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Agitó sus alas con pereza mientras veía las nubes moverse lentamente sobre ella, pensando en que las nubes eran una de sus cosas favoritas en todo el mundo, ya que se veían tan esponjosas y bonitas, como si se tratara de algodón.

Antes creía que las nubes eran trozos de algodón que se les escapaban a las hadas, que los trozos volaban hasta lo más alto del cielo y se juntaban con los demás trozos en el cielo. Todos volando en grupos por el mundo.

Sin embargo, en la escuela de hadas le habían enseñado que no era así, que si las tuviera al frente, no podría aplastarlas entre sus manos como tanto había anhelado en un momento de su vida.

Suspiró, estaba muy cansada y no quería moverse de su lugar por nada del mundo, puede ser que las roquitas de la tierra y el suelo se enterrasen dolorosamente en su espalda y piernas, que sus inútiles alas estuvieran siendo apastadas por su cuerpo y que el sol le estuviese dando directo al rostro.

No le importaba, porque sinceramente no quería seguir sintiendo absolutamente nada.

― ¡Hey, asesina! ―escuchó una voz aguda llamarle, haciendo que dirigiera su mirada apagada al ser que le llamaba de esa forma, no tenía que pensar demasiado para saber que era ella a quien llamaban con ese apodo. ―Levántate del suelo y ayúdame.

Tzuyu suspiró con cansancio al ver al gnomo que tenía como compañero de casa desde que había llegado a ese bosque, sabiendo que si no le hacía caso, llamaría la atención de los elfos a cargo de esa zona y estaría en más problemas.

―Estoy cansada, ayer me dejaste todo el trabajo a mí―se quejó mientras se sentaba lentamente en el suelo, sentía una necesidad terrible de mover sus alas, agitarlas para quitar la suciedad, pero no podía. Ni siquiera podía sentirlas.

―Te lo dejé ayer porque los elfos me lo indicaron, por tu mal comportamiento de noches atrás―Tzuyu chasqueó la lengua y se levantó, sintiendo sus piernas temblorosas por el esfuerzo.

―Pero ya no puedo, mi cuerpo tiembla, soy muy pequeña para el trabajo y mis alas no sirven más―el gnomo de barba blanca se encogió de hombros, mostrando que le daba totalmente igual la condición de la chica.

― ¿Tú crees que yo no estoy cansado? Pero estamos aquí por una razón, así que muévete y colabora―Tzuyu sintió sus ojos llenarse de lágrimas, caminando hasta la caja de madera que tenía el gnomo, en donde estaban todas las semillas y árboles bebés que tenían que plantar.

Los seres que eran desterrados de sus bosques tenían que unirse a bosques en desarrollo, ayudando a que estos puedan ser habitables por más seres mágicos en el futuro. Eran obligados a trabajar para ayudar con el crecimiento de la flora, siendo castigados cuando se rehusaban a hacer algo.

―Lo siento, pero no puedo, mi cuerpo no aguanta. Soy un hada de luz, no fui creada para este tipo de trabajos―el gnomo poco simpatizaba con la chica hada, ya que estaba consciente de lo que esta había hecho para que la castigaran, ni él había sido tan malo.

―Debiste pensar en todo esto antes de matar a alguien ¿No crees? ―Tzuyu tragó duro cuando escuchó esas palabras, sabía que todos conocían lo que había hecho y que la juzgaban por ello. ―Mira, no soy un mal gnomo, en verdad siento lástima por ti. Pero no por eso voy a hacer todo el trabajo yo, cuando he sido mejor ser que tú.

La hada tomó las semillas con el ceño fruncido, comenzando a caminar al área en donde debía plantarlas.

― ¿Y quién te crees tú como para decir que eres mejor que yo? Por algo estás en este bosque―el gnomo aplanaba la tierra en donde había colocado un árbol bebé, mirando al hada de reojo.

―Le hice un agujero en la oreja con mi espada a un elfo de la realeza, uno de alto rango―Tzuyu soltó una pequeña carcajada, haciendo que el gnomo le viera de mala manera. ―Yo no sabía que ese elfo era uno de la realeza y que estaba cuidando el bosque, pensé que era un intruso y fue lo más que pude hacer.

En ese momento Tzuyu se sintió muy asquerosa, demasiado realmente. El gnomo estaba ahí por haberle hecho un agujero en la oreja a un elfo y ella por mandar seres a dañar un bosque y violar a un hada refugiada, además de que lo había matado.

En ese momento se preguntó por qué no la habían asesinado, si hasta ella lo veía como algo justo.

