F*** You Blonde
Las palabras que escribía en la nota eran tan sinceras como su odio hacía el rubio, siempre había sido perfecto y él nunca había podido aprovechar el amor de la querida Marinette por culpa del rubio. Había rechazado ya unas cinco invitaciones suyas para salir a algún lugar o simplemente cuando le preguntó si quería ser su pareja.
-Amo a Adrien, Nathanaël, no tienes que interponerte en nuestro romance.
Aquellas palabras sólo habían desprendido rencor en el pelirrojo que luchaba día con día para hechizar a su querida pelinegra. Tantos años había insistido que no sabía realmente cuando rendirse de una vez ante Marinette. Esperaba que la chica recapacitase para tenerla de una vez, Adrien no la amaba pero él le había demostrado su amor tantas veces que no podía negarse que se estaba hartando.
-¿Nathanaël?
-¿Eh? Hola Juleka.
-Nath, tu dejaste la nota del casillero de Adrien ¿no es cierto?
-No, para nada, odio tocar sus cosas.
-Nath, la nota dice que se tire de un puente, sólo tú le deseas la muerte.
-Aish, si vienes para eso déjame en paz Juleka.
Nathanaël ya no era tan agradable como antes, había intentado matar a Adrien varias veces y había roto su cuaderno de dibujos en un ataque de rabia. Rose no sabía cómo hacer que su amigo volviera en sí. Sabía perfectamente que él chico estaba celoso de que Marinette amara más a Adrien que a él, debido a sus constantes y ya muy crueles rechazos que sufría casi todos los días, y ese era otro día perfecto para ser rechazado.
-Ma...
-No Nathanaël, entiende que no quiero nada contigo.
Molesta la chica abofeteó a Nath y salió molesta de la escuela seguida de su mejor amiga Alya que no esperaba tal reacción de la chica.
"Es porque debo ser Adrien" asintió levemente y corrió hasta su casa para dejar su mochila y sacar sus ahorros de la alcancía panda en su habitación, sin sacar el tapón del panda rompió la alcancía y corrió nuevamente al GYM. Cosa que por más que se esforzase, no sería nunca tan guapo y "fuerte" como Adrien. Pensó durante un momento teñirse de rubio y utilizar pupilentes esmeralda, se empeñaría que su cabello brillara más que el de Adrien y sus ojos fueran más hermosos que los de Adrien.
-¿Otra nota?
-Nath se está saliendo de control, no sé qué es mi culpa pero me reclama a diario que tengo la culpa.
-Sabes que Nathanaël enloqueció.
-Nino, es raro que te diga esto pero... creo que amo a Nath.
Su amigo abrió los ojos como platos.
-Por más notas que me diera de odio él, es, lindo.
-No voy a negarte nada, sólo que ahora... lo has visto, creo que usa la misma marca de ropa que tú.
Suspiró pesadamente y lo vio pasar corriendo frente a sus ojos.
-Nath...
-No estorbes.
Dicho esto, Adrien se quedó parado ahí mientras veía a Nathanaël alejarse.
-Nunca va a cambiar ese niño ¿qué tal si buscas a alguien más?, digo, tienes una hilera de chicas detrás tuyo. Y sigues al único que te odia.
-Debe ser por Marinette, lo he visto muchas veces con ella.
-¿La chica que rechazas más veces en el día? Si, definitivamente es por eso.
Nino caminó a su casa después de despedirse de Adrien y este pensó el suficiente tiempo en la limusina para decidirse de una vez acabar con el odio del chico pelirrojo. Esperaba en los jardines de su casa y lo vio pasar algo exhausto.
-Nathanaël...
-Te odio.
No dijo más antes de marcharse, ¡Dios! Era un chico pesado. Entró a su casa y buscó en internet respuestas para un chico pesado. Cada opción era más horrorífica que la anterior. Suicidio tras suicidio, muerte tras muerte. La única opción decente era "finge tu muerte y cuando olvidé su odio regresas a la vida". Apagó el ordenador y se tiró a la cama para caer rendido.
La mañana siguiente fue desastrosa, Nathanaël parecía espiarlo como todo un acosador, mantenía una libreta en sus manos y anotaba cada cosa acerca de él, cuando Adrien lo pillaba espiándolo, le seguía la mirada y anotaba en su cuaderno, durante una ocasión Adrien le sonrió mientras lo saludaba, Nathanaël hizo una muesca de asco y Adrien cambió su expresión. Nathanaël anotó rápidamente ¿qué tramaba esta vez?
¡Y vaya planes que tenía! Nathanaël había estado observando y anotando cada movimiento, expresión, acción, he incluso que tanto tiempo pasaba en la respiración de Adrien para volver a inhalar. ¡Era un completo acosador! Esperaba que Adrien no lo detuviera, durante su casa después de su sesión de GYM, se decidió a imitar cada una de las acciones Adrien, su respiración, su caminar, la forma en la que sonreía, y cada que le quedaba bien, se felicitaba mentalmente. Era la copia exacta de Adrien, incluso había empezado a jugar Basquetbol para ser más alto.
