.

El más bajo rodó los ojos con una sonrisa, tomando la mano del elfo para poder ir a la habitación y dejar sus cosas.

―Es lo que tiene estudiar y trabajar al mismo tiempo, Jungkookie―dijo con cansancio. ―Por favor dime que no rompieron nada.

Ambos llegaron a la habitación, viendo cómo Yoongi tomaba de la mano a Jimin mientras se colocaba las pantuflas.

―No rompimos nada, Suga quería enredarse con las luces, pero Yoongi hyung lo regañó y ahora no molesta―los más humanos del grupo rieron, el castaño sabiendo que si pudiera entender a Suga todo el tiempo, el minino se la pasaría quejándose de los regaños de Yoongi.

―Quería romper el cable, si hacía eso nos quedaríamos sin luces, así que lo regañé―cuando Jimin terminó de colocarse las pantuflas todos salieron de la habitación a la sala, el pobre Taehyung ni siquiera pudiendo cambiarse de ropa. ―Ya sacamos todo, pero las esferas las dejamos en sus cajas, porque Jungkook casi las quiebra.

El elfo se encogió de hombros, mirando todas las luces encendidas en el suelo.

―Bueno, comencemos.

Jimin y Taehyung fueron los encargados de colocar los adornos que no fueran parte del árbol, porque había algunos que eran frágiles y no correrían el riesgo de que los arruinaran. Mientras tanto, Jungkook y Yoongi eran los encargados de armar el árbol, estirando las ramas, para que el árbol tomara forma.

―Las hojas de este árbol son raras―se quejó Jungkook, sintiéndose perturbado por la sensación en sus manos.

―Tonto, no es un árbol de verdad, es de mentira y por eso se siente así―dijo Yoongi como si fuera lo más obvio de mundo, cuando hace pocos días, él tampoco tenía idea de eso. ―Así el árbol no se muere y puede guardarse para la otra navidad.

El elfo asintió, estirando otra rama con cuidado.

A veces ambos seres no controlaban su fuerza, ya que era notablemente mayor que el promedio humano, por lo que tenían que hacer todo con lentitud y mucho cuidado, para no romper nada.

Jimin dio media vuelta sobre su lugar, viendo cómo iban los demás con el árbol.

Yoongi mantenía la boca abierta mientras colocaba las luces, ya que le había dejado la tarea aburrida a Jungkook.

―Ya terminé, me gusta mucho cómo nos quedó―dijo Taehyung mientras se acercaba, riendo al ver el ceño fruncido del elfo. ―Creo que es algo demasiado cuidadoso para ellos.

Jimin asintió, revisando la hora en su celular.

― ¿Por qué no van a comprar el pavo? ―preguntó Jimin, haciendo que ambos chicos lo vieran, confundidos. ―Hay una tienda muy completa cerca de aquí, tú la has visto ¿Verdad Jungkook?

El elfo asintió, recordando que lo había visto y Taehyung le había dicho qué era ese lugar.

―Solo deben ir y buscar las neveras, en donde encontrarán el pavo. Pueden pedirle ayuda al de la tienda y eligen el que ustedes quieran―completó Taehyung, haciendo que ambos se miraran entre ellos y aceptaran.

―Está bien, pero déjanos las esferas y la estrella―dijo Yoongi, señalando los adornos mencionados en el suelo.

―Es buena idea, los pavos suelen estar un poco más baratos ahora y así lo tenemos listo para navidad, solo lo mantenemos en el congelador―Taehyung asintió corriendo a la habitación para darles el dinero.

Cuando el pelinegro volvió y les entregó el dinero a los seres, estos salieron con abrigos y bufandas, ya que hacía bastante frío afuera.

Bajaron por el ascensor y salieron del edificio, Yoongi sintiéndose algo nervioso, al no estar acostumbrado de salir solo a la cuidad. En cambio Jungkook ya estaba acostumbrado, ya que antes de ir con Yoongi atravesaba la cuidad solo.

― ¿Por qué venden pavos en el supermercado? ―preguntó Jungkook confundido, caminando con las manos dentro de su chaqueta.

―No lo sé, quizá los tienen en algún lugar guardados―dijo Yoongi, avanzando rápido cuando los autos se detuvieron, cruzando la calle. ―No entiendo mucho de eso, pero podemos buscar.

La tienda no estaba tan cerca del edificio, pero tampoco era un camino tan largo. Por lo que llegaron en algunos minutos, la calle manteniéndose tranquila por la hora.

Al llegar a la tienda Jungkook tomó uno de los carritos de supermercado, haciendo que Yoongi le viera con confusión.

―En la televisión usan esto para comprar, así que lo llevo para ser como los humanos―Yoongi hizo un pequeño sonido en comprensión, avanzando por los pasillos.

Ambos estaban sorprendidos por la cantidad de cosas que tenía la tienda, pasando primero por el pasillo de las chucherías.

― ¡Oh! ¡Estas son las galletas que Taehyung me da por las clases! ―Jungkook tomó una caja de galletas de fresa con forma de koala, tirando a la carretilla tres cajas. ―Ahora podré comerlas aunque no haga mis planas, já.

