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Miró al pequeño conejo con una sonrisa, acariciándole por debajo de la mandíbula para que el animal peludito pudiera dormir tranquilamente.

Ese día era normal dentro del bosque, uno bastante aburrido, si era completamente sincera.

Desde que Yoongi se había ido del bosque, no podía distraerse de sus deberes como solía hacerlo. Yoongi era quien la impulsaba a saltarse las horas de trabajo o cuido con los animales, para poder relajarse un poco.

Lo extrañaba y le hacía mucha falta su molesta presencia en el bosque, pero no podía intervenir sobre nada, en especial cuando el hada estaba siendo feliz realmente, por primera vez en toda su vida.

Suran siempre había deseado que Yoongi pudiera sentirse bien, cómodo y feliz. Era claro que dentro del bosque jamás encontraría aquello, pero jamás pensó que la llegada de unos humanos sería la solución para todo.

Mantenía un poco de envidia sana, sana porque ella no deseaba quitarle aquello a Yoongi, sino que se mantenía contenta de que lo tuviera, pero ella quisiera tener algo similar.

Sus días eran monótonos, todos los días haciendo las mismas actividades con las mismas hadas, si era verdad que el hecho de estarse preparando para el festival de las luces era algo que la mantenía haciendo cosas diferentes, no dejaba de ser algo aburrido, en especial cuando no tienes real compañía.

Las demás hadas siempre la habían criticado por ser amiga de Yoongi, le importaba una mierda lo que dijeran de ella, pero igualmente era algo incómodo el no poder compartir palabras con nadie mientras trabajas. Por eso se había puesto tan feliz cuando conoció a seres tan inusuales como los humanos, porque sentía que ellos no la juzgarían, al ser ellos más extraños que ella.

El conejito bebé movió su naricita cuando pudo conciliar el sueño, la madre coneja veía todo desde una distancia prudente, agradecida con la hada por haberla ayudado a calmar a su conejo más pequeño.

―Si se despierta puede mandar a uno de sus pequeños al área de las flores, me mantendré ahí por un tiempo―le dijo a la madre, cuidando el tono para no despertar al conejo bebé. La coneja blanca movió la nariz en asentimiento.

Suspiró profundo y se levantó del suelo, limpiando sus rodillas, ya que había quedado un poco de tierra en ellas. Miró de reojo por última vez al conejo y comenzó a caminar hasta el área de las flores, quería relajarse un poco y pensar. Estar rodeada de seres no le permitiría aquello.

Sin embargo, cuando estaba a punto de emprender el vuelo, logró escuchar unas risas provenientes de una de las cascadas pequeñas, en donde seguramente las hadas del agua estarían haciendo sus cosas.

―La pobre no tiene amigos, es normal, nadie quiere acercarse a ella―Una de las hadas comentó mientras observaba en donde Suran se encontraba minutos atrás, en esos momentos solo estando el conejo menor. ―Desde que el hada ese se fue a otro bosque, Suran ha tenido que mantenerse sola, pero eso es culpa de ella por relacionarse con hadas...amorfas.

Suran frunció el ceño cuando escuchó ese espantoso apodo con el que muchas hadas llamaban a Yoongi, lo odiaba, le molestaba mucho que ellas hablaran así de su amigo solamente por ser hadas simplonas y no algo especial como Yoongi.

―Por favor, no sean envidiosas―habló una de las hadas, la cual se encontraba un poco alejada de las demás, todas sacando gotas de la cascada para integrarlas a la fila que flotaba sobre ellas. ―Sabemos que tú querías procrear con él, pero te rechazó. Además de que después descubriste que no eres fértil.

Suran levantó una ceja con una sonrisa, manteniéndose escondida entre las plantas.

― ¡E-Eso es mentira!

―Claro que no lo es, todos lo sabemos e intentas ocultar tu vergüenza con palabras horribles hacia él―la misma chica que dijo aquello se levantó y estiró sus alas. ―Me voy, demasiado olor a peste sale de sus bocas cuando hablan con envidia y odio.

Suran aplaudió bajito con una sonrisa cuando la chica se fue volando, la línea de gotas de agua siguiéndola en el camino.

―Ugh, es una idiota―Suran sonrió, se sentía feliz de no ser la única que sabía que Yoongi no era una mala hada, su condición no es algo malo. ―Regresando el tema de la hada esa, su amiga. Yo creo que lo único que quiere es procrear con él, siempre está pegada a él como una sanguijuela. Bueno, cuando estaba aquí.

Las otras hadas asintieron de acuerdo.

