🌻02🌻
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Yoongi frunció el ceño cuando uno de los escarabajos pasó junto a él con su bola de popó, llevándola hacia el festival, para utilizarla como abono sobre el árbol central. Yoongi frunció la nariz, la peste de esas cosas llegaba hasta el principio del bosque, haciendo que sintiera repulsión de tan solo pensar en el olor que tendría su casa.
Cuando llegó al festival, vio a las distintas hadas movilizándose por el lugar, todo porque era la hora del banquete y una larga mesa se encontraba en el centro con distintos platillos, dados por los convenios de hadas, duendes, ogros y los unicornios. Aunque los tacaños caballos con un cono en la cabeza sólo habían querido dar los vasos.
Vio a Suran repartiendo los cubiertos por toda la mesa, al ser una hada de viento, terminando rápidamente con su labor, dejando pulcramente colocados junto a los platos y copas.
― ¡Yoongi, llegaste! ―la castaña voló rápidamente hacia Yoongi y se lanzó hacia sus brazos, haciendo que el pálido frunciera el ceño y la apartara, no sintiéndose totalmente cómodo con las muestras de cariño excesivas.
―No vengo al festival, necesito que vengas conmigo―Yoongi no esperó respuesta y tomó a su amiga de la mano, comenzando a volar hacia el árbol donde había dejado a Jimin. Habían avanzado un buen tramo, pero de un segundo a otro, Suran se liberó del agarre del mayor, quedándose quieta, con rostro molesto.
―Oye Tinker Bell masculino, no pienso ir contigo si no me explicas, sabes que no puedo dejar el festival, la familia Jeon va a molestarse―Yoongi rodó los ojos al escuchar el segundo apodo más ridículo que le han puesto en su vida.
―Primero, no me digas así. Esa hada de las historias humanas es una ofensa para las hadas reales. Segundo, no puedo explicarte lo que pasó, tienes que verlo―Suran levantó una ceja y miró con ojos entrecerrados a Yoongi, notando que el hada hablaba en serio.
―Bien, pero si la familia Jeon llega y no me ven en el festival, te cortaré tus alas y las pegaré en tu frente―Yoongi volvió a rodar los ojos, a ese paso quedaría bizco de por vida, pero la chica era demasiado terca como para no hacerlo.
―Su hijo está enamorado de mí, si ve que estás conmigo no pasará nada―Yoongi retomó el vuelo hacia el árbol, chasqueando la lengua al escuchar las risas de su amiga detrás de él.
Los Jeon eran una familia muy respetada en el bosque, ellos y su ejército de elfos eran quienes defendían el bosque de posibles intrusos o malos espíritus, por lo que cada año se celebrara el festival de paz, siendo la familia Jeon una de las más importantes en la celebración.
Su hijo del medio había conocido a Yoongi en una de esas importantes fiestas y desde el primer día, había comenzado a acercarse con intenciones de cortejo.
El hada se rehusaba a aceptarlo.
Cuando Yoongi vio el árbol desde arriba, pudo darse cuenta que el humano no estaba solo, se maldijo al no poder ver quién era el que le apuntaba con lo que parecía ser una espada.
¿Jungkook?
― ¿Quién es el que está atado al árbol, Yoongi? ―Suran preguntó con los ojos abiertos, comenzando a descender por los árboles, detrás de Yoongi. Vio con cara de terror al humano atado con lianas, siendo amenazado por el elfo en guardia de los Jeon.
Yoongi descendió hasta tocar el suelo y corrió hacia los dos chicos, uno que tenía mirada analizadora y terrorífica y otro completamente asustado.
―Jungkook, déjalo en paz―el elfo se sobresaltó al escuchar la voz grave del hada, quien era dueño de sus suspiros últimamente. Miró hacia atrás y sonrió cuando vio a Yoongi acercarse, bajando su espada y haciendo que Jimin pudiese respirar más tranquilo.
―Y-Yoongi hyung, que gusto verle―Jungkook hizo una pequeña reverencia e intentó tomar la mano de Yoongi para saludarle, pero este caminaba directamente hacia el humano, haciendo que el elfo se sobresaltara.
Jungkook actuó rápido, tomó a Yoongi de la cintura sin aviso alguno y lo pegó a su pecho, alejándolo del humano.
― ¡No se acerque! Los de su especie son muy peligrosos, no tengo idea de cómo llegó acá―el hada no quería ser tan grosero, sabía que el elfo estaba enamorado de él y el pobre era muy joven aún, así que intentó ser lo más suave que podía.