Media 1.63 y todavía no se sentía satisfecho por su resultado. Había pensado inclusive en la cirugía plástica, pero le gustaba ser natural y si Marinette se atrevía a abofetearlo después de su operación, moriría de dolor. Esperaba que Marinette lo quisiera después de todo su esfuerzo, nunca había visto a Adrien enojado ni tampoco lo había visto jalar sus cabellos en señal de desesperación como estaba haciendo en esos momentos, lo debía hacer enojar y verlo en tal momento.
El siguiente día vio a Adrien vestido de traje, camisa blanca con un moño negro, un pantalón negro, su saco y zapatos negros. Babeó cuando lo vio, Adrien le dedicó una sonrisa y Nathanaël no pudo indignarse por que Marinette lo había empujado para acercase.
-Adrien, te ves realmente guapo... digo, siempre eres guapo...
-Guárdate tus tartamudeos Marinette.
Dijo Adrien un poco molesto por la forma en la que había empujado a Nathanaël, éste seguía en el piso, no se había movido. Tomó su brazo y lo levantó para sacudir su ropa, Nathanaël aun seguía en su trance y reaccionó bruscamente ante el tacto de Adrien.
Caminó al salón y Marinette fulminó con la mirada a Nathanaël, aunque podía reconocer esa caminata, Nathanaël era como Adrien 2.0, solo que la versión barata, según Marinette. A la hora de la salida Nathanaël se dedicó a buscar a Marinette.
-¿Marinette?
-Nath...
Nathanaël tapó su boca, era, wow, nunca había visto a Marinette tan pequeña, se reprendió ante tal comentario y siguió.
-Sé que no soy Adrien pero por favor, sólo necesito que seas mi pareja este año en el baile de primavera, prometo dejarte en paz después de esto, por favor, acepta.
Marinette retiró la mano de Nathanaël y lo fulminó con la mirada.
-¿Crees que no me di cuenta? Vas al gimnasio, caminas como él, lo estas imitando completamente ¿para qué? ¿Para qué te amé? No, Nathanaël, por más que intentes ser Adrien, por más operaciones que te hagas para ser él, nunca, y escúchame bien que no lo repetiré, NUNCA voy a amarte, Nathanaël, no quiero ser tu pareja y nunca lo voy a ser.
Se dio la vuelta indignada y se encontró con Alya mientras se sentía apresada, Nathanaël era realmente pesado, lo odiaba a él y sus tontas intenciones porque lo amara, Nathanaël se quedó parado ahí, respiraba neutralmente y claramente amenazaba con romper en llanto.
-Nathanaël...
Nath se alejó de la voz masculina detrás de él, pero no logró ir muy lejos, ya que Adrien tomó su brazo y lo obligó a quedarse. Se volteó molesto a verlo y lo miró con los ojos abiertos como platos, Adrien tenía un pequeño ramo de rosas rojas y sonreía dulcemente. Sin olvidar el traje se veía elegante y sexy.
-Nathanaël no te vayas.
Suspiró mirando a otro lado con nerviosismo y regresó su vista a los ojos azules frente a él.
-Sé que es raro que un chico te diga esto pero... me gustaría que fueras conmigo al baile de primavera, también sé que me odias demasiado, pero no puedo evitar mirarte de vez en cuando, descubrí que te gustan las rosas rojas y tu color favorito es el rojo.
~Odias a los rubios, en especial a mí, y durante estos días intentas ser yo para gustarle a Marinette, pero, ¿puedes ser Nathanaël y responderme sinceramente? Realmente me gustaría ir contigo al baile de primavera.
Nathanaël lo miraba impresionado, Adrien gustaba de él, tantas veces que había intentado matarlo y Adrien no tenía una pizca de rencor, no había sentido nada con todos sus intentos de alejarlo de Marinette. Y por más que quisiera negarlo, su odio paso a ser amor hacia un muy buen tiempo, espiarlo el día anterior solo había derretido una de las capas de hielo que se había hecho para no amarlo, el problema era que fue la capa más gruesa que había creado, y poco a poco se derretía la delgada capa que lo alejaba. Sus labios querían decir que sí, pero se traicionó de la peor forma posible.
-No, no quiero Adrien, hoy invité a Marinette pero ella me rechazó porque tú eres su sueño, yo también te voy a rechazar de la misma manera porque todos te quieren, ella te ama ¿¡por qué demonios eres tan perfecto!?, te odio, te odio, te odio completamente, no quiero verte.
Podía sentir sus manos temblar, había sido cruel y se arrepintió totalmente pero no podía hablar. Adrien borró su sonrisa, bajó la cara y cuando volvió a ver sus ojos admiró ese sentimiento ¿odio o tristeza?
