🌻06🌻
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Jimin coloreaba con el mismo bolígrafo con el que había hecho el pequeño dibujo, rodando los ojos cuando volvió a escuchar la irritante voz al fondo de todo.
Se encontraba en la universidad y realmente, no tenía ánimos de escuchar a su aburrida maestra de "historia sobre el baile" sobre cómo fue desarrollado en baile contemporáneo años atrás. Su mente se encontraba perdida en algún lugar de su cerebro, dibujando a su vez a su gatito sin nombre, el cual descansaba junto a la estufa en su departamento.
Desde la fiesta en el departamento por el cumpleaños de Suran, Jimin se sentía ligeramente confundido, como si un huracán de sentimientos le hubieran golpeado en toda la cara. Y lo peor de todo no eran los sentimientos mezclados que pasaban por su cuerpo, era el motivo de esas emociones lo que lo ponía de esa forma.
Jimin notaba que Yoongi era un ser muy particular, muchísimo más complejo de lo que pensaba. No por ser un hada, sino, su personalidad en sí y su forma de actuar y pensar eran más complejas de lo que cualquiera imaginaría.
Cuando las puertas del ascensor se abrieron aquel día, el hada le soltó rápidamente, casi corriendo hasta la puerta de su departamento. Jimin se sintió ligeramente aturdido por su rápido movimiento, por lo que caminó lentamente hacia él y miró por abajo, notando el enorme sonrojo en las pálidas mejillas del mayor, causándole una sonrisa enternecida.
Pensó que sería un lindo toque de vergüenza del mayor, pero la confusión llegó cuando el mayor le ignoró completamente en lo que quedaba de la tarde y noche, ni siquiera una mirada fue dirigida a su persona y mucho menos unas palabras.
Jimin intentó hablar con él de forma normal, no sacar el tema del ascensor a flote, pero Yoongi había corrido a refugiarse con Jin y Namjoon, imposibilitándole cualquier conversación con el hada.
Por lo que Jimin intuyó que Yoongi era demasiado orgulloso como para permitirse llevar a la normalidad un acto tan íntimo con un simple humano.
Escuchó el sonido de las sillas moverse dentro del salón, dándose cuenta que todos comenzaban a retirarse y que la maestra por fin había parado de hablar, tomando sus cosas para retirarse de una vez. Se levantó rápidamente y tomó sus cosas, entre ellas, su cuaderno donde en la página de la clase, adornaba un casi infantil dibujo de un hada con rostro neutro, notando que había dibujado a Yoongi.
Ugh, ese tonto.
Cerró su cuaderno y retomó su camino hasta la cafetería central, en donde siempre se encontraba con Taehyung y ambos caminaban juntos hasta su departamento.
Jimin apreciaba mucho la compañía de su mejor amigo, porque estaba seguro que sin él, el estrés habría terminado con él hace mucho tiempo.
― ¡Jiminie, aquí! ―Taehyung alzó la mano entre las mesas de lugar, haciendo que Jimin le ubicara y caminara con una sonrisa hacia él.
Se sentó frente al pelirrojo y levantó una ceja ante la extraña sonrisa que el menor tenía en su rostro, haciéndolo sentirse un poco incómodo.
― ¿Por qué tienes esa sonrisa macabra? ¿me creaste otro perfil en Tinder? ―Taehyung comenzó a reír cuando recordó el perfil que le creó a Jimin en la plataforma, en donde colocó una foto de la papada del rubio, con una descripción...peculiar.
"Soy un bailarín guapo que está obsesionado con los seres mitológicos y todas esas mierdas, si quieres a alguien con quien compartir eso, llámame ;)"
Jimin rodó los ojos y se sonrojo al recordar aquello, sintiendo completa vergüenza de sí mismo.
―No, esta vez no―Jimin bufó y se acomodó en su asiento, dejando su cuaderno en la mesa. ―quería mostrarte algo, pero quiero que lo hagas ya, no aguanto por ver tu rostro.
Jimin le miró dudoso, en especial cuando el menor le tendió un sobre blanco sellado, el cual no decía nada al frente.
― ¡Más facturas, pero si pagamos hace cinco días! ―Jimin se quejó al pensar que podía ser otra cuenta por pagar, tomando bruscamente el sobre y comenzando a arrugarlo.
― ¡No idiota, léelo primero! ―el pelirrojo se exaltó al ver las acciones de su mayor, temiendo que todo su esfuerzo se fuera a la basura por culpa de su impulsivo amigo.
