🌻13🌻
🍀
"Jeon Jungkook, hijo del medio de la familia real Jeon. Originario del bosque Wishes en donde cumple su labor como jefe de la guardia de elfos en su bosque de procedencia. Con sus 19 años, el elfo ha alcanzado el puesto de dirigente, siendo gracias a su arduo trabajo y sus grandes habilidades con las armas, defensa y ataque.
Cualquier incongruencia o anormalidad que se note en el bosque, deberá ser notificada al elfo Jeon Jungkook, ya que será él quien se encargue de la tropa."
La hada Minha leía el perfil del elfo dirigente de la tropa, pensando en que en el poco tiempo que llevaba en ese bosque, jamás había visto al elfo mayor, lo que le hizo pensar si realmente aquel estaba capacitado para su puesto, ya que debería estar vigilando junto a las tropas.
―Noona, el elfo Jeon ¿hace bien su labor? no lo he visto por aquí―Suran dejó caer la nuez de sus manos cuando escuchó el nombre de su amigo, sabiendo que últimamente estaba yendo a casa de sus amigos humanos.
―Uh, el elfo Jeon hace un gran trabajo, nunca está en un solo lugar, por lo que es difícil el que lo veas―Minha abrió la boca al comprender, dejando a un lado el libro introductorio para las nuevas hadas del bosque, ella había nacido unas horas atrás. Aquel libro era mágico, por lo que se narraba a sí mismo.
Las hadas nacen de forma distinta a los humanos, aunque estas puedan quedar en estado, la mayoría de las hadas no tienen la capacidad de mantener al bebé en sus vientres o algunas suelen ser estériles, por lo que tener un hijo de dos hadas, era algo complicado.
La mayoría de las hadas nacían en el área de flores del bosque, en donde cada hada se desarrollaba en el botón de la flor. Cuando esta florecía y abría sus pétalos hacia el cielo, una nueva hada con poder desconocido despertaba, estando lista para poder experimentar y conocer su funcionalidad en el bosque.
Minha había nacido horas antes, descubriendo que era una hada de viento. Siendo Suran su par y mayor, se encargaba de instalarla en el bosque.
―Además, naciste hace muy poco y el bosque es enorme. Aún tienes mucho que ver y conocer―la hada menor asintió, mirando a su mayor con una enorme sonrisa, sintiéndose feliz que una hada tan simpática sea quien le ayudaría a establecerse, además que era muy linda.
―Uh, entiendo. ¿Podría usted lleva...? ―la puerta de la pequeña casa de Minha fue tocada, dando paso a una de las hadas dirigentes del bosque, quien tenía una pequeña mueca en el rostro.
―Disculpen la interrupción, pero te necesitan en el árbol central, Suran―la hada de viento agitó las alas ante la petición de su presencia en el árbol.
Normalmente había dos razones para que te citaran en el árbol central. La primera, es que incumpliste alguna norma del bosque y serás desterrada de este, opción que le aterraba, considerando que había roto muchísimas normas en poco tiempo.
La segunda, es que requieran de información, ya sea por hadas desaparecidas o seres en fuga, lo cual le recordaba que Yoongi no se había asomado por el bosque en mucho tiempo, por lo que su registro mensual había quedado en blanco.
Ugh, idiota. Tendré que ir a dar la cara por sus caprichos de hada enamorado.
―Estaré ahí en unos segundos, Yuju-sii. Gracias por notificarme―la hada pelirroja asintió y cerró la puerta de la pequeña casa, volando de vuelta a sus deberes.
― ¿Está en problemas, Noona? ―preguntó la hada menor con curiosidad, agitando sus pequeñas alas en preocupación.
Las hadas recién nacidas solían tener la apariencia de una chica de seis años humanos.
―Esperemos que no―dejó la ropa de la hada en su armario y lo cerró, tomando su pequeña maleta de hojas y colocándosela en el hombro. ―cualquier problema que tengas o si necesitas ayuda, sabes dónde vivo, así que no dudes en pasarte por ahí.
La hada menor suspiró con una sonrisa mientras asentía, viendo el polvillo caer de su nueva amiga en tamaño hada.
En el bosque las hadas tenían opciones para vivir, siendo su hogar el que se acomode mejor a sus comodidades. Existen hadas que prefieren vivir en su tamaño humano, por lo que sus casas son de ese tamaño, en cambio, la mayoría de las hadas, preferían vivir en su tamaño normal.
Al ser un bosque tan grande e invisible para los humanos, no había problema alguno.
En ese momento Suran voló sobre la casa de Yoongi, pensando en que si ese hada pálido le había metido en problemas, iría hasta la cuidad a tirarle de las alas.