Hadas nacían todos los días, de diferentes clases y rangos, ella era nada en comparación a sus compañeras, a comparación de Yoongi.

Recordó con una sonrisa amarga que todo había comenzado por el hada pálido, por su presencia en el bosque y la admiración llena de envidia que todas las hadas le tenían.

En las clases siempre halagaban a Yoongi, diciendo que su clase era la que mantendría al bosque a salvo de todos aquellos que quisieran dañarlos y que un hada como él, era algo que debía apreciarse. En esos momentos se había sentido bastante molesta.

Tantos seres mágicos más importantes que un hada.

Pero todo el reconocimiento se lo lleva un hada que tiene muchos poderes.

Sabía que era estúpido el estar molesta por eso, de hecho, debería estar agradecida de haber nacido en un bosque en donde se tenía a un hada completo, porque eran muy pocos los que existían. Pero no podía, ella quería ser igual de importante que Yoongi.

Tonto, realmente tonto, pero cuando veía a Yoongi por el bosque, lo único que se le ocurría hacer era el buscarle defectos al hada para poder destacarlos. Algo tenía que haber para que esa hada dejara de ser tan importante.

Y pensaba que lo había descubierto, pero todo resultó ser un error, un fallo que le causó mucha molestia y furia, haciendo lo primero que se le ocurrió. Que violara a la supuesta hada y luego fuera contra Yoongi.

Cegada por la furia y la envida.

― ¡Si no te apresuras en verdad voy a decirle a los elfos que andas de perezosa, si no terminas no podré irme a dormir!

El gnomo dejó la bolsa de tela que había usado para guardar las semillas sobrantes, mirando a la chica con una de sus manos en su cintura.

―Mira, tienes que recordar que mis días aquí están contados, yo volveré a mi bosque cuando dos amaneceres hayan pasado. Tú no lo harás nunca―Tzuyu apretó las semillas que tenía entre sus manos, levantándose lentamente del suelo, para poder ver al gnomo. ―Tienes que aprender a hacer todo esto sola, porque nadie querrá ayudar a la asesina del bosque.

Tzuyu aguantó el llanto y asintió, caminando hacia el gnomo con una sonrisa falsa, intentando mentalizarse que esa sería su nueva vida.

Porque cuando el bosque sea habitable, los seres castigados serán llevados a otro bosque en proceso de adaptación, ella jamás dejaría de trabajar, ya que ese era el pago de sus acciones.

Se arrepentía de todo, pero sabía que no servía de nada.

Jimin miraba a Suga enredarse con una bola de estambre que Taehyung había dejado en el suelo, sonriendo con gracia cuando el minino comenzó a maullar por no poder soltar sus patitas traseras del estambre.

Sacó su celular de su bolsillo y apuntó a la imagen del, ahora no tan pequeño, gato. Le enviaría el video a Yoongi para alegrar su día, ya que sabía que seguramente estaría extrañando mucho a Suga.

Cuando terminó de grabar, guardó el video en su galería, viendo de reojo la hora. Desde que se había quedado sin trabajo, tenía tiempos libres por las tardes, lo que le daba la oportunidad de entregar las verduras y hierbas comestibles que Yoongi se había encargado de plantar. Realmente no sabía cómo harían cuando estas se acabaran, ya que Jimin no tenía manos mágicas como las de Yoongi.

―Ya deja eso―susurró cuando vio que el minino comenzaba a jugar nuevamente con el estambre, sabiendo que pronto terminaría todo enredado y tendría que ayudarle a quitarse todo de su cuerpo. ―Sé que extrañas a Yoongi, era quien te daba cariñitos todo el día.

Tomó al gato entre sus manos y lo colocó sobre sus piernas, comenzando a acariciar la barbilla peluda, el minino comenzando a ronronear ante las caricias.

―Hace mucha falta su presencia, ya nos habíamos acostumbrado a tenerlo aquí siempre―se sentía un poco extraño al estar hablando con su gato, pero Taehyung estaba en sus clases, por lo que no podía hablar con un humano en esos momentos.

Levantó la vista al techo y recordó con una sonrisa el día que Yoongi le hizo volar, ese día había sido uno muy importante para Jimin, más allá de su primera clase de vuelo. Realmente extrañaba mucho a Yoongi y lo ponía un poco nervioso el no saber cuándo regresaría al departamento o si lo haría si quiera.

― ¿Crees que esté conectando conmigo ahora? ―preguntó mientras acariciaba el blanco pelaje, colocando una de sus manos sobre el collar que Yoongi le había dado. ―No lo creo, debe estar muy ocupado ahora. ―se respondió a sí mismo.