―Sabes que es la única hada fértil del bosque, aunque siga negando que sea verdad. El hada médico me lo contó―Suran respiró hondo y de golpe al escuchar aquella información, apretando entre sus manos la planta con la que se sostenía. ―Seguramente lo está convenciendo y por eso Yoongi rechazó el intentar la procreación con las demás hadas.

Apartó las plantas con mucha molestia y salió de su escondite, emprendiendo vuelo rápidamente hasta el área de las flores. Definitivamente el escuchar aquello no la había relajado en lo absoluto, solo la había estresado mucho más que antes.

Se suponía que la información de ser un hada fértil sería un secreto, algo de lo cual las otras hadas no debían saber, porque pasaría exactamente lo mismo que le hacen a Yoongi. La diferencia entre Suran y Yoongi, es que a la hada castaña no la obligaban a procrear con algún hada, ya que ella no poseía una característica especial más que esa, el ser fértil.

Los bebés de las hadas crecen rápido, a comparación de los humanos. Una vez se encuentran en la forma física de las demás hadas al nacer, su crecimiento se normaliza y van junto a las hadas de botón. Por lo que la hada mayor no tenía tanto interés en ella.

Al menos no dentro de su conocimiento.

Comenzó a descender cuando se vio en el campo de las flores, pero no flores cualquiera, sino aquellas en donde pronto nacerían nuevas hadas. Era un lugar extraño para intentar relajarse, pero no tenía otro lugar y su casa no era una opción en esos momentos.

Se quitó sus zapatos y caminó descalza hasta uno de los gruesos tallos de un girasol, apoyándose en él para que le diera sombra.

Extrañaba mucho a Yoongi, en ese momento le estaría tirando de las alas o molestándola para volar un rato entre las flores y pellizcar algunas en broma. Cualquier cosa que pudiera animarla y hacerle olvidar las palabras de sus compañeras.

Rio con una pequeña sonrisa, se sentía muy sola.

―Este lugar no es mi hogar, no se siente así―susurró para sí misma, sintiendo sus ojos llenarse lentamente de lágrimas. Intentó retirarlas rápidamente, pero eran demasiadas como para apartarlas y que nuevas no aparecieran.

Ella quería irse, a nadie le importaría su desaparición, ella solo era otra del montón. Pero también sabía que no podía, no tenía un lugar al cual ir y no podía aprovecharse de sus amigos humanos, cuando Yoongi ya era un huésped en su departamento.

Se sentía sola, encerrada y mal, pero no podía hacer demasiado al respecto.

Cerró los ojos y respiró hondo, colocando sus manos sobre su rostro para poder quitar las lágrimas. Llorar no le serviría de mucho y tenía demasiadas cosas que hacer, además, no quería llorar por algo tan simple como su mera existencia.

Terminó de secarse las lágrimas y se levantó del suelo, agitando sus alas para poder volar de regreso al centro del bosque.

Ella no tenía tanta suerte, no tenía un humano que la ayudara a salir y ella no podría hacer demasiado afuera. No quería obligar a sus amigos a acogerla, ya que solamente sería un estorbo para ellos.

Prefirió el mantenerse calmada, las cosas no eran fáciles y ella tenía que acoplarse, al menos ese era su pensamiento en esos momentos.

Yoongi frunció el ceño cuando sintió un punzón espantoso en su cabeza, gruñendo con molestia, pero sintiendo el doble de dolor cuando su garganta le hizo sufrir igualmente.

Jimin sonrió y se sentó junto a Yoongi sobre la cama, manteniendo en su mano una bebida para la resaca. El pobre Yoongi se había levantado hace varios minutos ya, pero al ser su primera resaca de la vida, se encontraba como un zombi sobre la cama.

Esa noche solo habían sido ellos dos, el pobre Taehyung había dormido en la alfombra de la sala junto a Jungkook, quien ya no se encontraba sobre él, claramente.

―Hyung, bebe esto para que te sientas un poco mejor―Jimin colocó una de sus manos sobre el hombro de Yoongi, intentando que se diera vuelta para que quedaran frente a frente. ― ¿Te duele mucho la cabeza?

El hada se quejó mientras se daba vuelta sobre sí mismo, saboreando su boca mientras fruncía el ceño ante la resequedad que sentía en toda su garganta.

― ¿Qué era la bebida de Taehyung? ¿Veneno? ―Jimin soltó una risita mientras ayudaba a Yoongi a sentarse en la cama, siendo suave con los movimientos, para que el hada no se mareara más de lo que ya estaba.

―Bienvenido a tu primera resaca―Yoongi apretó los ojos mientras jadeaba, dejando salir sus alas de su espalda. Le dolían mucho por tenerlas escondidas tanto tiempo.