―Quita tus manos de mi cintura―el elfo notó su acción tan atrevida y movió sus manos hacia la espalda del hada, sintiéndose avergonzado por tocarlo de forma despiadada. ―Yo lo dejé aquí, estaba husmeando por el bosque y por accidente logró verme.
Suran y Jungkook abrieron los ojos con sorpresa.
Sin despegarse del elfo, porque el agarre era demasiado apretado, levantó su mano derecha y encogió los dedos, haciendo que las lianas que estaba sobre la boca del menor se encogieran, dejando su boca libre.
― ¡Mentira, él me hizo caer a un charco y me lanzó lodo a la cara, se cayó del árbol por reírse de...! ―Jimin gritaba para defenderse, pero no pudo terminar cuando sintió las mismas lianas que le retenían hace un momento, volver a cubrir su boca, bufando molesto.
― ¡Yoongi, ya habíamos hablado sobre molestar a los humanos! ―Suran miró a Yoongi con los brazos en su cadera, totalmente molesta.
La castaña caminó hacia Jimin y le sonrió de forma amable, intentando que este no se alarmara de su repentino acercamiento.
―Un gusto, me llamo Suran y te ayudaré a salir, pero antes tenemos que hablar sobre algunas cosas ¿Te parece? ―Jimin miró con los ojos muy abiertos a la hada y de forma temblorosa asintió, no sintiéndose seguro, pero no tenía opción.
Jungkook miró con el ceño fruncido a la hada, tomándola del brazo y acercándola a él, pero no tan cerca como tenía a Yoongi.
―No podemos fiarnos de un humano, mírale, con esas mejillotas y esas manitas, todo es una táctica para después matarnos y mostrar nuestros cadáveres a los demás humanos―Suran no pudo evitar el reírse ante la seriedad con la que elfo había hablado, ganándose una mirada filosa.
―Mira, es un chiquillo, lo más que puede hacer es mordernos y gritar―Jimin se sintió ofendido por ser llamado así, pero en el fondo sabía que decían la verdad, no podría hacer nada más si le intentaran llevar.
― ¿Revisaste sus cosas? puede traer algún arma o bomba mágica―Jungkook soltó a Yoongi y se acercó a la mochila de Jimin, tomándola por debajo y colgándola al revés, haciendo que las pocas cosas que llevaba cayeran.
― ¿Qué es eso? ―Suran miró con una sonrisa el aparato de color negro que cayó sobre la tierra. Caminó hacia el objeto misterioso y lo tomó con miedo, pensando que podía explotar.
―Niña, deja eso―Yoongi estaba intrigado por el aparato, pero temía que pudiese dañar a la ingenua hada.
Los tres seres miraron con admiración el teléfono de Jimin, pero cuando este comenzó a vibrar y a soltar una canción, gritaron completamente asustados y dejaron caer el celular de vuelta sobre la tierra, vibrado en el suelo por la llamada entrante.
― ¡Te lo dije, es una bomba mágica! ―Jungkook tomó a Yoongi y a Suran sobre sus hombros, como dos sacos de papas, corriendo a refugiarse detrás del árbol, viendo con mucho temor el aparato que no dejaba de moverse y soltar música.
Jimin no pudo aguantar la risa, se retorcía entre las lianas por las carcajadas. La escena había sido demasiado cómica como para retenerse, pero su risa cesó cuando el aparato dejó de sonar y los seres salieron de su escondite, con miradas furiosas.
― ¡Deja de burlarte o cortaré tu cuello! ―Jungkook sacó su espada de vuelta con el rostro totalmente colorado, acercándose rápidamente al humano.
Yoongi le miró asustado y se colocó al frente del elfo, haciendo que este se detuviera, pero miraba por sobre el hombro del hada al humano, tratando de matarlo con la mirada.
―Cálmate elfo rabioso, si lo matamos tendremos que esconder su cadáver y no sabemos si le dijo a alguien que vendría aquí―Jungkook respiró hondo y miró los ojos indiferentes del hada, logrando calmarse.
El pequeño elfo estaba indignado, un ser inferior se había burlado de su cobardía, si sus padres y hermanos se enteraban que se había asustado con un objeto no identificado, lo mandarían al bosque de los ciclopes para que se volviera valiente y no estaba dispuesto a volver ahí, por nada del mundo.