Jimin frunció el ceño cuando creyó escuchar la voz de Taehyung fuera del departamento, como si estuviese alzándole la voz a alguien. Aún con la confusión a flor de piel, se levantó del suelo y caminó sigilosamente hacia la puerta principal, pegando su oreja en la madera para poder entender lo que pasaba afuera, siendo más que todo murmullos incomprensibles desde la lejanía.

― ¿Vas a seguir evitando el tema? ―Jimin se sobresaltó al escuchar la voz del chico que se le había acercado aquel día en la cafetería, podía reconocer su tono de voz, pero por lo que podía escuchar, estaba molesto. ―Si no quieres dímelo directamente, no es necesario que te hagas el desentendido.

― ¡Pero si no me estoy haciendo el desentendido de nada! No tengo ni idea de qué tema dices que estoy evitando y menos lo haré si no me explicas―Taehyung se escuchaba cansado y cómo no, si al parecer el chico lo había seguido hasta el edificio.

―La carta, la carta del sobre azul ¿Cómo puedes ignorar todo lo que puse como si nada? ―Jimin se congeló cuando escuchó aquello, recordando que el chico le había dado una carta para que se la entregara a Taehyung, cuando estaba recuperándose.

No se la había dado, la carta se mantenía en su mochila.

― ¡Yo no he recibido ninguna carta, he faltado a la universidad por casi una semana! ―en ese momento Jimin escuchó cómo su mejor amigo metía la llave en la cerradura, por lo que se separó de la madera, para no ser golpeado.

Cuando el pelirrojo abrió la puerta se le veía notablemente molesto, al igual que Minjae, quien se mantenía a su lado con ambas manos dentro de su sudadera.

―Jimin-ssi ¿No le diste la carta a Taehyung? ―el tono de voz del chico no se suavizó en absoluto al hablar con Jimin, por lo que el pelinegro levantó una ceja con molestia.

¿Quién se creía para perseguir a Taehyung hasta el departamento y luego hablarle con ese tono?

―Discúlpame, pero se me olvidó el entregársela, créeme que iba a hacerlo―Taehyung miró a Jimin con alivio, entrando al departamento y quedándose detrás del pelinegro. ―igualmente ¿Por qué has seguido a Taehyung hasta aquí? Eso es turbio.

Minjae respiró hondo y apretó las manos en sus bolsillos, sintiéndose apenado y molesto al mismo tiempo.

―Pensé que estaba evitando el tema de la carta, no quería que las cosas quedaran así como así, sin que me diera una respuesta―Jimin sintió un poco de pena por el chico, pero no era una excusa para perseguir a Taehyung cuando este le ha dicho que no sabe del tema y luego hablarle mal por no haberle dado la carta.

―Te dije que no tenía idea de nada y que iba a preguntarle a Jiminie sobre lo que me hablabas, que iba a llamarte cuando estuviera enterado. Aún así me seguiste hasta aquí haciendo un escandalo en la calle―a Taehyung jamás le había gustado que las personas fueran demasiado insistentes, hasta el punto de hacerlo desesperar.

―Lo siento, no pensé que en verdad desconocieras de lo que te hablaba, pensé que era una forma disimulada de rechazarme.

Jimin dio un paso atrás algo incómodo, él no debía entrometerse más en la conversación, pero no sabía si era buena idea dejar a Taehyung solo con el chico. Tampoco lo veía correcto.

―Bien, ahora que lo sabes vete de aquí―Taehyung estaba muy molesto por todo lo que el chico había dicho en el camino al edificio, además de haberlo seguido sin su consentimiento.

Jamás había conocido esa faceta tan intensa de Minjae y no le gustaba para nada.

―Cuando haya leído la carta y te hayas tranquilizado vamos a hablar, mientras tanto, no―el chico dio un paso hacia atrás y asintió, una sonrisa apenada decorando su rostro.

―Lamento el haberme comportado así, mis disculpas para ambos.

Dio una pequeña reverencia y comenzó a caminar hasta el ascensor, siendo Jimin quien cerró la puerta.

―TaeTae, lo lamento. Debí darte la carta, pero se me olvidó por completo―el pelirrojo negó con una sonrisa, pasando ambos brazos sobre los hombros de su mejor amigo, dándole un abrazo.

―Hay prioridades y en esos días el darme una carta no era una de ellas. No tienes que disculparte por nada―el más bajito sonrió y apretó al pelirrojo entre sus brazos, haciendo que este se quejara entre carcajadas por ser aplastado. ―Por cierto, tengo que mostrarte algo.

Suga apareció en medio de la sala con el estambre nuevamente enredado en sus patas, caminando tambaleante mientas maullaba por ayuda.