― ¿Qué es una recaca? No me gusta ―Jimin rio mientras le abría el pequeño bote a Yoongi, para que pudiera beber y sentirse un poco mejor.

―Resaca, hyung. No recaca―Yoongi asintió mientras tomaba la bebida que Jimin le tendía, dándole un sorbo.

―Agh, esto sabe raro―el menor rodó los ojos mientras se movía por la cama, sentándose frente a Yoongi para después tomar sus manos entre las suyas.

―Sí, sabe raro, pero eso ayudará a que no te sientas asqueroso en lo que queda del día―Yoongi frunció el ceño al escuchar aquello, por lo que enfocó su vista en la ventana, en donde podía ver el sol muy brillante.

― ¿Dormí mucho? Ya estamos en la tarde ¿No es así? ―Yoongi dio otro trago del pequeño bote, pasando su mano libre sobre su rostro, eliminando los rastros de lágrimas secas que habían quedado en sus mejillas. ―No quiero tener resaca de nuevo.

―Sí, es la una de la tarde ya. De hecho, acabo de regresar de mis clases y Taehyung está en la universidad, seguramente―Yoongi asintió, terminando la bebida con el rostro arrugado, quería darse una ducha urgentemente. ―Por cierto, hablé con Hobi hyung sobre que si podía prestarnos su auto y dijo que no tenía problema con eso, de hecho, podemos irnos mañana.

Jimin estaba muy emocionado por viajar, después de todo, no había visto a su madre hace mucho tiempo y la extrañaba muchísimo, por lo que haría todo lo posible para poder viajar lo más pronto posible a su pueblo.

El hecho de que Yoongi le acompañara era un incentivo bastante grande, jamás le había gustado el viajar solo y sabía que Taehyung tenía sus propias responsabilidades como para llevarlo con él siempre que quisiera. Por lo que la oferta de Yoongi había sido perfecta para él.

― ¿No tienes clases mañana? ―Yoongi comenzó a quitarse las mantas, estirando su cuerpo para poder darse una ducha. ―Por mí no hay problema, sabes que entre más rápido vayamos, mejor.

―No, me acaban de enviar un correo sobre la clase de mañana, la maestra tendrá una operación, por lo que se canceló y solo tenía esas dos horas―Yoongi sonrió, asintiendo con sus pequeños ojos hinchados por el llanto de la noche, la cual no recordaba, realmente.

―Hyung ¿Recuerdas algo de lo que pasó ayer? Específicamente después de que te terminaras la botella―el hada agitó su cabello mientras intentaba recordar, pero no, no podía formar recuerdos más allá de cuando iba por la mitad de la botella.

―N-no, no recuerdo nada más después de eso ¿Es algo normal? ―Jimin asintió y se acercó para acomodar el cabello de Yoongi, el cual se encontraba apuntando hacia todas las direcciones posibles.

―Sí, a la mayoría de las personas les pasa. En especial porque fue tu primera borrachera―Yoongi volvió a cerrar los ojos y dejó que Jimin acariciara su cabello y cabeza, le gustaba y estaba a nada de dormirse nuevamente si el menor seguía de esa forma. ―Hyung ¿No quieres tomar una ducha?

El hada abrió los ojos de golpe y recordó que seguramente olía mal, no sabía por qué, pero se sentía pegajoso por el sudor en su cuerpo y seguramente no olería a plantas, como lo hacía normalmente.

―Ve a ducharte, intentaré despertar a Jungkook―Yoongi asintió una vez más y se levantó de la cama, agitando sus alas mientras estiraba los brazos hacia arriba.

― ¿Y si está muerto? No se ha movido de la alfombra―dijo Yoongi mientras caminaba, corroborando que Jungkook seguía dormido en el suelo, sin camisa y con una manta delgada que Taehyung había colocado antes de irse.

―Con Taehyung intentamos levantarlo para traerlo a la cama, pero Jungkook pesa mucho, así que no pudimos y lo dejamos ahí. Está vivo, se estuvo quejando dormido mientras lo movíamos―Yoongi soltó una risita y comenzó a quitarse la ropa, haciendo que Jimin se sorprendiera y diera media vuelta, dándole la espalda.

―E-espera a que salga del cuarto, hyung―el hada se detuvo, viendo a Jimin con ambas cejas levantadas.

― ¿Te da vergüenza verme desnudo? Pero si es algo normal―Jimin apretó los labios y dio media vuelta, quedando nuevamente con la vista sobre Yoongi.

―Lo sé, pero entre los humanos existe más pudor que para ustedes―Yoongi abrió la boca en comprensión y colocó su camisa sobre su torso desnudo, para que Jimin no tuviera que verlo. ―P-pero no me incomoda que tú t-te quites la camisa, es solo que me has tomado por sorpresa y...

