Ella

Seokjin

Algunas mañanas con las cuales nunca soñé, detalles que no me importaban, sensaciones que no esperaba, todo eso estaba pasando en este momento, con una simple frase.

“Buenos Días”

Nozomi estaba sentada ahorcajadas sobre de mi, con su pie lastimado acomodado para que no le doliera, su cuerpo desnudo se sentía tan suave al tacto y esos ojos negro expresivos solo mirándome a mí. Daba pequeños besos en sus hombros desnudos ella estaba acariciando mi espalda, podía escuchar lo pausado de su corazón desde aquí.

—Debo ir al consultorio antes de mi cita con el medico en la tarde —su voz era casi un susurro, yo seguí subiendo mis besos por su cuello —Jin ¿Me escuchas?

—No entiendo, tienes quien atienda a tus pacientes en lo que te recuperas, ¿Por qué debes de ir a tu trabajo?

—Es un paciente muy especial, solo le daré el tratamiento de los Brackets, no me tomara mucho tiempo— subí hasta sus labios y la observe un poco antes de tomarle su rostro con mis manos y besarla.

Me separaba un poco y volvía a besarla, puso sus brazos en mis hombros para acariciar mi nuca con sus delicadas manos, se empezó a frotar un poco contra mi.

—Jin, deja de besarme así.

—¿Cómo?

—Lento, como si fuera a romperme, además si continuamos esto no llegare a mi consulta.

—No puedo dejar de besarte, tome mi día libre para poder estar así contigo.

Mi mano recorrió la herida que ya había cerrado en su pierna, ya solo quedaba quitarle el Yeso y que su costilla mejorara del todo, ella siguió mi mano con la mirada, he hiso una mueca.

—Va a quedar una enorme cicatriz, aquí también.

Me señalo su abdomen donde se veía una herida roja que había quedado consecuencia del accidente, yo delinee la herida de manera delicada, me agache un poco hasta poder besarla, su piel se erizo al tacto de mis labios.

—Esta bien que las tengas, no por eso dejaras de ser lo hermosa que eres, creo que por fin entiendo cual es mi propósito en tu camino Nozo-chi —seguí tocando sus cicatrices.

—¿Cuál es?

—Estoy para apreciarte, para mostrarte cuan perfecta eres, y besar cada herida tuya, incluyendo las de tu corazón.

Ella sonrió y me tomo del rostro ahora para dejarme un tierno beso en los labios, en verdad deseo ocupar un mínimo espacio en su corazón, ya que ella esta ahora en todo el mío.

Tuvimos que levantarnos de la cama, Nozomi es muy responsable cuando se refiere al trabajo, después de darnos una ducha con mas caricias y besos, la lleve a su trabajo, la esperaría ahí en lo que terminaba su consulta, me quede en recepción sentado leyendo las típicas revistas, aunque la clínica de Nozomi tenia algunas bastante interesantes, y actuales.

—Buenos Días vengo a mi cita con la Dr. Kitamura.

La voz de la persona me pareció interesante, era algo gruesa, mire la espalda del joven, traía una chaqueta de mezclilla azul su cabello de un color algo extravagante, ¿Menta?

Por alguna razón me parece familiar pero no recuerdo donde lo he visto, observo que lo acompañan dos sujetos de traje que tienen toda la apariencia de guardaespaldas. La asistente parecía muy entusiasmada mientras no dejaba de ver al joven, Nozomi salió de su consultorio para mirarme y hacerme una seña de que fuera hacia ella, el chico se giro en mi dirección mirándome con una especie de ¿Molestia?, me acerque a Nozo-chi.

—¿Me puedes hacer un favor? —me acomodo un poco la camisa —deje mi maletín en el auto ¿Me lo puedes traer? —miro en dirección al joven — Llego un poco antes Joven Min.

—No me gusta dejarla esperando doctora —vio que estaba apoyada de mi y su mirada fue directo a su pie con el yeso —¿Esta bien? ¿Qué sucedió?

—Un pequeño accidente, pero estoy bien.

—Debí decirme antes podríamos haber cancelado, dios me siento terrible de hacerla venir así.

—Tu manager me dijo que no dejarías que nadie mas te atienda, no puedo dejarte el tratamiento a la mitad, ya casi te quitaremos los aparatos.

Por un momento desaparecí, pero me dio tiempo de notar que el tenia mirada de cachorro para con Nozomi, extendía las manos como queriendo tocarla pero se detenía.

A ese mocoso le gusta Nozomi,

—¿Jin?

No me di cuenta que me hablaba.

—¿Qué pasa Nozo-chi?

—El maletín.

—Cierto, ya te lo traigo.

El mocoso le extendió la mano para ayudarla a entrar al consultorio, no pude evitar escuchar cuando le pregunto por el anillo de compromiso. Fui rápido al auto y tome su maletín, regrese y se lo di a su asistente, aunque quería entrar y dárselo yo, no debo de verme tan obvio.

Me acerque a recepción sonriéndole a la asistente, creo que ella me responderá mi duda.

—Tengo curiosidad, la cara del chico me es familiar pero no lo ubico del todo.

—Claro, es Min Yoongi, es uno de los Djs mas famosos del momento.

Saco una revista y me la entrego.

Me fui a sentar a leerla, venia todo un articulo dedicado al mocoso peliverde.

