capítulo 15

les agradezco muchísimo por esperarme. He estado teniendo algún pequeño conflicto de intereses y una que otra crisis existencial así que no he podido publicar, pero ya estoy mejor y aunque ustedes son pocos estoy muy feliz de traerles este capítulo el día de hoy.


a la mañana siguiente, todos se levantaron temprano. El frío en el bosque se sentía crudo dentro de el palacio, y la lluvia comenzaba a hacerse presente entre los árboles.

la clase de Raisa tubo lugar en los jardines principales de el palacio.

La niña les mostró a las princesas sus hechizos de transformación, u quedaron muy impresionadas por la facilidad de la nia

· ahora, vamos a practicar algunos hechizos de protección -dijo Eliana

· primero, vamos a crear una barrera que te proteja temporalmente de los ataques. Sostén el áculo frente a ti, y repite "circunda" -explicó Elina

· "circunda" -dijo Raisa.

Una chispa roja salió de el báculo.

· ¡amortentia! -gritó Eliana dirigiendo su barita hace la niña.

El hechizo pasó rosando el costado de Raisa, y se desvió completamente.

· ¡muy bien! -la felicitó la joven

· gracias -respondió la pequeña muy sonriente

· tengo una pregunta ¿qué es amortentia? -dijo Caelan muy curioso

· es un hechizo que hace que el individuo afectado no pueda realizar sus funciones físicas por determinado tiempo -explicó Eliana

· ¿puedo intentarlo? -pidió Raisa

· si, por supuesto

La niña tomó su báculo y se preparó.

· ¡circunda! -gritó Eliana

· ¡amortentia! .dijo Raisa con fuerza.

El hechizo pasó rosando a la princesa, y ella le sonrió a Raisa

· si tu contrincante está desprevenido, ten por seguro que lo lograrás -le aconsejó Eliana

· ahora, vamos a ver que tal vas con los hechizos que te dejamos -dijo Eliana.

Raisa hiso los hechizos que había memorisado de el pergamino, y la mayoría le salieron bien. Solo hubo uno que aún no dominaba, y era el de convertir una vela en un lápiz.

· tienes que practicar ese último, pero recuerda que debes concentrarte. La clave es visualizar el lápiz en tu mente -le aconsejó Eliana

· lo haré -respondió la niña

· ahora, te vamos a enseñar a convertir personas en animales. Este hechizo no debe usarse para buscar problemas, si no para resolverlos ¿está bien? -dijo Elina

· si, está bien -respondió Raisa

· muy bien. Tienes que apuntar el báculo hacia la persona a la que quieres transformar, es decir, a mí. Ahora, tienes que repetir el hechizo visualizando en tu mente el animal en el que quieres convertir a la persona. Bamos con algo sencillo primero. Vas a convertir a Eliana en un gato -explicó Elina acomodándose el vestido.

· las palabras son "mutatio felis" .resitó la princesa

La niña respiró profundo y apuntó el báculo en dirección a la princesa, y repitió

—mutatio felis!

Al instante, la princesa se convirtió en un hermoso gato rosado

· ¡muy bien! Ahora, debes revertir el hechizo. Para hacer eso, tienes que decir "reverso incantato" -le dijo la princesa Elina

La niña apuntó el báculo hacia el gato y resitó

· ¡reverso incantato!

La princesa Eliana se convirtió en ella misma.

Circe y Gladius, que estaban observando desde hacía un rato, se unieron al aplauso de Lucía y Caelan.

· ¿lo ves? No es tan difícil, pequeña -le dijo Eliana rodeándola por los hombros

· gracias su majestad

· no es nada, Raisa. Bueno, creo que te dejaremos una última lista de hechizos, pero esta vez, irás a practicar en el jardín de la fuente. Estos hechizos tienen que ver con los elementos, así que no te sorprendas si no los logras al principio

Tenemos que atender un asunto importante, pero si necesitas ayuda puedes preguntarle a Araline -concluyó Eliana mientras su gemela escribía en una hoja de pergamino.

La niña asintió con la cabeza y la princesa Elina le dejó la hoja. Las princesas se retiraron por el sendero que conducía al salón principal, y Lucía guió a Raisa y sus amigos hacia el jardín con la fuente.

· mientras practicas, Uriu y yo vamos al la biblioteca -le dijo Circe a su hermana

· si, está bien -respondió Raisa

Araline le susurró algo al oído a Gladius, y el hobbit exclamó dirigiéndose a Elwin.