Jimin comenzó a enredar las palabras, por lo que prefirió callarse que seguir viéndose como un tonto ante el nerviosismo que el hada le hacía sentir.

―Bueno, entonces ¿No te molesta que me quite la ropa frente a ti? ―Jimin negó con las mejillas sonrojadas.

Yoongi asintió y lanzó la camiseta al cesto de la ropa sucia, quedando su abdomen nuevamente al descubierto.

Jimin notó que Yoongi no era tan musculoso, como lo era Jungkook, pero los pectorales de Yoongi estaban bien formados y el abdomen era plano, se veía duro a simple vista.

La piel era igual de pálida en esa zona, por lo que Jimin se mordió el labio inferior.

―Cuando quise saber un poco más del beso, vi en el cadá-la computadora, que algunos humanos se quitan la ropa para hacer el beso.

Jimin abrió los ojos de golpe mientras veía a Yoongi con atención. Saliendo de golpe de su ensoñación por el cuerpo de Yoongi.

― ¡¿Qué?! ¿Dónde viste eso? ―Yoongi dudo si hablar o no, porque Jimin no se veía precisamente feliz por su investigación.

Apretó la prenda entre sus manos y tragó duro, viendo la cara de espanto de Jimin.

―En la computadora de Taehyung, quería saber cómo hacer el beso y lo busqué, pero salían cosas raras entre hombres y mujeres. Ni tú ni yo somos mujeres, por lo que busqué un poco más y salieron videos de hombres haciendo el beso, pero sin ropa―Jimin soltó una carcajada involuntaria al imaginarse a Yoongi y a Jungkook viendo porno juntos, sin tener realmente idea de lo que pasaba en los videos.

Ellos conocían de la procreación, pero algo que solo se realiza entre machos y hembras y que es únicamente para reproducirse, no como algo placentero. Por lo que le causó gracia y ternura el hecho de que Yoongi se haya esforzado por aprender, aunque las cosas no hayan salido tan bien.

― ¡Hyung! Si quieres saber algo sobre esos temas, puedes preguntarme a mí―Jimin intentó ignorar el hecho de que ver a Yoongi sin camisa le ponía nervioso, por lo que pasó sus brazos sobre los hombros del hada. ―Se supone que somos algo ¿No?

Yoongi bajó los brazos, dejando de cubrir su abdomen y colocó una mano sobre la cintura de Jimin, siendo algo precavido al pensar que tal vez podía llegar a incomodar a Jimin por un mal movimiento.

― ¿Algo como qué? Entiendo que no somos amigos normales, pero no sé si tenemos un nombre diferente―Jimin suspiró, pero no se alejó. Sabía que en el mundo de Yoongi no existían ese tipo de relaciones y si pasaban, no tenían un nombre en específico, por lo que debía ser comprensible y paciente.

―Bueno, aquí cuando dos amigos se gustan y hacen el beso, normalmente pasan de ser amigos a novios...―Jimin observó de cerca el rostro de Yoongi, quien asentía en comprensión. ―Pero eso solamente si ambos quieren ser novios, no todos lo quieren.

―Entiendo...entonces tú y yo somos novios ahora ¿No? ―Jimin se mordió el labio mientras respiraba hondo.

―B-bueno, realmente no. Uno de los dos debe pedirle al otro si quiere ser su novio, una propuesta bonita.

Jimin sabía que no todos hacían eso, que algunos formalizaban la relación sin necesidad de pedírselo al otro, mucho menos con algo lindo como una cena o velas. Pero Jimin era un cursi de primeras, que le encantaba sentarse en el sofá a ver doramas todo el día, emocionándose como si el protagonista fuera él mismo.

Por lo que el que Yoongi le haga algo lindo para pedirle ser su novio, era algo que le gustaría sentir.

― ¿Es como la propuesta de cortejo? Yo no sé mucho de eso, pero Jungkook sí sabe, en su raza se practica―Jimin recordó el anillo que Jungkook le había entregado a Taehyung, anillo el cual su mejor amigo portaba, aún conociendo su significado.

―Algo así, pero no es necesario que lo pidas con joyas, como lo hacen los elfos. Algo simple y bonito, sería algo lindo.

Yoongi no era el maestro del romanticismo, siempre sacaba volando a las hadas que querían procrear con él o aquellas que simplemente intentaban acercarse demasiado. Odiaba al noventa por ciento de su pueblo y no se esforzaba por socializar con nadie, si no era realmente necesario.

Suran había sido la única hada que se había ganado su cariño y realmente el pensar en procrear con ella le daba repelús. Por lo que no, no había tenido ningún acercamiento medianamente romántico con ningún ser jamás.

