El delgado cuerpo de Xiao Zhan temblaba de frío mientras se acurrucaba temeroso en una esquina de la habitación.

Hace una semana que no había visto la luz del día y su miedo acrecentaba tanto que incluso soltaba fuertes alaridos de miedo cuando la pesada puerta de metal se abría, sus ojos continuaban vendados y sus manos estaban atadas tras su espalda, no era ni un tercio de la belleza que fue cuando Wang Yibo lo conoció, y eso también le dolía.

El amor puede ser la mayor estupidez de las personas, por él desechan sus cerebros a la basura y se convierten en tontos perros leales que harían lo que sea por quien aman, sin saber si estos también están dispuestos o los abandonarían en la primera oportunidad.

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Como la mano derecha de su jefe y el hombre más leal a su disposición, Wang Yibo rogó por Xiao Zhan, y de ello su padre no tenía que enterarse si ellos ya tenían de regreso el territorio este, simplemente quedaría en que Xiao Zhan estaba muerto y no les importaba los motivos por los que su propio padre lo quería así, tanto que sin dudarlo les entregó de regreso la administración del territorio este.

El juego del crimen organizado y cada paso que daban en el tablero de ajedrez, un peligro extra a donde quiera que vayan a mirar.

Si Wang Yibo pertenecía a una de las organizaciones criminales más grandes de toda Asia,¿ qué hacía peleando con el presidente de una corporación farmacéutica?

Pues la respuesta era incluso más simple.

La corporación Sean era sólo una fachada, una limpia imagen ante todos.

Fuera de todas las ilegalidades, sobornos y extorsiones para abrirse camino hacia donde deseaban, incluso estaban involucrados con la trata y tráfico de personas.

En realidad, la corporación Sean era la organización criminal más grande de Asia, pero habían pequeños peces dispuestos a convertirse en pirañas para desalojar al viejo rey y ocupar la sima, y hasta el momento, Huang lo estaba haciendo bastante bien.

Esa mañana Wang Yibo se enfrentó a un grupo que intentó sublevarse a la nueva autoridad. Había recibido varios golpes en el rostro, pero el lograr someterlos le dio la oportunidad de un nuevo reconocimiento, y como premio obtuvo las llaves de la habitación del que se supone que estaba muerto, Xiao Zhan.

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