Cᥲριtᥙᥣo 1 ||Eᥣ Eᥒᥴᥙᥱᥒtro Eᥒ Lᥲ Pᥣᥲყᥲ
Era un día soleado en Brawl stars. El lugar estaba tranquilo y el cielo estaba despejado. Tick, un pequeño androide con una bomba en la cabeza, fue despertando con los pequeños rayos de sol que entraron por la ventana y le estaban dando directamente en el rostro. Se levantó de la cama mientras se estiraba y diciendo un agradable "Bueno días".
Sprout, un pequeño androide verde con hojas y flores, entro en la habitación donde se estaba hospedando Tick temporalmente, al entrar miro al chico con sus grandes ojos redondos.
Tick levanto su mano y saludo a Sprout. -Hola, buenos días, Sprout-
Sprout le sonrió y le devolvió el saludo. -Hola, Tick-
Tick se acerco al androide más pequeño que el para luego preguntar. -¿Sucedió algo?-
Sprout se dio la vuelta, dándole la espalda a Tick. -Rosa me mando, dice que bajes a desayunar-
Tick respondió al instante. -Enseguida, solo me cambiaré-
Sprout entonces se retiró del lugar, cerrando la puerta detrás de el. Tick tomó su ropa del cajón y empezó a sacarse la pijama poniendo en su lugar, su ropa de costumbre. Tick se levantó de la cama y caminó hacia la puerta. Abrió la puerta y salió al pasillo en camino al comedor. Fue recibido por Bea y Sprout que se encontraban sentados en la mesa en espera del desayuno. Rosa estaba en la cocina disfrutando de cocinar.
Rosa saludo desde la cocina mientras sostenía la sartén. -Buenos días, Tick. Toma asiento-
Tick saludo con su mano solamente. -Enseguida-. Este se dirigió hacia los demás y se sentó junto con ellos.
Los tres chicos en la mesa empezaron a forma una conversación entre ellos y en instantes incluyeron a Rosa en su conversación, hasta que llegó el momento en el que la más mayor entregó los platos de comida a cada uno de ello. Todos le agradecieron y empezaron a desayuno, cada uno a su propio ritmo.
Rosa le dirigió la palabra a Bea. -Bea, es tu turno de lavar los platos, no lo olvides-
Tick observó a Bea con una sonrisa mientras ella terminaba su desayuno. -No te preocupes, Bea. dijo con un guiño. Yo te ayudaré con los platos. Después de todo, hoy es un día perfecto para un picnic en la playa-
Bea de inmediato entendió la sugerencia de Tick. -Un picnic en la playa... suena bien- respondió ella con entusiasmo y nervios.
Sprout, quien ya había terminado de comer, saltó de su asiento con entusiasmo. -¡Yo también quiero ir!- exclamó.
Rosa sonrió con aprobación -Está bien, Sprout Pero primero, Bea y Tick deben lavar los platos y luego todos podemos ir a la playa-
Tick y Bea se pusieron de pie y comenzaron a limpiar la mesa. Mientras lavaban los platos, Tick no pudo evitar pensar en los que consideraba su familia, recordar el momento en que zarparon al alta mar lo puso triste.
-Oye, Bea- dijo Tick en voz baja -Gracias por aceptar ir al picnic conmigo-
Bea le devolvió la mirada con una sonrisa. -No hay de qué- respondió ella -Yo también estoy emocionada-
Sprout, quien los observaba desde la puerta, se acercó a ellos con una mirada seria -¿Ya van a terminar?- preguntó con impaciencia -¡Quiero ir a la playa y construir un castillo de arena!-
Tick y Bea se rieron -Ya casi está, Sprout- Dijo Bea -Solo un poco más-
En unos minutos, los platos estaban limpios y secos. Tick y Bea se colocaron sus zapatos y se dirigieron a la salida, con Sprout saltando de alegría a su lado.
El sol brillaba intensamente en el cielo mientras caminaban hacia la playa. La arena blanca y fina se extendía hasta donde alcanzaba la vista, y las olas del mar rompían suavemente en la orilla.
Sprout corrió hacia la playa y comenzó a construir su castillo de arena con entusiasmo. Tick y Bea se sentaron en la arena a su lado, disfrutando de la brisa marina y la vista del mar.
Tick acaricio la cabeza de Bea y la miró a los ojos -Bea- dijo con voz suave -Gracias por acompañarme-
Bea le devolvió la mirada -No tienes que agradecer- respondió ella en voz baja
-¿No has recibido noticias de ellos?- Dijo Bea.
Tick negó con la cabeza -No...- respondió él -No se cuánto tiempo más estarán fuera.-
Bea le dio un abrazo a Tick para darle su apoyo.