―Le pediré ayuda a Taehyung para saber más, la computadora no ayuda, me confunde más―Jimin sonrió en grande y se abrazó por completo a Yoongi, dejando un beso en la pálida mejilla, la cual seguía un poco sonrosada por el alcohol.

―Gracias por tomarte el tiempo de aprender, sé que no es algo fácil y es lindo que quieras hacerlo, aunque te lleves traumas de por medio―el hada sonrió sin darle real importancia a lo de los traumas, no era lo más raro que había visto en toda su vida, así que no tenía problema.

Miró de reojo hacia la puerta de la habitación, observando si Jungkook ya se había despertado, pero no, seguía tirado sobre la alfombra.

Aprovechó ese momento para tomar entre sus manos las mejillas de Jimin, apretando ligeramente con sus dedos las mejillas, por lo que los labios quedaron estirados en una pequeña trompita. Cerró los ojos, como Jimin le había indicado, mientras se acercaba a los labios del menor, juntándolo con los propios.

Se dijo a sí mismo que no debía abrirlos, porque si lo hacía Jimin se reiría de él nuevamente y detendría el beso, por lo que apretó los ojos y se concentró en las emociones que los labios de Jimin le transmitían.

Jimin aguantó la risa que quería brotar de sus labios, se notaba que Yoongi estaba muy nervioso, sus mejillas lo estaban experimentando a primera mano. Decidió que sería bueno enseñarle un poco, para que no se sintiera mal por no estarlo haciendo bien o algo similar.

Se separó del beso con una sonrisa y colocó sus manos sobre las de Yoongi, haciendo que aflojara un poco el agarre.

―No tienes que ponerte tan tenso, los besos son para disfrutar, no para que tiembles por lo tenso que se pone tu cuerpo―Yoongi bajó los hombros y apretó los labios, nervioso. ―Déjame intentarlo ¿Bien?

El hada asintió, manteniéndose quieto ante lo que Jimin pudiera hacer, él solo se quedaría quieto y aprendería.

Jimin apartó sus manos de las de Yoongi, dejando que el más alto las mantuviera sobre sus mejillas igualmente. Se acercó a Yoongi y vio cómo este cerró los ojos, imitándole.

Juntó sus labios con los de Yoongi y sintió cómo este se tensaba ligeramente, por lo que pasó ambos brazos por sobre sus hombros, para que bajara los bajara y destensara.

Intentó mover su cabeza suavemente hacia delante, para que el hada interpretara que quería que abriera los labios, pero no sucedió, simplemente el beso fue más profundo que antes.

Jimin colocó ambas manos sobre la mandíbula de Yoongi e hizo un poco de presión, comenzando a bajar sus pulgares, para que la mandíbula fuera hacia abajo y la boca se abriera, lentamente. Yoongi se confundió un poco, pero se dejó hacer, sintiendo cómo Jimin atrapaba su labio inferior entre los propios, comenzando a succionar suavecito.

― ¿Por qué succionas mi labio? ―preguntó Yoongi con dificultad, haciendo que Jimin riera y se separara ligeramente.

― ¡Porque así se hace el beso! Tienes que succionar un poquito ¿No te gusta?

― ¡Claro que sí! Es solo que se siente raro al inicio, perdón―Jimin negó y se abrazó a Yoongi, el hada sonriendo al corresponder el abrazo.

Jimin dejó un beso en la mejilla de Yoongi y cuando iba a retomar el beso en los labios, una arcada se escuchó desde la sala, notándose también el sonido tan peculiar y asqueroso del vómito cayendo al suelo.

Yoongi miró hacia la puerta, viendo que Jungkook había vomitado junto a la alfombra. El elfo se mantenía en el suelo, acostado junto a su vómito mientras se sostenía la cabeza.

―Ugh, creo que debemos ayudarle―dijo Jimin con asco, debía admitir que le daba mucha cosa el tener que limpiar el vómito de Jungkook, pero bueno, era su amigo y debía ayudarle.

―Primero hagamos el beso una vez más, después vamos con el muerto de Jungkook―Yoongi dijo con seguridad, tomando la cintura de Jimin con ambas manos y dándole un beso en los labios, haciendo que Jimin se riera al separarse.

― ¡Eres malo! Vamos a ayudarle―Yoongi asintió y soltó a Jimin, ambos encaminándose hasta el pobre elfo. ―Limpia el vómito, yo iré por la bebida para la resaca e intentaré que se levante―dijo Jimin, ganándose una mueca de asco de Yoongi.

― ¿Por qué tengo que limpiar yo el vómito? ―se quejó el hada, viendo con asco el líquido mencionado en el suelo.