Porque relacionarse o dejarse ver ante los humanos era un acto imperdonable en cualquier bosque, por lo que Yoongi sería desterrado para siempre. Además de perder sus características mágicas.
Yoongi veía atentamente a Jimin bailar en la sala, quedando un poco embobado por los movimientos precisos del menor, dejando las cebollas en una caja con suavidad.
Su huerto había sido un completo éxito y ahora, además de cultivar para los menores, habían pensado que sería una gran idea el venderle las verduras a los vecinos del edificio, comenzando así un buen negocio, que les brindaba ingresos extra sin mucho en costos. Por lo que sí, Yoongi ahora brindaba ayuda económica a la casa.
Desde el día en que había conocido al amigo de los humanos, había decidido el esconder su pequeño huerto, ya que el molesto pelinaranja había intentado llevarse sus verduras, siendo detenido por el hada.
Debía admitir que le había agradado aquel chico, pero aún no confiaba en él.
―Suga, aléjate de la cebolla, no es buena para ti―el pequeño minino se había acercado a la desconocida verdura, olfateando con curiosidad.
Yoongi se había vuelto el padre de Suga, andando con el gatito de un lado al otro, regañándolo cuando era prudente, como un buen padre.
Jimin solamente los veía con ternura mientras giraba sobre su lugar, sonriendo en grande mientras estiraba su pierna en noventa grados, dando por finalizada la canción.
Lentamente su relación con Yoongi había mejorado muchísimo, ambos siendo el protector del otro, siendo sus manos entrelazadas cuando alguno lo necesitaba.
Pero así como la relación mejoraba, los sentimientos iban floreciendo en el fondo de ambos seres, quienes preferían no darle un nombre a aquel cosquilleo que sentían cada vez que se tomaban de las manos o cuando simplemente estaban juntos. Sabían lo que les estaba pasando, sin embargo, no le daban demasiada atención, no queriendo arruinar las cosas.
―Uh, Suga es como tú. Le digo que no haga algo y lo hace con más ganas―el hada agitó sus alas con molestia y tomó al minino con cuidado, levantándose del suelo y caminando hacia el otro extremo de la sala, en donde Jimin se encontraba.
―El pobre ni siquiera te entiende, no es su culpa―el pequeño Suga se soltó del agarre del hada y caminó hacia Jimin, quien se dejó caer al suelo y recibió al minino, Yoongi imitándole a su lado.
―Claro que me entiende, soy un hada y sabe perfectamente lo que digo, aunque yo no le entienda―Jimin sonrió y tomó al pequeño gato, acercándolo a su rostro y dejando algunos besos, apartándose cuando su patita estuvo muy cerca de su rostro, temiendo el ser rasguñado.
―Tienes todos los poderes de las hadas y algunos que no pertenecen al campo, pero no puedes hablar con animales ¿no es gracioso? ―Yoongi se encogió de hombros, tampoco es que le importara hablar con ellos.
―Sí puedo entenderle, pero el desgraciado habla de cualquier forma posible para que no le comprenda―Jimin asintió al comprender, estirando su cuerpo sobre la alfombra de la sala, dejando que sus adoloridos pies tomaran un descanso de arduo día.
Yoongi no pasó de largo el detalle, notando que los pequeños pies de Jimin estaban hinchados, siendo notorio aún con los calcetines.
― ¿Te gustaría un pequeño masaje en los pies? ―el humano levantó una ceja y fijó su vista en el hada, quien le veía tranquilo, con rostro neutro.
Normalmente las personas jamás ofrecerían un masaje de pies a un bailarín que recién termina la rutina, por obvias razones, por lo que se sorprendió por la oferta. Aunque debía admitir que le encantaría un masaje en esos momentos.
― ¿No te da asco? ―Yoongi levantó una ceja y negó rápidamente.
―He tocado cosas peores, la vida en un bosque no es precisamente la más limpia, además, tus pies no apestan tanto. Yo vivo junto a los árboles que abonan con popó todas las mañanas―recordó con una risa el panorama que se había creado cuando conoció a Yoongi, reconociendo perfectamente esos árboles.
―Te diría que no es necesario, pero me muero por un buen masaje―Yoongi sonrió y asintió, tomando lugar frente a las piernas estiradas de Jimin.
El hada miró a su derecha, en donde estaban algunas de sus verduras y plantas. Movió su dedo hacia arriba, una pequeña planta de lavanda y otra de menta volando hacia él, cayendo suavemente a su lado. Con otro movimiento de dedos, muchas gotitas de agua comenzaban a llegar en fila, ordenadas.
Jimin veía todo con asombro, Suga yéndose de su lado para tomar algo de agua de su plato.