―Ahora, dinos qué es esa cosa y para qué la traes―Suran miró al humano y luego a Yoongi, el humano no podría hablar si tenía la boca cubierta, así que Yoongi le desató de esa zona.
― ¡Ugh, estas cosas saben horrible! ―se quejó Jimin al sentir el sabor de la liana en su boca, asqueado.
―Pues déjame aliviarte diciéndote que los escarabajos del popó abonaron el árbol esta mañana, el excremento debe estar fresco―Yoongi se burló del menor, quien abrió los ojos al entender qué era lo que sentía debajo de su trasero. ―Ahora dinos ¿qué es esa cosa que vibra?
―Se llama celular y se usa para hacer llamadas a otras personas, tiene otros usos, pero no quiero quemar su cerebro de maní con tanta información―Jimin habló molesto y el último comentario hizo que los seres frente a él fruncieran el ceño, Yoongi más molesto que el resto.
― ¿Quieres que se te queme el cerebro? Bien―Yoongi volvió a levantar su mano derecha y con una mirada crítica, apuntó hacia el cabello de Jimin.
El pelinegro miró asustado al hada, sabiendo que la había cagado totalmente, esperando a que no derritiera su cerebro. Pasados unos segundos, comenzó a sentir un pequeño calor sobre su cabeza, pero este se expandía y sentía más dolor.
― ¡Fuego! ―gritó agitándose como oruga sobre sal, sentía su cuero cabelludo arder e intentaba apagar el fuego sobre su cabeza.
Suran miró preocupada al humano y apagó el fuego con una oleada de aire muy fuerte, haciendo que Jimin chocara su cabeza con el tronco por la fuerza, jadeando de dolor.
― ¡No seas malo con él, su cabello no regenera tan rápido como el nuestro! ―Jimin no quería ni imaginarse cómo había quedado su cabello, pero sentía una ligera brisa en su cuero cabelludo.
Suran miró con los ojos abiertos y sus manos sobre su boca, Jimin tenía rapada una franja al medio de su cabeza, algunos cabellos tostados por el fuego, dejando ver un calvo al medio de la cabeza del humano.
En cambio Jungkook y Yoongi comenzaron a reír a carcajadas, haciendo que la hada de viento se enojara con ellos por ser tan malos.
―Yoongi, hazle crecer el cabello, ahora―Jimin levantó una ceja ante la orden de la hada menor.
¿Qué clase de hada es Yoongi? ¿No tienen un poder solamente?
El hada rodó los ojos y caminó hacia Jimin, comenzando a esparcir polvo sobre el cabello del menor, el cual crecía lentamente.
―Tenemos que borrarle la memoria y llevarlo a donde sea que viva―dijo Jungkook, acomodando su arco, el cual descansaba en su estuche de cuero, sobre su espalda.
―O podemos matarlo y dejarlo en algún lado, nadie pensaría que fuimos nosotros.
Jimin gimoteó con temor mientras negaba con la cabeza. Sabía que, el hada Yoongi, era capaz de dejarlo muerto en la calle, pero él no quería morir. Tenía mucho por ver en la vida.
Además que quería restregarle en la cara a Taehyung su hallazgo.
No tenía ni idea de lo que esos seres le harían, pero no tenía más opción que esperar el que alguien le ayudara o morir en el intento.
El celular de Jimin comenzó a vibrar de nuevo, anunciando otra llamada entrante. Esta vez los seres esperaron a que se callara para poder tomarlo, ya que no sabían si aquello podía explotar o en su defecto, dar su ubicación.
― ¡Jimin! ―el pelinegro escuchó el grito de alguien, reconociendo fácilmente la voz de su mejor amigo.
Mierda.
― ¡Aquí, Taehyung! ―gritó con todas las fuerzas, haciendo que Yoongi volviera a cubrirle la boca con las lianas.
―Atrás de mí, yo lo protejo Yoongi hyung―Jungkook apegó a un incómodo Yoongi a su espalda, Suran encogiéndose de hombros y colocándose detrás del elfo.
―Sí, yo me protejo también, si no les molesta―la hada se colocó detrás de Yoongi y vio con ojos atentos cómo entre los arbustos, daba lugar para entrar otro humano.
Taehyung miró con el ceño fruncido esa planta enorme que estaba frente a él, colocó su brazo sobre ella y la apartó de su camino, sonriendo cuando tuvo el camino libre, pero cuando dio el paso y quitó el brazo, la planta retomó su lugar con fuerza, dándole un golpe fuerte en su espalda, cual látigo sobre un esclavo.