―Porque tú tienes poderes y puedes limpiarlo sin acercarte siquiera―el hada suspiró y asintió, tenía razón.

Además, si quería ser un buen novio, tenía que hacer algunas cosas por Jimin.

Como limpiar el vómito de un elfo con recaca.

Hoseok sonrió cuando se bajó de su auto, bloqueando las puertas con el control a distancia. Iría a dejarle las llaves a Jimin para que pudiera hacer su viaje al pueblo de su madre y él se quedaría un rato con Taehyung, hasta que tuviera que volver a su casa.

Caminó con una sonrisa hasta el ascensor del edificio y pulsó el botón para que bajara, había estado bailando toda la mañana y sus piernas estaban temblorosas, como gelatina, por lo que era mejor tomar el ascensor.

Cuando las puertas se abrieron entró tranquilamente, dando al botón para poder subir al piso de sus amigos. Eso, antes de que una mano se interpusiera entre las puertas metálicas.

Suran jadeó del susto cuando pensó que su brazo sería aplastado por las puertas del ascensor, sintiéndose aliviada al ver que no fue así y que estas se abrieron automáticamente.

Entró sin prestarle demasiada atención al humano dentro del ascensor, Yoongi le había dicho que no mirara a los humanos a los ojos, porque podían ser peligrosos y matarla.

― ¿Suran? ―otro jadeo temeroso salió de sus labios cuando escuchó su nombre, pero logró reconocer la voz del chico.

Cuando levantó la vista, vio la hermosa sonrisa que había visto hace semanas atrás, además del cabello naranja que decoraba sobre su cabeza, el cual le había llamado tanto la atención desde el primer momento.

―Oh, humano naranja―Hoseok sonrió ante el apodo, acomodándose sobre el lugar, cambiando el peso de su cuerpo de una pierna a otra. ―Lo lamento, no suelo salir del bosque y no estoy acostumbrada a estas cosas o los humanos.

Hoseok negó, intentando ver un poco más del rostro de Suran, pero esta se mantenía con la mirada en el suelo.

― ¿Por qué has salido? Digo, si se puede saber―Suran apretó las manos sobre el tubo que tenía el ascensor, levantando la vista lentamente.

―Y-yo, quería salir un momento, distraerme de las actividades del bosque. Ya sabes, desde que Yoongi se fue no tengo mucha compañía―se encogió de hombros al sentir vergüenza de sí misma, se sentía un poco tonta.

―Oh, pero Yoongi saldrá de viaje con Jimin―Suran abrió los ojos de golpe y vio a Hoseok. ― ¿No lo sabías?

La hada se golpeó la frente con su mano, gruñendo por lo bajo al sentirse aún más tonta que antes.

―Por la mierda, claro que lo sabía. Tiene que ir por el musgo que necesitamos, se me había olvidado por completo―el poco ánimo que había recolectado se cayó de golpe al suelo, pensando en que tendría que regresar al bosque. ―Uh ¿Cómo hago para que esto baje de nuevo?

En esos momentos las puertas se abrieron y se encontraban en el piso de los chicos. Hoseok se mordió el labio, mientras se colocaba entre las puertas.

― ¿Por qué no vienes? Le dejaré las llaves a Jimin y...tal vez podemos ir a algún lado. Algún lugar que quieras visitar―Suran aflojó el agarré del tubo y miró a Hoseok con ojos brillantes. ―No tendré mi auto, pero podemos ir en taxi e ir a comer o algo que quieras hacer.

Suran miró con inseguridad el rostro del pelinaranja. Aún no confiaba en él, solo lo había visto una vez y su cuerpo había reaccionado de forma extraña, algo que no le gustaba. Pero si no aceptaba, debía volver al bosque con su horrible rutina y vida.

Si me intenta hacer algo, lo mato.

Pensó para sí misma, dándose algo de aliento para salir con el chico que le miraba sonriente.

―E-está bien, sí quiero.

Hoseok sonrió en grande y dio un paso hacia atrás, para que Suran pudiera salir sin temor de ser aplastada por las puertas del ascensor.

Llegaron a la puerta del departamento y cuando tocaron el timbre, Jungkook fue el que abrió.

―Oh, Suran Noona ¿Qué hace aquí? ―Jungkook vio a la chica con los ojos bien abiertos, posando su vista sobre el pelinaranja después. ― ¿Por qué estás con el humano?

Suran rodó los ojos y colocó su mano sobre el pecho del elfo, empujándolo para poder entrar.

―Vine a ver un momento a Yoongi y luego me iré con el humano de pelo naranja―Jungkook se sorprendió ante aquello, ya que entre ambos no había existido una interacción tan larga como para que la hada se sintiera confiada de salir con él.