― ¿Cómo es posible que solo le hagas caso a Yoongi? ―le preguntó Jimin con un puchero al minino, agachándose para poder quitar el estambre.

―Porque a Yoongi sí le entiende, a ti no. A Yoongi le escucha palabras y a nosotros un blablablá―Jimin se encogió de hombros con una sonrisa, era verdad, por un momento olvidó que Yoongi era mágico. ―Sería gracioso el poder hablar con animales, ya sabes, que te cuenten sus cosas.

Cuando el minino estuvo libre de estambre, corrió hasta la habitación nuevamente, para tumbarse a dormir un buen rato. Jimin caminó a la mesa del comedor, en donde Taehyung se había sentado con su computadora sobre la mesa.

―El día que partí al bosque y pasó todo lo que pasó, al parecer le envié un correo a una empresa de ropa y accesorios para un empleo de una sesión―Jimin tomó asiento en el regazo de Taehyung para poder ver. ―Ayer que me metí a mi correo, vi que me habían enviado un correo para confirmar la fecha, hora y lugar en donde debía estar para la sesión.

Jimin revisó el correo completo, sonriendo cuando vio las fotos que su mejor amigo había mandado.

―Tengo que llegar mañana para que me prueben los accesorios y ropa, la sesión es al día siguiente, pero acabo de notar que debo tener el cabello negro y perforaciones en las orejas...―Jimin miró al que era su asiento en ese momento, pasando una de sus manos en el cabello de Taehyung.

―Jamás te he visto con el cabello negro, pero estoy seguro de que te verás increíble―el mencionado sonrió ante el halago, comenzando a ver nuevamente el correo. ―Podemos ir hoy al centro comercial, aún no es tan tarde, por lo que podemos ir a que te pinten el cabello y luego las perforaciones.

Se levantó del regazo de Taehyung y caminó hasta la habitación, para poder ponerse decente para salir, ya que estaba en pijama.

― ¿Te harás algo tú? Llevas toda tu vida con el pelo negro, quizá puedas probar con otro color―Jimin se miró en el espejo, sintiéndose un poco nervioso por pensar en cambiarse el color de su cabello.

No era que no le llamara la atención el cambiar, pero tenía bastante miedo de elegir un color que no le favoreciera o terminara odiando.

―No lo sé, no lo creo―Taehyung tomó su billetera y la metió en su bolsillo, listo para salir. ―Creo que podría intentar con las perforaciones, pero aún no me atrevo a pintarme el cabello.

Taehyung asintió conforme y ambos comenzaron a salir del departamento, asegurándose de que todo quedara bien cerrado y las luces apagadas.

En el camino al centro comercial Taehyung le comentó cómo había sido la situación con Minjae.

Este se le había acercado como normalmente hacía, pero estaba bastante molesto desde el inicio y le hablaba muy borde. Cuando le preguntó qué le pasaba, le respondió que era un desconsiderado por no decir nada, un mal amigo.

Claramente no había entendido nada y le pidió que le explicara lo que pasaba, porque él estaba totalmente perdido. Aún así, siguió diciéndole que era un mal amigo por no decirle las cosas directamente, sino que prefería el no decir nada y hacer como si nada hubiera pasado.

"Dime lo que te pasa, pedazo de imbécil"

Y cuando se rindió de insistirle para que le contara lo que aparentemente había hecho mal, el chico lo había seguido en todo el camino hasta el edificio, recriminándole en público sobre cómo estaba siendo tan malo con él después de todo lo que le había confesado.

―No es por nada, pero el chico es bastante intenso. Eso es una señal para huir―Taehyung asintió ante las palabras de Jimin, ambos viendo la sala de belleza que estaba dentro del centro comercial. Taehyung se teñía y retocaba el rojo en esa peluquería, por lo que no pensó en ir a una diferente.

Cuando entraron vieron que no estaba demasiado lleno, lo que era algo bueno para ambos.

―Buenas tardes, Taehyung Oppa y chico del  que aún no sé el nombre ¿En qué los podemos ayudar? ―preguntó Jisoo con una sonrisa, haciendo que ambos se la devolvieran.

Taehyung era conocido en ese lugar por todas las trabadoras, por lo que no era raro el que le saludaran de forma confiada. Sin embargo, Jimin no iba a esa peluquería, ya que no solía frecuentarlas más que para cortarse un poco el cabello.

―Solamente seré yo el que pase, quisiera teñirme el cabello de negro―Jisoo avanzó hacia Taehyung para ver su cabello, las puntas y el descoloramiento natural de este por las lavadas. ― ¿Estás seguro de que no quieres hacerte nada, Jiminie?