― ¡Ah, planta de mierda! ―el pelirrojo volvió a ver la planta, comenzando a golpear y dar patadas a la pobre planta, agitándose entre los arbustos.
Una pelea, donde por obvias razones, no habría un ganador.
― ¿Por qué los humanos son tan raros? ―preguntó Suran al ver al humano de flameante cabello, pelear con una planta.
Taehyung escuchó la femenina voz y miró asustado a su lado, la planta retomando su lugar y golpeando la cara del pelirrojo, haciendo que este frunciera el ceño y se quejara con ojos cerrados. Cuando se recompuso, comenzó a caminar lentamente hacia las personas que estaban ahí.
Jimin era cubierto por los cuerpos de los seres, por lo que Taehyung no notó nada extraño, pensando en que probablemente, esos chicos eran amigos de Jimin.
Jungkook, alarmado por ver al humano acercarse a ellos con total confianza, estiró su brazo hacia su espalda, sacando rápidamente su arco de su estuche, colocando la flecha y apuntando a Taehyung, todo en un tiempo récord. El elfo cerró el ojo izquierdo para tener la mejor puntería, aquella que le caracterizaba.
Taehyung abrió los ojos y sonrió en grande al ver el arco.
― ¡Oye, tranquilo! ―levantó sus manos de forma burlesca, no entendiendo la seriedad del asunto, al no notar nada fuera de lugar. ―No me apuntes con tu juguetito, solo vengo por mi amigo.―bajó los brazos y soltó una carcajada, se le hacía cómica la situación.
Yoongi entendió que ese humano conocía al humano y de alguna forma había dado con su ubicación. Miró hacia atrás, donde el humano intentaba zafarse de las lianas, seguramente para alertar a su amigo.
―No le dispares, Jungkook―el hada susurró en el oído puntiagudo del elfo, haciendo que este le mirara, confundido.
Yoongi tomó al menor de los hombros, haciéndose todos a un lado, para que el humano pelirrojo pudiera ver a Jimin atado en el árbol. El hada tenía curiosidad sobre la interacción de ambos.
Cuando el pelirrojo vio que Jimin estaba, de alguna forma, atado a un árbol rodeado de lianas, no sabía si todo esto era alguna broma tonta o los nuevos amigos de Jimin tenían algún fetiche extraño.
― ¡MH! ―gimoteó Jimin a su amigo, agitándose para que este notara que él no estaba ahí por su cuenta.
―Oh por favor, ya comprendí todo―el humano menor rodó los ojos y miró a Jimin con brazos cruzados, haciendo que tanto el pelinegro, como los seres, le miraran confundidos. ―Todo esto es un plan para que piense que los seres míticos existen ¿No?
Taehyung miró a Jungkook y caminó hacia él con molestia, haciendo que el elfo se sintiera nervioso por el acercamiento, no teniendo tiempo para sacar su arco.
―Le pagaste a este chico para que se pusiera orejas de elfo falsas―Taehyung tomó la punta de la oreja del elfo, halándola con fuerza, haciendo que este se quejara y empujara al pelirrojo. ―A esa chica y al chico pálido para que se pusieran alas de hadas, de verdad Jimin, pensé que todo era un sencillo fetiche, pero ya pagarle a personas para disfrazarse de esto y tenerte de rehén―Taehyung miró a Jimin molesto, le parecía demasiado que su amigo hiciera todo eso para demostrar algo que simplemente no existe, o al menos eso pensaba él.
―No somos falsos, humano imbécil―Yoongi se quejó ante la confianza del humano estúpido, demasiada confianza cuando se acercó a al hada y tiró de una de sus alas, haciendo que jadeara de dolor y cayera un poco de brillo al suelo, creciendo el césped.
Taehyung notó que las alas estaban adheridas al cuerpo del chico y que el brillo de las alas, que pensaba eran falsas, soltaban ese brillo y hacía crecer el césped.
Miró asustado a las tres personas que le miraban furiosos y luego movió su vista hacia Jimin, quien le miraba igualmente asustado.
― ¡Piedad! Pensé que Jimin les había contratado, ese niño se droga, a veces―el pelirrojo se dejó caer de rodillas, gritando sus súplicas y juntando sus manos ante los seres, rogando por piedad.
Yoongi levantó su mano, haciendo que los labios de Taehyung se juntaran de forma involuntaria, como había hecho con Jimin, aturdido y molesto por los gritos.