-¿Sólo por qué te rechazaron vas a hacer lo mismo? Eres patético Nathanaël, es esa la razón por la que Marinette no te quiere.
Eso había dolido, dolido demasiado.
-Intenta imitarme cuantas veces quieras, sigues siendo patético.
Pasó de largo de Nathanaël estrellando el ramo de flores contra Nathanaël, lo había lastimado por las espinas de estas, Nath dejó que sus lágrimas nublaran sus ojos. Adrien caminó hasta donde estaba Marinette y tomó su mano. La chica lo miraba impresionado, se arrodilló frente a ella, todos miraban impresionados la escena. Marinette lloraba de felicidad y asintió rápidamente mientras se lanzaba a brazos de Adrien.
Los chicos al rededor aplaudieron y Adrien cometió el error de mirar de Nathanaël, una lágrima bajo por su mejilla y la secó rápidamente, apretó las rosas con fuerza, un hilo de aquella tinta rojiza se deslizó por el tallo de las rosas y caminó a la salida, mientras más cerca estaba más aumentaba la velocidad.
-Nathanaël...
Echó a correr rápidamente intentado desaparecer, cruzó la calle sin cuidado, secando sus lágrimas sacó las llaves de su casa y entró gritando el nombre de su madre. Se acurrucó en su regazo y dejó que las lágrimas amargas recorrieran sus mejillas.
-Mamá, me odio, soy un tonto, lo arruiné todo.
La señora se limitaba a acariciar su cabello y acunarlo débilmente, estaba sorprendida por ver a Nathanaël de aquella manera, nunca lo había visto llorar, siempre era positivo pero ahora. No entendía por qué tanto llanto.
Faltaba una semana para el baile. Adrien le había pedido a Marinette ser su pareja por pura rabia, y se arrepentía totalmente, verlo parado sorprendido y llorando lo había hecho sentirse culpable. En un principio pensó que era culpa del pelirrojo, le había gritado de tal manera que lo había hecho enojar, pero tampoco debió ser tan brusco con él, ni siquiera debió pedirle a Marinette que lo acompañara al baile, sabia perfectamente que haría llorar a Nathanaël, sabía cuál era la razón por la que Nathanaël lo odiaba, pero ahora lo odiaba con mayor razón.
Intentó detenerlo pero solo se echó a correr como si dependiera su vida. Marinette se había acercado a él para preguntarle si podían ser novios, él no negó, al contrario, asistió por pura estupidez, al final se dio cuenta de su error, pero que iba a decirle "Te respondí cuando estaba distraído, no quiero ser tu pareja" sería cruel, y Adrien no era cruel, Marinette le robó un beso.
Tantas emociones en un solo día, tuvo suerte que Nathanaël no había visto eso, sería una catástrofe. Se preguntó que estaría haciendo Nathanaël, quizá planeando como separar a la pareja, o creando nuevas formas de parecerse a él, pero lo que nunca pensó es que lo vería al día siguiente sentado en su lugar con los ojos hinchados, tenía un lápiz en la mano y miraba que deslizaba por el papel "¿Una nueva carta de odio?" pero por más ánimos que se diera sabía que nada estaba bien.
Era viernes, y por más que intentó acercase Nathanaël se alejaba, un avance suyo era que había vuelto a dibujar, tenía un nuevo cuaderno de hojas blancas y se la pasaba con el cuaderno en la mano. Al final del día, se metió al salón para tomar sus cosas, estaba casi lleno, todos habían vuelto y platicaban alegremente, Rose y Juleka se notaban distantes y preocupadas.
-Amor mío.
Marinette se colgó de su cuello y robó otro beso. Miró el lugar de Adrien para ver una hoja blanca, no tan blanca.
-¿Qué es esto?
La tomo y se la dio a su novio. Adrien la tomó, tenía un signo de admiración en la esquina inferior derecha. El dibujo en general era él y Marinette abrazados, felices, dio la vuelta a la hoja y leyó.
"Los chismes corren rápido"
Un nudo se atoró en su garganta y arrugó la hoja, la hizo una bola de papel y la tiró al bote cuando salió del salón, Marinette lo seguía pero era imposible parar a Adrien, se subió a la limusina y fue a su casa, ignoró a Nathalie cuando le dijo de la sesión fotográfica del parque y se quedó encerrado en su habitación.
¿Qué demonios había hecho? Se sentía como mierda, vaya, nunca pensó que tal estupidez lo iba llevar a la mierda, ¿qué más podía hacer?