Yoongi hizo la nota mental de decirle a Taehyung el plan de Jungkook.

―Mira, hyung. Es la sopa que te gusta mucho―Yoongi desvió la vista al estante que el elfo señalaba, sonriendo en grande mientras se acercaba para tomar cinco botes de ramen.

Terminaron de colocar muchas chucherías en el carrito, pasando al pasillo de los alimentos fríos.

Una empleada que vendía queso los vio acercarse, por lo que tomó su bandeja rápidamente y se acercó a los dos hombres que metían cinco potes de helado a su carrito, pensando que podría convencerlos de comprarle mucho queso.

―Buenas tardes jóvenes ¿Les interesaría probar el nuevo queso de la marca...?

―No, gracias.

Yoongi pasó al lado de la chica, sintiéndose nervioso por el repentino acercamiento. La pobre vendedora hizo un pequeño puchero, pero igualmente retomó la sonrisa para intentar convencer al otro chico.

― ¿Q-quisiera probar un poco del nuevo queso de la marca? No debe comprarlo, son pruebas gratis―Jungkook se acercó con disimulo al palito con un queso en la punta que la chica le ofrecía, olisqueando.

Su nariz aprobó el queso, por lo que lo tomó para probar.

La chica de los quesos sonrió esperanzada, ya que de las ventas de esos días dependía si tendría bono navideño o no.

―Sabe rico, pero no gracias, venimos por un pavo―dijo Jungkook al terminar, haciendo que la sonrisa de la chica flaqueara.

―Oh, comprendo. Gracias por aceptar la prueba.

Yoongi veía todo desde la distancia, notando cómo el aura de la chica se tornaba pesado, sabiendo que estaba muy triste.

Yoongi no sabía cómo funcionaba el tema de los trabajos humanos, pero intuía que entre más ventas, mejor.

Dejando de lado su timidez, se acercó nuevamente a la chica de los quesos, la cual se había apoyado en una de las neveras con rostro triste, dejando la bandeja de lado.

―Uh ¿Cuál fue el queso que le gustó a mi amigo? ―preguntó con cautela, ganándose una mirada esperanzada de la chica. ―No te acerques mucho, por favor.

La chica se confundió un poco por lo último, pero tomó un paquete del queso que le gustó al chico que se encontraba metiendo cajas de pizza congelada al carrito.

―Es este, está en oferta por navi...

Sus palabras fueron interrumpidas cuando Yoongi tomó el queso de sus manos, revisando de cerca las letras.

No le interesaba el precio, solo el queso.

―Si lleva ese paquete me ayudaría mucho, no es por dar lástima, pero mi bono navideño depende de esto―Yoongi levantó la vista del queso y miró a la chica.

"No tenemos dinero, es por lo que no celebramos la navidad como se debería"

"No todos tienen la fortuna de celebrarlo"

Recordó las palabras de Jimin y Taehyung cuando intentó darles sus semillas hace meses atrás, por lo que se acercó a la nevera y tomó muchos paquetes del queso, unos treinta, aproximadamente.

La chica miró con sorpresa la cantidad de paquetes, colocando ambas manos sobre su pecho.

―Muchísimas gracias, espero que realmente disfruten esos quesos.

Yoongi asintió con una pequeña sonrisa, dando una reverencia para despedirse y dejar los quesos en el carrito.

Jungkook vio todos los quesos que Yoongi dejaba en el carrito, el cual, estaba a nada de llenarse.

― ¿Por qué traes quesos? ¿Te gustó el sabor? ―preguntó el elfo, haciendo que Yoongi asintiera sin decir más.

―Sí, sabía rico.

Jungkook asintió, metiendo un paquete de cervezas, ya que reconoció el logo que había probado en su primera borrachera. Pero no compraría la botella que lo hizo marearse, solo esas latas.

Cuando por fin llegaron a la zona de los congelados; carnes, pescados y pavos, Yoongi de adelantó para ver, ya que el cartel decía "Pavos"

Jungkook frunció el ceño.

― ¿Dónde están los pavos? ―preguntó mientras veía en los costados, no logrando encontrar en donde estaba lo que buscaban.

―No lo sé, quizá debemos pedir ayuda―Yoongi dijo mientras revisaba lo que decían las bolsas dentro de la nevera, no logrando alcanza a leer sin sacar el bloque.

―Mira, podemos pedirle ayuda a la chica de los quesos―Yoongi asintió y se acercó a la chica, quien lo recibió con una sonrisa agradecida.

―Uh, disculpe ¿Sabe dónde están los pavos? ―la chica asintió mientras dejaba la bandeja en un costado.

―Claro, ven, aquí están.

La chica se acercó a Jungkook y señaló la nevera que habían visto anteriormente, haciendo que ambos seres se confundieran.

―Estos son los pavos, pueden sacar el que desean y llevarlo a la caja―Jungkook frunció el ceño en confusión, sacando su celular para buscar en internet "pavo" y mostrarle las imágenes a la chica.