Jimin se detuvo y se sintió aún más confundido que antes, comenzando a aplanar el papel, el cual había quedado arrugado ante su brusco trato. Abrió el sobre y sacó el papel que se encontraba dentro, letras azules con una caligrafía en cursiva, un poco desordenada, pero legible.
"Hola humano.
Este niño rojo me está obligando a escribir esto durante su delirio por la bebida amarilla con espuma que trajeron. Me dijo que expresara mis ridículas emociones en este papel barato con esta cosa que deja salir la tinta más fina, que por cierto voy a robarme esto.
No te odio niño, realmente no, pero no tengo una buena perspectiva de los humanos en general y créeme que no es fácil dejarlo pasar así como así.
Por lo del ascensor, te agradezco, a pesar de haberte ignorado todo el día me pareció algo muy... ¿lindo? de tu parte. Pero esas acciones no son normales en mí, por lo que preferí ignorarte todo el día para que la vergüenza se fuera de mi mágico cuerpo.
Por cierto, eres un loco cuando estás borracho, te escucho gritar desde el baño en el que estoy encerrado.
Bueno, el punto, no te odio y espero que tú no me odies. Espero que podamos tener algo como una amistad entre ser mágico y ser no mágico, algo así como Suran y tú, pero no tan así...
Lo siento, escribí esa tontería y descubrí que esto no puede borrarse.
Bueno, espero que tú y la cosa peluda me perdonen y que jamás menciones nada sobre esta carta a otra persona, porque esta hadita irá a tu casa, sin usar el ascensor esta vez y pateará tu culo hasta el otro lado de la cuidad.
Cuídate.
Tu no querido, Min Yoongi."
Jimin no pudo evitar sonreír por las palabras de Yoongi, se le hacía particularmente tierno y extraño lo que el mayor escribió durante su encierro, aunque Jimin pensó, en por qué el hada no tiró la puerta con su magia y salió de aquel baño.
Jimin reparó que al final de la página había algo escrito, leyendo:
"Postdata, no tiré la puerta porque sentía que podría matar a tu amigo y no quiero problemas en estos momentos, así que me reservé el problema e hice lo que ese borracho quería"
Jimin recordó el día de la fiesta, desde el momento en que Yoongi lanzó por los aires a su pobre gatito, hasta el momento que le ayudó a bajarse de la mesa en medio de su borrachera. Recordó con un sonrojo que en toda la noche, no se había quitado el abrigo de hojas que el hada le había dado, ya que sentía que le abrigaba. Se sonrojó furiosamente ante el recuerdo.
Jimin soltó una carcajada ante la coincidencia, mirando con mofletes sonrojados al frente, cubriendo su rostro con su mano al ver que su mejor amigo le estaba grabando.
― ¡Deja de grabarme! ―se quejó mientras intentaba quitarle el teléfono a su amigo, haciendo que Taehyung riera sin dejar de grabar.
―No, sacaré memes con tu cara―Jimin chilló y empujó al menor, haciendo que cayera de espaldas al césped, ambos comenzando a reír como tontos, llamando la atención de varios en la cafetería. ―Solo por esto los subiré a Internet, para que todos vean tu cara de estúpido enamorado.
Jimin dejó del reír y rodó los ojos con molestia, ya que sabía el rumbo que tomaría la conversación. Taehyung volvió a sentarse en la banca, viendo cómo el pelinegro guardaba la carta en su mochila. El pelirrojo notó que el cuaderno del mayor estaba fuera de su mochila, tomándolo y comenzando a hojear sin mucho interés.
El pelinegro al notarlo, intentó arrebatarle el cuaderno al menor, sabiendo que había cometido un gran error, porque el pelirrojo buscaría aquello que Jimin intentaba ocultar.
― ¡AH! ―chilló el pelirrojo cuando encontró el infantil dibujo que Jimin había hecho de Yoongi, haciendo que el mayor dejara de luchar. ―eres una ternurita, hasta piensas en él durante las clases.
―No es la primera vez que ves un dibujo de un hada en mis cuadernos, no es nada especial―se quejó mientras cruzaba los brazos, frunciendo el ceño ante las cejas elevadas de su mejor amigo.