El fin de semana fue tan desastroso como la siguiente semana de clases. Nathalie lo reprendió por ignorarlo pero lo vio mal cuando entró su habitación, por más pena que pudiera darle a Adrien, le comentó a Nathalie acerca del pelirrojo, Marinette y el problema emocional por el que pasaba, estaba hecho mierda. El lunes que Nathanaël había asistido a le escuela, vestía lo de siempre y su mirada se veía apagada, como muerto en vida, no le gustaba verlo así, pero era inevitable.
A veces llegaba a la escuela y miraba a Nathanaël con el lápiz en la mano mirando la hoja en blanco, una que otra lágrima recorría sus mejillas y ocultaba su rostro entre sus brazos, antes de poder acercarse Juleka y Rose ya tenían rodeado al chico que negaba y fingía una sonrisa. Todos habían notado el cambio tan drástico en Nathanaël, incluso Chloé, siendo que a ella le importaba una mierda.
Alix, Juleka, Rose, Kim he incluso Sabrina se acercaban a él para intentar ayudarlo, era algo que parecía imposible. Finalmente el baile de primavera se hizo presente, Marinette había ido con un vestido corto de escote de color rojo con puntos negros. Adrien un traje azul marino elegante. Había ido toda la escuela, era un baile de duraba hasta la media noche, y claro, Nathanaël iría solo. Kim y Alix, Nino había invitado a Alya porque Max se había negado, debido a que jugaría videojuegos en la competencia mundial, Chloé y Sabrina, Juleka y Rose, Mylène e Ivan y Marinette con Adrien. A pesar de todo Nathanaël asistió.
Vestía un traje blanco, su madre le había recogido el cabello y le había hecho ponerse una rosa en color carmín en el bolsillo del saco, algunas chicas se habían acercado a él, vaya, se veía realmente bien, pero claro, los chicos celosos las alejaban. Alix y Kim se sentaron a su lado para platicar con él Nathanaël era más bajo que Kim, pero se había estirado bastante.
Pasaron un rato más con él y después lo dejaron para bailar alguna pieza musical, Adrien lo miraba solo, y sentía lastima, pero él había provocado aquello. Alya se separó de Nino porque Max había llegado y estaban hablando tonterías en otro lado. Jaló a Nathanaël del brazo y lo llevo a la pista de baile.
-Tan amargado tú en esa esquina, tienes que divertirte Nathanaël, por cierto, te ves muy guapo con eso.
Le guiñó un ojo y Nathanaël mostró un ligero sonrojo, Alya guió los pasos de Nathanaël mientras se movían al compás de la música que estaban escuchando, Adrien miraba a lo lejos, en esos momentos podía estar sosteniendo la mano de Nathanaël y mirando sus ojos con una sonrisa. Sería perfecto. Alya se dirigía a la mesa donde estaban, Marinette estaba hablando con unas chicas y riéndose, las chicas se notaban molestas.
-Bésense y déjense de tensión estúpidos.
Alya tiró a cierta personita sobre Adrien. El rubio miró el tierno sonrojo en la mejillas de Nathanaël, Nathanaël estaba casi estirado sobre él, Adrien mantenía sus manos en la cadera de Nath, era el momento perfecto, el pelirrojo respiraba débilmente mientras esperaba no ser vergüenza frente a toda la escuela.
Alya mantenía el celular grabando mientras le guiñaba el ojo a Nino, si, aquellos dos habían conspirado, Nino sabía que Adrien gustaba de Nathanaël, y con las sospechas de Alya sobre la relación de la pelinegra y el rubio, dedujeron que solo estaba con ella por puro compromiso. Mirando el aspecto de Nathanaël y sus ánimos de vivir, un día Alya alcanzo a ver un dibujo del nuevo cuaderno de Nathanaël. Era Adrien.
Adrien subió su mano a la mejilla de Nathanaël, acariciando con suavidad su cuerpo en el acto, Nathanaël no podía respirar bien. Adrien quería besarlo o se limitaba con darle un abrazo para disculparse, antes que pudiera moverse si quiera, Nathanaël fue jalado con brusquedad para ser levantado por Marinette.
-¡Es mi novio!
Lo empujó a un lado, la mitad de la escuela estaba viendo el "show" de Marinette y sus celos. Alya se mordía la lengua de rabia, su amiga había cagado todo el romance y lo tenía grabado en el teléfono.
-L-lo siento Marinette yo...
-¡Nada Nathanaël! ¡Sólo quieres verme llorando porque perdí al amor de mi vida! ¡No soy tan débil como tú como para llorar en clase!
Nathanaël se mantuvo de la misma forma, a pesar de ser ofendido no pretendía armar un escándalo, ya tenían a media escuela mirándolos feo.
-¡Marinette! ¡Te prohíbo ofender a Nathanaël!
Alya la miraba de una forma decepcionada, su amiga se había vuelto loca, Nathanaël agradeció con la mirada a Alya, pero su agradecimiento no duró mucho cuando Marinette lo abofeteo.
-¡Eres mi amiga, debes estar de mi lado!