Pasaron el resto del día jugando en la playa, construyendo castillos de arena, nadando en el mar, comiendo algún bocadillo y disfrutando. Cuando llegó el atardecer, se sentaron en la arena a observar la puesta de sol.
El cielo se tiñó de colores naranjas, rojos y violetas, creando un espectáculo impresionante. Tick, Sprout y Bea se abrazaron mientras observaban la puesta de sol, sintiendo la calidez del sol en sus rostros y la brisa marina en sus cabellos.
En ese momento, Tick había visto algo brillante en la arena, encontró algo especial, era una almeja con una forma tan hermosa y única, parecía un corazón el chico lo querían atesorar para siempre.
El sol se despedía del cielo, pintándolo con tonos naranjas y violetas, mientras Tick, Bea y Sprout regresaban a casa por la playa. La brisa marina acariciaba sus rostros y el sonido de las olas rompía en la orilla con una suave melodía.
De pronto, Tick se detuvo -Esperen un momento- dijo, mirando hacia un puente que se extendía hacia el mar -Voy a estar un poco más aquí-
Bea y Sprout lo miraron con curiosidad.
-¿Estás seguro?- preguntó Bea -Ya está oscureciendo-
-Sí, no se preocupen- respondió Tick -Solo quiero disfrutar un poco más de la vista-
Bea y Sprout asintieron y se despidieron, continuando su camino hacia casa. Tick se sentó en la arena, con la mirada fija en el horizonte. La brisa marina movía su cabello rubio y el sol se reflejaba en sus ojos color azul marino.
En un momento dado, vio una figura solitaria que se dirigía hacia el final del puente. Era un chico. Tick lo observó con curiosidad mientras se acercaba a la barandilla del puente.
De repente, algo inesperado sucedió. El chico se tambaleó y cayó al agua. Tick se levantó de inmediato, sin pensarlo dos veces, corrió hacia el puente. Al llegar, vio al chico luchando por mantenerse a flote en las olas. Sin dudarlo, se lanzó al agua para ayudarlo.
Nadó con fuerza hasta llegar al chico, quien se encontraba exhausto y a punto de hundirse. Lo sujetó por el brazo y lo llevó hacia la orilla. Una vez en la playa, Tick lo recostó sobre la arena y revisó su estado. El chico respiraba con dificultad, pero estaba vivo.
El chico era un androide como él, pero con un aspecto albino: piel blanca como la nieve, cabello cómo la luna y sus lentes led de color azul eléctrico.
Tick se sentó a su lado y esperó a que se recuperara. Al cabo de unos minutos, el chico abrió los ojos y miró a Tick con una expresión de agradecimiento.
-¿Estás bien?- preguntó Tick con voz preocupada.
-Sí, gracias a ti- Respondió el chico con voz débil -Me salvaste la vida-
-No fue nada- dijo Tick -Solo hice lo que cualquiera habría hecho-
El chico se incorporó y se puso de pie junto a Tick -Te lo recompensare- dijo, extendiéndole la mano.
Tick estrecho su mano para levantarse.
Se quedaron en silencio durante unos minutos, observando el cielo nocturno que se llenaba de estrellas.
-Gracias de nuevo, Tick- Dijo 8-Bit -No sé qué habría pasado si no hubieras estado aquí-
-No te preocupes- respondió Tick -Me alegra haberte ayudado-
En ese momento, Tick tuvo una conexión especial, una especie de amistad instantánea. Sabía que ese encuentro en la playa no sería el último.
La brisa nocturna se intensificaba, llevando consigo el aroma del mar y el sonido de las olas que rompían en la orilla. Tick y 8-Bit se quedaron en silencio.
-Creo que ya es hora de que me vaya- dijo 8-Bit, rompiendo el silencio -Vivo al otro lado del pueblo-
Tick asintió con la cabeza -Yo también debería irme. Ha sido un placer conocerte-
-El placer ha sido mío- respondió 8-Bit -Espero que podamos volver a vernos pronto. Te debo una-
Tick extendió su mano y 8-Bit la estrechó con firmeza.
-Hasta pronto, Tick- dijo 8-Bit.
-Hasta pronto- respondió Tick.
8-Bit se dio la vuelta y comenzó a caminar. Tick lo observó alejarse, sintiendo una mezcla de tristeza y alegría. Sabía que extrañaría a 8-Bit, pero también estaba feliz de haberlo conocido.
Tick se dio la vuelta y comenzó a caminar en dirección a su casa. La noche era oscura, pero las estrellas brillaban con intensidad en el cielo. Tick sonrió al pensar en 8-Bit. Sabía que este era solo el comienzo de una gran amistad.
Después de un largo tiempo Tick se dio cuenta de a quien había ayudado, había hablado con 8-Bit y no se había dado cuenta hasta ahora.
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•05/03/2024•
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