—Buenas tardes. Adelante —el mesero les asignó una mesa.

A lo lejos divisó a Emilia con Kevin junto a la chimenea.

—No podríamos estar un poco más cerca de la chimenea. Tengo frío.

—Pero yo tengo calor —Antonia lo dijo con doble sentido pero Claudio lo ignoró.

—Y yo frío.

—Si, si gusta —el mesero les volvió a dar una mesa.

Les tomó la orden y se fue.

(...)

—Qué rico esta.

—Si, es mi lugar favorito para comer. Además de que es especial —Emilia sonrió pero duro poco pues a dos mesas de distancia estaba Claudio con Antonia.

—¡Ay no! Esos dos siempre arruinan todo —dijo Kevin.

Claudio no quitaba la mirada de Emilia y sobretodo cuidaba que Kevin no se sobrepasara pues Emilia llevaba vestido.

El mesero llegó y les preguntó si querían algo más, ellos pidieron y comenzaron a platicar mientras esperaban.

(...)

Antonia todavía no se daba cuenta de que Emilia y Kevin estaban allí.

—Está muy bonito el lugar —dijo Antonia para romper el silencio incómodo.

—Si. Ya he venido aquí varias veces y es un lugar especial para mi —Mentira. Era la primera vez que venía.

—¿Por?

—Vine aquí... Con... —¿Y ahora que decía? — Emilia.

—Ah...

Mejor no preguntaba nada.

(...)

—La comida estaba deliciosa.

—¿Quieres postre? —le dijo Kevin.

—No, estoy llena.

—Bueno, entonces vayamos al parque, ¿Te parece?

—Si —se levantó con ayuda de Kevin y comenzaron a ir hacía la salida.

(...)

—¿Puedo pedir algo más? —preguntó Antonia.

—No. Mejor vámonos —Claudio tomó a Antonia de la mano y salió hacía donde iban Emilia y Kevin.

(...)

—Sube.

Emilia subió al carro y esperó a Kevin que iba a sacar una chamarra de la cajuela que le iba a dar ya que la temperatura no le favorecía a su vestimenta.

Dirigió su vista hacía la salida del restaurante. Claudio iba de la mano con Antonia. Ya sabía que era lo que haría, pero no iba a arruinar su cita con Kevin.

Salió del auto y se dirigió a la parte trasera. Claudio la miró y vio sus intenciones. Tomó a Kevin del cuello y lo beso. Los celos y la ira que tenía el chico en ese momento era bastante alta.

—¿Sabías que ellos estarían aquí, verdad? —Antonia también estaba enojada, pero se sentía peor al saber que fue usada.

Claudio la miró con tristeza.

—Perdón —fue lo único que dijo.

Antonia no soportó y tomo un taxi que la llevará a Like.

(...)

—¿Y ese beso? —Kevin estaba sorprendido.

—Lo siento, fue muy apresurado.

—Un poco, si. Pero me gustó.

Claudio se acercó a ellos.

—¿Les gustó su cena? —los interrumpió.

—¿Qué haces aquí? —le dijo Kevin.

—Vine a comer. Me gusta mucho este lugar.

—¿Y también te gusta arruinarte tus comidas? Por que acabas de pelear con Antonia y no te vez muy feliz que digamos —habló Emilia.

—Emi, ¿Podemos hablar? —Emilia lo miró de arriba a abajo. Tenía muchas ganas de abrazarlo y no sabía porque. Simplemente le dieron ganas.

(...)

—Tony, ¿Has visto a Emilia? —le dijo León.

—¿Por qué todo tiene que girar entorno a ella? —le gritó.

—¡Cálmate! —León prefirió dejarla sola.

Antonia subió a los dormitorios. No quería ver a nadie, quería desahogarse, romper todo y llorar, gritar hasta quedarse sin voz.

—Tony —escuchó su voz y paró sus pies. Por un momento se calmó.

—Ulises —lo volteó a ver y corrió a abrazarlo.

—¿Estás bien? —le preguntó un Ulises preocupado.

—Sólo abrazame.

—¿Qué pasa? —Necesitaba saber que era lo que le sucedía.

—No me dejes. Solo... No me dejes.