-Basta Marinette, es suficiente.
Adrien al fin había reaccionado después de tal acción de la chica. Tomó su brazo y Nathanaël bajo la mirada, todo había sido mentira. Pensó en irse de una vez, pero claro, Marinette buscaba algo más que solo Adrien la detuviera, estaba realmente molesta, nunca midió la intensidad de sus actos. La salida quedaba cerca de la barra de comida. Marinette se deshizo del agarre de Adrien, fingiendo indignación siguió el mismo camino que Nathanaël.
¡Oh, pobre Nathanaël! Si tan solo hubiera volteado atrás, podía ver la sonrisa maliciosa de Marinette y alejarse lo más rápido posible de la barra de comida, Nino siguió con la mirada a Marinette pero cuando se dio cuenta de las intenciones de Marinette, era demasiado tarde, Nathanaël había caído a la mesa de comida, como película romántica con tragedia, el refresco había sido derramado sobre el traje blanco de Nathanaël, y claro, porque no, el vidrio del boul se rompió, cortando algunas partes de su cara y desgarrando ligeramente el traje hasta traspasar con su piel.
Gimió de dolor y mordió sus labios sintiendo el líquido pasar por las heridas, causando un dolor agudo.
-¡¡MARINETTE!!
El estruendo había hecho que toda la escuela los mirara. Chloé se burló, ella no tenía corazón, las carcajadas siguieron poco a poco, era cómico para todos, y le hubiera sido cómico a Nathanaël también si no estuviera deprimido, o simplemente, no estar herido.
-Marinette, esto es el colmo ¿que demonios te sucede?
Marinette levantó los hombros en signo de pregunta, Alya pretendía decirle algo, pero Adrien la hizo a un lado para tomar a Nathanaël en brazos y salir de la escuela.
-¿Adrien? ¿Qué haces amor?
-Llevo a Nathanaël al doctor.
-Tiene pies para caminar solo.
Adrien ignoró a su novia y siguió con Nathanaël en brazos.
-No irás al doctor, n-no son heridas graves.
Musitó Nathanaël débilmente, tenía ganas de llorar pero contuvo sus ganas mientras Adrien lo aprisionaba más a sí.
-Quería disculparme por... por lo que te dije la última vez.
Suspiró pesadamente.
-Estaba molesto que tomaras en cuenta los comentarios de Marinette pero me excluyeras, y lo de Marinette.
Apretó el agarre de Nathanaël haciéndolo gemir de dolor.
-No sé porque lo hice, quizás rabia o algo.
Nathanaël se mantuvo callado, quería ir a casa y descansar ahí toda la noche, era bastante tarde, nueve, diez. No tenía reloj ni habilidades para calcular el tiempo. Adrien llegó a su mansión y entró con Nathanaël en brazos, le pidió a Nathalie vendas y alcohol, así como una blusa larga o algo para dormir. Dejó a Nathanaël en su cama y buscó en su armario para sacar ropa y prestarle. Nathalie tocó a la puerta, estaba dispuesta a hacerlo ella misma, pero Adrien negó, en parte no quería que tocara a Nathanaël, y otra parte de él, que no iba a negar, tenía ganas de tocar a su amigo.
Al mirar hacia la cama, se encontró con la mirada atenta de Nathanaël, Adrien se acercó a él, lo tomó desprevenido y desabrochó el saco para quitárselo. Nathanaël se quedó estático, quizá el contacto del rubio le gustaba o estaba esperando algo. Adrien le quitó la camisa, una sonrisa se dibujó en sus labios, tanto tiempo que Nathanaël había puesto esfuerzo en sí, y seguía blandito como siempre. Sus manos lo guiaron entre el torso de Nathanaël.
Separó sus manos rápidamente y tomó el algodón con el alcohol, mojó ligeramente el algodón y lo pasó suavemente por la piel del pelirrojo, quién alejó su mano cuando sus heridas ardían, el mensaje era bastante claro, Nathanaël no quería que lo tocara, o al menos no con el alcohol. Lo volvió a intentar, y sucedió lo mismo, Adrien acomodó a Nathanaël entre sus piernas, dejó que su espalda tocara el traje del rubio y lo abrazó por la cintura dando un beso en su cuello.
Adrien no podía soportar tener a Nathanaël en su total control, peor aún, el chico tenía el torso al descubierto, paso el algodón, antes que Nathanaël retirara sus manos, las tomó y mordió su cuello ligeramente. Nathanaël estaba indefenso, Adrien siguió con su tarea, sintiendo el cuerpo de Nath estremecerse, terminó, finalmente había terminado, pero no podía soportarlo.