Yoongi colocó algunas gotitas de agua en sus manos, tomando la menta y lavanda, aplastando todo entre sus manos, frotándolas entre sí. El agua en lugar de caer al suelo, como pasaría si un humano lo hiciera, regresaban a las manos de Yoongi.
Los calcetines de Jimin fueron retirados con una mirada, ambas prendas volando a la cesta de ropa sucia en la habitación.
El hada colocó sus manos húmedas sobre el pie derecho de Jimin, el agua comenzando a moverse sobre los pies, mientras Yoongi comenzaba con el masaje en la planta del pie.
Jimin cerró los ojos ante la sensación de aquel experto masaje, pensando en que jamás le negaría un masaje a Yoongi, sabiendo que el hada tenía manos mágicas, literalmente.
El aceite corporal que Jimin tenía en la habitación voló hacia el hada, quien la tomó con su mano libre y mando al fregadero el agua con las hierbas, luego de haber lavado ambos pies.
El pelinegro no podía hacer nada más que jadear de gusto, acostado sobre la alfombra y recibiendo el mejor masaje de pies del mundo, incluso pensando que podía quedarse dormido en ese mismo instante.
La puerta del departamento fue abierta, mostrando a un cansado Taehyung, quien abrió los ojos con sorpresa cuando vio a su mejor amigo acostado sobre la alfombra, jadeando en el suelo. Confundido, miró al lado que el sofá cubría, notando la cabellera de Yoongi moverse de arriba hacia abajo.
Aléjense de mí, pensamientos impuros y perturbadores.
Agitó la cabeza hacia los lados y cerró la puerta con un poco de fuerza, llamando la atención de ambos chicos.
―Oh, TaeTae. Yoongi me está haciendo un magnifico masaje en los pies―Jimin habló adormilado desde su lugar, el hada detrás del sofá, levantando el dedo pulgar.
―Aigo, yo también quiero uno―pidió mientras caminaba por la sala, dejando su maleta en el sofá mientras veía con un puchero a Yoongi.
El hada hizo una pequeña mueca, pero pensó que Taehyung le había ayudado y enseñado mucho, así que debía devolverle el favor de alguna forma.
―Jungkook es muy bueno haciendo masajes, también―el pelirrojo arrugó la nariz y se dejó caer al sofá sin ganas, demasiado cansado como para pensar en aquel elfo irritante.
―Entonces no quiero nada―Jimin vio con un puchero a su mejor amigo, sabiendo que no podía obligar a Yoongi a hacerle un masaje.
―Antes de dormir te haré uno, no será igual de bueno, pero intentaré hacerlo bien―el pelirrojo vio con una sonrisa enternecida a su mejor amigo, levantándose del sofá y dándole un pequeño beso en la mejilla ante de irse a la habitación.
El hada veía todo con atención mientras masajeaba el pie izquierdo, recordando con algo de inquietud las palabras de un drogado Taehyung.
"Jiminie, el chico que me volvió gay ¡ven aquí!"
¿Los sentimientos de Taehyung por Jimin habían terminado? el hada se lo preguntaba siempre que esa frase volvía a su mente, pensando en que ambos eran bastante cariñosos, relacionándolo con su amistad, pero temiendo en el fondo que fuera por otro motivo.
Ojalá Taehyung se enamore de Jungkook, así no habrá posibilidades con Jiminie.
Sonrió ante sus pensamientos, saciando de momento su pequeña inseguridad.
En eso un pequeño conflicto mental le invadió, no dejando de masajear ahora el pie derecho.
¿De verdad él quería algo con Jimin? ¿estaba dispuesto a poner su vida en riesgo por salir con un humano?
Esas preguntas no tenían respuesta en su mente por ese momento, sin embargo, sabía que debía pensarlo fríamente, ya que las cosas no serían tan fáciles si se permite el crear más sentimientos por Jimin similares a los que experimentaba en ese momento.
Porque, si fuera humano y desterrado del bosque, él no podría hacer nada. No tiene estudios, no tiene registro de nacimiento, no tiene nada que un humano debe tener.
Demasiado complicado para pensarlo mientras hacía un masaje en los pies del humano que estaba alterando su vida por completo.
Suran se sentía muy nerviosa, pero intentaba disimularlo para no delatar que había algún problema que ella temía, fuera descubierto.
El consejo de hadas estaba reunido en la mesa del árbol central. Si era sincera, no se veían molestos o algo similar, simplemente serios, pero no sabía qué esperarse de un llamado de emergencia.
―Hada Shin Suran, este día ha sido convocada porque necesitamos de su ayuda para conocer algunos detalles sobre el hada Min Yoongi―la hada de viento se removió incómoda, sabiendo que debía pensar rápido ante cualquier acusación hacia su amigo, para protegerle.