· ¿te parece si practicamos con las espadas?

· buena idea. Oí que los hobbits no son tan hábiles, pero vamos a ponerte a prueba -respondió la elfina con una altanera sonrisa.

Zéphiruz no entendía a su hermano. Se notaba que estaba enamorado de Elwin, pero a pesar de que ella lo rechazaba con su manera de ser, seguía sin darse cuenta de que no era buen partido. Sin duda, algo debía ocurrirle a su intuición ¡o a caso no era tan bueno para el amor?

De cualquier forma, no era un tema que le importase mucho. Pero no podía dejar de pensar en que quizá su pobre hermano sufriría tarde o temprano a consecuencia de su error.

· yo quiero quedarme a verte practicar. ¿puedo? Preguntó Lucía.

· si, no hay problema -respondió la niña.

Zéphiruz se retiró junto con Arlo, diciendo que iría a dar un paseo sobre el dragón. Había dejado de llover, y aunque el frío seguía presente, el hobbit se había embuelto con una chaqueta confeccionada a su talla.

La idea de bolar no le agradaba mucho, sobre todo porque le tenía temor a las alturas

Pero después de tanto insistir, Arlo acabó por convencerlo.

· bolar es bonito, y nunca vas a perderle el miedo si no lo intentas -le había dicho el dragón.

Y fue así como todos se dispersaron de nuevo.

Raisa volvió a su práctica, y Caelan comenzó a leerle los hechizos.

· este es para controlar el agua. Tienes que decir Fluctus Acqa y debes poner la punta del báculo en el agua -leyó el hobbit

La niña se acercó a la fuente y metió la punta del báculo y se concentró en el agua cristalina que comenzaba a agitarse a su alrededor.

· ¡fluctus acqa! -recitó la niña.

· ahora, intenta que el agua haga un pequeño remolino -sugirió Caelan.

Raisa se concentró y susurró la orden al agua.

De pronto, comenzó a arremolinarse y unos minutos después volvió a su cause.

· tienes que practicar un poco más -dijo Araline.

Raisa se resignó. Las horas pasaban, y hechizos como controlar el viento o las plantas se repetían constantemente en la mente de Raisa.

· este es para traducir una conversación en otro idioma -dijo Caelan muy interesado.

· ¡yo puedo ser la extranjera! -se ofreció Lucía muy entusiasmada.

· si, claro. -aceptó Caelan

El hada se acercó a la niña y dijo.

· my suar mer zelja

La niña pronunció

· ¡translato!

Pasaron unos pocos segundos, y Raisa puso cara de asombro.

· ella está muy feliz -dijo la niña muy emocionada —¿eso significa?

· ¡si! ¡es correcto! -respondióLucía haciendo rápidos movimientos con sus alitas.

· ¡muy bien!. Eres muy talentosa -alagó Araline

· ¿verdad que si?. vamos a intentar el siguiente -dijo Caelan muy sonriente.

· ¿cuál es? -preguntó Raisa

· es para convertir a una persona en conejo, y creo que puedes usarme a mí ¡siempre quice saber como se ciente! -dijo Caelan muy entuciasmado.

· muy bien, aquí voy -respondió Raisa mientras leía el pergamino —¡mutato lepus!

Caelan comenzó a sacudirse violentamente, y unas patas surgieron de su cuerpo. Poco a poco, le fue creciendo pelaje y una larga cola completó la transformación.

Pero al mirarse en el reflejo de el agua de la fuente, se quedó de piedra

· ¡Caelan! ¡eres un perro! -exclamó Raisa muy asustada.

El hobbit intentó decir algo, pero de su osico salió un ladrido.

· ¡no puede ser! ¡creo que ya se lo que pasó! -exclamó Araline —creo que el hechizo no funcionó porque es un hobbit y no un humano

· tienes razón ¡debí darme cuenta antes! -dijo Raisa muy apenada —lo siento mucho, Caelan... ¡a donde se fue!

El hobbit transformado en perro había desaparecido, y todas se alarmaron. Comenzaron a llamarlo a voces, pero el no aparecía. Comenzaron a buscarlo por todas partes, pero sin resultados.