―Pero este es igual a Yoongi hyung, así que no puedes decirme que no es él―le tomó una fotografía al dibujo y Jimin chilló, logrando arrebatarle su cuaderno a Taehyung, pero siendo demasiado tarde.
―Ya cállate, yo sé que ese chico Jungkook te atrae, solo que eres muy estúpido para notarlo―Jimin notó que el menor no le estaba prestando atención, logrando escuchar su risa del teléfono del menor, sabiendo que estaba viendo el vídeo que grabó de él hace unos minutos.
―Lo mostraré en su boda, es tan adorable.
― ¡YA!
Yoongi regaba las plantas que tenía por toda su casa, siendo una cantidad considerable, bostezando por el cansancio y el esfuerzo que dedicaba a la tarea.
Se estiró sobre el sofá y siguió dirigiendo las gotitas de agua por el aire, movilizándolas en fila hacia la planta correspondiente, cada planta recibiendo su parte.
Cuando terminó con su tarea sonrió complacido, el olor de su casa era algo que le trasmitía mucha tranquilidad, siendo las plantas las responsables del aroma. Recordó con una pequeña sonrisa que al pequeño gatito de Jimin, también le gustaba ese olor el particular, teniendo ambos un gusto en común.
Miro hacia su ventana y comenzó a preguntarse si Taehyung realmente le había entregado la carta a Jimin o si simplemente se había olvidado de aquello su mente borracha, no lo sabía, pero de igual forma se sentía apenado.
Sabía que tenía la oportunidad de saber el estado del menor, pero no quería ser un acosador al indagar por las emociones del menor, en especial porque no tenía nada de él, como para completar la indagación.
Yoongi tenía la capacidad de conocer las emociones de otros, a través de algún objeto que perteneciera a aquella persona, no podría verle ni escucharle, pero los sentimientos del otro se volverían propios en lo que duraba la unión.
Se levantó rápidamente de su sofá y se colocó sus zapatos, saliendo de su casa rápidamente, sin si quiera ponerse a pensar el por qué haría lo que estaba por hacer.
Caminó por el bosque y saludó rápidamente a algunas hadas y duendes que se topaban con él, realmente no sentía muchas ganas de detenerse y hablar. Cuando sintió que faltaría una eternidad para llegar, extendió sus alas y emprendió vuelo hacia la casa del hechicero y el tritón, la cual era una conexión entre el mar de las sirenas y tritones, la casa estando al borde de ella.
Comenzó a descender cuando visualizó el lugar, notando que Jin nadaba en el lago junto a Namjoon, ambos lanzándose agua en una juguetona batalla.
―Oye, mosca brillante ¿qué haces aquí? ―preguntó Jin cuando notó la presencia del menor en el lugar, siendo algo raro que él los visite sin avisar, en especial cuando hace dos días se habían visto.
Yoongi rodó los ojos ante el apodo y entró a la casa de la pareja sin pedir autorización, Yoongi entrando directamente a la habitación.
Encontró la ropa que Jimin le había prestado a Jin, doblada en un rincón del sofá, probablemente preparada para que cuando el humano llegara, pudiera llevársela de vuelta. La tomó rápidamente y salió de la casa, ni siquiera dedicándole una despedida a la pareja en el agua, quienes se miraron entre ellos, confundidos.
― ¿Por qué se llevó la ropa de Jiminie? ―preguntó el tritón al notar las prendas en las manos del hada, quien ya volaba lejos.
―No tengo idea, pero desde que volvimos de esa fiesta, Yoongi actúa diferente ¿no lo crees? ―Namjoon hablo y Jin asintió al estar de acuerdo, acercándose a su pareja y pasando ambos brazos por sus hombros, mirando hacia donde el menor se había ido.
―Creo que el estar con Jiminie le hace bien, pero debe estar confundido, ya sabes, por lo que le enseñaron sobre los humanos―el hechicero asintió y dejó un beso en la mejilla del tritón, haciéndole sonreír.
También aprovechó ese momento de distracción para tomar agua en su mano y lanzarla al rostro del tritón, haciendo que este se sobresaltara y le mirara con la boca abierta.
― ¡Eres un tramposo! ven aquí, te daré una lección―Jin nadó hasta el mayor y comenzaron una lucha de brazos, en donde Namjoon se dejó ganar, para ver la hermosa sonrisa de su pareja.
Cuando Jin movía su cola con emoción por haber ganado, una idea llegó a su mente, haciéndolo chillar y sacar a su pareja del fondo del agua, quien esperaba superar su récord en aguantar la respiración bajo el agua.