―Hemos notado que el hada Yoongi no ha llenado la asistencia mensual en tres meses consecutivos, además, que su casa recién reparada no ha sido visitada en ese tiempo―habló otra de las hadas en la sala. Suran sabía que ese sería el problema, por lo que su mente comenzó a maquinar algo coherente.
―Oh sí. Yoongi Oppa ha estado de vacaciones en otros bosques, conociendo a las demás hadas completas―bueno, su respuesta no sonaba tan convincente desde su punto de vista, pero suspiró cuando las hadas del consejo parecieron creerle.
―Bueno, le pediríamos que le recuerde al hada Yoongi que debe regresar al bosque, ya que es el único hada completo que tenemos en aquí y es de suma importancia que no se aleje por un largo tiempo, ya que en cualquier momento puede desatarse alguna guerra entre los bosques―Suran quería arrancarle las alas a Yoongi por ser tan descuidado, ella no sabía que él no había ido a marcar su registro mensual.
―Yo le diré sin ningún problema―sonrió, intentando transmitir la confianza que ni ella sentía.
―Se lo agradeceríamos mucho. Puede retirarse―la hada de viento se levantó rápidamente e hizo una pequeña reverencia antes de salir, agitando sus alas cuando el nerviosismo salía de golpe de su cuerpo, agradeciendo el que no había sido nada grave.
Tenía que ir al departamento de los humanos para traer de vuelta a Yoongi al bosque, pero no quería que la conexión que había desarrollado con Jimin se perdiera, no sabía qué hacer. Sabía que no debía sudar problemas ajenos, por lo que iría a la cuidad al día siguiente para encarar al hada irresponsable, además de tirarle de las alas por dejarla en el olvido por su enamoramiento con Jimin.
¿Quién lo diría?
El hada que le tenía fobia a los humanos, terminó enamorándose de uno.
Suran salió del árbol con una enorme sonrisa, siendo totalmente ignorante de la hada de luz que la veía desde el árbol con el ceño fruncido.
―Estoy segura que ese hada no está en otro bosque―susurró la hada de luz mientras veía el registro del elfo Jungkook entre sus manos, pensando en que debía mandar a las tropas en búsqueda de ese hada, el cual no le daba buena espina. ―donde sea que estés, se delatará la verdad, Min Yoongi.
Estaba segura que ese hada ocultaba algo y que aquello pondría en peligro el bosque. Ella estaba dispuesta a desenmascararlo.
Recordó el día de la fiesta que se realizó con todas las especies en el árbol central, varios meses atrás. Vio cómo Taemin hablaba con el hada Yoongi y otros dos desconocidos. Ella sabía identificar perfectamente unas alas falsas y esas cosas eran unas, ni siquiera se movían.
Sin embargo, pensó que sus pensamientos estaban fuera de lugar por el estrés, al menos antes de saber que habían encontrado una prenda de vestir humana en su casa después del revuelo de los peces globo y su reciente desaparición "justificada" del bosque.
Le parecían de por sí una deformidad de las hadas el que tuvieran más de un poder, por lo que no podía confiar en una de ellas. No tenía nada en contra sobre Yoongi, además de esa inquietud por sus poderes, pero su punto principal era lo que este estaba haciendo en contra de las normas del bosque y cómo debía actuar para detenerlo.
Sabía que el elfo Jungkook era confiable y que siempre sería leal a la protección del bosque, gracias a su juramento. Por lo que dejaría el caso en las manos expertas del elfo dirigente.
―Nadie va a exponernos, menos ese tipo amorfo de hada.
Su hogar no sería destruido por humanos como años atrás y no le importaba tener que desterrar a un hada completa.
¡Holaaa! ya casi será el cumpleaños de este hermoso ser de luz 😻
Muchísimas gracias a todas las personas que me ayudaron con las votaciones del concurso ¡el apoyo fue increíble! por lo que les daré doble capítulo durante el fin de semana, uno hoy y otro mañana.
Si ven un poco más corto el capítulo, las disculpas del caso, pero últimamente la vista me ha estado fallando y los dolores de cabeza son cada vez más fuertes cuando escribo, por lo que ayer fui a mi revisión el la óptica, porque yo ya uso lentes. La graduación aumentó mucho, por lo que ahora entiendo por qué se me dificulta tanto el ver en estos meses 😭
El viernes tendré los nuevos, así que si ven algún error las disculpas del caso, pero no he podido revisar como se debe :(
Estoy enamorada del álbum 😍
Y más aún porque en la Photocard no salió solamente uno, sino los 7💙
Volviendo a la despedida 😂 espero que el capítulo les haya gustado💙 esperen el próximo mañana.
¡Nos leemos (muy) prontooooo!✨
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top