Capítulo 19: detalles (y culpa).

Harry despierta con Louis temblando en sus brazos. Los dos están todavía desnudos y Louis se ha situado en el lado de Harry, inconscientemente persiguiendo la calidez del rizado en su sueño. Su rostro está donde da el pulso en el cuello de Harry, y su cuerpo está metido entre las piernas de este. Harry no lo ha soltado hasta en sueños, sus brazos están todavía enrollados alrededor de la diminuta cintura de Louis. Sabe que su cuerpo, emite una gran cantidad de calor, Louis le había dicho antes, pero por lo general este lleva un suéter y pantalones de pijama en la cama y ahora, sin ningún tipo de ropa que le aísle del frío, sus dientes están casi castañeando mientras duerme.

Harry mira el reloj de la alarma de Louis y se da cuenta de que sólo ha dormido un par de horas, aunque el sol ya brilla a través de las cortinas transparentes. Él estaba despierto escuchando la respiración de Louis; dejando que la ranura de sus dedos se cuelen entre las costillas de este sintiendo cada inhalación y exhalación suya. Su mente corrió a través de cada cosa en la que debió haberse dado cuenta, en todos los sentidos fracasó con Louis. Harry ha recordado todo el camino de vuelta al primer día en el studio cuando Louis no bebía el café dulce almibarado que le trajo y acababa de recoger su bollo.

Harry no pudo evitar las lágrimas la noche anterior, pero incluso con dejarlas fuera, el nudo en su pecho no se ha aflojado. Durante toda la noche sentía como si estuviera tratando de aferrarse a la nada, al igual que Louis estaba segundos antes de dormir. Es tan pequeño, tan frágil, tan delgado. Harry no sabe lo que va a hacer todavía. Él está aterrorizado de confrontar a Louis porque sabe lo fácil que será enviarlo nuevamente a su caparazón. También tiene que asegurarse de que tenga razón sobre Louis, antes de preguntar.

Harry va a hacerle el desayuno a Louis, al igual que lo haría cualquier otra mañana, pero esta vez va a observar bien, como debería haber estado haciéndolo todo el tiempo. Harry recorre con los dedos la espalda de Louis, sintiendo la piel de gallina y los huesos de los omóplatos. Da un beso en el cabello del ojiazul y se desenreda lentamente entre las sábanas. Louis deja escapar un pequeño gemido cuando Harry se mueve con cuidado, su cabeza entre las almohadas, pero no se despierta.

Las mantas se arremolinan en sus caderas cuando Harry se sienta y todavía le hace aspirar una bocanada de aire cuando ve a Louis. Harry no puede decidir si verlo a la luz es mejor o peor. Es peor porque ahora puede realmente ver lo delgado e irregular que es, realmente puede ver, en comparación con su propio muslo, o su propio brazo, cuán pequeño Louis es.

Harry piensa que tal vez es menos aterrador de esta manera, ya que, sin la luz de la luna emitiendo sombras en los huecos del cuerpo de Louis donde la carne debería estar, lo hace parecer menos a un esqueleto. Es hermoso, de alguna manera, lo frágil, lo delicado que es. Su piel siempre tiene ese ligero toque de oro y cuando su rostro no se tuerce con vacilación, se ve un poco más suave. Harry sabe sin embargo, que aunque siempre será capaz de encontrar la belleza en Louis, esto no está bien. Esos huesos no están bien.

Harry se desliza lentamente de la cama y saca las mantas alrededor de Louis, metiendo los bordes en cada lado de la cama arropándolo. Al costado de la cama está la calefacción eléctrica que Harry compró para Louis; no ha estado siendo utilizada porque Harry está todas las noches y por lo general mantiene lo suficientemente caliente al mayor. Lo enchufa y sube el dial de la temperatura, antes de cubrir con cuidado el pequeño bulto que es el ojiazul bajo las sábanas.

Louis suspira contento en su sueño, con el rostro relajado donde Harry ha escondido las mantas hasta su barbilla. Harry calza en un par de pantalones de chándal del cajón que el mayor le dio para mantener algo de su ropa. Significó mucho para Harry cuando Louis le ofreció un cajón. Pero tal vez, incluso si no podía decirlo en voz alta, Louis estaba ofreciéndole a Harry un poco de espacio permanente en su vida. Harry sabe que a veces tiende sobreentender demasiado las cosas, pero tiene esperanza.

Harry va a la cocina y empieza a reunir los ingredientes para los panqueques. Tenía la esperanza de cocinar, le daría una distracción de sus pensamientos, pero eso no está sucediendo. Lo único que puede pensar es cuántas veces Louis siempre dice que le encanta sus panqueques. Ahora Harry sólo puede preguntarse si era siempre una tarea difícil para Louis comerlas. Si Louis rechazaba los panqueques que Harry hacía. Si tenía que obligarse a comerlas. Se siente como un idiota por lo mucho que siempre ha amado cocinar para Louis, cuando este realmente ha odiado su comida todo el tiempo.

Harry está sumido en sus pensamientos cuando Louis llega a la cocina, pero puede oír sus pies descalzos sobre las baldosas y darse la vuelta. Louis está llevando su camiseta favorita con unos pantalones de pijama, y Harry se da cuenta ahora que podría caber 'ocho' Louis en ese suéter. Louis frota sus ojos con el puño, somnoliento, apenas mirando a través de su manga. Le da una sonrisa vacilante a Harry, como si no estuviera seguro de si creer que realmente sigue ahí, rompiéndole un poco el corazón al rizado.

— Buenos días, hermoso —Harry le dice, dándole una suave sonrisa.

Louis sonríe un poco más y da un paso adelante cuando Harry le tiende la mano. Louis se agita ligeramente cuando Harry envuelve sus brazos alrededor de su cintura, en lugar de sus hombros como lo haría normalmente, pero no protesta. Los brazos de Louis suben para sujetar el cuello de Harry, sus dedos deslizándose en sus enredados rizos. Harry tiene que agacharse para enterrar su rostro en el hombro de Louis, pero deja que su cuerpo se acople al de él, manteniéndolo lo más cerca que puede.

— Hola, bebé —Louis dice en voz baja, y Harry siente un beso presionando en su cabello.

— Te amo —dice Harry.

Louis no dice nada, pero cuando aprieta aún mas cerca al rizado, este se siente un poco más pequeño. Harry simplemente acaricia con la palma de su mano través de la parte posterior del cabello de Louis. Ellos sólo están así, simplemente juntos, hasta que huelen como el panqueque se quema.

Harry hace todo lo posible para actuar con normalidad mientras termina de servir los panqueques, pero siente como si estuviera pasando con alguna mentira. Al igual que está siendo deshonesto con Louis por omisión, porque no está hablando con él acerca de lo que está pasando en estos momentos. Harry siente como si estuviera manteniendo este gran secreto que Louis ni siquiera sabe que ha compartido con él, y simplemente no se siente bien. Harry nunca ha sido alguna vez deshonesto con Louis y no puede soportar el nudo en el pecho.

Se sientan a desayunar, y por primera vez Harry observa en realidad cómo come Louis. Observa la forma en que corta la comida a la perfección, incluso, piezas demasiado pequeñas. Louis va a picar unas pocas piezas y las moverá con el tenedor un poco mientras habla, pero nada de lo que realmente hace, va dentro de su boca. Toma las piezas fuera de su tenedor con el cuchillo y los corta más pequeños en el proceso, por lo que son apenas perceptibles en el borde de su plato. Más de corte, más movimiento alrededor de su tenedor, más disección de su comida.