· mmm. Si yo fuera un perro ¿dónde estaría? -se preguntó Araline

· creo que podría estar persiguiento algún pájaro -sugirió Raisa

· puede ser, pero tenemos que encontrarlo. Si alguien descubre que está convertido en perro, vamos a estar en problemas -exclamó Lucía un poco asustada

· tal vez puedas rastrearlo -terció Araline mientras miraba el pergamino

· ¿cómo?

· con este hechizo -respondió la elfina señalando una frase en el pergamino

· pero no tengo idea de como hacerlo -dijo Raisa tratando de no perder la calma

· creo que yo si. Pero tienes que concentrarte y hacerlo lo mejor que puedas -aconsejó Araline

· está bien. Todo sea por Caelan -se convenció así misma Raisa

Con dedos temblorosos, tomó su báculo y leyó el hechizo para si

· tienes que visualizar lo que buscas. Aleja todos los pensamientos de tu mente y solo concéntrate en Caelan. Ahora, repite el hechizo

Raisa hiso lo que la elfina le decía, y repitió en voz alta.

· ¡retrae amicitum!

La fuerza extraña que la había invadido en aquél momento en que le preguntó a la barita dde Morlok sobre el habismo de las sombras se apoderó de su cerebro otra vez, pero no fue desagradavle para la niña. Con una voz que no parecía ser de ella, resitó

· el hobbit está donde las flores giran al sol

Aquella imponente fuerza se disipó en la mente de Raisa, y volvió en si.

· no tenía idea de que el báculo podía hacer eso -exclamó Lucía

· yo tampoco. Pero la barita de Morlok hiso lo mismo cuando la usé -rxplicó la niña

· es la conexión que estableces con el objeto mágico. En Faeri le llamamos inconsolata.

Tu báculo se manifestó a través de ti, porque tu conexión es tan fuerte, que eres capaz de fusionarte con su nuclio -explicó Araline.

· ¡es genial!. Pero ¿de qué lugar está hablando el báculo? -preguntó Raisa.

· creo que yo se, pero hay que caminar mucho -respondió Lucía

· no me importa. Caelan es mi amigo y no lo voy a dejar solo -afirmó Raisa muy decidida.

· muy bien, entonces iremos al campo de girasoles plateados -dijo Lucía aleteando.

· tienes razón! que otra flor apunta al sol -dijo Araline palmeándose la frente

· ¿qué es eso? -preguntó Raisa

· te encantará, créeme -respondió Lucía muy emocionada.

· debo reunirme con Gladius y Elwin, porque les prometí que los ayudaría a practicar con la espada -dijo Araline

· está bien, iremos nosotras -respondió Lucía.

Araline le dio las gracias y salió presurosa del jardín para ir a el área de práctica del palacio.

No se le hiso lejos, por lo que se encontró allí en menos de un minuto.

Era una sala grande y espaciosa, con paredes de adobe adornada con cuadros de grandes guerreros del antiguo reino de Abaloria.

· no me digas que eres el único hobbit en tu generación que sabe usar una espada -dijo Araline mientras Gladius se preparaba para la práctica

· ¡Araline! Creí que no vendrías.

si. Los hobbits somos muy tranquilos y no nos gustan las peleas. Pero siempre me he considerado diferente -respondió desenvainando su espada.

· veamos que tan bueno eres -dijo Araline desembainando la suya también.

Una brillante espada élfica apareció ante los ojos de Gladius. Por un segundo, el vio los rubios cabellos de la elfina reflejados en la hoja de la espada.

Y la pelea comenzó. Las primeras estocadas calleron sobre Gladius, y el intentaba esquivarlas constantemente aunque comenzaba a resultarle difícil.

su gran agilidad y su porte lo imprecionaba hasta el punto de que casi le dio en el hombro cuando se distrajo mirando su anguloso rostro firme y los labios apretados.

· eres bueno -le dijo Araline muy impresionada al ver que esquivaba todas sus estocadas

· bueno, es muy difícil cuando tienes a una contrincante formidable como tu -respondió Gladius con una sonrisa.

Ambos rieron alegremente.

· ¿quieres intentar Elwin? -preguntó Araline al ver que su hermana seguía contemplándolos impasible

· esta bien. Pero te advierto que soy mucho mejor que mi hermana -respondió Elwin dirigiéndose a Gladius.

Araline estaba internamente furiosa por la incensivilidad de su hermana. Le constaba qu Elwin adoraba el porte y las habilidades de un buen caballero pero no comprendía por que todos su esfuerzos por ayudar a Gladius a causarle una buena impresión resultaban completamente inútiles.