Jisoo posó su vista sobre Jimin y le dio una linda sonrisa.

―Es que no me siento confiado de cambiar el color de mi cabello, jamás lo he cambiado...―la chica avanzó hasta Jimin y miró atentamente el contraste de su actual color con el de su piel.

―Creo que un rubio o un castaño se verían muy bien en ti. Aunque creo que puedes optar a una buena paleta de colores―Jimin se miró en uno de los grandes espejos del lugar, analizando si era buena idea el cambiar.

―Está bien.

Ambos entraron a la zona en donde comenzarían sus cambios de aspecto; Taehyung se había quedado con Rosé, una de las compañeras de Jisoo y Jimin se había quedado con la mencionada, ya que ella le ayudaría a elegir un buen tono que lo haga sentir seguro a Jimin.

El proceso fue algo largo, ya que era un tinte, más el alisado de cabello de Taehyung y el corte de Jimin, realmente no tenían planeado el gastar tanto el la peluquería, pero no se arrepentían de lo que habían decidido.

Taehyung se vio en el espejo con una sonrisa, totalmente conforme con su aspecto.

―Lo ves, te dije que te quedaría muy bien―dijo Rosé mientras guardaba la plancha para cabello que había utilizado, quitándole la capa plástica al mayor.

―Me siento un poco raro con el nuevo color, pero me gusta―miró por el espejo a las sillas que estaban detrás de él, no logrando ver a Jimin. ― ¿Dónde está Jiminie?

Rosé se colocó de puntitas mientras sacudía la capa plástica, mirando al chico en las sillas de la sala de espera.

―Ya terminó, está sentado en la entrada―Taehyung caminó con una sonrisa a donde su mejor amigo estaba, notando que se veía hermoso con su nuevo color de cabello.

Jimin se levantó del sofá con una sonrisa nerviosa, pasando su mano entre los mechones de su cabello en acto nervioso. Realmente le había gustado mucho el color que había elegido pensaba que hacía resaltar sus facciones más que el color negro.

Siempre había sido alguien bastante inseguro ante los cambios, en especial aquellos que tardan mucho en volver a la normalidad. Por lo que no solía experimentar con su cabello casi nunca.

―Te dije que un cambio sería muy bueno para ti, el castaño te queda hermoso.

Jimin estaba entre el rubio y el castaño, Jisoo le había mostrado todos los tonos que habían de cada color, pero al inseguridad de verse con un color demasiado diferente a su natural, le hizo pensar que era mejor probar con algo un poco más sutil, antes de probar cambios más notorios, como lo sería un color rubio o alguno fantasía.

―Dímelo a mí, te dije que el negro haría que te vieras increíble y no me equivoqué.

Con una sonrisa, Taehyung pagó todo lo que se habían hecho y agradeció a las dos chicas por su trabajo, saliendo ambos totalmente conformes del lugar.

En esos momentos algunas tiendas comenzaban a cerrar, no eran demasiadas, pero eso hacía ver que tenían que apresurarse antes de que la tienda de perforaciones y accesorios similares cerrara.

―Dicen que duele solo cuando entra el aro, pero después es más una incomodidad que dolor―dijo Jimin mientras apretaba uno de sus lóbulos, mirando atentamente la tienda con decoraciones negras y blancas. ―Oh, hay promociones por las perforaciones.

Ambos se acercaron a los carteles en donde estaban las promociones, porque después de todo lo que se habían gastado en sus cabellos, era bueno el buscar una promoción para amortiguar el golpe económico. Agradecían que Yoongi y Jungkook les hubieran dejado dinero antes de irse, Yoongi de lo que había ganado con sus verduras y Jungkook de lo que le había sobrado después de intercambiarlo por su oro.

―Una perforación en el lóbulo de la oreja y uno en el hélix, al precio de uno―leyó en voz alta, mostrando confusión al no reconocer el "hélix"

―Me parece buena idea, los piercings que se colocan en el hélix me gustan, se ven muy bien―Taehyung tomó la mano de Jimin antes de que el menor se arrepintiera, ambos entrando al estudio, viendo que habían personas, pero no demasiadas.

El hélix es el cartílago que forma el arco exterior de la oreja. Normalmente los accesorios que se colocaban en esa zona eran bolitas metálicas o aros pequeños.

―Buenas tardes ¿En qué podemos ayudarles? ―Taehyung sonrió ante la chica que se colocó frente a él, notando que tenía muchas perforaciones, en especial en sus orejas y cejas.