Harry mantiene una conversación con Louis y este no se da cuenta que el rizado lo observa. Harry ni siquiera ha conseguido ningún alimento en su boca porque está tan distraído observando a Louis. Él mira como Louis agarra el jarabe y lo rocía en su plato, pero realmente no está poniendo ninguno chorro en sus panqueques, sólo está usándolo para desintegrar el panqueque desintegrado que tiene oculto en el borde de su plato. El estómago de Harry se agita al ver lo jodidamente innovador que es, lo ingenioso que es, sólo para ocultar su comida.

Louis toma su primer bocado real cuando Harry ya terminó la mitad de su plato y han estado sentados en la mesa durante veinte minutos. Harry lo mira al elevar el diminuto pedacito de comida a su boca y quita el tenedor. Louis no se disgusta como Harry esperaba que lo haría y se pregunta si eso es sólo una buena actuación o asco hacia sus panqueques. Espera, probablemente en vano, que sea la segunda opción.

Louis mastica una pequeña pieza en un tiempo tan largo y luego toma un largo trago de agua. Harry se pregunta si es porque él tiene que forzar incluso esa pequeña mordida. Él mira mientras Louis come; pequeños bocados lentos y deliberados, masticado demasiadas veces.

Cuando el plato de Harry está vacío, Louis se levanta y se ofrece a llevar los platos. Si Harry no estuviera buscando alguna respuesta, ni siquiera se hubiera dado cuenta que el plato de Louis está todavía medio lleno, antes de que este lo ponga en la parte superior del suyo y lo lleve al fregadero. Los movimientos de Louis se practican discretamente cuando raspa el resto de su comida en la basura y luego pone los platos en el lavavajillas.

— Delicioso Harry, gracias —dice Louis brillante, yendo hacia donde Harry está sentado en la mesa.

Se inclina por un beso, pero Harry llega por él en su lugar.

— Ven aquí, cariño —Harry le pide suavemente.

— Soy muy pesado —Louis se retuerce, cuando Harry lo acuna sobre su regazo.

— Bebé, tienes que parar de decir eso, estás rompiendo mi corazón. No eres demasiado pesado —Harry dice en voz baja, sus brazos alrededor de la cintura de Louis.

Louis suspira y da la vuelta, envolviendo sus brazos alrededor del cuello de Harry, pero este puede decir que el mayor está haciendo todo lo posible para mantener sus dedos de los pies tocando el suelo. Harry no tiene mucho más que decir cuando esconde su rostro contra el cuello de Louis. Está luchando contra la ira que se levanta en la parte posterior de su garganta como bilis, la ira contra sí mismo porque ha estado con este hermoso chico por más de cuatro meses. Ha estado con Louis casi cinco meses, y nunca se dio cuenta de cuan jodidamente oculta la comida a la vista y el uso de la distracción para comer lo menos posible.

Los dedos de Louis se retuercen en el cabello de Harry por un tiempo y ni siquiera se inmuta cuando la mano del rizado se desliza hasta la parte posterior de su sudadera y se extiende por su espalda. Harry recorre sus dedos por las protuberancias de la columna vertebral de Louis y reprime un estremecimiento. Harry se pregunta cuánto tiempo va a ser autorizado para tocar a Louis, antes de que este tenga ir a vomitar.

Toma la respuesta cuando Louis comienza a estar inquieto, sólo unos minutos más tarde. Harry piensa que tal vez Louis está tratando de quedarse un poco más, pero él sigue suavemente aclarándose la garganta como si algo estuviera picando dentro suyo. Los brazos de Harry se aprietan alrededor de Louis y se encuentra rezando por estar equivocado, rezando para que este no trate de excusarse para ir a la ducha y vomitar todo lo que acaba de comer.

— Cariño, me voy a la ducha —dice Louis, y el alma de Harry cae.

— Está bien —dice Harry, tratando de hablar con el nudo en su garganta—. Debo volver al dormitorio y terminar esa tarea. ¿Vas a estar bien hasta que Liam y Zayn estén en casa?

— Sí, tengo que conseguir una hoja de cálculo para terminar la tarea de marketing, voy a estar bien —dice Louis, alejándose de los brazos de Harry y poniéndose de pie.

— Bueno, yo sólo voy a buscar una camiseta, puedes darte una ducha, te dejo la mía —dice Harry a medida que avanzan por el pasillo.

Louis hace una pausa en la puerta del baño.

— Entre nosotros... ¿todo está bien? —pregunta, mirando hacia abajo a sus pies.

Harry cierra la distancia entre ellos y acerca la barbilla de Louis para darle un beso. Sus pulgares frotan círculos suaves contra los afilados huesos de la cadera de Louis. Este tararea contra sus labios y sus pequeñas manos aprietan los brazos del rizado mientras se besan.

— Estamos perfecto, bebé... nada va a cambiar y sabes que te amo con todo mi corazón y nada de eso va a cambiar tampoco —Harry dice en voz baja, asegurándose que Louis se reúna con sus ojos.

Los ojos de Louis se ablandan y una pequeña sonrisa se forma en sus labios.

— Bien —respira.

Louis desaparece en el baño, después de darle a Harry otro casto beso, y este se va por el pasillo hasta el dormitorio para conseguir una camiseta y encontrar su teléfono y llaves. Cuando camina por el pasillo escucha la ducha abierta y el sonido del iPhone de Louis, tocando música. Suena completamente normal, porque esto es lo que Louis hace todo el tiempo. Sin embargo, Harry se detiene, con la espalda apoyada en la pared junto a la puerta, y se sienta en el suelo.

Él escucha el sonido de su novio, que ama con todo lo que tiene, vomitando. El ruido es apenas audible sobre los sonidos combinados del agua y la música. Harry escucha cómo Louis elabora el contenido de su estómago una y otra vez, en un ritmo constante, apenas tosiendo en lo absoluto. Escucha el sonido repugnante de las salpicaduras de vómito en el inodoro una y otra vez, sin apenas tiempo para que Louis llegue incluso a respirar. Escucha todo el tiempo que le sea posible antes de que tenga que obligarse a salir del departamento. Cuando llega a su camioneta el sonido de la enfermedad de Louis está resonando en sus oídos.

Harry hace que sea tres cuartas partes del camino de regreso a la residencia antes de que se quiebre, lo que sería más impresionante si la residencia no sería a menos de veinte minutos del departamento de Louis. Lo hace bien cuando comienza a manejar, no pensando en ello, no pensando en ello, no pensando en ello. Excepto entonces Sway de The Kooks suena en su iPhone y se reproduce a través de los altavoces. Es sólo la letra, y es la forma en que está siempre relacionada con Louis, y es un momento de mierda, una mierda con la reproducción aleatoria, y se rompe. En un segundo va de morder sus labios, a sollozar fuertemente, apenas siendo capaz de ver más allá de sus lágrimas lo suficientemente bien como para conducir.

Harry siempre ha sido un llorón, y muy a su pesar, es también, posiblemente, el llorón más atractivo vivo. Él está con los ojos rojos, mocos corriendo por su rostro, y sus fuertes sollozos mezclados con pequeños gemidos quejumbrosos. Es patético realmente, pero la presa se ha roto y está básicamente jodido, porque no hay nada que lo detenga ahora, hasta que, literalmente, se seca.

De alguna manera se las arregla para llegar a la plaza de estacionamiento con su visión nublada y los sollozos en su pecho. Aparca en su puesto al lado del coche de Niall y sale a tropiezos de su camioneta. La gente lo mira mientras cruza el patio hasta los dormitorios, y él sabe que se ve como un completo desastre pero no puede evitarlo.