· hagámoslo -dijo Gladius poniéndose algo nervioso.

Araline metió su espada en el sinto y Elwin sacó la suya. Una hermosa espada de hoja de plata.

El combate se tornó algo complicado para el hobit. Elwin lansaba veloces estocadas con gran rapidez y precisión, y más de una vez le rosó el costado a Gladius sin piedad.

A pesar de que el hobit era bueno utilizando su espada, no lograba asertar en ningún intento. Hiso todos los movimientos que sabía, pero la elfina seguía sin ceder y parecía no querer detenerse.

El hobbit estaba tan cansado, que intentó lanzar su última estocada, pero la elfina hiso un movimiento ágil con su mano derecha y giró en redondo. En el último segundo, su espada le dio en las costillas.

El calló rendido a sus pies e intentó ponerse trabajosamente en pie.

· ¡Gladius! ¿estás bien? -preguntó Araline muy preocupada

· creo que no tanto -respondió el hobbit débilmente.

· tranquilo, te voy a llevar al palacio -dijo Araline tomándolo en brazos —Elwin, ayúdame

La elfina aceptó resignada y las dos se pucieron en camino.

Gladius pareció perder el conocimiento, y eso puso a Araline aún más nerviosa.

· espero que esté bien -le dijo a su hermana

· por algo no debe meterse con una elfina -respondió con una mirada orgullosa

· no seas tan injusta con el ¡solo estaba intentando impresionarte -estalló Araline

· ¿impresionarme? Sabes perfectamente que un simple hobbit no está a la altura de una elfina como yo o como tu -respondió Elwin

Araline suspiró. Su hermana estaba muy mal, y no podía creer que estaba hablando así de el hobbit que había estado intentando por todos los medios ganarse su atención.

Mientras atravesaban a grandes pasos el cendero que conducía al palacio, Araline le lansaba miradas fulminanntes a su hermana.

Pero no solo era porque le irritaba la soberbia de su hermana, si no porque se había dado cuenta de que algo había comenzado a a ocurrir en su interior.

Y fue así como aquel hobbit que había empesado por impresionar a su hermana, terminó siendo la única cosa en la que Araline pensaba todo el tiempo. La manera en la que se había esforzado por impresionar a Elwin, su destreza con la espada y valor le hicieron comprender que se había enamorado de Gladius.

Uriu y Circe no tardaron en enterarse de que Gladius estaba herido, y fueron a la habitación de el hobbit para saber como estaba.

Gladius se encontraba aún inconciente embuelto entre sábanas de ceda, y su cara mostraba una expresión convulsa. Una benda le cubría la herida del costado y Araline le ponía un paño de agua caliente en las mejillas.

· se recuperará, pero tiene que guardar cama unos días -aconsejó una pequeña criatura de no más de treinta centímetros, de color lila y de pelaje brillante.

· ¡eres la cosita más linda que he visto! -dijo Raisa que recién había llegado con Lucía

· me llamo Winey y soy una snuggle -dijo la diminuta criatura cuando Raisa la tomó en brazos

· mucho gusto, Winey -dijo Circe con unamirada de asombro.

· el gusto es mío, amables viajeros -respondió la snuggle

· los snuggles son muy rápidos enviando mensajes entre reinos, y tienen un talento extraordinario para curar a los enfermos -explicó Elina —se pucieron a nuestro servicio cuando los liveramos de la esclavitud de Baelgrim

· son muy lindos -dijo circe

· eso es cierto. Pero que no te engañenuestra apariencia. Podemos ser muy agresivos en batalla -afirmó Winey

Todos se pucieron a charlar mientras salían de la habitación, y las princesas los condujeron al salón para merendar.

· esperen un segundo. ¿dónde están los demás? -preguntó Araline

· bueno...pues esa es una buena pregunta -dijo Lucía tímidamente.

· Arlo y Zéphiruz fueron informados de el estado de Gladius y vienen hacia aquí en seguida -explicó Winey

· ¿y Caelan? -cuestionó Elina

Lucía les contó en breves palabras lo que había ocurrido, pero les aseguró a las princesas que Raisa y ella irían por el.

Raisa miró a Zéphiruz y se sintió desfallecer.

—¡cómo pudiste perder a mi hermano! ¡y encima lo convertiste en perro! -dijo el hobbit mirándola furioso.

la voz de Zéphiruz era más fuerte de lo que hubiera deseado, pero entendía la gravedad de la situación.