― ¡Amor, ya sé lo que va a hacer Yoongi! ―Namjoon respiró hondo y se quitó el cabello del rostro, sintiéndose sorprendido por el repentino comportamiento de su pareja, tomándole de las manos para relajarle.
―Calma cariño, dime―Jin sonrió y se abrazó a su pareja, demasiado feliz.
― ¡Va a conectar sus emociones con Jiminie, quiere saber cómo está! ―Jin celebró cuando supo que el hada comenzaba a tomarle real cariño al humano, tanto, que había sacado su flojo trasero del sofá un domingo para volar hasta su casa por ropa.
―Oh, oh. Yoongi pronto estará perdido―Namjoon sonrió y volvió a abrazar a su pareja, sabiendo que podría molestar a su amigo.
Cuando Yoongi llegó a su casa, cerró la puerta rápidamente y corrió hasta su habitación, cerrando igualmente su puerta, por si sus tontos amigos decidían invadir su privacidad por sus extrañas acciones.
Se subió en la cama y se sentó en el centro, teniendo las prendas en sus manos y sintiendo la suavidad del algodón entre sus dedos. Cerró los ojos y comenzó a centrarse en el punto de concentración para poder localizar a Jimin, siendo la tarea más complicada de la unificación de emociones. Cuando logró escuchar suavemente la risa del menor, supo que lo había encontrado, comenzando a unificar sus emociones con los del menor, comenzando a sentir un calorcito reconfortante en su pecho, su corazón comenzando a bombear más rápido que antes y sus mejillas tomando un color rosado.
Jimin estaba feliz, emocionado y avergonzado. Una combinación que le pareció muy adorable a Yoongi, sintiéndose en paz al saber que el menor se encontraba bien.
Se acomodó en su cama sin abrir los ojos ni separar las emociones del menor de su cuerpo, sintiéndose demasiado cómodo con las emociones ajenas, decidiendo quedarse así por unos segundos más.
El burbujeante sentimiento de las emociones ajenas corría por su cuerpo, hasta que la puerta de su casa fue tocada con fuerza, haciendo que se desconcentrara y la unión se rompiera.
Yoongi abrió los ojos con el ceño fruncido, molesto por la persona que arruinó su paz y concentración. Rodó los ojos y decidió no abrirle a la persona que estuviese tocando.
Levantó sus manos con las prendas y las miró desde abajo, el suéter gris dando suavidad por su tela a la palma de su mano. Se sentó en el borde de su cama cuando la persona dejó de tocar la puerta, notando un detalle que no había recordado anteriormente.
Jimin se quedó con mi abrigo de hojas...así que me quedaré con el suyo.
Se encogió de hombros y se acercó al espejo de cuerpo completo que había en si habitación, comenzando a colocarse el suéter gris de Jimin. Se miró en el espejo y sonrió, personalmente le gustaba más que el abrigo de hojas y pensaba que le quedaba bien.
Le quedaba un poco pequeño, las mangas siendo cortas al igual que el borde del suéter, siendo que Jimin era de estatura más pequeña, unos diez centímetros, aproximadamente.
Sonrió y volvió a su cama, echándose y decidiendo el dormir un rato, ya que la tarde estaba fresca y él no tenía nada mejor que hacer.
Recordó la linda sensación que tuvo al compartir las emociones de Jimin, no estaba seguro de dónde estaba el menor, ni mucho menos lo que hacía, pero le reconfortaba saber que estaba feliz.
¿Habrá leído la carta? ¿la estaría leyendo cuando me conecté con él?
No tenía idea, pero quería sentir aquello más seguido.
Cerró los ojos y sintió el pesar de su sueño llegar a su cuerpo, recordando por últimas, la risa suave de Jimin, extendiendo una sonrisa en su rostro.
Jimin le transmitió emociones que deseaba volver a sentir.
Holaaaa, me siento tan feliz por haber podido actualizar este fic, ya que el tiempo me tenía apretada antes :( el capítulo fue un poco más corto, pero las cosas comienzan a encajar y los chicos comienzan a conectar💙
Gracias por su apoyo y gracias a las personitas que conocieron este fanfic hace poco y eligieron quedarse, espero que les guste el trayecto de la historia, porque, personalmente, me encanta la idea de este fic💙
¡Nos leemos prontoooo!✨
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