― ¡Cállate cosa roja y ruidosa! ―Taehyung se alarmó cuando no pudo separar sus labios, gimoteando con desesperación y lágrimas formándose en sus ojos.
― ¡Bien, ahora no solo tenemos un problema, tenemos dos! ―Suran pateó con fuerza cuando su problema había crecido, en lugar de desaparecer.
Caminó hacia Taehyung y lo ayudó a levantarse, para que caminara hacia el árbol donde Jimin estaba atado, para que se sentara junto a su amigo.
―Bien, puedo quitar la barrera antihumanos para que puedan entrar y llevarlos a tu casa, Yoongi hyung, pero tenemos que hacer que las otras hadas no los vean, se alarmarán―Jungkook era el único de ahí que podía quitar la barrera, después de todo era un elfo, la familia encargada de aquello.
―Les pondré unas alas falsas, para pasar desapercibidos―Suran asintió ante la idea de Yoongi y tomó al pelirrojo entre sus brazos, para ayudarle a levantarse, ya que parecía una gelatina temblorosa.
Yoongi hizo que las lianas dejaran libre a Jimin, pero no dejó que se levantara, hasta que estuviera seguro que colaboraría con él y no escaparía.
―Mira, las cosas serán más sencillas si vamos a las buenas. Irán a mi casa, les borraremos la memoria de este día y se irán a casa―Jimin negó con la cabeza, ya que le habían sellado sus labios, al igual que a Taehyung.
No quiero olvidar esto ¡Yo tenía razón en todo!
―Bueno, si quieren a las malas, será a las malas.
Yoongi levantó a Jimin sin mucha dificultad, haciendo que girara sobre su lugar y dejándolo pegado al tronco, dándole la espalda.
―En cualquier otro contexto, esa escena terminaría en apareamiento―acotó Suran con una mueca, haciendo que Yoongi le mirara con asco y Taehyung quisiera reír.
A Jungkook no le hacía gracia.
Yoongi colocó su mano sobre la espalda del menor y lentamente la despegó, comenzando a crear unas alas provisionales. No volarían con ellas, pero solo eran para que las otras hadas no sospecharan.
―Necesitamos cambiarles la ropa, no pueden entrar así―Jimin y Taehyung se vieron entre ellos, algo asustados con la idea de desvestirse en medio del bosque.
―Esperen unos minutos, les haré ropa―dijo Suran mientras se acercaba al árbol para cortar algunas hojas y lianas. Utilizando sus dotes de hada para confeccionar dos trajes de hojas, simples, pero decentes para el momento.
Cuando estuvieron listos, dejó que Jimin caminara hacia Taehyung, a quien le pondría las alas, como al pelinegro.
Jungkook deshabilitó la barrera con un chasquido de dedos y las hadas empujaron a los humanos, logrando pasar sin problemas, el elfo chasqueando una vez más para cerrarla.
Al estar todos en su tamaño humano, no sería extraño para los demás el ver a esos chicos, así que pasaron entre los escarabajos y gnomos, hasta llegar al centro del bosque.
Todo iba bien, estaban a poco de llegar a la casa de Yoongi, pero justo cuando iban a pasar por el festival, Lee Taemin, el jefe de centauros, se acercó hacia los chicos con una enorme sonrisa.
― ¡Chicos, que gusto verlos por aquí! ―ambos humanos abrieron los ojos con sorpresa al ver al chico con medio cuerpo de caballo, sonreírle a las hadas y al elfo. ―Pensé que no te gustaban estas cosas, Yoongi.
―No me gustan, por eso íbamos a mi casa―los seres estaban nerviosos, Taemin era un gran amigo, pero su deber era defender e informar, así que por órdenes impuestas en el bosque, su obligación es decir todo lo que ve fuera de lo normal, siendo la presencia de dos humanos una catástrofe. ―Fue un gusto verte Taemin, pero tenemos que irnos.
El centauro frunció ligeramente el ceño, no había podido presentarse como debía con los otros chicos, deteniendo a Yoongi.
―Espera, no pude presentarme con los dos hadas―sonrió hacia Jimin y Taehyung, Yoongi entrando en pánico―Un gusto conocerles, no les había visto por aquí ¿De qué bosque vienen? ―preguntó el centauro, intentando sacar una conversación, pero los humanos tenían los labios sellados.
