06 | La noche que nadie durmio
Terraza
Omniscient's POV
—¿Cuando empezará esto del cometa?—la rubia pregunta mientras observa el cielo oscuro acompañada de sus amigos
—técnicamente, empezó hace siete millones de años...—inmediatamente se levantan con un "Aggh"—¡está bien! Nada de clases, solo veremos las hermosas luces cruzando el cielo—sin poder resistir dice—Su nombre oficial es Bapstein-King
—¡Ahí está!—Emilia se levanta siendo acompañada por Ramiro—¿No es asombrosa la madre naturaleza?
—Eso es un avión
—pues 1700 bolsas de cacahuates volando a esta altura también es sorprendente
3 horas después
—¿Gaston cuanto más debemos esperar?—su hermana aumenta el agarre con los brazos de su novio—Ramiro se está congelando—puchero
—No es verdad—tiembla
—¿Y porque tienes puesto el suéter de Yam?—Matteo pregunta mientras sonríe burlesco a lo que su amigo bufa con cansancio
—¡Vámonos Yam, vámonos!—la rubia sujeta su mano y ambos bajan por las escaleras a lo que delfi entiende que debe irse con su nuevo novio
—Bueno hasta pronto chicos nosotros nos vamos a ver una película—el nuevo integrante del grupo con cabello chocolate asiente
—¡Oh! Yo también quiero ver una película
—Emilia de hecho queríamos estar solos—da un pico sobre la nariz de su novio insinuando que pasarán una íntima noche
—Solo sáquenme de aquí—susurra
Media noche
—Que no sea una nave espacial, que no sea una nave espacial—cruza los dedos al escuchar aquel pitido en la sala de su departamento—oh gracias a dios—coge una silla y sin pensarlo dos veces arranca el alarma de incendios de la pared entonces regresa
Pitido
—¿Que?—ya molesta Emilia arranca la batería interna, pero no hay éxito—¡Acabo de desconectarte, te quite las bate--
Pitido
—¡No me interrumpas!
***
—No puedo creer que nos hayamos quedado encerrados en la terraza—el casi rubio suspira mirando Manhattan nocturna
—Al menos sabemos lo que tenemos que hacer—el culpable de dicho accidente se acerca a una esquina
—¡Auxilio, auxilio. Estamos en la azotea y no podemos bajar!—exasperado grita intentando llamar la atención a lo que Matteo frunce el ceño y se relame los labios
—Gaston...pensaba bajar por la escalera de incendios
—Claro, aún no había terminado—avergonzado decide terminar lo que inició—¡Pero no se preocupen! ¡Bajaremos por la escalera de incendios!
***
En su ahora departamento Ramiro intenta sacar una olla para un chocolate caliente y conciliar sueño pero es tanta su torpeza que toda la vajilla cae al suelo con un ruido tremendo
—Lo siento pensé que un poco de chocolate me ayudaría a dormir—la rubia con la bata rosa pone ojos en blanco mientras su chico se avergüenza
—¿Com una parrilla?—este se da cuenta de lo que sostiene—Ya estoy despierta te la haré yo misma. Aunque creí que leerías mi libro que te ayuda a dormir
—Eso creí también pero se puso interesante...¡oye tengo una idea! ¿Porque no charlamos toda la noche de cómo empezó nuestra relación?
—Aws si será lindo
(...)
—Tú chocolate está listo ¿ahora por donde quieres comenzar?—una entusiasmada Yam sonríe entrando a la habitación en donde Ramiro descansa por fin dormido entonces molesta da un portazo
—¡Joder!—despierta al instante por el ruido
—¿Dormías, amor?—sube a la cama inocente—Lo siento, toma—sonríe mientras el de rulos toma su chocolate recién hecho
***
—Diablos está atascada—a la mitad de la escalera de incendios—creo que debemos saltar, pero asegurarnos de caer a la derecha y evitar el basural del otro lado y también esa cosa rara marrón que está en el medio—asiente—así que cuando llegues abajo subes a la terraza y me dejas entrar
—Espera ¿debo hacerlo yo?