Harry sube las escaleras, tratando en vano de limpiar las lágrimas o al menos de detener los sonidos lastimeros que escapan de su boca. Abre la puerta de su dormitorio y se lanza en su cama, enterrando la cara en la almohada y finalmente dejándose sollozar.

Harry ha estado con Louis por más de cuatro meses, y no tenía ni puta idea, se perdió todos los signos. Por lo menos con Gemma era joven. Tal vez un niño no se esperaba a su edad ver en su hermanas autolesiones, tal vez entonces no tendría forma de saber. Esto es diferente. Él conoce los signos. Sabe las cosas que las personas hacen cuando están 'tristes'. Sabía que Louis estaba triste y se preocupaba por sus autolesiones, pero nunca pensó en sus hábitos alimenticios alguna vez. Las señales estaban justo en frente de su rostro, pero Harry era demasiado ignorante para ponerlos juntos. Nunca se lo perdonará.

Harry siente el borde de la cama hundirse y luego una mano frotando suavemente hacia arriba y abajo de su espalda. Sin embargo, no puede parar de llorar. Es demasiado. Louis está muy enfermo que no sabe lo que va a hacer. Desde el primer día todo lo que ha querido hacer Harry, era cuidar de Louis y ni siquiera podría manejar eso. Las paredes de la habitación son de papel, y es seguro que la gente en las habitaciones de al lado, probablemente, pueden escuchar sus sollozos estrangulados, pero cada vez que trata de calmarse una nueva oleada de lágrimas se precipita. Harry sólo se obliga a centrarse en la palma que frota de arriba hacia abajo de su espalda, respirando cuando llega a la parte superior de su columna vertebral y exhalando cuando llega a la parte baja de su espalda.

— Muy bien grandote, deja que todo salga —Niall dice suavemente, su mano continuando en un movimiento suave.

Niall es paciente cuando Harry trata de recomponerse. La respiración de Harry se estabiliza lentamente hasta que acaba dejando escapar un gemido ocasional y sollozando lastimosamente. Niall rueda a Harry sobre la cama y se encoge un poco cuando se enfrenta a la cara roja y húmeda de este. Se pone de pie y va a la mesa, agarrando un puñado de pañuelos y volviendo al lado del rizado.

Harry acepta el pañuelo de papel y se suena la nariz, pero nunca deja de hipar después de que ha llorado. Sin decir una palabra Niall rasga un pedazo de papel en la mitad y procede a rellenar cada una de las fosas nasales de Harry. Harry sabe que debe quedar como un idiota con el tejido colgando de la nariz, pero no puede ser una persona estupenda de cuidar. Niall utilizó el mismo método para detener el flujo del moco, la primera vez que Harry llegó a casa llorando, cuando Louis había huido después de su primer beso. Niall frota los ojos de Harry, enjuagando las lágrimas. Cuando Harry se seca, Niall se sienta con las piernas cruzadas junto a él y le da en su hombro un suave apretón.

— Muy bien, Hazza. Dime qué sucedió, y vamos a ver si podemos arreglarlo —dice Niall.

No era de esperar mirando a Niall, porque la fiesta está en su sangre, él siempre está dando una carcajada y estar serio no es su punto fuerte, pero cuando Harry lo necesitaba, él siempre ha estado ahí. En realidad tiene una tendencia a mimar a Harry, a pesar de que son casi de la misma edad y el rizado es definitivamente más grande. Harry se queda mirando con ojos lagañosos al techo de su pequeña habitación de la residencia por un tiempo porque no quiere decir las palabras en voz alta.

Esas palabras han estado rebotando en su cabeza toda la noche y toda la mañana, porque sabe lo que es Louis, conoce el término clínico para ello. Él simplemente no puede soportar el hecho de que tiene que asociar esas palabras con su Louis. Niall sólo espera pacientemente; él está acariciando el vientre de Harry como un gato y es extrañamente reconfortante.

— Louis y yo, ehm... hicimos el amor ayer por la noche —dice Harry y Niall es lo suficientemente amable para no burlarse de él para sólo decir 'sexo' como lo haría normalmente—. Y cuando se quitó la ropa...

El bulto vuelve en su garganta y hace lo mejor para no ahogarse de nuevo. La imagen de Louis quema en la parte posterior de sus párpados, puede ver cada cresta de hueso, cada hueco. Sin embargo, él puede ver el hermoso rostro de Louis, su vacilante sonrisa y ojos azules sin fin, y eso lo hace peor. Esto hace que sea peor, porque Louis es tan perfecto y tan hermoso, pero él está haciéndose eso y es tan malo. Harry sabe las palabras, queman en su lengua, él sólo quiere no usarlas para describir a Louis.

— ¿Sí? —Niall le pregunta en voz baja.

— Louis es bulímico, Niall. Vomita todo lo que come. Podría estar teniendo anorexia, no sé, a lo mejor no come al menos que lo notemos, se está muriendo de hambre y luego simplemente quizás vomite todo. Él es sólo huesos. Es piel y huesos, y ni él mierda lo sabe. ¡Louis cree que es grasa! —Harry escupe la última frase como veneno, porque esto está tan jodidamente mal y no puede manejar la situación.

Él busca la reacción de Niall y no se sorprende al verlo mirando completamente confundido. Louis tiene esos pómulos angulosos y parece que tiene una estructura ósea increíble, pero ahora Harry sabe que es porque sus mejillas son huecas. Lleva tanta ropa todo el tiempo pero nunca se ve fuera de lugar porque se ve tan de moda; es la forma en la que estiliza las prendas, la forma en que combina los outfits. Los suéteres de gran tamaño eran tan de estilo este invierno que nadie iba a pensar que es extraño que todas sus ropas cuelgan sueltos en él. Todo fue una ilusión óptica que Louis ha diseñado para cubrir la grasa que piensa que tiene, pero en realidad sólo lo oculta de la gente que realmente lo ama para que no se den cuenta de lo aterradoramente delgado que es.

— He estado comiendo su comida —es lo primero que Niall dice, completamente horrorizado con las cejas fruncidas.

— ¿Qué? —solloza Harry.

— Cuando salimos siempre comparte su comida conmigo. Algo como... cuando estamos en un restaurante me deja probar algo de lo que ordenó, al igual que cuando estamos en el departamento —Niall frunce el ceño, frotándose una mano por el rostro—. Simplemente pensé que él estaba tratando de ganarme con comida o algo.

Harry deja escapar un pequeño gemido ahogado.

— Mierda.

— Lo siento tanto, Haz. Yo, yo... lo siento —Niall dice con aire de culpabilidad.

— No, Niall, no es tu culpa. Soy su puto novio que debería haberlo notado, mierda —dice Harry, perdiendo su batalla contra las lágrimas que pican en el fondo de sus ojos.

— Estoy teniendo un poco de problemas para entender como...-se ve tan normal —Niall dice lentamente— ¿No come nada?

Harry hace todo lo posible para no frustrarse, pero siente como si estuviera perdiendo su mente.

— ¿Alguna vez lo has pensado de él, Niall? ¿Realmente piensas que se ve normal? Porque ahora que lo sé, veo todas esas cosas que debería haber notado antes —toma una respiración profunda—. Él es tan jodidamente pequeño. Puedes ver cada costilla, Ni. Es como... yo ni siquiera sé... no hay ni un puto gramo de grasa en él.