La imagen de un pavo se mostró y el elfo se lo enseñó a la vendedora.

―Esto es un pavo, queremos un pavo, por favor.

Taehyung sonrió cuando Jimin se tambaleó para poder colocar las luces en lo alto de la pared, siendo que ese banquito era muy inestable para lograrlo sin temer el tener una horrible caída.

―Esperemos a Yoongi hyung, él puede hacerte volar y colocar las luces―Taehyung sostuvo el banquito, sirviendo de apoyo para que Jimin bajara. ―Por el momento solo faltan estas luces, las esferas y la estrella. Pero que de eso se encarguen los niños.

Jimin rio mientras suspiraba del cansancio, sintiendo que podría dormirse perfectamente en esos momentos.

Ambos se habían preocupado por los chicos al no verlos regresar, por lo que Jimin le llamó a Yoongi para saber si todo estaba bien y el hada le dijo que estaban en camino, que solo habían comprado otras chuches para comer.

Por lo que decidieron el seguir con las demás decoraciones para poder terminar rápido y poder dormir las horas merecidas.

― ¿Crees que hayan comprado muchas cosas? Es la primera vez que salen a comprar solos―Jimin se acomodó sobre el sofá, acostándose.

―Seguramente traen media tienda, pero es bueno que se aventuren solos ¿Cómo hará Yoongi cuando se casen y él deba hacer las compras mientras cuidas a los niños?

Jimin frunció el ceño con una sonrisa, dándole una patada sin fuerza.

― ¿Cuáles niños? No seas tonto.

―Suga es tu hijo ahora, así que deberás cuidarlo. Igualmente si adoptan más mascotas, deben tener cuidado con sus desastres―Jimin suspiró, pensando que sería lindo, al tener un lugar más grande donde vivir. ―Además existe la adopción, pero yo ya no digo más porque me das una patada en la cara y me quedo muerto.

Justo cuando Jimin iba a levantarse para atacarlo con cosquillas, el timbre se escuchó, sabiendo ambos que seguramente eran Yoongi y Jungkook.

―Tú y yo sí que tenemos que hablar, no te salvas―dijo Jimin mientras caminaba hasta la puerta, haciendo que el pelinegro rodara los ojos con una sonrisa.

Cuando Jimin abrió la puerta, vio a ambos seres con muchas bolsas en las manos, algo que no lo sorprendió realmente, ya que se esperaban que compraran muchas cosas más de las pedidas.

Lo que realmente lo descolocó, fue el pavo vivo que Jungkook tenía abrazado contra su pecho, el pobre animal mirando a todos lados mientras se agitaba ligeramente.

Jimin abrió los ojos con sorpresa, al igual que su boca.

―Trajimos el pavo más gordito del lugar, solo que tuvimos que ir a otra tienda algo lejos, en las que nos dijeron no había pavos como este―Jungkook dejó en el suelo al pavo, quien entró con rapidez al departamento, haciendo que Jimin se asustara y se hiciera a un lado.

― ¡Tenían que traer un pavo muerto, de esos que están en el congelador de la tienda, no uno vivo! ―exclamó Jimin con sorpresa y gracia, no saliendo de su sorpresa inicial.

― ¿¡Qué mierda!? ―el grito de Taehyung se escuchó fuerte, después de un espantoso alarido del pavo, quien agitaba sus plumas contra Suga.

―Pero nosotros buscamos pavo en el celular y salía ese, no el de una bolsa―dijo Yoongi con un puchero, sintiéndose decepcionado por sus primeras compras fallidas.

―Aww, no te preocupes―dijo Jimin con un puchero más marcado, acercándose al hada para abrazarlo. ―Debimos ser más específicos, no es tu culpa.

Jungkook entrecerró los ojos al escuchar a Jimin, soltando una pequeña carcajada cuando vio a Taehyung tirarle una almohada al pavo, quien quería atacar a Suga.

Jimin dejó un beso en la mejilla del hada, dejando que ambos entraran al departamento.

― ¡Yo no pienso matar esto! ―chilló Taehyung mientras se mantenía parado sobre el sofá, abrazando a Suga.

―Jungkook, por favor atrapa al pavo. Lo regresaremos y compraremos el pavo que sí podemos comer.

El elfo hizo una mueca al ver al animal correr alrededor del sofá, corriendo para atraparlo cuando vio que el animal logró subirse al sofá y comenzaba a picotear a Taehyung.

― ¡Ah! ¡Quítenlo de aquí!

¡Hola! 👀❤️

Como verán, habrá un pequeño especial por navidad, no es demasiado, pero serán dos capítulos seguidos. Eso quiere decir que mañana habrá otro capítulo 💙

¿Cómo la pasaron en navidad?

Realmente la pasé muy bien, estuve con mi familia, hablé con mis amigos más queridos y en el grupo de WhatsApp de lectoras que tenemos. Por lo que para mí fue una buena navidad, espero que la suya haya sido buena también ❤️

Espero que el capítulo les haya gustado 🎁

¡Nos leemos prontooooo!

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