-¡Zeke!-gritó Eren.

-¡¿Qué?!-Se acercó asustado-¡Eren!¡¿Que pasa?!-vio a su hermano.

-¡Mira!-Apuntó su cama.

-¿Que?-Se acercó-¿Que quieres que mire?-

-Zeke...-Abrazó las piernas del rubio-Hay una polilla en la cama...-decía temeroso.

-¿Una polilla?-se agachó-Las polillas no te van a hacer daño, Eren. Son como mariposas, pero un poco más feas...-

-P-pero...-Eren se acercó-Si... es verdad, son mariposas muy feas... muy negra y peluda-

-Si, negra y pelu...-Zeke se quedó pensando-¿Negra y peluda? Las polillas no son así-se acercó a su hermano-Eren, no es una polilla...-decia con miedo.

-¿No lo es?-Lo tomo entre sus manos-¡Mira!¡Su nariz es graciosa!¡Jajaja!-Se reía.

-¡Santo cielo!-Lo tomó y lo lanzó por la ventana-¡Eren!-Tomó a su hermano en brazos-¡¿Estas bien?!-lo llevó al baño, en donde lo dejó sin ropa y dentro de la bañera para luego dejar caer agua tibia el el cuerpo de Eren.

-S-si...-Eren estaba confundido por la actitud de Zeke.

-E-eso no era un pajaro, Eren. Era un murciélago... es como una rata fea con alas...-

-¿Un murciegalo?-

-S-si, un murciélago... son animales peligrosos, te pueden atacar y provocar rabia...-Le lavaba las manos-Por suerte a ti no te hizo nada...-suspiro tranquilo.

-Oh... no lo sabia...-

Zeke envolvió a Eren en una toalla, lo llevó a la habitación para cambiarle de ropa.

-Ahora estamos a salvo de todo...-Sonreia el rubio.

-Si... jeje...-Eren miró por la ventana-¡El amigo murciegalo volvió!-Apuntó.

-¡Aaah!¡No!-Abrazó a Eren y se fue corriendo al baño.

Zeke dejó a Eren solo, para deshacerse de tal amenaza voladora.

Estuvo como media hora, asustado y asqueado, para sacar a ese murciélago curioso de su hogar.

Con tal de mantener a salvo a Eren, era capaz de mucho más.