Niall va por más papel. Saca los trozos que están en la nariz de Harry, con sólo una ligera mirada de disgusto, y los coloca en la papelera al lado del escritorio. Limpia el rostro de Harry otra vez y luego empuja un poco más de papel en la nariz de este. Su mano se remonta a acariciar el estómago del rizado mientras se muerde en el labio, tratando de acomodar sus pensamientos en torno a todo.

— ¿Qué te dijo cuando lo confrontaste al respecto? —Niall pregunta.

Harry niega con la cabeza.

— No lo hice. No pude. Le tomó cinco putos meses para estar lo suficientemente cómodo para desnudarse delante mío y lo primero que voy a decirle "Qué está mal contigo, ¿por qué diablos estás tan flaco?" Esto... esto. Es tan difícil para él creer que lo amo, pensó que iba a pensar que era demasiado gordo. No me hubiera importado mucho si no estuviera preocupado por lo delgado que es. Louis quizás habría pensado.., que estoy cansado de él o algo así.

— ¿Así que él no tiene idea de que algo está mal? —Niall pregunta con incredulidad.

— No. Mierda. Yo no sé lo que voy a hacer. ¿Cómo coño puedo preguntarle a alguien acerca de esto?

— No sé compañero, pero tienes que hacer algo —Niall suspira—. Yo estoy aquí, tú lo sabes. En cualquier cosa que necesites.

Harry asiente con la cabeza.

— Lo sé, gracias Ni —murmura—. Creo- creo que debería llamar a Gemma, quizá ella...

— Ella estaba en Skype antes, cuando yo estaba usando tu computador, tal vez todavía esté conectada —Niall dice, acariciando la barriguita de Harry ligeramente—. Tengo que tomar una ducha de todos modos, así que voy a darles un poco de intimidad.

— Gracias, Niall.

— Lo siento compañero, lo sabes, Louis no está bien —añade con tristeza, mientras toma su toalla y gel de ducha.

Harry sólo asiente y mira mientras se va. Necesita a Gemma. Toma su portátil fuera de la cama y casi llora de alivio cuando ve que está conectada. Presiona el botón de llamada y sube el volumen para que el tono del marcado suene a través de la habitación. La pantalla cobra vida y ella sonríe brillantemente durante unos tres segundos, hasta que ve el estado en que está su hermano y se da cuenta que algo está mal.

— H, ¿qué es lo que está mal, por qué tienes papel higiénico en la nariz? —pregunta, mientras se inclina un poco más cerca de la pantalla—. Oh cariño, ¿has estado llorando?

— Oh —dice Harry, eliminando rápidamente el papel que había olvidado—. Tienes... ¿tienes tiempo para hablar? —se ahoga, tratando difícilmente de no empezar a llorar de nuevo.

Gemma asiente rápidamente.

— Por supuesto. ¿Es Louis? Dime lo que está mal. Oh mierda, ¿él te mintió acerca de cortarse? —pregunta, porque Harry antes le había dicho cuánto se preocupaba por Louis.

Harry gime y sacude la cabeza.

— No, es... —se restriega los ojos y respira profundamente—. Louis es bulímico. O tal vez anoréxico. No tengo una puta idea. Él es... lo vi desnudo y es... es sólo piel y huesos, Gemma. Y él no lo sabe. Cree que es grasa. Yo ni siquiera sé si come o no, pero cuando termina de comer, él malditamente dice que está tomando una ducha y se va al cuarto de baño y... vomita todo.

No duele menos la segunda vez que lo dice en voz alta. Está llorando de nuevo en el momento en que termina y silenciosamente se maldice porque se debe calmar por ahora, siente como si hubiera estado llorando por años.

Ni siquiera puede mirar a la pantalla, porque todo lo que ve cuando mira es a Gemma, su hermana a la que le falló, escuchándole hablar sobre el muchacho que ha defraudado. Entierra sus ojos en las palmas de sus manos y deja que sus hombros tiemblen.

— Oh, H —oye a Gemma suspirar, y se pregunta lo que la mayor está pensando, si está decepcionada de él porque fracasó nuevamente—. No lo has enfrentado al respecto todavía, ¿verdad?

Harry niega con la cabeza.

— Pensé que empeoraría las cosas. No sabía qué hacer —murmura.

— Si, lo hubiera empeorado —dice lentamente—. Él no es bulímico, sin embargo.

La cabeza de Harry se levanta y frunce el ceño.

— Le oí vomitar esta mañana, Gems —argumenta.

— Lo sé, pero alguien que es bulímico, se da atracones y vomita, comen mucho, y luego lo vomitan. Louis no se sienta solo al azar y come tres mil calorías en una sesión, ¿verdad?

— No —Harry niega con la cabeza.

— Las personas que sufren de anorexia no purgan a menos que se vean obligados a comer más de lo que normalmente se permiten. O usan laxantes, lo que realmente espero que no esté haciendo porque esas cosas destruyen tu interior —explica Gemma—. Conocí una amiga, en rehabilitación, ella era anoréxica y vomitaba cuando era forzada a comer demasiado. Éramos bastante cercanas, solíamos hablar mucho.

— ¿Cómo es que sigue aún con vida, Gemma? —Harry solloza—. Él es tan jodidamente delgado, y a veces parece tan débil y nunca malditamente lo supe.

— Harry, han estado juntos durante cuatro meses y esto tiene que haber estado ocurriendo antes de que lo conociste también. Sé que quizás era de otra manera cuando lo conociste, y si hubo un cambio drástico antes te habrías dado cuenta. No puedes culparte, él ha estado haciendo esto por mucho tiempo así que sabe cómo ocultarlo. Liam y Zayn han sido sus amigos durante años y aún no lo saben. sólo... que ahora tú lo sabes, puedes hacer algo al respecto. Pero no puedes culparte por no darte cuenta —Gemma responde suavemente.

— Pero-...

— No, Harry. No es tu culpa —dice con firmeza—. Ahora, lo que probablemente Louis esté haciendo es permitirse una cantidad muy estricta de calorías al día. Él comerá cuando esté solo, probablemente. Leanne sólo esperaba a comer cuando se sentía a punto de desmayarse, o cuando los dolores de hambre llegaban a demasiado. Louis muy probablemente come algo pequeño, algo que considera saludable, justo para combatir el mareo, para mantenerse en pie. Él va a estar mintiéndole a todo el mundo y diciendo que está comiendo todo el tiempo porque si admite que está en una dieta, sabrá que la gente va a preocuparse y empezar a mirarlo.

— Yo no... ¿cómo él no puede ver lo delgado que es? —Harry espeta, tratando de procesar todo lo que Gemma le está diciendo.

— Porque tiene esa imagen completamente jodido de sí mismo ahora. Recuerdo a Leanne hablando de lo desagradable y gorda que era, y estaba tan delgada. Una vez que comienzan a perder peso eso sólo nunca es suficiente. Pero tienes que entender que esto no es sólo por su peso. Louis no comenzó a morirse de hambre porque pensó que tenía que bajar de peso, a pesar de que va a ser lo que él se diga. Es... hay algo en su vida que no puede controlar, o algo más acerca de él que odia. Él está poniendo el control que carece mediante el control hacia su comida y lo que sea que odie, lo está tomando para hacerse esto. Excepto que no creo que tenga un problema. Leanne siempre dijo que era sólo una dieta y que ella tenía el control, pero no lo tenía. Louis tampoco —explica.