"Zéphiruz, no lo hice a propósito. Fue un accidente. No sé qué salió mal", respondió Raisa, sintiendo la presión de la responsabilidad en sus hombros.

Zéphiruz soltó un suspiro, tratando de mantener la calma. "Pues tal vez sea porque él es un hobbit, ¿acaso no pensaste en eso? La magia es peligrosa, Raisa, especialmente para nosotros, los hobbits. No podemos permitirnos errores tan graves. Caelan es mi hermano, y si algo le pasa..."

Raisa miró a Zéphiruz y trató de sostener su expresión seria, pero las lágrimas cada vez se hacían más difíciles de controlar. "Lo siento,Zéphiruz -dijo simplemente.

Zéphiruz la observó por un momento antes de asentir con seriedad. "Te acompaño al campo de girasoles plateados, pero esto no puede volver a ocurrir, Raisa. Necesitas entender la responsabilidad que conlleva la magia."

Raisa, con determinación en sus ojos, asintió. —si, lo entiendo -respondió la niña

Los tres se dirigieron al campo de girasoles plateados, con la urgencia de corregir el error y la esperanza de reunir a la familia hobbit nuevamente.

Los tres, con determinación en sus corazones, se adentraron en el campo de girasoles plateados. La luz mágica de Lucía guiaba su camino hacia el resplandor en el centro del campo, donde aguardaba una realidad desconocida. La noche, llena de magia y preocupación, los envolvía mientras se dirigían hacia el lugar donde Caelan yacía, atrapado en la extraña transformación.

El campo, normalmente lleno de vida y energía, estaba ahora impregnado de un aura melancólica. Raisa caminaba con Zéphiruz a su lado, ambos compartiendo la misma preocupación por su amigo hobbit. Lucía, con sus alas delicadas, mantenía la luz que guiaba su camino, iluminando los pétalos dorados que susurraban secretos ancestrales.

Cuando llegaron al lugar donde Caelan descansaba entre los girasoles plateados, sus corazones se llenaron de alivio al verlo en paz. Rodeado de pétalos resplandecientes, su figura tomaba un matiz surrealista. Su respiración tranquila se mezclaba con el suave murmullo del viento nocturno, creando una sinfonía de calma en medio del bosque.

Raisa se acercó con cautela.

Caelan, ¿puedes escucharme?" susurró, casi temiendo que su voz pudiera romper el delicado hechizo que lo envolvía.

Caelan, en su estado canino, parpadeó y elevó la cabeza, mirando a Raisa con ojos curiosos y brillantes. La conexión entre ellos seguía intacta, y eso le dio a Raisa la confianza para intentar revertir la transformación.

Zéphiruz, observando con atención, agregó: "tranquilo, hermanito. Todo va a estar bien.

Eran esos momentos en los que aquella amargura constante se transformaba en la más pura ternura ante los ojos de todos.

Con el báculo en mano, Raisa inspiró profundamente y recitó el hechizo aprendido.

 —¡Reverso incantato!

 El resplandor mágico envolvió a Caelan, y la transformación comenzó a desvanecerse. Poco a poco, el perro volvió a ser el hobbit que todos conocían.

Al recobrar su forma original, Caelan parpadeó, confundido pero indemne. Raisa, con lágrimas de alivio en los ojos, abrazó a su amigo. Zéphiruz observó con una mezcla de emociones, sintiendo el alivio de ver a su hermano a salvo y, al mismo tiempo, la gravedad de los riesgos que la magia implicaba. Esto le hiso reafirmar su pensamiento de que, si bien Raisa había podido salvar a su hermano, no dejaba de ser una niña inexperta.

"¡Caelan, estás de vuelta!" exclamó Lucía, extendiendo sus alas en una danza alegre.

Caelan, mirando a su alrededor con asombro, estrechó a Raisa en sus brazos y le dijo.

—gracias, Raisa

Raisa sonrió, sintiendo la calidez de la amistad que compartían.

— Nunca más te usaré para mis hechizos, lo prometo

Elgrupo regresó al palacio con Caelan, ahora completamente restablecido. Lasprincesas, al enterarse de la hazaña, expresaron su alivio. Raisa, aunque habíaaprendido la lección sobre la responsabilidad de la magia, también había descubierto la fuerza de los lazos de amistad que compartía con Caelan y lo capás que podía ser si se lo proponía.

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