―Queremos aplicar la promoción en una de nuestras orejas y en la otra una perforación normal en el lóbulo―dijo Taehyung, empujando ligeramente a Jimin para que no se escondiera.

―Perfecto, pasen por aquí―la chica avanzó hasta una de las mesas que estaban ubicadas por todo el lugar, en esa mesa estaban todos los materiales que debía utilizar para la perforación.

― ¿Ya se han perforado anteriormente o es primera vez? ―preguntó la chica mientras desinfectaba sus materiales.

Jimin pudo leer que en su uniforme ponía el nombre de Kim Jennie.

―Para ambos es la primera vez, no lo habíamos considerado hasta hace poco, realmente―Jimin asintió ante las palabras de su amigo, sintiéndose algo extraño en el lugar.

―Pues bienvenidos sean al mundo de las perforaciones, créanme, no se van a arrepentir―Jennie terminó de preparar las cosas que debía utilizar, sacando una caja de acrílico en donde tenía varios aretes antialérgicos. ―Pueden elegir los aretes que voy a introducir para hacer el agujero, luego podrán cambiarlos por algunos que ustedes quieran.

Taehyung eligió unos de perlas rojas y Jimin uno de perlas amarillas, pensaba que podría combinar con el collar que Yoongi le dio, además de que él no tenía pensado cambiarlos demasiado.

― ¿Quién va primero? ―Jimin se adelantó para sentarse en la silla que Jennie indicaba, ganándose una mirada sorprendida de Taehyung.

― ¿Qué? Si no lo hago ya me voy a arrepentir.

La chica sonrió y colocó la pistola perforadora en el lóbulo de Jimin, no sin antes haber marcado en dónde iría en agujero, para que quedara simétrico.

―Será rápido, pero igualmente contaré para que no te asustes―dijo la chica, no lo decía con mala intención, pero ya le había pasado que perforaba a alguien novato y este brincaba del susto ante la perforación, haciendo todo más doloroso y complicado.

―Estoy listo.

Jimin apretó las manos y sintió el golpe en su oreja, gruñendo bajito ante el dolor punzante que sintió en la zona. Jennie rápidamente se movilizó al otro lado, perforando el otro lóbulo de forma perfecta.

―Ahora vamos con el hélix, puede que este duela un poco más―la chica colocó la pistola en el cartílago de la oreja, perforando esta vez sin colocar un arete antialérgico, ya que ahí se colocaría una argolla de metal.

Jimin soltó el aire cuando las perforaciones estaban en sus pequeñas orejas, sintiendo el punzón incómodo en estas, pero no era nada insoportable.

―Muy bien, ahora va tu amigo.

Taehyung se sentó en la silla y esperó pacientemente a que la chica comenzara. Jennie se colocó en el lóbulo izquierdo y disparó para realizar la perforación, revisando si había quedado bien.

―Vaya, tienes una cicatrización muy rápida―dijo la chica mientras veía sorprendida la oreja de Taehyung, el agujero se había cerrado casi por completo, de nos ser por el arete que había colocado.

Jimin se asomó para ver, no notando realmente lo que ella decía, pero bueno, tampoco es como si él hubiera visto muchas orejas perforadas.

― ¿En serio? Siempre me dijeron que tenía una cicatrización un poco lenta―Jennie se pasó al otro lado y perforó, notando que la cicatrización fue igualmente rápida.

―Quizá has mejorado algo en tu sistema y ahora cicatrizas rápido.

Colocó la pistola en el hélix y perforó, tomando rápidamente el aro para poder colocarlo. Pero cuando regresó la vista a la oreja de Taehyung, el agujero se había cerrado, por completo.

Jennie abrió la boca sorprendida, eso era algo que jamás había visto.

―El agujero se cerró, en menos de cinco segundos―Taehyung frunció el ceño y tomó uno de los espejos de mano que había en la mesa, mirándose por el reflejo, notado que era verdad. ―Vaya chico, si tomas algunas vitaminas o cosas así, recomiéndamelas.

Jimin miró a Taehyung seriamente, sabiendo que eso no era algo normal y que debían tenerlo en cuenta.

Desde que comenzaron a relacionarse con seres mágicos, tenían que mantenerse pendientes de ciertas cosas que no fueran normales, no al menos dentro de su conocimiento. El que Taehyung cicatrizara a una velocidad totalmente increíble era algo que no debían dejar pasar, tenían que hablar con Yoongi, Namjoon o cualquiera de sus amigos mágicos para saber lo que le estaba pasando.

―Te pondré un arete en el hélix y cuando cicatrice te podré la argolla, sino será imposible―dijo Jennie sin darle demasiada importancia el asunto.