Yoongi despegó los labios de los chicos con un movimiento de mano, esperando que estos no la cagaran.
―Del...del bosque de la esquina―dijo Jimin tembloroso, notando la fuerte mirada del centauro.
― ¡Sí, en ese donde hay muchos árboles! ―agregó Taehyung con muchos nervios, haciendo que los demás seres quisieran golpearle.
Taemin sonrió y rio suavemente, haciendo que las hadas y el elfo suspiraran, más tranquilos.
―Además de lindos, bromistas, está bien―el centauro hizo una reverencia con una sonrisa y se retiró, despidiéndose de sus amigos antes de volver al centro del festival.
―Por favor ¿No tenían una idea mejor? ―Suran estaba que se le escapaban los vientos de los nervios, pero se controló para no alertar al centauro.
―Lo siento, cuando un hombre con cuerpo de caballo te mira así, lo último que haces es pensar en bosques, mujer―Taehyung se quejó por el regaño, ese centauro le había puesto los pelos de punta.
Siguieron caminando hacia la casa de Yoongi y llegaron segundos después, la casa del hada era sencilla; muebles cafés, decoraciones básicas hechas con hojas, una estantería llena de libros y el armario para los zapatos en la entrada.
La mayoría de las casas en ese bosque eran iguales, sólo variaba la decoración y tamaños, pero a Yoongi le deba completamente igual la decoración, dejándola como estaba en un inicio.
―Tenemos que llamar a Namjoon hyung, él sabrá qué hacer―Suran asintió ante las palabras del elfo y corrió fuera de la casa, emprendiendo vuelo hacia la casa del hechicero.
―Bien, pueden sentarse en el sofá, no hagan nada raro―Yoongi frunció el ceño y miró de vuelta a Jungkook. ―Deja tus armas, esos dos no pueden hacernos nada.
El elfo se encogió de hombros y miró al humano de pelo rojo, sonrió y dejó caer su arco y espada enfundados sobre el cuerpo del humano, dando justo en su entrepierna.
― ¡Ah! ―gritó el humano y Yoongi le miró preocupado, Jungkook no entendiendo.
― ¡Jungkook! ―Yoongi le regañó y fue a quitar las armas que estaban sobre el humano.
― ¿Qué? Ellos no tienen pene como nosotros...¿Verdad? ―Jungkook no sabía cómo eran los humanos, imaginando que no tenían algunas partes que ellos sí. Cuando Yoongi le vio con el ceño fruncido, entendió que se había equivocado. ―Oh, lástima.
Cuando Taehyung logró recuperarse, Jimin vio cómo el hada y el elfo caminaban hacia otro cuarto, dejándolos ahí.
―Tengo tanto miedo por lo que puedan hacernos, pero estoy tan feliz porque me debes un millón de Wons ―Jimin celebró internamente al recordar las palabras de su amigo, de hecho, había hasta un "contrato" firmado, en donde Taehyung prometía pagar esa cantidad, si Jimin le demostraba la existencia de esos seres.
―Sí, claro. Piensa en el dinero cuando puede que sea nuestro último día vivos, a mí casi me dejan sin descendencia―Jimin quiso reír, pero se contuvo.
―Igual no tienes a nadie con quién procrear, no te hará falta.
Comenzaron una guerra de manotazos en el sofá, riendo cuando alguno se quejaba por el dolor del golpe, retomando la pelea.
Como si no estuviesen secuestrados en la casa de una hada con un elfo lunático.
Segundos después, la puerta fue abierta con brusquedad, asustando a los chicos en medio de su guerra de manotazos. Abrieron sus ojos y su boca al ver aquella peculiar imagen.
Un chico moreno iba junto a la hada Suran, pero lo que les llamó la atención no fue aquello, sino el tritón que el chico moreno cargaba entre sus brazos.
Yoongi y Jungkook salieron de la cocina con una sonrisa, al ver a sus amigos llegar.
― ¡Namjoon, SeokJin!
Jimin chilló internamente al ver a todos esos personajes juntos, como un fanático viendo a su ídolo.
¡A la mierda ser raptado, esto es genial!
Capítulo larguito para intentar alegrar a alguien 👀💙 espero que les esté gustando el fanfic, el día de actualización aún no está fijo, porque empezaré en unas semanas el otro ciclo de la universidad y quier ver cómo quedarán mis horarios, pero les informaré de todo✨
¡Gracias por el apoyo que me dan!❤
¡Nos leemos prontooooooo!✨
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