••Capitulo 6••
Nemuri era una mujer que se una heroína dispuesta y lista para cada suceso. Había pasado por momentos que no se los deseaba a nadie, había visto como la vida era tan frágil como si el ser humano caminará por un suelo de cristal.
Cómo si fuera una fina capa de hielo.
Vida.
Eso era de lo que todos estaban llenos y era irónico como está misma podía desaparecer de nosotros en un abrir y cerrar de ojos.
Caminar sin saber a dónde ir.
Vivir sin saber a dónde parar.
Pero estar allí parada, levantándose de todos los restos destrozados de generaciones que se habían dedicado a educar le hizo reanudar la lección de que todo era temporal.
Porque las flores de marchitan
Porque el hielo se derrite
Y porque siempre la belleza era efímera.
Porque todo es temporal .
— Nemuri ¿Me escu...chas?— Aquella voz hizo que se alertara inmediatamente, todo aquello no era un sueño, todo era real y eso era lo que más la estremecía.
Respiro hondo tambaleándose y dirigió su mano hacia el pequeño intercomunicador que ya hacía colgando en su oreja.
— Aizawa ¿Que mierda está pasando?— Respondió llevándose la ilusión de que su voz había sido tan lejana a ella que podía jurar que no había articulado palabra alguna sino hubiera Sido por la respuesta algo alarmada de su amigo azabache.
— Estamos bajo ataque todo fue destruido— Su voz hizo eco en su cabeza y aunque trataba de mantener la calma más se sentía a punto de explotar—El protocolo de emergencia está siendo ejecutado pero no aguantaremos mucho.
— Los chicos...— murmuró para si misma con la imagen de sus sonrientes estudiantes reproduciéndose en su cabeza causando un nudo en la boca de su estómago robándole el poco oxígeno que entraba en sus pulmones
Porque nada era duradero y ella tenía que aprender a asumirlo
— Hound Dog y Ectoplasm están en su búsqueda, se esta evacuando todo la zona recidencial y también los edificios y hogares cercanos a la UA— Explico el azabache tras el intercomunicador con severidad en su tono de voz— Necesito que hagas una búsqueda en el sector de entrenamiento, trata de evadir el combate, los Nomus a los que nos enfrentamos no hay que tomarse los a la ligera. Luego llévalos al ducto de evacuación que está cerca de allí...
— Ellos no acatarán mis órdenes y lo sabes— La interrupción de la mujer hizo entrar en razón al pelinegro tras la línea, ellos lo sabían después de todo eran sus estudiantes, sabían lo determinados y necios que podían llegar a ser— Ellos podrían ayudarme a encontrar a los demás y resc...
— Las órdenes son claras Mindnight, es una batalla que no podemos ganar—hablo con voz severa— Es una batalla que solo nosotros podremos librar por el bienestar de ellos.—Escucho alarmada como una explosión sacudió la tierra y así maldiciones de su compañero por la linea— Apresúrate, no podremos aguantar más.
Dicho eso la línea se cortó dejando el un silencio abrumador en medio de un campo de guerra. Se sentía abatida, tenía miedo que no pudiera salvar a sus jóvenes e intrépidos alumnos.
Tomo todo el aire que pudo y lo aprisionó en su pecho, ahogando el nudo que la aturdía.
Decidida y convencida de que evitaría cualquier muerte.
Porque los héroes no tenían tiempo para morir
— ¡Uraraka! — Exclamó el de las explosiones haciendo ademán para que lo dejara caer para así hacer una sonora explosión sobre el Nomu que desde hacía un tiempo los había estado persiguiendo por el edificio de héroes de apoyo técnico.
Escucho con desagrado como la piel de este era chamuscada por su explosión.
— Apuremos el paso— Indico la castaña con una mano temblorosa en la comisura de sus labios, dándole la ilusión que anteriormente está había vomitado de nuevo ocasionando le una notoria molestia.
—Tsk, si no puedes seguir, mejor hasta a un lado y deja de estorbar — Alzó la voz notoriamente descargando su furia sobre ella, abrió sus ojos con sorpresa cuando está ni sé inmutó al contrario frunció su ceño en ademán molesto.
Chasqueo su lengua, se giró sobre sus talones para con paso apresurado mientras mordía el interior de su mejilla. No tenía tiempo para aguantar la frustración de Bakugou.
Ella estaba preocupada por sus compañeros, ser atacados y que sus vidas temblaran en un hilo era alarmante y abrumador. Podía sentir como de pensar aquello su corazón temblaba.
¿Y si alguien era un objetivo?
Paro en seco con la respiración descontrolada con gotas frías de sudor bajando por toda su espalda, pecho y rostro, tenía miedo de que alguien pudiera salir herido o peor que eso. Un sentimiento de culpa le apretó el pecho, ahora entendía la actitud de Bakugou, él había sido secuestrado, él había estado solo rodeados de todos aquellos villanos, él había temido por su vida, él más que otra persona sabía cómo se sentía el estar en una situación tan aterradora, asfixiante y desgarradora. Su pecho dolió ante la presión de la culpa que poco a poco iba aumentando, ella había sido una idiota, Bakugou tenía miedo, podía verlo en sus ojos rubí ardientes.
Porque sin darse cuenta, ambos caminaban por un cristal tan delgado que cada paso podría ser el último.
Sin notar que había dejado a su compañero muy atrás sus pasos la llevaron por inercia al laboratorio técnico de configuración y creación de trajes.
Con cuidado de no hacer algún ruido busco señales de algún sobreviviente de todas las ruinas en las que se presentaba el edificio entero, instintivamente sus ojos se iluminaron al encontrarse con una gran mesa donde se presentaban algunos artefactos que usaban en sus trajes.