Jimin y Yoongi aparecieron en la sala segundos después, ambos con sus maletas listas. Jimin le dio una de sus maletas a Yoongi, para que no tuviera que llevar la de hojas.

― ¡Suran! ―chilló Jimin mientras se lanzaba a abrazar a la chica, quien lo recibió con mucha alegría. ― ¿Qué haces por aquí?

En ese momento Yoongi se colocó detrás de Jimin, sus brazos cruzados sobre su pecho mientras miraba a la hada con el ceño fruncido.

― ¿Saliste tú sola? ¿Sabes lo peligroso que es? ―Jimin miró a Yoongi y se apartó del medio, para que ambas hadas pudieran hablar. ―Debiste esperar a que Jungkook viniera para que él te acompañara, Suran.

La hada agitó sus alas con molestia, había extrañado a Yoongi y lo único que hacía al verla, era regañarla.

― ¡Pero llegué a salvo! Ya no tiene sentido que me regañes―en ese momento llegó Taehyung, quien notó el ambiente tenso y le preguntó mediante señas a Jimin lo que pasaba, el menor tampoco supo responder.

― ¡Pero te pudo pasar algo en el camino, no puedes salir como si nada! ―Suran se había sentido bastante mal en los últimos días. Aunque Yoongi había estado en el bosque, se había mantenido con Namjoon todo el día y lo entendía.

Pero, después de todo, Yoongi era su único y mejor amigo, por lo que le hacía mucha falta el tenerlo en el bosque, por lo que había decidido el ir a visitarlo.

― ¡Yo solo te echaba de menos y quería verte! ―dijo con los sentimientos a flor de piel, sintiéndose aún más tonta que antes por querer llorar en medio de todos, pasando pena. ―Sabes que nadie me quiere en el bosque y eras al único que tenía a mi lado. No te estoy reclamando, porque estoy feliz de que tú seas feliz por fin. Pero yo...solo quería verte un rato.

El silencio se mantuvo en la sala por varios segundos, lo que fue bastante incómodo para todos los presentes, pero nadie sabía qué decir sin cagarla.

―Uh, Jimin...―Hoseok llamó al castaño, quien se acercó para hablar entre ellos. ―Te dejo las llaves, voy a salir un momento con Suran, creo que sería bueno que se despejara un poco y aceptó la salida. ―Jimin asintió de acuerdo, tomando las llaves.

―Es mejor que hablen cuando Suran esté más tranquila y Yoongi menos preocupado, cuando regresemos del viaje intentaré que hablen lo mejor posible―el pelinaranja asintió con una pequeña sonrisa.

Se acercó a Suran y la tomó de la muñeca, caminando hacia la puerta sin decir mucho más, llevándose a la hada que lloraba.

Yoongi apretó los labios con algo de incomodidad, suspirando ante la situación.

―Bueno, creo que es hora de que se vayan―dijo Taehyung, llamando la atención de los que se mantenían en el departamento. ―Entre más temprano salgan, mejor.

Jimin asintió y tomó las maletas, para poder bajar y dejar las cosas en la cajuela del auto de Hoseok.

― ¿Por qué quieres que nos vayamos rápido? ―le preguntó Yoongi, viendo con las cejas alzadas a Taehyung y Jungkook.

―Porque la madre de Jimin es como una bebé, se duerme muy temprano y si van cuando esté dormida, estará de mal humor y los dejará afuera a ambos―respondió con ojos grandes el pelinegro, sabiendo que la intención de Yoongi era el molestarlo con Jungkook.

―En eso tiene razón, mi madre tiene horas de sueño estrictas―las maletas estaban listas en la puerta, por lo que ambos se acercaron para salir.

―Nos vemos el lunes, disfruten estos tres días de su luna de miel―dijo Taehyung con una sonrisa burlona. Yoongi y Jungkook no comprendieron, pero Jimin sí.

―Lo mismo les digo a ustedes, no me llenen de sobrinos ¿Sí? ―Taehyung jadeó y le dio un golpe en el hombro de su mejor amigo, ambos riendo al final.

―Me llamas cuando estén allá.

Yoongi y Jimin se despidieron de ambos y se dirigieron al ascensor para poder ir al estacionamiento del edificio. Jimin miró al hada, quien se mantenía pensativo sobre lo que había pasado con Suran.

―Hyung, Suran solo te extraña, ella ahora se encuentra sola en el bosque, sin alguien que la apoye, realmente. ―Yoongi asintió, manteniendo la vista sobre sus maletas. ―Voy a invitarla a quedarse de vez en cuando en el departamento, para que no se sienta sola o triste.