“El joven Min Yoongi o mejor conocido como Suga, a cautivados a millones de personas con sus ingeniosas mezclas, sus composiciones para diferentes artistas, desde que empezó su carrera tocando en un club cercano, en tan solo tres años ya es reconocido como el Dj mas joven en llegar a los Grammys, es por eso que le dedicaremos la sección principal en esta ocasión, para que todos sus fans, sepan algunas cosas de nuestro lindo chico de cabello Menta”

Solo tiene 23 años nació el nueve de marzo, el articulo decía hasta su estatura, es algo mas pequeño que yo, creo que no debo preocuparme de nada. Solo de donde llevare a comer a Nozo-chi el día de hoy.

Nozomi.

—Bien, terminamos, la siguiente vez que vengas será para retirarte los Brackets y darle los retenedores.

—No quiero dejar de atenderme con usted, es muy amable y aparte es bonita, me siento muy cómodo por eso no me gusta que me atienda nadie mas.

—Para tu siguiente cita estaré recuperada de mi pierna, no debes de preocuparte por eso.

—Me alegra escuchar eso, entonces estará perfecta para mi concierto debe venir a verme.

Acomode la silla para que pudiera pararse, el se quitaba la toalla que coloco en el pecho.

—Me encantaría ir a verte, siempre es lindo ver una sonrisa bonita por mi trabajo.

—No solo es su trabajo, también sonrió cuando la veo a usted.

Me parecía un chico muy tierno, solo negué con la cabeza.

—Es verdad, ahora que se que no se casara y esta soltera, puedo ser sincero y decirle que me gusta Doctora.

Quede helada, mire al chico y suspire un poco, me parece raro que se me confiese alguien como el, sin mencionar que es muy joven.

—Me halaga Joven Min, pero no estoy soltera, estoy intentando algo con una persona.

—¿El anciano de afuera?

No pude evitar reírme.

—Perdón —me cubrí el rostro —Jin y yo tenemos la misma edad, ¿Dónde te parece un anciano?

—Usted se ve mil veces mas joven que ese sujeto, tal vez a él no le ha ido bien en la vida.

Me extendió la mano para bajarme del banco donde estaba sentada, me apoye en su brazo y fui por mi muleta.

—Pues si, estoy saliendo con el anciano.

—Eso es menos serio que un compromiso, no me dejare vencer por ese sujeto, al menos si ira a mi concierto, con eso estoy conforme por el momento.

Caminamos a la puerta del consultorio, sus guardaespaldas ya lo esperaban en la entrada, yo me centre en el anciano de Jin, que estaba leyendo plácidamente con su pierna cruzada y los lentes puestos el botón de su camisa estaba ligeramente abierto y su frente descubierta lo hace lucir demasiado serio. Había dos chicas en la sala de espera que lo miraban endiosadas.

Él levanto la mirada de la revista e inmediatamente me observo a mi, su sonrisa apareció de la nada y me permite corresponderle, las chicas me observaron a mi, pude darme le lujo de sentirme arrogante cuando Jin se acerco a mi para ayudarme a caminar.

Es raro pero me gusta saber que Seokjin solo me mira a mi.

—¿Tienes hambre? Podemos ir a comer algo antes de tu cita mas tarde.

—Vayamos por pizza.

Dejo un beso en mi frente, me despedí de mi asistente y salimos.

Pase una tarde agradable comimos de manera tranquila y estuvimos hablando como siempre,  la mesera no paraba de coquetearle, pero el estaba tan metido en lo que me decía que no se había dado cuenta, esos detalles son los que me hicieron decidir darle una oportunidad, toda su fama de Fuckboy se había ido, su atención era para mi, a pesar que salía muy tarde del hospital siempre llegaba a dormir conmigo, quiero que mi corazón lo escuche solo a él y que deje de pensar en él otro.

Jin se levanto de la mesa para ir al baño un minuto pero antes me tomo el mentón para dejarme un pequeño beso.

—Ya vengo para irnos a tu cita con el medico.

Asentí y con el pie encima de un pequeño banquito me estire.

—Vaya es verdad lo que me dijo tu madre.

Una mujer de un rostro muy familiar estaba paraba frente de mi.

—Buenas tardes señora Kim —la madre de Jin —¿En que le puedo ayudar?

—¿No funcionó con Joonie y ahora estás sobre de mi hijo?

Lo que me faltaba.

—Estoy teniendo un rato muy agradable y no quiero arruinarlo ¿si?

—Aléjate de Seokjin, no entiendo que hacía alguien como Namjoon contigo, pero no voy a dejar que le rompas el corazón a mi hijo.

—¿Ahora sí le importa su hijo? —bebí un poco de vino —siempre ha estado más preocupada por Namjoon que por Jin, y está harto al igual que yo, que lo vean  como alguien inocente y perfecto, cuando el fue el primero en romper el corazón de su hijo señora.

Tomo la copa de vino y me lanzó el contenido en el rostro.

—¡Madre! —Jin tomo servilletas y me empezó a limpiar — ¿Qué demonios te pasa madre? —Jin me acarició el rostro — ¿Estás bien? —solo asentí —es la última vez que te permito hablarle así a Nozomi, dejaré que me trates como se te venga en gana a mi, pero a ella no.

Me ayudó a levantar, me dio la muleta y caminamos dejando a su madre gritando de rabia.

—Perdón por eso.

—No pasa nada, creo que ya estoy viendo muy normal que todo me odien.

—Tengo una camisa limpia en el auto, solo que si te la pones tendré que hacer algo indebido en el consultorio de tu doctor.

—Me dan más ganas de ponerme la ahora.

Me sonrió y así me hiso sentir mejor después de ese feo momento.

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