Tomo su casco y sin importarle de la ausencia de su traje se colocó su casco al igual que su gargantilla para soportar las náuseas que la invadían sacudiendo su pecho fuertemente. Tomo un bolso y lo lleno de herramientas que seguramente iban a necesitar sus compañeros para salir de allí.
— ¡Listo! — Murmuró alegre mientras cargaba en su espalda el equipo de apoyo, sin darse cuenta que en un mal movimiento chocó con una repisa haciendo que calleran con un estruendo ensordecedor.
Su corazón dejo de latir al reconocer aquel fétido olor.
El sonido de como aquellas grandes garras de arrastraban por suelo hizo temblar sus piernas.
Los gruñidos distorsionados hicieron eco en sus oídos.
El peso de sus pasos estaban sobre ella
Uno
Dos
Tres
El olor a sangre le quemaba la garganta.
Escapa antes de que te atrapen
Con sus pulmones pesados por el aire, tomo lo necesario y trato de huir con su corazón tratando de escapar por su boca.
Sintió como su piel se desgarro y el tiempo se volvió lento.
Torturador
Angustiante
Asfixiante
Choco con Brutalidad en una ilera de repisas que crujieron por la fuerza de su choque, el ácido quemo su garganta y la sangre empezó a recorrer su rostro aturdiendo su vista.
Una figura perturbadora la observaba, la piel incrustada de manera forzada solo hacían que su cabeza diera vueltas, la piel borboteando sangre y otros líquidos, articulaciones dislocadas y sobrepuestas lo hacían ver una manera horrorosa y grotesca y sus ojos negros calando su ser fue alarmante.
Su cuerpo dolió con desesperación cuando sus cinco dedos se estiraron en el aire y pudo oír como las garras de la criatura trataron de aferrarse en el piso sin lograr algún resultado. Escucho como todo a su alrededor crujía y siendo parte esto los alaridos agonizantes de lo que la había atacado, su corazón latía en sus oídos mientras si vista se iba aclarando siendo consciente de como ella arrancaba uniendo sus dedos la vida de algo ausente de aquella palabra.
Sintió con alivio como la respiración irregular de aquel monstruo sesaba, dándolo por muerto.
Uno
Dos
Que no te atrapen
Se levantó con temblores arremetiendo en su cuerpo y limpio la sangre que entraba en sus ojos, sintiendo ganas de vomitar cuando admiro como la brea de sangre de aquel olor tan ácido quemaba sus pulmones.
Frunció el ceño y colgó su bolso en su espalda, observo como tenía un gran hematoma en su costado y como su camisa se había desgarrando dejándola hecha jirones.
Escucho unos pasos apresurados y el olor a caramelo quemado fue como un bálsamo a todos sus males, sus ojos hicieron contacto con las gemas rubíes y en todo aquel infierno se sintió cálida, se sintió segura y llena.
El entrecejo del rubio se frunció, confundido, alarmado y con aquella precio en su pecho que ella le ocasionaba.
Porque ellos eran todo y nada al mismo tiempo.
— Estás jodida— Con aquella afirmación en voz ronca, se acercó hacia ella.— Mierda
Sintio su palma caliente en su hombro descubierto y raramente el causo cosquillas.
Bakugou no paraba de preguntarse que mierda había pasado en aquella sala para que aquella criatura estuviera en aquel estado, sintió como su estómago daba un vuelco al observar como la sangre empezaba a mojar sus zapatos.
Oyó murmuros y el como la chica urgaba entre los estantes y estuvo a punto de gritarle mil y un insultos hasta que observo aquel artefacto en forma de granada entre las manos de la chica. Su corazón latio rápido cuando una sonrisa se escapaba de los labios rosados de la Cara redonda.
— Vamonos— El tono dulce fue tranquilizador para él, quién en todo aquel infierno, en todo aquel supuesto Limbo no paraba de torturarse en aquel ambiente asfixiante.
Su piel cosquilleo al sentir el agarre de ella, apartandolo de aquella habitación con hedor a sangre.
Su cabeza dió vueltas una y otra vez cuando se dejaba arrastrar por la menor entre los largos y destrozados pasillo de lo que alguna vez fue un laboratorio.
La imagen de aquel monstruo convertido en solo jirones en aquel lago de sangre lo dejaban con Miles de preguntas alrededor de aquella chica de cabello castaño.
Su mente inquieta ante tantas dudas y miedos que lo consumían por dentro.
Sintiendo como una brea lo retenía, asfixiandolo, ahogandolo, retorciendo lo.
No había sido conciente de que la muchacha se había detenido cuando una puerta los separaba de lo que sea que estuviera afuera.
— Pasando el bosque ha de estar una salida de emergencia, allí deberían de estar algunos héroes junto con nuestro compañeros— su voz le era tan lejana, haciendo eco en el interior de su cabeza.
Sus pulmones dolían cada vez que el humo se mezclaba con el hedor a sangre, sintiendo como su garganta quemaba como su cabeza daba vueltas aumentando sus náuseas y que aquel líquido quemara su estómago.
Estaba aturdido
Estaba exhausto
Sus músculos se tensaban y sentía como sus brazos empezaban a escoser por el efecto de su poder
Todo paso en cámara lenta cuando sintió como la grama con su intenso color verde le rozaban la piel expuesta de sus piernas, cuando pudo observar como el fuego azul desde lejos consumía todo a su paso, todo paso en cámara lenta cuando sintió como el agarre de su compañera cada vez era más tembloroso y todo paso en cámara lenta cuando observo como el fuego explotó sobre ellos.
El frío quemo su nuca y observo como los ojos chocolate de Uraraka salian de sus cuencas, con terror reflejado en ellos.
Quizás si todo hubiera terminado alli, quizás se hubiera salvado de ir al purgatorio.
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