Nathanaël aun tenia ligeros espasmos por el dolor y se encontraba vistiendo únicamente su ropa interior negra, Adrien lo había dejado acostado en la cama, se acercó a él peligrosamente, oliendo su cuello, pasando suavemente sus labios sobre aquella piel, Nathanaël sentía su respiración sobre sus hombros. Era casi como una tortura, Adrien paseo su mano sobre el muslo del pelirrojo y se alejó rápidamente para escapar de la habitación. Cerró la puerta estruendosamente y se dirigió a la habitación de invitados.
No, ya no más tortura por ese día, no quería poseer a Nathanaël en esas circunstancias. Sintiéndolo débil, y somnoliento. Y aunque buscaba morder sus labios, no se dignó a hacerlo, tanto había hecho. Se dejó caer en la cama suspirando ruidosamente y cerró los ojos para dormir tranquilamente. La mañana dio paso rápidamente, no sintió aquellas horas de sueño, más cuando reviso el reloj, eran las once de la mañana.
-Mierda...
Se levantó rápidamente, en su habitación no había nadie, la cama estaba tendida y la ropa rota y sucia de Nathanaël ya no estaba. Tomó su cabeza, y dejó escapar el aire, cuando llegó al comedor se encontró con Nathalie y Nathanaël comiendo el desayuno.
-Joven Adrien, siéntese, le llevaré el desayuno inmediatamente.
Adrien caminó lentamente y se sentó a un lado de Nathanaël.
-La señorita Nathalie es muy amable.
-Pensé que te habías ido.
Nathanaël negó levemente y comió un poco más, Adrien fue interrumpido de sus pensamientos cuando Nathalie le dejó el desayuno. Nathanaël vestía un camisón blanco largo con estampado de unicornios, debió ser lo único que encontraron para él, su heridas habían mejorado bastante de un día a otro. Adrien le regalo un cepillo de dientes, jugaron un rato con la consola de videojuegos de Adrien, y después de unas cuantas caricias, Nathanaël rompió el silencio.
-Debo irme, mi mamá estará preocupada.
Adrien asintió, pero ambos se quedaron en la misma posición, Adrien acariciaba el cabello de Nathanaël mientras éste se abrazaba a su cintura. Nathanaël se movió ligeramente, se situó entre las piernas de Adrien y se acercó a él, quería saber que realmente lo sentía y no era una mala jugada para su corazón.
Tomó una de las mejillas de Adrien, acariciando suavemente se acercó a su labios y creo un pequeño rose, juntaron sus labios, Nathanaël se movía con timidez, Adrien tomó su nuca, pasando su otro brazo por la cintura de Nathanaël, acercándolo más a él, era como un sueño, Adrien se movía con más agilidad y poco a poco Nathanaël le seguía el juego, y a pesar de lo romántico que era aquello, Adrien iba a otro lugar.
Paseando su manos por el cuerpo de Nath, acariciando sin vergüenza, separaron sus labios por falta de aire y Nathanaël gimió por lo bajo, sonrojándose instantáneamente y ocultando su rostro por la vergüenza. Adrien sonrió y beso la mejilla de Nathanaël.
-S-será mejor que te deje en tu casa o voy a violarte.
-N-no es v-violación si quiero.
Adrien abrazó a Nathanaël mientras reía, solo Nathanaël podía ser naturalmente tierno a pesar de lo que acababa de suceder. Nathalie le dio su ropa al pelirrojo, ya estaba lavada y Gabriel con muchos bufidos en señal de molestia, se había encargado de arreglarla para que se viera como nueva, y aunque Nath quiso vestirse para devolver la ropa prestada, Adrien lo cargó hasta la limusina y lo dejó en su casa.
El lunes se hizo presente, Nathanaël caminaba temblando hasta la escuela, Marinette estaría furiosa por lo que sucedió la noche del viernes. Inmediatamente se paró en la puerta del salón, Marinette se acercó a el dispuesta a matarlo. Fue jalado bruscamente, y a pesar de todo el golpe se escuchó. Miró hacia atrás, Adrien lo había jalado para dejarlo detrás de sí, protegiéndolo. Marinette estaba en shock, Alya y Nino querían reírse. Chloé se mostraba indignada y Adrien tenía una mejilla roja.
-¡Wow! no sabía que tuvieras tanta fuerza Marinette, debe ser por Dog Chow.
Alya exploto en carcajadas, el chiste era bastante directo, Adrien jaló a Nath suavemente mientras subían a su lugar, Nathanaël se sentó y Adrien se sentó a un lado. Marinette subió las escaleras molesta dirigiéndose a Nathanaël, se paró estando a un lado de él.
-¿Sucede algo Marinette?
La voz de Adrien tenía un toque burlón, jaló a Nath hacia sí y lo sentó en su regazo mientras lo abrasaba, recargó su cabeza en el hombro del pelirrojo y sonrió de lado.
-Eres mi novio, no deberías estar con él.
Y aunque Nathanaël quisiera negarlo era verdad, intentó separar el contacto de Adrien, pero sólo logró que el rubio lo apretara más a sí y le diera un beso en el cuello.
