La joven peliazul con gafas estaba dedicando su tiempo a rellenar unos documentos que necesitaba el gremio para estar al día. Normalmente se encargaba Mira pero ella ahora estaba ocupada con otros asuntos. Luego, volvería a leer algún libro como era costumbre.

Gajeel se acercó a ella y se la quedo mirando.

—¿No estás trabajando demasiado?—pregunto mirando por encima.

—Ya casi acabo, de todas formas no quiero estar sin hacer nada.

El joven dragon slayer se alejo y agarro su guitarra. Luego puso taco de folios encima de la cama junto a un bolígrafo. Iba a componer un par de canciones.

Levy estaba preocupada por ello, quería mucho a su pareja pero no era un gran cantante que digamos. Por suerte siempre llevaba en el cajón unos tapones para este tipo de emergencias. No obstante y para su sorpresa, el joven cantó una melodía muy bonita y con un tono de voz precioso. Levy dirigió su mirada a Gajeel que parecía muy centrado mirándola.

—Cuando te veo, siento que puedo con todo—aquellos ojos no mentían.

No pudo evitar emocionarse al verle tocar aquella canción dedicada a ella con todo el cariño del mundo. Se puso en pie y se fue hasta la cama donde se sentó a su lado.

—Te quiero Levy.

—Y yo a ti...Gajeel—dijo manteniendo las lagrimas y emocionada.

Un beso se produjo dejando paso a la pasión.

Nos pasamos la vida entre letras y notas, pero cuando el amor llega, las letras se escriben solas hasta formar el mejor libro, una vida junto a tu pareja.

Fin.