Miraba sus manos, estaban sudando.

Se sentía nervioso, desmotivado, angustiado y dolido.

-Zeke...-Faye se sentó frente a él-Nunca pensé que ibas a contactarme, pensé que me ibas a ignorar por siempre, en verdad estoy muy contenta-sonrió.

-Tía Faye...-Jugaba con sus manos-Gracias por venir aquí, la verdad tampoco creí que algún día te iba a llamar, pero necesito de tu ayuda-

-¿Eh?¿Mi ayuda?¿Qué necesitas?¿Dinero? Si es dinero no te preocupes, te lo puedo dar de inmediato-Revisó su bolso.

-No es dinero-

-¿Ah?¿No?¿Entonces?-

-Es Eren-

-Eren... ¿Qué me pasa al pequeño Eren?¿Esta bien?-Parecía preocupada.

-Si, muy bien... pero... No he podido ser lo que prometí, un buen hermano mayor. Eren merece a alguien que en verdad le ayude, ni siquiera puedo arreglar mi vida personal. No he podido encontrar una escuela para Eren... Ni siquiera tiene amigos, sólo pasa en casa siendo cuidado por una vecina mientras yo trabajo y trato de estudiar-

-Zeke...-Le tomó de la mano demostrando apoyo.

-Pensé en abandonar la Universidad, perder la beca para trabajar y darle lo mejor a Eren, pero pensé en que si no tengo algo factible como una profesión, nunca podré ayudarlo de verdad-

-Lo entiendo-

-Tía Faye, en verdad quiero mucho a Eren, es mi pequeño hermanito... Pero prefiero ayudarlo de una forma diferente para que sea una gran persona-

-Dime, Zeke... ¿Qué es lo que quieres?-

-Quiero... que se haga cargo de Eren en su vida, estudios, en todo.... quiero que Eren tenga un futuro y estoy seguro que contigo lo obtendrá...-Se quitó los lentes-haa... Yo podré estudiar y ser un ejemplo para él...-

-Zeke, en verdad pienso en lo mismo. Eres un gran hermano para ese pequeño... No te sientas mal o que pienses en que le haces algo malo a Eren... Lo haces bien. Yo me encargaré de Eren, estoy dispuesta a eso y más... Porque tanto como él y tu necesitan mi ayuda...-Le sonrió.

-Gracias... Gracias...-

Hablaron un poco más y ﹰZeke se fue a su hogar.

Estaba oscuro y ﹰEren durmiendo en su cuarto con Tobi entre sus brazos.

Lo observó con tristeza.

Con una mano le acarició el cabello y arregló las mantas para que estuviera bien cubierto.

Los días pasaron y trataba de disfrutar el tiempo con Eren.

Llevándolo a varios lados de la ciudad.

-¡Wow!-Estaba observando a unos peces en el acuario de la ciudad-¡Son muy lindos!-iba de la mano con Zeke.

-Si, son muy bellos los peces...-Con su celular le sacaba fotografías.

-¡Aah!-Se fue corriendo a la zona de tiburones-¡Mira!¡Ese tiburón en enorme!¡Me tragaría sin problema alguno con su gran bocota!-

-Si... Eren-Se puso de cuclillas.

-¿Si?-Miró a su hermano.

-Sonríe...-

-¡Je!- Sonrió muy feliz.

Después del acuario pasaron por una plaza.

Eren pidió un algodón de azúcar verde.

Llegaron a casa y aun seguía comiéndolo.

Zeke miraba la hora nervioso, hasta que sintió como golpeaban la puerta.

Fue a abrirla.

Ahí estaba su tía Faye junto con otras personas que no conocía.

-Zeke...-Le sonrió.

-Tía Faye, por favor, pasa...-Se hizo la un lado.

La mujer entró.

-¿Ya tienes todo listo?-

-Si...-dirigió su mirada a unos bolsos, que contenían ropa de Eren y unos cuantos juguetes.

-Bien... llevenlas...-

-Si, señorita Faye-tomaron los bolsos y salieron.

-¡Eren!-Zeke llamó a su hermano.

-¡Si!-Se acercó corriendo-trate de tomar un vaso con agua, pero no se me quitó lo verde-Se reía.

-Si... Con lavarte los dientes será suficiente...-Se agachó a la altura del niño.

-¿Mm?-Le sonreía-¿Qué pasa, Zeke?-

-Te quiero...-Lo abrazó-en verdad te quiero...-

-Yo también te Quiero, Zeke...-Correspondió el abrazó.

-Zeke...-Faye los miraba un poco triste.

-Si...- Tomó a Eren en brazos-Eren...-

-¿Si?-

-Ahora te irás con ella ¿Si?-

-¿Eh?-Miró a la mujer-¿Por qué?-

-Es nuestra Tía, se llama Faye... es hermana de Grisha...-

-¡¿En serio?!-Estaba emocionado-¡Eso es genial!-le sonrió a Faye.

-Si... ve con ella...-Se lo pasó.

-Eres tan lindo, Eren...-Le besó la mejilla-Aunque no te pareces mucho a Grisha...-

-Tía....-Zeke bajó la mirada.

-S-Si...-Le acaricio la mejilla-Eren, despidete de Zeke...-

-¿Por qué?-Funció el ceño-No me quiero ir y dejar a Zeke solito-

-Él estará bien...-Comenzó a caminar hacia la puerta.

-¡¿Eh?!-Miró al rubio-¡Zeke!-

-Tranquilo, Eren...-Le sonrió.

-¡N-no!-Comenzó a llorar-¡No Quiero!¡Zeke!-fruncia sus labios-¡Hermano!-

Esa simple palabra rompieron el corazón de Zeke, pero no se movió de donde estaba, hasta que Eren salió de casa.

Fue corriendo hasta la ventana y lo vio llorando.

Era lo mejor para los dos.