Su voz es suave, pero las cosas que Gemma le está diciendo acaban por volver loco a Harry aún más. Harry odia que Gemma sepa mucho acerca de esta mierda. Odia que lo haya aprendido en rehabilitación debido a que estaba haciendo exactamente lo mismo, auto-lastimándose. Buscando el mismo control, castigándose por algo que no era culpa suya, cortando su piel.

— Entonces, ¿qué hago? —Harry gime, finalmente mirando a través de sus ojos vidriosos.

Gemma suspira entonces, y su corazón se hunde.

— Leanne tenía diecisiete años, su familia podría obligarla a ir a rehabilitación. Nadie puede hacer que Louis vaya si no quiere. Él quizás.., tienes que estar preparado cuando se enoje o trate de alejarte. Pero no es porque no se preocupe por ti, es sólo un mecanismo de defensa. Vas a tener que decirle a Liam y Zayn porque no se puede solucionar este problema por tu cuenta. No puedes estar con Louis todo el tiempo, y él va a tener que ser vigilado o de lo contrario va a vomitar cualquier cosa que consiga comer. Pero tampoco puedes sentarte y hacerle comer una pizza entera. No sólo va a ser una tortura para él, sino para su estómago. Su cuerpo no va a estar listo para mucha cantidad de comida.

》Vas a tener que empezar lento. Louis necesita de proteínas y carbohidratos de trigo entero, pero él lo odia. Leanne solía llorar cuando la hacían comer, porque se asocia la comida con algo horrible durante tanto tiempo. Va a ser muy difícil para él mantener la comida, H. Lo único que vas a tener que hacer, en lo mejor posible, es traerlo de vuelta hacia un peso saludable, pero eso es realmente todo lo que tú y los muchachos pueden hacer.

》El resto como cambiar la forma en que mira los alimentos, frente a cualquier dolor y el por qué está obligando a hacer esto, simplemente no puedes. No importa lo mal que lo quieres ayudar y no importa lo mucho que Louis confía en ti, no eres un psicólogo, no puedes arreglar eso. Sólo tienes que intentar y conseguir que esté físicamente sano así no estará en peligro de inmediato, y tratar de conseguir la ayuda que él necesita. 

— ¿Y si no quiere comer, Gemma? Qué pasa si no nos deja... ¿qué pasa si no podemos hacerlo comer? —Harry tartamudea, todavía tratando de entender.

— No lo sé. Si lo llevas al hospital él puede simplemente irse de ahí. Ni siquiera puedes conseguir que ponga un pie en la puerta de un centro de rehabilitación sin que sea su elección —Gemma se muerde los labios mientras piensa—. Acabas de demostrarle que lo amas. Sólo ruégale si tienes que hacerlo. Tú eres la razón por la que recibí ayuda Harry, y nunca dejaré de estar agradecida por eso. Yo sabía que tenía que ir a rehabilitación porque fui lo suficientemente joven para ser forzada, pero tu rostro. Al ver lo mucho que te lastimé. Eres la razón por la que realmente quería mejorar. Sólo saber cuánto te importaba. Cuánto te importo. Solo... Louis tiene suerte de tenerte H , y no va a ser fácil, pero si lo amas como yo lo sé, puedes ayudarlo.

— Lo hago, lo amo tanto, Gemma —Harry gime.

— Lo sé. Pero sólo hay que estar preparados por si va a estar muy a la defensiva. Y tienes que decirle a Liam y Zayn, ya que todos van a ayudarlo —dice en voz baja, mientras deja escapar un pequeño suspiro y da una sonrisa vacilante— Realmente me gustaría conocerlo, ya sabes...

— Lo sé, se lo he pedido. Él sólo se pone ansioso ante ese tipo de cosas —Harry suspira y luego frunce el ceño—. Tal vez pensó que tú podrías pensar que era demasiado gordo o algo así —agrega con amargura después, pero en el momento en que las palabras están fuera de su boca se lamenta—. Mierda, yo...

— No quisiste decir eso, lo sé amor. Está bien. No me puedo imaginar cómo se siente. Lo siento mucho —su voz es suave y amable y sabe lo mucho que realmente significa, pero Harry simplemente no puede quitar el nudo en su pecho.

— Gracias, Gems. Gracias por todo —murmura.

Hablan un rato más y Gemma finalmente consigue que Harry se calme. Ella le dice que incluso si Louis intenta alejarlo, sabe que el rizado será capaz de hacerle ver lo mucho que le importa. Ella le dice que todo estará bien. Harry tiene que creer que tiene razón, porque está tan fuera de la profundidad de Louis que ni siquiera es divertido, y no sabe cómo va a mantenerlo a flote si este forcejea.

Después de que Harry puede respirar un poco más suave le pregunta a Gemma cómo está, en parte porque siempre quiere saber cómo le va, y porque quiere dejar de pensar en Louis muriendo de hambre durante unos minutos. Gemma le dice que está muy bien y luego lo tranquiliza de nuevo sobre Louis, porque ella sabe lo suficiente como para saber que es lo único que puede pensar Harry en estos momentos.

— Llámame si necesitas algo, ¿de acuerdo?

— Claro que sí. Te llamaré. Te quiero, Gems.

— Yo también te quiero, hermanito —dice ella, justo antes de que su pantalla quede en blanco.

Harry cierra Skype pero no deja su latop. Busca en internet, googleando cada cosa posible que pueda pensar con respecto a los trastornos alimenticios y la anorexia. Realmente lo frustra que haya tan poca información acerca de los hombres que sufren trastornos alimenticios.

Finalmente se encuentra con un artículo en GQ sobre la anorexia masculina {manorexia}, y para cuando lo lee de principio a fin está sollozando de nuevo, porque es sólo tanto y duele. No le dolería si estuviera simplemente leyendo sin motivo alguno, pero es trágico y aterrador lo que los hombres están pasando, y mucho más cuando cada cosa está relacionada a su novio. El artículo describe sobre cuatro hombres diferentes que sufren de anorexia y las semejanzas con Louis hacen doler su cabeza.

A Harry le enferma que menos de la mitad de las clínicas de trastornos alimenticios admitan hombres. Él consigue su primera pieza vital de información cuando el primer hombre dice en su entrevista que su madre le enseñó una foto de sí mismo y que le ayudó a ver lo delgado que era en realidad. Después de leer, Harry comienza a tomar notas.

Agarra un block de papel y apunta todo. Escribe: ansioso, obsesivo, perfeccionista, desesperado por complacer, hipersensible al rechazo. Se encoge porque está describiendo a su novio. El articulo explica que el dieciocho por ciento de los anoréxicos masculinos son gay. Se entera de que existen anoréxicos en un estado de pánico casi constante, y que el pánico se adhiere a la alimentación. Su corazón se aprieta contra su pecho cuando lee que el veinte por ciento de los anoréxicos recuperados mueren antes de llegar a su esperanza de vida.

Harry tiene que tomar un descanso en la tercera historia sobre un chico de veintiún años que pesa cincuenta y cinco libras (24 kilogramos) y está, básicamente, en su lecho de muerte. Ha perdido incluso la grasa que amortigua su oído interno, tiene que abrir y cerrar la mandíbula solo para cerrar su canal auditivo, por lo que solo oye un constante murmullo del aire. Harry no puede manejar la forma en que el chico describe el no sentirse amado. Le rompe el corazón porque es como Louis, lo difícil que es para él aceptar el amor de Harry. Hay una cita al final del artículo que hace doler el pecho de Harry. El entrevistador le pregunta al último hombre si es posible que vuelva a sentirse de manera diferente si tuviera a alguien que lo ame. La respuesta del hombre fue "es como decir: 'una vez que estás en la luna, ¿cómo sería mirar hacia atrás a la tierra?' Pregúntame cuando llegue ahí". Harry se tortura al preguntarse si Louis jamás creerá en su amor, y si lo hiciera, ayudaría en lo absoluto.