-Por cierto Marinette, no te lo dije el viernes pero es más que claro que tú y yo hemos terminado.
Marinette miró con indignación a Adrien y fulminó con la mirada a Nathanaël.
-Eres una puta Nathanaël, como viste que no eras feliz pensabas hacer que yo no fuera feliz ¿cierto?
Nathanaël se volvió a mirarla. Era la primera vez que haría algo parecido. Sentía la adrenalina pero debía hacerlo o Marinette lo fastidiaría el resto de su vida.
-No destruí nada, tú fuiste la primera en hacerlo, siempre te insistí porque no quería dejarte tan fácil, esperaba que me dieras una oportunidad porque Adrien no te la daba, y no fue mi culpa ser elegido por Adrien, porque después de todo lo que le hice, él no me odio como yo lo hice, Marinette, la única que está rompiendo algo eres tú.
Nathanaël separó los brazos de Adrien para sentarse nuevamente en su regazo, viéndolo de frente, se acercó a su labios y besó lentamente, disfrutando cada segundo como si fuera único, separaron sus labios y Nathanaël sólo se recargó en Adrien, sus bocas seguían tan cerca. El grito de Alya no se hizo esperar, algunos aplaudían y Alix reía como loca y Chloé... a Chloé le daba igual, por suerte.
-Eres un maldito.
-Y tú una perra, piérdete por ahí.
Marinette miró mal a Nathanaël, salió del salón molesta, arrastrando los pies, bufando.
-¡ADRIEN!
Todos voltearon a ver a Chloé, parecía molesta.
-¡No me has dado mi beso!
-No lo haré Chloé.
-¿¿Ah no?!
Chloé se acercó a Nathanaël y lo empujó, pero no a un lado, lo empujó hacia Adrien para que se dieran un beso, suspiró como chica fangirl y volvió a su pose seria anterior. Se fue a sentar a un lado de Sabrina y sonrió de lado. Las clases pasaron con rapidez, Alya se sentó a un lado de Nino, creando su plan para hacer que Max lo quisiera. Adrien que estaba con Nathanaël fueron regañados por Miss Bustier varias veces por estar de acaramelados, aunque para la profesora Caline no le era incómodo, prefería que no dieran muestras de amor en público.
El viernes llegó con suspiros alegres de varios alumnos, al salir, la limusina de Adrien tuvo que esperarse a que aquellos dos enamorados dejaran de darse besos tiernos.
-Te veo hoy a las siete en el parque.
Nathanaël asintió y vio como Adrien se iba, camino en dirección a su casa, busco un cambio de ropa y se dispuso a ir temprano. Había llegado media hora antes, Adrien estaba frente a la fuente, sostenía algo entre sus manos, Nathanaël sigilosamente se acercó y abrazo su espalda.
-Hola.
Adrien se volteo, sostenía una rosa en sus manos, malo recuerdos pasaron por la mente de Nathanaël pero Adrien se encargó de borrarlos con un tierno beso. Lo guió a su limusina y lo llevo a la torre Eiffel, subieron hasta lo más alto, Nathanaël no sabía si llorar de alegría al ver la mesa decorada y las velas puestas. La comida de aquella noche fue algo realmente romántico para Nathanaël.
Adrien lo llevó a su casa, más especifico, su habitación. Besó su cuello bajando la chaqueta que traía puesta, Nathanaël intentó alejar a Adrien, sólo logró ser manoseado más abajo. Adrien metió su mano en el pantalón de Nathanaël, el pelirrojo jadeo de sorpresa y acarició el cabello de Adrien. Fue guiado hasta la cama, Adrien se deshizo rápidamente de su playera, besando su pecho, y manoseando su torso.
-A-Adrien...
Adrien mordió un pezón de Nathanaël, delineándolo con la lengua y jugando con el otro, Nathanaël quería alejar sus manos, pero extrañamente sentía excitación, no quería que Adrien se alejara, accidentalmente, Adrien rozó el miembro de Nathanaël, quien gimió quedamente y mordió sus labios. Quería tocar al rubio, quitó su chaleco y también su playera para pasar sus manos por la espalda del rubio, quién por cierto, había desabrochado el pantalón de Nathanaël y se dedicaba recorrer sus piernas y besaba la piel del menor.
Nathanaël jalaba de los cabellos de Adrien mientras dejaba que el rubio jugara un poco con él. No quería ser el de abajo, pero inevitable no dejarse llevar ante la excitación del rubio, jaló un poco más de sus cabellos para terminar arriba de él ¿qué haría? Más bien ¿qué no haría? Desabrochó el cierre del pantalón de Adrien y se dedicó a manosear, claro, la venganza era dulce y excitante, desnudó completamente al rubio, no sabía realmente que hacer, pero siguió sus instintos, tomó el miembro del rubio entre su manos y masturbó ligeramente, pasó su lengua por el glande y engulló todo de una vez.
