Capitulo 8: La Verdadera Reina del Cielo
En el instante en que Igneel fue envuelto por aquella aura misteriosa, su cuerpo cedió al agotamiento. Esa aura había drenado una cantidad considerable de su poder mágico, obligándolo a depender de la ayuda de Metalicana y Acnologia. "No tengo idea de qué fue eso, amigo, pero te ha dejado en un estado lamentable", expresó Metalicana, sosteniendo a su camarada con firmeza.
Acnologia frunció el ceño, su frustración era evidente. "¿Y ahora qué, Dragona?", preguntó a Grandeeney, quien lo miró a los ojos. "Ustedes están heridos, deben irse de aquí y cuidar de Igneel... Yo me encargaré de esto", respondió con determinación. Sin embargo, Igneel, a pesar de su estado, se negaba a abandonar el campo de batalla. "No pienso irme de aquí...", dijo, intentando levantarse sin éxito.
"Igneel, debes entender que no estás en condiciones, solo conseguirás que te maten...", advirtió Grandeeney. "Estoy segura de que quieres volver a ver a tu chico, ¿verdad?". Sus palabras hicieron que Igneel se detuviera a pensar. Tras un suspiro de resignación, respondió: "Más te vale que no te maten a ti". Grandeeney le sonrió con confianza. "Confía en mí, no moriré, te lo aseguro", afirmó la dragona.
Con la ayuda de Weisslogia y Skiadrum, Igneel se alejó volando del lugar junto con los demás, debían volver a sus formas humanas y buscar un lugar seguro. Ava observaba todo esto con una sonrisa soberbia en su rostro.
"¿Estás segura de que no los necesitas?" Ava expresó con una sonrisa desafiante "Creo que estás subestimando a la mismísima Reina de los Cielos, estúpido lagarto."
"¿La Reina de los Cielos?" Grandeeney preguntó con una risa irónica "No me hagas reír... ¡La única que domina el cielo aquí soy yo!"
"Esas palabras son del pasado, lagartija superdesarrollada." Ava respondió, su sonrisa se transformó en una mueca maliciosa. Su cuerpo comenzó a crecer de forma exponencial, casi del mismo tamaño que Grandeeney. Sus brazos se cubrieron de plumas, sus pies se convirtieron en garras y sus ojos adquirieron la mirada aguda de un ave depredadora "Ahora te enseñaré por qué eres inferior a mí."
"Eso lo veremos..." Grandeeney rugió, lanzando una inmensa ráfaga de aire contra Ava con su ataque "Tenryū no Hōkō". Ava logró esquivarlo, pero no sin recibir un corte en la mejilla. Al darse cuenta de la herida, Ava se enfureció y miró a Grandeeney con ira "¡Ahora sí, maldita, sentirás lo que es el verdadero terror!.. ¡Hōfuna Nagare!" Rugió, convocando una potente ráfaga de viento que golpeó a Grandeeney, enviándola volando como una muñeca de trapo. Como si eso no fuera suficiente, Ava se acercó y le clavó una de sus garras en el ala a Grandeeney, lo que la hizo caer del cielo y estrellarse en el suelo, causando la destrucción de varios edificios.
"¿Ves?" Ava se regodeó "Te dije que era superior a ti. Ahora que termine contigo, iré por tus amigos, y luego buscaré a esa mocosa que es tu hija solo para hacerla llorar al ver tu cadáver. Tal vez la convierta en uno de mis sirvientes leales, aunque eso tal vez ni siquiera pueda hacerlo, ¡JAJAJAJAAJA!" Al oír eso, Grandeeney comenzó a levantarse del suelo y a alzar vuelo, haciendo que Ava perdiera el equilibrio y cayera contra el suelo. Cuando volvió a ver a Ava, se dio cuenta de que el cuerpo de la dragona estaba brillando de color celeste.
"No..." - Ava murmuró, su voz temblaba al reconocer el brillo que significaba una amenaza inminente - "No creas que lo lograrás... ¡Ten no hane!" - gritó, liberando esferas de viento hacia Grandeeney que explotaron en un estallido de energía. Sin embargo, cuando el humo de la explosión se disipó, Ava se quedó helada. Grandeeney estaba allí, su cuerpo recubierto de viento y sus alas brillaban con un celeste resplandeciente.