Harry se entera de algo que se llama el síndrome de re-alimentación y sabe que fue lo que Gemma estaba hablando cuando dijo que no podían conseguir que Louis coma demasiado rápido. El hígado de Louis se habría ralentizado para tratar de conservar el músculo y el tejido, y si come demasiado, su azúcar en la sangre se alzará. El corazón del ojiazul ya está debilitado por la falta de nutrientes y podría ser demasiado para su cuerpo de manejar. Harry toma notas de cada sitio web y encuentra sobre los valores calóricos y tamaños de las comidas, así que sabe cómo ayudar a Louis a devolverlo en su camino de regreso hacia un peso ideal.

Escribe todo lo que encuentra sobre la recuperación sobre los trastornos alimenticios, porque se niega a entrar en esto sin preparación. Harry va a hacer esto bien por Louis. Mira hacia arriba de la pantalla, los centros de tratamiento en la zona y está desesperado por encontrar uno que tome a hombres, a pesar de que sabe que Louis probablemente no va a estar de acuerdo en ir. Harry encuentra un montón de fotos de personas que están mucho peor que Louis, y la comparación de las imágenes le ayuda de alguna manera morbosa. 'Oh, la cara de Louis no está tan demacrada como la de él' 'Oh, la parte posterior de las caderas de Louis no están saliendo a través de su piel como...' 'Oh, sin embargo Louis no tiene ese pelo fino por todo el cuerpo'.

Es útil porque está disminuyendo lentamente el miedo irracional que tiene Harry al volver al departamento y encontrar a Louis ya muerto. Excepto que entonces encuentra una foto de un chico con el mismo cuerpo exacto de Louis, y se entera que el chico había estado manteniendo su peso durante años, restringiendo la comida al punto donde apenas comía sólo algunos días, sólo dejándose en el suficiente peso para sobrevivir, antes de limitarse de nuevo. El muchacho entró en insuficiencia renal.

De alguna manera, Harry se topa con algo que se llama un blog que le lleva a algo que se llama un foro pro-anal y casi se pierde. Hay gente en sus blogs que compiten para ver quién está más demacrado, dando a cada uno otros consejos sobre cómo evitar comer, pidiendo consejos sobre cómo perder más peso. Harry ora para que Louis no se fije en sitios como este, porque esos blogs sólo logran asustarlo aún más.

Harry investiga y toma notas sin parar, y sus ojos están hinchados para cuando Niall regresa a la habitación.

— Oh, Haz —suspira suavemente, sentándose al lado de Harry.

Harry cierra su laptop y la tira lejos, pero pone el block de notas en las manos de Niall. Niall lee en silencio por un tiempo, pasando a través de las casi cuatro páginas llenas de notas. Cuando termina, deja escapar un suspiro largo de sufrimiento y pone la almohadilla en la espalda de Harry. Se sientan en silencio durante un rato y luego Niall pone su brazo alrededor del cuello de Harry. El rizado se hunde al lado del rubio con un gemido.

— ¿Qué dice Gemma? —pregunta.

— Que es anoréxico, no bulímico. Lo busqué y tiene razón. Bulímicos se caracterizan por ciclos de comer excesivamente antes de vomitar. Louis es anoréxico pero vomita cuando tiene que comer demasiado —dice Harry, su voz suena un poco entumecida, pero dentro su estómago lo está carcomiendo.

— ¿Qué te dijo que tienes que hacer? —Niall le pregunta suavemente.

— Que tengo que decirle a Liam y Zayn y tenemos que traerlo de vuelta hacia un peso saludable, poco a poco. No lo sé. No es mucho más que podamos hacer. Él necesita ver a un médico adecuado, al igual que... un psicólogo probablemente, pero dudo que esté de acuerdo con eso. Ni siquiera sé si él quiera nuestra ayuda.

— ¿Y esas notas?

— Del internet. He estado buscando todo lo que sea posible —Harry suspira—. Ahora sólo tengo que preguntarle al respecto. Gems dice que tengo que estar preparado para que él enloquezca.

— ¿Cuándo vas a preguntarle acerca de ello? —Niall le pregunta—. ¿Y cuando vas a decirle a Liam y Zayn?

Harry se frota las manos por el rostro y suspira.

—Yo estaba pensando en ir allí ahora.

— ¿En serio? —Niall pregunta sonando sorprendido.

— Sí. Si no lo hago me volveré loco —Harry hace una mueca.

— Sí, eso es comprensible, Haz —Niall suspira—. Tengo que salir, me mandas un mensaje de texto, quiero saber cómo te va, ¿bien?

— Sí, seguro —Harry asiente solemnemente.

Niall le da un último abrazo antes de recoger sus cosas y salir. Harry mira su teléfono por un largo tiempo antes de que siquiera abra los contactos. Sabe que Liam y Zayn estarán en casa por ahora, y no sabe si es mejor pedirle a Louis bajar a su auto o algo, o simplemente tener la conversación en el departamento. El nudo en su estómago pesa en todos los sentidos, sabiendo que esto podría ir mal.

Harry mueve su cabeza negando y presiona sobre el contacto 'Louis'. Su foto favorita sobre Louis surge mientras suena el teléfono; El ojiazul riendo, la nariz arrugada al igual que las pequeñas arruguitas en sus ojos. Louis trató de hacerle cambiar la imagen, pero Harry se había negado. La foto de Harry para el contacto de Louis en su teléfono es una foto del rizado sonriendo con las manos cruzadas bajo la barbilla, un lazo de satén de color rosa, que Louis había hecho de tela de chatarra un día en el estudio, atado en sus rizos.

— Hola, amor —dice Louis, respondiendo en el segundo timbre—. ¿Todo bien?

A Harry no le gusta el tono de voz de Louis. Es como si estuviera atrapado a mitad de camino entre estar emocionado porque el rizado le llamó, o estar preocupado porque lo está llamando para poner fin a las cosas o algo. Eso hace que el pecho de Harry duela, porque Louis todavía es tan vacilante acerca de que él vaya a dejarlo. Harry está tan asustado de enfrentar a Louis y este sólo se aparta de él aún más lejos.

— Oye bebé, ¿qué estás haciendo? —Harry le pregunta, tratando de ser casual.

— Nada, Zayn y Li está en casa, ahora sólo estamos viendo tele basura —Louis responde.

— Niall ha salido, ¿te parece si podría ir? —Harry le pide, como si fuera cualquier otro día cuando se aburre.

— Sí —dice Louis, y la felicidad en su voz hace que el estómago de Harry se revuelva—. Sí, eso sería genial.

— Bien cariño, ¿quieres que traiga algo en el camino, para ti o para los muchachos?

— No, estamos bien —dice Louis—. Nos vemos pronto.

— Te amo —dice Harry, antes de que el ojiazul cuelgue.

El viaje de regreso al departamento de Louis es doloroso, porque el tráfico sólo da más tiempo para que el estómago de Harry se contorsione en nudos. Ni siquiera sabe lo que va a decir. Se estaciona frente al departamento, pero le toma unos pocos minutos antes de que pueda obligarse a entrar al edificio. Golpea ligeramente la puerta delantera del departamento de Louis y puede oír a Liam riendo.