Personas habían de todo tipo en el mundo, por lo que para ella no fue nada alarmante.

Cuando terminaron con las perforaciones, ambos le agradecieron a la chica y salieron del centro comercial, aún demasiado pensativos sobre lo que habían descubierto en esos momentos.

Jimin recordaba que Namjoon le había contado que, Taehyung podría tener algún efecto secundario debido a la magia que había utilizado dentro de él, sin embargo, no sabía si eso era algo bueno o algo malo.

―Quizá solo sea que mi sistema de cicatrización sea más rápido en mis orejas, no creo que sea algo malo―Jimin miró las puertas de su edificio, aún demasiado curioso sobre lo que podría ser.

―Pero no es posible que en menos de dos segundos tu herida cicatrice, no tiene sentido...―ambos entraron al ascensor y pulsaron el botón de su piso, comenzando a subir. ―Deberíamos hablar con los chicos, esto no me deja tranquilo.

Taehyung asintió y Jimin sacó su celular, entrando rápidamente al chat con Yoongi. Esperaba que el hada pudiera tener algo de señal.

Yoonie hyung ✨❤:

Hyung, algo le pasa a Taehyung.

Está cicatrizando en menos de dos segundos. Eso no es normal.

Fue una herida pequeña, un agujero en su oreja, pero igualmente es algo que no le pasa a los humanos promedio.

8:04 pm.

― ¿Me acabas de llamar humano promedio? ―preguntó Taehyung con gracia, ambos saliendo del ascensor cuando las puertas se abrieron.

―Agh, cállate. Tengo que explicárselo a Yoongi de alguna forma, para que entienda lo poco normal que es el  asunto―Jimin observó que los mensajes aparecían con un solo cheque, por lo que era probable que no tuviera señal.

Taehyung abrió la puerta del departamento y comenzó a encender las luces. Mientras Jimin cerraba la puerta con la vista pegada a su celular.

El pelinegro notó que había una hoja de papel en la mesa del comedor, por lo que se acercó para leerla.

Hermoso humano Taehyung y Jimin.

Namjoon, borra eso.

¿No puedes?

¿Por qué sigue escribiendo lo que digo?

Magia de mierda.

Bueno. Humanos, soy Jeon Jungkook, el elfo.

Envío esta carta porque nuestros celulares han muerto, no sabemos lo que les pasa, pero ya no encienden y no hacen ruidos. Namjoon nos contó que tenemos que usar energía para que revivan, pero aquí es difícil de conseguir. Ha hecho una máquina hidráulica para generar energía y dice que pronto hará que revivan, pero por el momento, no tenemos algo para comunicarnos.

Les estaremos visitando en tres o cuatro días.

Atentamente, Jungkook el elfo.

―No van a contestar, Jungkook manda a decir que se les acabó la batería, pero que pronto Namjoon les ayudará a cargarlos―Jimin hizo un pequeño puchero mientras dejaba el celular en la mesa.

Yoongi no podría darle sus buenas noches.

―Bueno, igualmente tenemos que decirles cuando vengan, me preocupa que sea un efecto secundario por el ritual que hizo Namjoon hyung―Taehyung asintió en un suspiro, dejando la nota de lado.

Pronto tendrían que irse a dormir, ya que al día siguiente ambos tenían que ir a estudiar y Taehyung a trabajar el doble, tenían que mantenerse lo mejor posible para poder rendir al día siguiente.

Sin embargo, la curiosidad estaba llenando el cuerpo del reciente pelinegro, quien se mantenía con la vista pegada en uno de los cuchillos de la cocina. No quería hacer una estupidez, pero debía admitir que la curiosidad era grande y no le dejaría tranquilo hasta comprobarlo.

Suspirando entrecortado, tomó el cuchillo mediano, el cual utilizaban para las verduras.

Levantó su mano izquierda y la miró por unos segundos.

―Taehyung...―Jimin le miró con el ceño fruncido, no comprendiendo por qué tenía un cuchillo en sus manos. ― ¿Qué est-?

Sus palabras fueron interrumpidas cuando Taehyung pasó el filo del cuchillo en la palma de su mano, abriéndose una gran herida mientras chillaba por el dolor. La sangre comenzando a bajar hasta el lavabo.

― ¡Taehyung! ¿Qué mierda? ―Jimin se acercó a su amigo, quien jadeaba por el ardor y dolor, comenzando a buscar el botiquín de emergencias que tenían en los estantes de abajo.

