Capitulo 15: Verdades Reveladas Parte 1
Después de separarse de sus camaradas, Skiadrum se encontró vagando por los pasillos del misterioso lugar. Mientras exploraba, se dio cuenta de que había entrado en un espacio diferente al exterior. No le fue difícil deducir que Zorem debía haber anticipado su llegada y, para no levantar sospechas entre los humanos del pueblo, lanzó un hechizo. "Esta magia es realmente peculiar", pensó Skiadrum, observando la zona a su alrededor. Sin embargo, de repente sintió una aura oscura que parecía venir de todas partes, pero por más que buscó, no pudo encontrar su origen.
"¿Dónde estas?", se preguntó el Dragón de Sombras, pero sus pensamientos fueron interrumpidos cuando un cúmulo de magia que tomó la forma de un can se presentó ante él. Skiadrum lo miró, confundido y asombrado. "Sígueme", dijo la construcción mágica, caminando por el pasillo y doblando a la izquierda. Aunque escéptico, Skiadrum decidió seguir a la criatura para averiguar a dónde quería llevarlo.
Mientras tanto...
Grandeeney y Ava corrían por los pasillos buscando al resto de los dragones y a los compañeros de Ava. "¿Estás segura de que es por aquí?", preguntó Grandeeney a Ava mientras corrían por el lugar. "Estoy segura", explicó la mujer. "Revisé el hechizo. Es una variación del Universe One, pero puedo sentir la presencia de las criaturas que están aquí".
"¿Universe One?", preguntó Grandeeney, claramente confundida.
"Es verdad, tú no estabas...", recordó Ava. "Verás, el Universe One es un tipo de magia que, cuando se usa, encanta el suelo mismo y, si es lanzada por alguien extremadamente poderoso, podría afectar potencialmente una región tan grande", explicó Ava. "Básicamente, cuando se lanza el hechizo, puedes comprimir la Tierra en donde estás para hacerla más pequeña".
"Se ve que es una magia muy peligrosa. ¿Quién en su sano juicio inventaría algo así?", dijo Grandeeney, claramente asustada.
"Fue una mujer llamada Irene Belserion", explicó Ava, haciendo que Grandeeney se sorprendiera.
"¿La reina de los dragones?!", exclamó Grandeeney, altamente sorprendida por la revelación.
"¿Reina de los dragones?", preguntó Ava, confundida.
"Hace 400 años existió un reino llamado Dragnof, el cual era conocido por ser un lugar donde dragones y humanos convivían. Ella gobernaba el lugar y era conocida como la 'Reina de los Dragones'", explicó Grandeeney. "En ese lugar fue donde nació la magia Dragon Slayer, la cual ella creó para luchar contra los dragones malvados. Sin embargo, fue esa magia lo que provocó la caída y desaparición de Dragnof".
"Había oído de ese lugar en libros de historia, pero nunca supe quién lo gobernaba o que allí fue donde nació la magia que tu hija usa", dijo Ava. "Pero no nos desviemos del tema. Este hechizo es una variación del Universe One", continuó Ava con su explicación. "Permite ampliar el lugar, deformando el espacio que lo rodea. En otras palabras, es una dimensión distante y lo que pase aquí, no será visto por la gente del exterior. Para ellos, solo verán el edificio como si nada estuviera pasando en su interior, a menos que el hechizo se disipe o que la persona que lo controla quede incapaz de seguir con el hechizo".
"En ese caso, debemos darnos prisa y encontrar a los otros...", dijo Grandeeney, antes de percatarse de que alguien venía hacia ellos desde unos oscuros pasillos. "Ava...", dijo la dragona, mientras se preparaba para lanzar un ataque. "No me lo tienes que decir", dijo la mujer, mientras preparaba su magia para responder. Sin embargo, Grandeeney percibió un olor familiar, mientras Ava sintió una presencia que reconoció. Al acercarse más, se dieron cuenta de que eran Metalicana y Lizar.
Con Skiadrum...
Skiadrum siguió a la extraña criatura por el pasillo hasta llegar a una gran puerta que estaba en uno de los pasillos. "Por aquí...", dijo la criatura antes de atravesar la puerta. Skiadrum, un poco asombrado, se paró frente a la puerta un momento. Si era una trampa, debía estar preparado, por lo que preparó en secreto un ataque de sombras, mientras abría la puerta.
Dentro del lugar había una gran biblioteca llena de libros. Cada estantería tenía todo tipo de literatura, desde los libros de magia más simples hasta los más avanzados y antiguos que existían.
"Impresionante colección, ¿no te parece?", dijo una voz en una mesa. Skiadrum se volteó hacia ella para encontrar a Fang leyendo un libro titulado "Grimorio de Bestiarium". "No lo he leído todos, pero estoy en eso", dijo al percatarse de que Skiadrum tenía listo un ataque de sombras.
"Tranquilo, no quiero pelear", explicó Fang. "Solo quiero hablar".
Skiadrum quedó confuso por las palabras de Fang, sin embargo, no bajó la guardia. Aunque no sentía nada de maldad en Fang en estos momentos, no podía asegurar de que no habría una trampa. "Te escucharé lo que tengas que decir...", dijo Skiadrum. "Por ahora".
Con Ava, Lizar, Metalicana y Grandeeney...
Metalicana y Lizar habían tomado caminos separados luego de su combate. Sin embargo, al parecer, el lugar era como un laberinto y, por azares del destino, ambos se volvieron a juntar, esta vez con Ava y Grandeeney.