Louis abre la puerta y sonríe de alegría hacia Harry como si la Navidad hubiese llegado temprano. Él está llevando un suéter gris de lana gruesa con unos pantalones negros, y si Harry no supiera no habría dicho cuán bajo peso que está, porque los pantalones son sueltos pero no tan holgados, se ve mal. Louis alcanza y envuelve sus brazos alrededor del cuello de Harry. Este se acurruca sobre Louis y presiona un beso en su cuello, respirando su olor familiar y tratando de calmarse.

Una parte de Harry sólo quiere sentarse y pasar el rato con los chicos, para posponer la conversación un poco más, pero sabe que no puede. Cuando ellos se separan, Louis está de puntillas y le da a Harry un beso suave. Harry pasa los dedos por el cabello de Louis y descansan sus frentes juntos por sólo un segundo, el tiempo suficiente para introducir aire en sus pulmones.

— ¿Podemos ir a tu habitación, bebé? —Harry le pide suavemente a Louis, rozando sus labios contra los de este.

Louis tararea en voz baja y asiente con la cabeza.

— Por supuesto, amor.

— Hola, chicos —Harry saluda cuando ve a Liam y Zayn jugando FIFA en la sala de estar.

Ambos le sonríen y lo saludan con un 'hola' y Harry se pregunta si Louis les contó algo acerca de lo de anoche. Louis guía a Harry por el pasillo hasta su habitación y cierra la puerta detrás de ellos. Harry se acerca a la cama y se sienta con la espalda apoyada contra la cabecera. Abre los brazos y Louis se arrastra echándose, justo a su lado. Harry sólo lo sostiene por un tiempo, sus dedos rozando a través del cabello del ojiazul mientras este se arrima más cerca.

Es la calma antes de la tormenta y Harry sólo quiere aferrarse a Louis antes de que el barco vuelque. Él piensa que tal vez va a ser más fácil con la cabeza metida debajo de su barbilla, por lo que no tendrá que ver el contentamiento dejar el bello rostro de Louis. Harry siente como si estuviera sosteniendo algún tipo de intervención. Ha visto ese programa de televisión. Sabe cómo van estas cosas. No está preparado.

Harry siente como este debe ser un momento tan feliz; Louis finalmente ha confiado en él después de tanto tiempo, por fin lo ha dejado, y ahora tiene que empezar de nuevo. Sabe que tiene que hacerlo, no puede dejar que el chico del que está locamente e irrevocablemente enamorado, se deje morir.

— Louis, tenemos que hablar acerca de tu trastorno alimenticio —dice Harry, y de alguna manera se las arregla para sacar todo de un tirón.

Siente a Louis congelarse en sus brazos, él no se mueve, él simplemente se endurece por completo.

— ¿Qué estás hablando? —dice después de un tiempo demasiado largo, forzando una carcajada temblorosa.

Harry toma una respiración profunda.

— Sé que has estado así, drásticamente restringiendo lo que comes, sé que vomitas si tienes que comer demasiado —Harry suspira—. Por favor, no me mientas, y por favor no te enojes, sólo quiero hablar.

Ni siquiera está seguro acerca de la restricción de calorías, porque eso es sólo está basado en lo que Gemma sabía de Leanne. Harry sabe que era una suposición correcta, ya que, la inhalación de Louis es brusca y la forma en que de alguna manera sus brazos se ponen más rígidos lo delata. Harry sabe que tiene que ir sobre esto con calma y racionalmente, porque si empieza a acusar a Louis de morirse de hambre, este va a ponerse a la defensiva y no van a llegar a ninguna parte.

— Harry —dice Louis, su voz es acompasada y fría y Harry lo odia—. No sé qué es lo que crees que sabes, pero esto no es algo de lo que vamos a hablar.

Harry intenta armarse de valor antes de hablar otra vez.

— Esto es algo que vamos a hablar Louis, porque te amo. No sé lo que ves cuando te miras en el espejo, pero te estás desgastando. No hay un gramo de grasa en tu cuerpo y no voy a dejar que mueras de hambre nunca más.

Harry está tratando de ser firme pero suave, pero cree realmente que sólo suena como si estuviese al borde de las lágrimas, que no está ni lejos de la verdad. Louis está en silencio por un momento y el corazón de Harry late con fuerza. Vagamente, Harry se pregunta si Louis puede oírlo, donde la mejilla de este todavía se presiona en su pecho.

— Vete a la mierda, Harry —dice Louis, saliéndose de los brazos de Harry—. En serio. A la mierda. No tienes ni idea de lo que estás hablando.

Louis no va a encontrarse con los ojos de Harry, pero al menos no se ha levantado de la cama 

— Louis, favor. Yo sólo me preocupo por ti. Te amo. Me odio por no darme cuenta antes, pero tienes que saber que lo mucho que crees que estás comiendo no es suficiente. ¿Cuántas veces casi te has desmayado cuando te levantabas demasiado rápido? Ni siquiera puedo imaginar los dolores del hambre siendo similares. Por favor, Louis, no puedes seguir haciéndote esto —Harry suplica, y no está por encima de la mendicidad, pero tiene que hacerlo.

— Harry, tienes que dejar de ser tan melodramático. Estoy en una dieta, no estoy muriendo de hambre —dice Louis, y Harry nunca ha oído su voz tan fría.

Él lucha contra las lágrimas picando en la parte posterior de sus ojos.

— Lou, eres piel y huesos. Siempre estás frío. Siempre estás mareado. Tus articulaciones siempre están haciéndote daño. Tu cuerpo no puede tomar esto, no puedes vivir de tan poca comida.

— Harry, me has visto desnudo, tú jodidamente lo sabes; sabes que no soy piel y huesos —Louis silba y Harry siente que su pecho se contrae—. Yo no sé qué coño estás jugando, pero si no quieres estar conmigo, jodidamente dilo, deja de joderme la mente —se aleja de la cama así que está sentado en el rincón más alejado.

Harry no cree que se haya sentido tan horrible antes. Louis se curva, golpeando los ladrillos y estableciendo el concreto a medida que construye paredes alrededor suyo para respaldarse. Louis piensa en Harry mandándolo al carajo, piensa en Harry tratando de hacer excusas para poner fin a las cosas. Harry siente como si su corazón estuviera colgando de una soga; la circulación está cortándose poco a poco, cuando Louis se aleja cada vez más. Harry necesita cerrar la distancia entre ellos, pero cuando se acerca, Louis lo empuja más lejos, levantándose de la cama con los brazos cruzados sobre su pecho apretado.

— Louis tienes... tú eres... lo que estás comiendo no es suficiente y tu cuerpo se está desgastando, yo solo te amo y te necesito para estar sano. No puedo ver que te desvaneces Louis, por favor —Harry suplica, parpadeando, las lágrimas nublando sus ojos.

— Tienes que irte —Louis chasquea, alejándose de Harry completamente.

— No, Louis —Harry protesta con voz temblorosa—. Yo no voy a ninguna parte. No voy a dejar que me rechaces. Puedes estar enojado conmigo por decir esto, mierda, debes estar enojado conmigo por no darme cuenta antes. Puedes estar enojado conmigo, puedo entenderlo, pero yo no te voy a dejar.

— ¡Detente! —Louis casi grita—. Sólo detente. Esto es una mierda. No sabes qué coño estás hablando. ¡Vete!

— No, Louis —Harry dice de nuevo, y está tratando en su más absoluta manera de no llorar—. No trates de alejarme. Te quiero y quiero ayudarte, yo no voy a ninguna parte.

