Si no te quedas conmigo
Aprenderás a extrañarme
Te faltará lo que había
Será fácil recordarme.

Aunque acabaste esta historia
Que sin un punto termina
Hoy le toca a tú memoria
Ser quien por mi te castiga.

Por mi parte tendré que evitar
A toda costa encontrarme a tus ojos
Por que me aterra que pueda pasar
Que me arrepienta si los vuelvo a mirar.

—Genial.-dijo la chica entrando al lugar donde sería la fiesta.

—¿Qué?.

—Se supone que es una fiesta y ponen este tipo de canciones.

—Pero a la gente le gusta. No es culpa de ellos que te recuerde a alguien.-mencionó Ulises.

—Eres muy gracioso. No me recuerda a nadie.

Y como si la vida se pusiera en su contra, la persona a quién le recordaba esa canción entró acompañado de la chica que les arruinó su amistad.

—Mira, hablando del rey de Roma.

—¡Chicos! En unos minutos más llegaran los nuevos alumnos. Ellos no saben nada de esto, así que cuando demos la indicación se esconderán.-entró Victoria.

—Pues ni que fuera su cumpleaños.-gritó Silverio y todos comenzaron a reír.

—Guardate tus chistes, Silvero.-lo calló.

Ulises miraba a su alrededor.

—¿Qué miras?.-preguntó Emilia con una ceja alzada.

—Dónde me escondo.

—No inventes, ni que fueran tan importantes los nuevos alumnos.-rodó los ojos.

—Ellos no te han hecho nada, estas insoportable.-se sinceró.

(...)

Todos estaban escondidos, excepto Emilia. Parecía que no había lugares disponibles.

Hasta que sintió como la tomaron de su brazo y la arrastraron abajo de una mesa.

—¿No había lugar disponible?.-preguntó Claudio.

—Ya me voy.-se iba a levantar pero la acercó a él.—¿Qué haces?

—¿Recuerdas la promesa qué nos hicimos?

—Si.-lo miró mal.

—Me necesitas.

—¿Qué te hace pensar eso?

—Tú mirada ya no tiene el mismo brillo, estas aburriendo a Ulises. El en el fondo tú sabes que no es lo mismo.

Tenía razón, pero no se la iba a dar. Eso era lo que él quería.

—Te equivocas y me duele decírtelo, pero... Ulises se ganó mi cariño muy rápido y es la única persona que ha estado para mi.

—¿Y yo?.-interrumpió León que estaba enfrente de ellos.

Claudio rió y Emilia lo calló.

—Pasen.-se escuchó a lo lejos la voz de Victoria.

—¿Si sabes qué las peores mentiras son las que se dice uno a si mismo? Aún no me has superado, aceptalo.-todos salieron y gritaron "Bienvenidos".

—Él que no me ha superado eres tú.-salió Emilia del "escondite". Posteriormente salió Claudio.

Antonia estaba muerta de celos al verlos salir tarde y juntos.

(...)

—Pensé que sería de otro lugar, nunca me imaginé en Like a alguien de Japón.-Ulises miraba a Keiko, así se llamaba la chica nueva.

—Kevin si es de México.-habló León.

—¿Qué opinas de ellos?.-le preguntaron a Emilia.

—Pues... Keiko me cae bien, me parece tierna. Kevin es otro Silverio más.-dijo sin importancia.

—"Él que no me ha superado eres tú".-sacó el tema León.-Wey, si toda la fiesta lo estas mirando y él ni caso te hace.

—Eres un gran apoyo, León.-habló irritada.

—¿Qué paso?.-preguntó Ulises confuso.

—Te cuento.-León comenzó a contarle toda la historia.

(...)

—Hola.-se presentó Kevin.

—Hola.-dijeron ambos chicos amables.

—¿Quieres bailar?.-le preguntó esta vez a Emilia.

—No tengo ganas, gracias.-desvío la mirada a Claudio y Antonia que estaban muy pegaditos.-Bueno, esta bien.

Kevin se sorprendió por la seguridad que tenía está chica en la pista, se movía realmente bien.

—Oye, tienes experiencia.

—Gracias, tú igual.

De un momento a otro cambiaron la canción a una lenta, más específicamente "Te pido perdón".

Ulises aprovechó y tomo el puesto de Dj.

—Cambien de parejas hacía su derecha.-y así hicieron.

Kevin con Antonia.
Claudio con Emilia.

La chica sólo miró a su amigo, señal de que lo iba a matar. Pero este solo levanto ambos pulgares.