—Será como estar en un trampolín solo que no rebotarás solo caerás—gaston anima con dos pulgares arriba
—¿Y si me golpeo la cabeza contra el pavimento? Tengo una audición mañana y no podré ir si me rompo una pierna
—¡Pues yo tengo un hijo matteo! No puedo dejarlo huérfano con su madre lesbiana—se excusa—así que no saltaré
***
—Listo llegamos busca donde quieras pero te aseguro que esos contratos no están aquí—tras una pelea en su departamento han decidió aclarar la verdad en las oficinas de Ralph Lauren
—¿Como podrías saberlo, Tag? Mira que desastre, tienes periódicos, revistas, ¿quien es esta ramera?—celosa pregunta ante una fotografía—un poco joven para ti, Tag
—Es mi hermana menor
—Lindo frenillo—sonríe avergonzada—mejor comienza a buscar
—Vale ¿cuando crees que me los diste en la mañana o en la tarde?—la pelinegea se adentra a su oficina
—En la tarde el señor Zelner vino luego del almuerzo, los dejo en mi escritorio y después les puse una nota que decía—y entonces el sobre está sobre su escritorio al parecer tag tenía razón—"deben salir hoy" ¡Así que sigue buscando!—nerviosa intenta esconder aquel paquete antes de que se dé cuenta
***
—Tengo mucha hambre ¿que diablos estaba pensando en la comida "¿quieres carne o ensalada?" ¡Ambas cosas!—se grita a si mismo
—Estoy mirando y parece que no hay nadie en este departamento, yo digo que rompamos la ventana, entremos y luego explicaremos todo
—gaston ¿estas seguro que no hay nadie?
—Si, mira—comienza a golpear dicha ventana y un precioso gran danes saca sus ladridos obligando a los chicos a querer escapar—Vale...cuando entres—Matteo frunce el ceño negando
***
—¿Que haces? Apaga la lámpara Ramiro
—¿Sabes que acaba de pasar? Estábamos a la mitad del sexo y tú te dormiste—la rubia niega con la cabeza mientras Ramiro enarca una ceja
—No, fue lo mejor de mi vida, me hiciste ver el paraíso—sonríe y apaga la lampara aunque esto no quedara así pues Ramiro continúa encendiéndola de vuelta
—Estaba dándote lo mejor de mí y tú te dormiste así que despierta para podamos hacerlo bien
—Agh está bien, estoy lista—se acomoda—ven aquí campeón, dame lo mejor de ti—el chico sonríe para comenzar a besarla
***
—¡Tag! ¿Puedes venir a mi oficina?
—¡los encontraste!—el joven entra con una sonrisa en el rostro—sabes cariño me alegra que--
—Los pusiste en mi escritorio—ataca a lo que el niega rotundamente
—¡Mentira!
—¿no? Entonces insinúas que huyeron de tu tercer cajón y se arrastraron hasta el mío
—¿Como sabias que estaban en el tercer cajón?—enarca una ceja y la joven se muerde el labio—ahora luces sexy
***
Emilia abre la puerta de su departamento con el sueño a tope
—Hola oficial bombero ¿puedo ayudarlo?
—Hallamos su alarma en la basura—el hombre de amarillo sostiene una manta ella la reconoce y mueve la cabeza en negación—Si, es suya
—¿cómo está tan seguro?
—La próxima vez que arroje algo cubierto de una manta asegúrese que no diga: "Propiedad de Emilia Buffay no de Yamila Geller"
—Ok ¿tiene una orden de registro? Porque si no me equivoco aún seguimos en America y tenemos democracia—el hombre suspira
—Colóquela en su lugar está prohibido desconectarlas
—bien pero porfavor dígame cómo la apago
—Tiene un interruptor de apagado
—¿como no me di cuenta? Muchas gracias—el bombero de va y este cierra la puerta dirigiéndose al sofá—interruptor...interruptor ¡oh aquí está!—en el suelo con partes de la alarma comienza a presionarlo pero lastima que ya no forma parte de la alarma—¡Nooo!
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