Adrien gemía por lo bajo, la boca de Nathanaël era realmente excitante y caliente, y aunque los movimientos del pelirrojo fueran temerosos y lentos, hacía un excelente trabajo. Ahora él es quién jaló débilmente de los cabellos de Nathanaël mientras subía y bajaba por la extensión de Adrien.
-Nathanaël... b-basta, m-me vengo...
Nathanaël tenía un pequeño concepto de a qué se refería Adrien, pero no le molestó en lo más mínimo, siguió con su débil ritmo hasta que sintió un líquido caliente recorrer su boca, era entre salado, dulce y espeso. No era un sabor agradable, pero tampoco era desagradable. Tragó el líquido y limpió un poco que caía de su boca, Adrien le mostró tres dedos, no sabía que hacer realmente, los tomó y lamió lentamente. Por Dios, estaba tan confundido, Adrien alejó los dedos de su boca y lo hizo acostarse en su pecho, sintió uno de los dedos en su ano y gimió ante la intromisión, tomó los hombros de Adrien y apretó ligeramente.
Un pequeño dolor en su parte baja le hizo morder sus labios, cerró los ojos con fuerza y apretó aún más el agarré de Adrien, pareció desfallecer de dolor unos segundo después.
-A-Adrien, me duele...
Respiraba con dificultad y esperaba que Adrien se detuviera, más sólo besó sus cabellos y acarició su espalda con suavidad, Adrien retiró la última prenda que cubría a Nathanaël, el pelirrojo sólo esperaba ante las acciones del rubio, la intromisión en su ano fue remplazado por algo más grande y caliente, gimió de dolor, algunas lágrimas caían de su mejillas.
-A-Adrien, no... b-basta, me duele mucho...
Pero Adrien no se detuvo, tomó a Nathanaël con un poco de fuerza y lo abrazó mientras entraba completamente en su interior, Nathanaël sintió que algo de él se rompía, mordió sus labios con fuerza y esperó a que Adrien cesara su movimiento, pasaron unos segundos que parecieron minutos para Nathanaël, movió ligeramente sus caderas y ahogo un quejido.
-No te lastimes más...
Adrien besó suavemente sus labios, mordiendo se vez en cuando, Nathanaël se movió una segunda vez y el quejido de sus labios fue ahogado por Adrien. Situó sus manos a los lados de Adrien y apretó con fuerza la sábana mientras se movía, era realmente doloroso pero prefería sentir aquel dolor y complacer a su novio que pedirle que retirara su miembro.
-Nathanaël... no, te estas lastimando...
Haciendo caso omiso al comentario de Adrien siguió con lo suyo, y es que de poco a poco podía sentir aquel placer que estaba buscando, ahogando su gemidos mientras mordía su labios. Finalmente dejó escapar un gemido que dejó satisfecho a Adrien, su pelirrojo no sólo estaba sintiendo dolor y eso es lo que esperaba. Tomó la cadera y lo ayudó con las ligeras embestidas. Nathanaël no volvió a morder sus labios, en cambio de dedicó a gemir suavemente con el nombre "Adrien" entre líneas. Adrien dejó a Nathanaël debajo suyo mientras giraban. Nathanaël se sostuvo de la espalda de Adrien, rasguñando levemente, cerró sus ojos apresado entre aquella excitación, Adrien aumentó la intensidad de las embestidas, adoraba escuchar gemir a su adorable pelirrojo.
-Adrien...
Adrien besó, mordió, lamió el cuello del pelirrojo mientras intentaba llegar más adentro, incluso temió ligeramente por poder lastimar de más a Nathanaël, se veía tan pequeño a comparación de él. Nathanaël tuvo que volver a morder sus labios cuando Adrien llegó a algún punto, fue realmente excitante y sentía que pronto podía mancharlos a ambos con su semen.
-Adrien, y-yo...
-Hazlo Nathanaël.
Adrien tomó el miembro de Nathanaël masturbó ligeramente, Nathanaël quería detenerlo, era demasiado para él, se vino machando a ambos chicos, Adrien aún podría resistir un poco más, a pesar de que Nathanaël había hecho un movimiento involuntario.
-Hazlo dentro, n-no me molesta el s-semen de mi novio.
Enredó sus brazos en el cuello de Adrien y lo besó mientras éste terminaba dentro de Nathanaël.
-No sabes cuánto te amo...
Susurró débilmente Adrien mientras un sonrojo se apoderaba de las mejillas de Nathanaël.
-Yo también te amo, estúpido rubio.
Adrien salió del interior de Nathanaël y se acostó a su lado mientras lo abrazaba. Finalmente ambos chicos cayeron perdidos entre el sueño que tenían, y es que aquella noche se repetiría más temprano la mañana siguiente.
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