Yoongi asintió sin decir mucho, levantado la vista cuando las puertas del ascensor se abrieron.

―Aún no confío del todo en Hoseok, no quiero que le haga daño―Jimin tomó su maleta y comenzó a empujarla. ―Suran siempre ha sido muy impulsiva, por eso suelen lastimarla. Me sorprendió el verla frente a la puerta, diciendo que había venido por su cuenta.

Jimin asintió, desbloqueando las puertas del auto para poder subir las maletas.

―Pero sabes que ella es alguien fuerte y que podrá enfrentarse a lo que intente dañarla, ella también tiene derecho a salir y experimentar, sería bueno que la acompañaras en el proceso y no la regañaras―Yoongi suspiró mientras dejaba la maleta en la cajuela, Jimin cerrándola cuando todo estuvo en orden.

Jimin tomó la mano del hada y lo acercó, dándole un beso en los labios.

―No te preocupes ¿Sí? Cuando volvamos puedes hablar con ella―Yoongi asintió y se acercó al rostro para devolverle el beso al castaño, haciendo que el ánimo del hada se elevara.

Jimin se aseguró de que Yoongi se hubiera colocado el cinturón y comenzaron con el viaje, Yoongi notándose algo incómodo con la calle y el tránsito.

―Podemos poner un poco de música, ten―Jimin le dio su celular, el cual se había conectado con el Bluetooth del auto.

Yoongi asintió y buscó entre las canciones, colocando una de la lista que Jimin había hecho con sus gustos.

El sonido estridente golpeó en las bocinas del auto, haciendo que Jimin pegara un brinco y un gritito, Yoongi bajando el volumen rápidamente.

― ¡Hyung, mis tímpanos! ―se quejó Jimin mientras reía, manteniendo ambas manos sobre el volante, agradeciendo el no haberse asustado demasiado como para perder el control del auto.

― ¡Lo siento! No sabía que esto estaría tan fuerte―Yoongi puchereó y buscó otra canción, esta vez a un volumen moderado.

―No te preocupes, Hyung.

El camino avanzaba y el viaje era bastante cómodo, hablaban un poco en pequeños espacios, más que todo sobre el tema de las verduras que vendía Yoongi y el tema de Suga y sus vacunas.

En ese momento, una motocicleta se adelantó por el lado derecho, haciendo que Jimin se asustara y tuviera que frenar de golpe, ya que el chico en la moto había sobrepasado de forma incorrecta.

―Mierda, ese idiota―jadeó con molestia Jimin, pisando nuevamente el acelerador.

El chico de la motocicleta miró hacia atrás, sacándole el dedo del medio a Jimin.

Yoongi levantó una ceja con molestia, Taehyung le había enseñado que esa seña no era buena y eso le molestaba.

Apretó la mano para intentar no hacer una tontería, pero quería darle un pequeño susto al chico de la motocicleta. Levantó un dedo con disimulo, para que Jimin no se diera cuenta de lo que estaba a punto de hacer. Señaló con su dedo índice la rueda trasera de la motocicleta, sonriendo.

Jimin observó cómo el chico de la motocicleta perdía el control, comenzando a manejar en zigzag mientras intentaba no chocar. Un auto sobrepasó de forma correcta a Jimin a su lado, pero la motocicleta frenó de golpe y chocó con el auto que estaba al lado de Jimin.

― ¡Ay, mierda! ―chilló Jimin mientras pisaba con fuerza el acelerador, porque si no avanzaban, podían verse en vueltos en el choque. ―Eso pasa cuando andan malos conductores por la calle.

Yoongi sonrió, totalmente satisfecho con el resultado.

―Sí Jiminie, así es como la vida trata a los irresponsables.

Yoongi sabía que ese sería un viaje largo y esperaba que no se toparan con más problemas como ese chico. Si era así, no le importaría el causar otro pequeño accidente.

Hermosos dibujos hechos por: @giss_caf21 🥺❤️

¡Hola! 👀

Como sabrán, el Yoonmin ha emprendido su viaje y quise dejar todo el momento con la madre de Jimin en un capítulo completo, por lo que no lo agregué a este👀

Quiero agradecerles por el apoyo, hemos llegado a los 21k de votos y las 129k leídas TuT❤ estoy muy agradecida con ustedes y espero que el transcurso de la historia les esté gustando.

Siempre leo sus comentarios y todos sus mensajitos lindos, les agradezco mucho todo el amor y si tienen alguna sugerencia para la historia, pueden dejarla en este párrafo ❤👉

¡Espero que el capítulo haya sido de su agrado! Por favor, cuídense mucho y a sus seres queridos

¡Nos leemos prontooooo!

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