— ¡Sal! —Louis le grita, lo suficientemente alto que el sonido del televisor se silencia en la sala de estar— No necesito tu maldita ayuda, Harry, ¡te lo dije! Joder, te dije antes de que todo esto empezó —hace un gesto toscamente entre ellos—. No soy una puta damisela en apuros que necesita que la salven. ¡No puedes salvarme de esta mierda, así que deja de actuar como si te importara! 

Harry no puede evitar el gemido que se le escapa.

— ¿Cómo puedes decir eso? ¿Cómo puedes decir que no me importa? Yo estoy aquí, justo en frente de ti, y te lo digo, te amo y no voy a ninguna parte. Voy a enfrentarte sobre esto porque me importas. Tienes que saber que esto no es sano, tienes que saber que estás torturando tu cuerpo —las mejillas de Harry están surcadas de lágrimas mientras niega con la cabeza.

Harry no puede manejar el pánico en los ojos de Louis. No puede manejar la forma en que la mandíbula de este está rígida y sus brazos están envueltos alrededor de sí mismo como si estuviera tratando de mantener la compostura. Louis está aterrorizado, enojado y herido, y Harry no quería nada de eso, pero lo ha hecho. Louis se ve como un animal enjaulado en su instinto de pelea o huida en sobremarcha, pero se siente demasiado atrapado para moverse incluso. Harry quiere levantarse de la cama para cerrar la distancia cada vez mayor entre ellos, pero algo le dice que tiene que permanecer sentado. No se sentiría bien si se acerca a Louis en estos momentos, aunque nunca actuaría intimidante, pero no quiere hacerle sentir más acorralado.

— Harry, por el amor de Dios, mierda, ¡lárgate de mi habitación! —Louis grita, y cuando Harry ve que está luchando contra las lágrimas también lo mata.

Harry no tiene la oportunidad de reaccionar antes de que haya pasos resonando en el pasillo y la puerta de la habitación esté abriéndose. De repente unos puños están cerrados en su sudadera y está siendo levantado de sus pies. Su espalda se estrella contra la pared, los dos puños embistiendo en sus hombros y su cabeza golpeando la pared. Parpadea con las lágrimas en sus ojos y se reúne con la cara hirviente de Liam, a centímetros de la suya.

— ¿Qué hiciste con él? —Liam silba.

Es más pequeño, pero Liam es fuerte y está enojado, Harry ni siquiera trata de defenderse. Harry mira por encima del hombro de Liam para ver que Zayn tiene sus brazos envueltos apretadamente alrededor de Louis, susurrándole, tratando de averiguar lo que pasó, averiguando lo que está mal. A Harry no le importa los puños clavándose en su pecho, no le importa la pared amortiguando su espalda, no le importa el latido sordo en la parte posterior de su cabeza. Se lo merece todo, porque Louis está llorando a causa de él.

— Liam, déjalo ir —dice Louis temblorosamente, desde donde Zayn lo tiene en sus brazos.

Harry siente las manos de Liam aflojando lentamente su sudadera y se tambalea en sus pies un poco cuando el castaño da un paso atrás. Liam todavía se posiciona entre Louis y Harry, sin embargo, espera que Harry arremeta contra Louis o algo así. Zayn está mirando al rizado como si nunca le perdonará por herir a Louis, y el estómago de Harry se revuelve preguntándose lo que ellos piensan que hizo.

— ¿Qué carajo hiciste? —la voz de Liam es áspera y fría, y Harry puede sentir dos pares de ojos marrones cortándolo a la mitad.

Sin embargo, Harry no puede apartar los ojos de Louis.

— Louis te lo ruego en este momento, por favor no me hagas decirlo así. Si quieres que me vaya tengo que decirles —suplica en voz baja.

Los ojos de Louis destellan.

— No lo harías —chasquea—. Ni siquiera sabes lo que estás hablando. ¡No tienes ni puta razón! 

— Louis favor. Sólo... por favor, sólo... déjalos y yo hablo, no-..., no quiero decirles de esta manera —Harry tartamudea—. Pero lo haré. Si tengo que hacerlo, lo haré. Porque no voy a dejar que sigas haciéndote esto. Yo también te quiero mucho.

— ¿De qué estás hablando, Harry? —Zayn pregunta vacilante—. Lou, ¿qué está hablando?

— Harry tiene que irse —Louis dice en voz baja—. Sólo tiene que irse.

Harry siente los dedos de Liam cerrándose alrededor de su brazo, pero no puede dejarse de mover.

— Louis, por favor —le ruega por última vez, frotando el dorso de su mano por sus mejillas tratando de recobrar la compostura—. Por favor, sólo...

— Él quiere que te vayas —Liam dice con frialdad.

Harry ve los ojos de Liam y Zayn bloqueados, teniendo una de esas conversaciones silenciosas, como sus padres solían tener. Ve la confusión en los ojos de Zayn, decepción, preocupación. Zayn sostiene a Louis tan suavemente, pero Harry se da cuenta de que él tampoco lo toca fuera de su zona de confort. Se pregunta si los dos han sido condicionados para conocer los límites de Louis, al igual que él. Harry sabe lo fácil que habría sido saber que algo andaba mal con un solo toque en la cintura de Louis. La nitidez de la médula y el vacío de su estómago son imposibles de ignorar ahora que a Harry se le permite tocar allí. Todo habría sido diferente con un solo toque, y tal vez uno de ellos se habría dado cuenta antes. Tal vez Louis no hubiera ido tan lejos. Excepto que nunca quisieron hacerle sentir incómodo, por lo que no insistieron. Harry se pregunta si eso sería considerado irónico.

Harry nunca ha tomado a mal cuán imposiblemente cercanos son Liam y Zayn a Louis. Ha estado completamente agradecido de que Louis tenga dos personas que lo aman y lo entiendan tan bien, que lo cuiden. Nunca le ha importado si Louis se acurruca entre ellos en el sofá porque tan pronto como está en la puerta este se traslada a sus brazos. El deseo de Harry de proteger a Louis ha sido tan fuerte desde el principio que siempre ha estado muy contento de que este tenga a dos personas, tan fuerte con la urgencia de protegerlo, que puedan estar allí cuando él no pueda. A pesar de que resulte que los tres de ellos no eran suficientes para mantener a Louis saludable.

Harry no trata de sentirse herido cuando Liam es tan rápido en echarlo. Él sabe que son amigos, sabe que Liam no le odia, pero también sabe que el instinto protector del castaño con Louis anula todo lo demás. Sin embargo, Harry no puede irse sin que lo sepan. Su mayor temor es que Louis lo aleje y se encierre en sí, y luego (incluso) si se las arregla para decirle a Liam y Zayn, les hablará a su manera para salir de ello y nunca obtener la ayuda que necesita. Louis no se encontrará con sus ojos y su corazón está latiendo en su pecho, pero Harry sabe lo que tiene que hacer.

— Louis es anoréxico —Harry dice, su voz es baja y temblorosa, las palabras cuelgan en el aire, imposible de ser escuchadas.

El silencio que llena la habitación después de eso es palpable. El silencio pesa sobre el pecho de Harry, y siente que se está sofocando debajo de ella. Oye la respiración dejar los pulmones de Liam y siente la mano de este aflojar el agarre en su brazo. Harry ve las manos de Zayn aún cuando se mueven, tratando de calmar a Louis. Cuando mira hacia Louis, se siente como una patada en el estómago. Harry no piensa que va a olvidar alguna vez el aspecto de traición total y absoluta en los relucientes ojos azules de Louis.

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