Un día mas en el gremio

La joven albina se encontraba limpiando unos vasos como de costumbre, para su suerte ese día casi todo el mundo estaba de misión por lo que apenas tenía faena. Escucho un fuerte golpe y supo que era él, Natsu entraba como de costumbre y saludaba a todos, por suerte Gray no estaba por lo que no trascendió a más la presencia del mago.

-Hola Mira, ¿tienes algo de carne?, me muero de hambre-comento algo malhumorado.

-Si,¿ha ocurrido algo?-pregunto ella poniéndose a hacer la carne.

-Lucy me ha echado de su cuarto porque estaba bañándose-respondió apoyando la cabeza en la mesa y haciendo gestos.

-Bueno, es normal ya que no es como Erza que no tiene pudor-reía ella terminando de hacer la carne como le gustaba al mago.

Natsu comía cada trozo pero aún se notaba que estaba cabreado por la manera de comer.

-Oye Natsu, ¿te gusta alguien?-pregunto sin rodeos.

-¿Gustar?, no son comida-Mira cayo al suelo, realmente Natsu era muy malo para ese tema.

Natsu en un par de trozos más termino de comer y le dio el plato a Mira quien le detuvo.

-Espera Natsu, ¿puedes ayudarme con una cosa?-pregunto ella preocupada.

-Claro

Fueron hasta una de las habitaciones donde guarda Mira los trastos que mucha gente no quiere a cambio de dinero, solo tenía cosas que ella sabía que valían dinero en el futuro. Ella cerro la puerta y se sentó en una de las sillas.

-¿Puedes darme un masaje?-pregunto ella dándose la vuelta.

-Claro-coloco las manos en la espalda de ella y poco a poco fue apretando suavemente.

Ella sentía como su cuerpo se iba relajando, el calor que desprendía sus manos aumentaba el placer que sentía, era algo tan bueno que parecía un profesional. 

Al cabo de unos pocos minutos ella se levanto algo sudada.

-Gracias, ya me siento algo mejor-estiro un poco su cuello.

-No hay de que, somos familia-esbozo una gran sonrisa y se echo a reír.

Mirajane se acerco hasta él y le dio un profundo beso, no se lo esperaba. Luego al separarse un pequeño hilo de saliva cayo al suelo, la albina tapo la boca del joven con un dedo cuando fue a decir algo.

-Lo más valioso de este sitio eres tu...Natsu-susurro antes de darle otro beso y ir hasta la puerta.

-Mira, espera-ella detuvo su avance y se giro para mirarle.

-¿Puedo...puedo volver a darte un masaje otro día?-pregunto rojo y algo nervioso.

-Claro, ademas-hizo una breve pausa-los besos no serán tu única recompensa-ella le guiño un ojo.

Natsu era suyo y ella aunque daba esa imagen de niña buena no lo era. Y muy pronto el joven dragon slayer de fuego lo comprobaría en sus carnes.

-Bueno, es hora de que atienda la barra-dijo ella con su sonrisa.


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top