"Ava...", dijo Lizar, mientras observaba a su compañera. Aunque la veía, sentía que había algo diferente en ella. Por su mirada, se notaba que ya no tenía soberbia en su ser. "¿Qué haces aquí?".
"Lo mismo que creo que tú haces, Lizar", respondió Ava. "Estaba buscando ayuda", mientras Metalicana observaba todo, un tanto confundido.
"¿Ayuda?", preguntó Metalicana. "¿Ayuda para qué?".
"Tal parece, mi querido amigo, que nuestra misión se ha complicado más de lo que pensábamos".
Volviendo con Skiadrum...
"¿Y bien?", dijo Skiadrum, algo impaciente. "¿De qué quieres hablar?".
Fang tomó un respiro y, cerrando su libro, se levantó de su silla. "Para empezar, sé por qué están aquí tú y tus compañeros dragones", explicó Fang. "Están aquí para detener a Zorem de sus planes e investigar sobre las desapariciones de las personas".
"Veo que has estado investigando", dijo Skiadrum, sin bajar la guardia.
"Sí", respondió Fang, "Puedo darte las respuestas que buscas". Se levantó, su mirada seria. "Lo que no sé es cómo reaccionarás ante ellas".
"Inténtalo", retó el Dragón de Sombras, su voz resonando en la sala.
"Bien, para empezar, sé que el hombre al que he estado sirviendo estos últimos meses no es el verdadero Zorem", explicó Fang. Skiadrum alzó una ceja, sorprendido. "Cuando Lenor y yo lo conocimos, era un simple domador de bestias, mientras que mi hermano era un hombre fornido de un circo ambulante. Sin embargo, a diferencia de Lenor, yo nací con la capacidad de ver a través de las mentiras y saber si una persona está mintiendo u oculta algo. Cuando llegó, habló de una nueva era para Fiore, una donde todos podríamos ser felices sin necesidad de trabajar en empleos que no nos gustan. Debido a que nunca usé mi capacidad de ver las mentiras por temor a causar problemas, acepté junto a mi hermano.
"Pero comencé a notar que el comportamiento de Zorem no era natural", continuó Fang. "Así que, con cierta duda, usé mi poder de ver las mentiras, y lo que vi me heló la sangre. Alrededor de Zorem, había una presencia... No sé cómo describirla... era como un..."
"Un demonio", completó Skiadrum, sorprendiendo al hombre. "Sí", respondió Fang. "Quería decirle a mis compañeros, pero en Ava pude notar una oscuridad controlándola y Lizar y Nigrot no me escucharían, mucho menos mi hermano, que solo piensa con los músculos. Así que guardé silencio y obedecí sin rechistar. No fue la mejor decisión que he tomado, pero no podía enfrentarme a él sin ayuda.
"¿Hay algo más?", preguntó Skiadrum.
"Sí, lo hay", respondió Fang. "Sé que Zorem, o quien quiera que sea, está buscando algo de gran poder..."
"Ah, sí", dijo Skiadrum con curiosidad. "¿Y qué es lo que busca?"
"Es...", Fang no pudo continuar cuando de repente sintió un inmenso dolor que le recorría el cuerpo mientras una aura oscura lo envolvía. Skiadrum, sorprendido, se acercó a él.
"¡NO, ALÉJATE!", gritó Fang, haciendo que Skiadrum se detuviera.
"Así que sabías la verdad...", resonó la voz de Zorem en toda la habitación, con la misma aura maligna que Skiadrum había percibido antes. "Y aún así esperaste el momento para traicionarme", replicó la voz de Zorem. "A tu señor".
"¡NO SÉ QUÉ ERES PERO NO ERES QUIEN DICES SER!", rugió Fang. "¡NUNCA SEGUIRÍA A ALGUIEN COMO TÚ!"
"No importa", dijo Zorem desde su despacho, mientras tomaba la figura de un lobo. "Me obedecerás, lo quieras o no", dijo antes de hacer que la figura poco a poco se volviera negra.
"ARGGG", rugió Fang mientras su cuerpo iba cambiando poco a poco en una forma más monstruosa que su forma Bestia.
"¡Oye!", gritó Skiadrum. "No dejes que él te controle. Resiste el poder maligno que intenta invadirte".
"NO... PUEDO", respondió. "ESCUCHAME... DEBES PARARME CUESTE LO QUE CUESTE, SOLO ASÍ PODRÉ DECIRTE LO QUE PLANEA", fue lo último que dijo Fang antes de perder la conciencia, dejando solamente a una Bestia Salvaje.
"Haré lo que pueda", dijo Skaidrum mientras se transformaba parcialmente en su forma de Dragón. "Pero no puedo prometer que saldrás ileso", dijo a lo cual un Fang Bestial respondió con un rugido.
Mientras tanto, con Grandeeney, Metalicana, y los demás...
Grandeeney le ha explicado a Metalicana todo lo que ha descubierto, cuando siente junto al resto un gran poder maligno emanando de todo el lugar. "Es Zorem", dijo Ava asustada. "Puedo sentirlo, ha infectado a Fang con su poder".
"También siento un poder proveniente de las sombras", dijo Lizar mientras se mostraba preocupado.
"Si es un poder de sombras, debe ser Skiadrum", respondió Metalicana. "Démonos prisa, necesitará nuestra ayuda si queremos liberar a su amigo".
"Es por aquí", dijo Ava mientras señalaba un pasillo. "Puedo sentir su presencia, viene de ese lugar".
"¡Vamos!", dijo Grandeeney mientras ella, junto al resto, iban rumbo a ayudar a Skiadrum.
Continuará...
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