Sin embargo, la herida profunda de Taehyung comenzaba a cerrarse sola, era un poco más lento que en su oreja, pero demasiado rápido para ser algo normal. Jimin abrazó el botiquín con los ojos bien abiertos y puestos en la herida sangrante, la cual terminaba de cerrarse por completo.

―Quería probar si funcionaba con heridas grandes, lamento el susto―Taehyung apretó la mano en un puño, sintiendo totalmente normal, como si segundos antes no se hubiera hecho un corte profundo.

La sangre se mantenía en el lavabo, por lo que Taehyung encendió el grifo para que el agua se la llevara.

―Definitivamente no es normal, pero al menos no es algo negativo―dijo Jimin mientras dejaba el botiquín en su lugar. ―No vuelvas a hacerlo, ya sabemos que sí funciona con heridas grandes.

Taehyung asintió con una pequeña sonrisa, comenzando a lavar el cuchillo ensangrentado.

Intentaron relajarse lo más posible con respecto al tema, sí, era algo que no debía suceder y que estaba fuera de lo normal, pero al menos no era algo negativo.

Cuando todo se había calmado, ambos se prepararon para ir a dormir, estaban muy cansados por el agitado día.

Jimin miraba el suelo con un poco de tristeza, extrañaría el hablar, aunque sea un poco con Yoongi. Por mensajes no se decían mucho, solo eran unos "Buenos días" un "Descansa" o "Cuídate" y las llamadas eran imposibles, ya que el hada estaba muy ocupado.

Le hacía mucha falta, esperaba el poder verlo pronto.

Se levantó para cepillarse los dientes, siendo algo rápido ante el sueño y la pereza que dominaba su cuerpo. Cuando regresó a la habitación, vio a Taehyung acostado en su lado de la cama, casi completamente dormido.

Caminó con sigilo por el cuarto, siendo cuidadoso con las cosas que pudieran estar en el suelo, ya que estaban a oscuras.

Pero cuando iba a acomodarse en su lado, sintió un papel aplastarse debajo de sus manos, lo que le hizo fruncir el ceño.

―Taehyungie ¿Trajiste la carta de Jungkook al cuarto? ―preguntó en un susurro, tomando el papel entre sus manos.

―No.

El castaño levantó una ceja y se encaminó al baño para poder leerla, ya que no pensaba encender la luz cuando Taehyung estaba casi dormido. Cerró la puerta para no molestar y encendió la luz, comenzando a desdoblar el papel.

Jiminie, soy Yoongi.

Te envío esto porque mi celular murió, no sé por qué, pero Namjoon nos está ayudando a que revivan. Dice que necesitan energía, así que se los dejamos para que los reviva y poder mantener la comunicación.

Solo lo envío para desearte buenas noches y también para corroborar que estés bien. Cuando conecté contigo hoy sentí dolor, pero no uno demasiado fuerte, por lo que quería saber si estás bien.

No podemos saber quién lee las notas, pero sí si estas fueron tomadas del lugar en donde aparecieron, así que espero sentir cuando tomes esta.

Te quiero mucho, duerme bien y sueña con las nubes.

Pronto volveremos al departamento a visitar, no sé si me quedaré, pero sí iremos a visitar.

Quiero un beso, hacer el beso contigo.

Namjoon me quiso explicar un poco del beso, porque él le da besos a Jin hyung, pero él es muy malo para explicar y no entendí nada.

Bueno, solo deseo que duermas bien, dale mimos a Suga de mi parte.

Te quiere, Min Yoongi.

Jimin sonrió en grande y apegó la nota sobre su pecho, esperando que Yoongi estuviera conectado a él en esos momentos y pudiera percibir las emociones que una simple carta le hacían sentir.

Esperaba con ansias que regresara y estaba seguro que no soñaría con nubes, pero sí con un hada pálido que le exigía hacer el beso.


Hermoso dibujo hecho por: @ViluArmy 🥺❤️

¡Hola! 👀

Lamento mucho el haberme tardado un poco, pero he tenido algunos problemas con mi computadora. Igualmente les traje un capítulo largo para compensar

Como algunos habrán podido notar, ganamos en los "Yoonmin Awards 2020" con esta y dos historias más 😻 No les había comentado que me había inscrito, porque pensé que no iba a ganar y me daba algo de penita, porque ese es un concurso bastante grande 😭

Gracias por su apoyo💙

Espero que este capítulo les haya gustado y recuerden que los días de actualización son entre sábado y domingo, no podría poner un día fijo entre ambos, porque a veces se me cruzan percances, pero entre esos dos días será la normalidad

Cuídense mucho y sueñen lindo con hadas pálidas que les piden hacer el beso

¡Nos leemos prontooooo!

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