"Solo te lo advertiré una vez..." - Grandeeney amenazó, su voz era un rugido que resonaba en el aire - "Si le tocas un solo cabello a mi hija o lastimas a mis amigos, te juro que lo pagarás." Ava rió con desdén - "Te crees muy ruda, ¿eh? Veamos cómo puedes hablar cuando no puedas volar... ¡Harikēn'arō!" - Rugió, disparando flechas de viento. Pero Grandeeney estaba preparada.
"No lo creo... ¡Tenryu no Yokugeki!" - Grandeeney rugió, creando un torbellino gigantesco que desvió las flechas de Ava hacia ella. Ava recibió el ataque de lleno, solo para ver cómo Grandeeney se acercaba para su golpe de gracia.
"Grábatelo en la cabeza, pájaro" - Amenazó Grandeeney - "Nosotros detendremos a Zorem, a ti y a todos los que han hecho de este lugar un sufrimiento. Esa es nuestra misión y protegeremos este mundo y a los que amamos... ¡Kami no yumi: Shinpi-tekina kaze no ya!" - Rugió Grandeeney, lanzándose contra Ava con una velocidad que transformó su cuerpo en una flecha de viento. El golpe fue brutal, Ava cayó al suelo.
Grandeeney descendió lentamente, regresando a su forma humana. Estaba agotada por utilizar su Dragon Soul, pero observaba a Ava, quien a duras penas se levantaba y miraba a Grandeeney con ira. "Has ganado esta pelea, pero no la guerra" Dijo Ava, furiosa "Pronto lo verás." Desapareció en un remolino de viento. Después del retiro de Ava, Igneel, ya recuperado, apareció junto a los demás en su forma humana. Todos se acercaron a Grandeeney, que estaba arrodillada, para apoyarla y llevarla a un refugio que habían encontrado.
Mientras todo esto sucedía, Zorem observaba a través de su bola de cristal, una sonrisa maliciosa se dibujaba en su rostro. De pronto, Ava apareció en un remolino, visiblemente lastimada, y se dejó caer en un sillón. Zorem la miró con curiosidad "Esa maldita lagartija..." murmuró Ava, molesta, mientras Zorem se acercaba a uno de los escaparates por un libro.
"Veo que no te fue tan bien como pensabas." - Zorem abrió un libro titulado "Leyendas Antiguas", de un color verde y apariencia antigua. Ava lo miró con desdén - "Me confié, eso no volverá a pasar." Dijo Ava, enojada. Zorem asintió "Ya lo creo... Pero dejando tu pelea de lado, ¿qué me puedes decir de lo que le ocurrió al Rey Dragón de Fuego?" Preguntó Zorem con un tono extraño.
"No estoy muy segura de lo que ocurrió con él." - Explicó Ava "Sólo sé que ese poder que liberó era siniestro, pero no lo controla para nada. Parecía una bestia feroz dispuesta a matar a todo el que se le cruzara." Recordó la apariencia de Igneel en esos momentos.
"Interesante." Respondió Zorem mientras terminaba de leer el libro y se volvía a sentar en su escritorio. Ava presentía que Zorem escondía algún tipo de información, pero decidió no preguntar. En cambio, hizo otra pregunta "¿Cómo va el plan?" Preguntó la mujer sin mucho ánimo, a lo cual Zorem la miró - "No te preocupes, todo está yendo a la perfección."
"Me parece bien." Dijo Ava con desdén, sin embargo, una vieja duda comenzó a revolotear en su cabeza por lo que volvió a preguntar a Zorem "Por cierto... ¿Cuándo veremos al sexto miembro del grupo? Yo ni siquiera sé quién es, nunca compartiste esa información conmigo, al menos podrías decirme cómo se ve." Expresó Ava un poco inquieta.
Zorem no respondió, simplemente se quedó mirando a Igneel mediante la bola de cristal - "Pronto, muy pronto lo conocerás." Dijo de forma siniestra.
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