🌑¬Where is Jake?¬🌑
¡Aviso! El capítulo será mucho más largo que los anteriores (9377 palabras exactas), así que recomiendo no leerlo completo de inmediato y así evitan dañar su vista :)
______________________
꧁༺ 𝓒𝓪𝓸í𝓽𝓾𝓵𝓸 19 ༻꧂
______________________
Jake:
Hace 6 meses atrás, jamás habría imaginado lo mucho que se joderían las cosas. Y todo por una maldita apuesta.
De haberlo sabido... de haber sabido que me iba a enamorar tan fácil, que lastimaría tanto a Tom, jamás habría accedido a hacerlo en primer lugar.
Pero en mi mente, no era tan dañino: quiero decir, hacía un tiempo que quería decírselo. "Oye Tom, la verdad es que me acerqué al principio a ti por una apuesta que Riya nos ofreció a mí y a mis amigos. Pero ya no lo hago por la apuesta, me agradas y me gustas bastante, ¿podrías perdonarme? ¿Perdonarme por ser... un idiota?"
Debe de odiarme muchísimo ahora... Y no he tenido el valor de llamarlo, de hecho, en mis redes empezaron a llegarme muchísimos mensajes. Tanto así que tuve que apagarlo. Daba igual: no es como si tuviera mucho que hacer, de todas formas.
Mi prioridad ahora mismo era el enano.
Aiden está realmente mal, no peor que yo, pero no ha dejado de llorar desde que llegamos a la casa de sus padres. Y no solo está así por lo que pasó con James... Cuando nos pidieron explicaciones al vernos tan mal, tuve que explicarles el asunto de la apuesta con Riya y cada amenaza que recibimos. Claro, lo primero que hicieron fue darnos un buen sermón por hacer algo tan cruel como jugar con los sentimientos de alguien por un poco de dinero, pero se mostraron igualmente comprensivos. Sobre todo, por lo que le hicieron a Aiden no más un día después de lo sucedido con Tom.
Maxine nos estaba haciendo chocolate caliente, pues ese día había habido bastante frío. Yo me encontraba sentado en la mesa del comedor, consolando a Aiden, quien estaba sentado a mi lado y escondiendo su rostro entre ambos brazos que usaba a modo de almohada.
-Ay, chicos... Lamento mucho que se hayan involucrado de lleno en esto. Pero espero y esto les sirva de lección y no vuelvan a jugar con los sentimientos de las personas. Los dejamos faltar hoy por la situación, pero no pueden seguir así, mañana deben volver a clases.
-Yo no quería... lastimar a James... P-pero no pude poner mis se-sentimientos en orden desde el inicio y... y-y Riya me daba tanto miedo... -Yo abracé a Aiden al verlo temblar ligeramente. Cubría su rostro con ambas manos y no dejaba de sollozar. -Estoy seguro de que fue Riya quien se lo dijo, era de las únicas que lo sabía. No quiero ni verle la cara...
-Es que es increíble, de verdad. Esa tipa se está buscando una buena paliza. -Vi a Emma acercarse al lavado de la cocina con un vaso en mano. Lo llenó de agua y dio un trago antes de volvernos a ver con severidad (Cabe destacar que tenía un aparato auditivo en su oreja izquierda y se veía realmente enojada). -Pero es que ustedes también, ¿cómo se les ocurre en primer lugar confiar a ciegas en esa chica? -Yo guardé silencio, agachando mi cabeza. Me sentía profundamente dolido y avergonzado. -Eres mejor que esto, Aiden, igual tú, Jake. Todo lo que hagan en la vida siempre será cobrado por el karma, sea para bien o no.
-Ya lo sé, deja de repetírmelo.
-Lo haré las veces que sea necesario. -Aiden calló. -Eso obtienes por ser tan inmaduro.
-Emma, cariño. Cálmate, ¿sí? -Ella resopló y Maxine le dio un apretón en el hombro. -Ya los regañamos tu padre y yo. Ellos ya entendieron...
-¡No es suficiente! -Exclama, exaltada. -Ugh, chicos. -Añadió, volviendo a dirigir su atención a nosotros. -Sé que ustedes no son malos muchachos, pero tomaron muy malas decisiones. Y depende de ustedes arreglar los problemas que esas malas decisiones causaron. No les servirá de nada huir de ellos. No los va a solucionar.
-No quiero resolver nada. -Respondió Aiden. Poniéndose en pie. -Me encerraré en mi habitación hasta que todos dejen de usar tik tok y la gente olvide lo que escucharon.
-Ese idiota... -oí murmurar a Emma, ambos viendo a Aiden encerrarse en su habitación. Yo solté un suspiro.
-Está bastante afectado por lo que sucedió...
-A ver si así aprende a pensar mejor las cosas.
-Emma... -Me acerqué a ella y le tendí mi teléfono en mano. -Admito que nos equivocamos muchísimo con la apuesta, pero eso no es lo único que pasó...
La mujer me miró con desconfianza y me arrebató el teléfono, dándole "play" al vídeo pausado que quería que viera. Se trataba de un Tik Tok hecho por una influencer del colegio, Kristal Mc Lean: era la experta en chismes y secretos ajenos, y era tan cruel que no dudaba en exponerlos. Constantemente era buscada por estudiantes que buscaban exponer secretos ajenos, de sus enemigos, por ejemplo, y ella lo subía a sus redes a cambio de dinero. Una mujer realmente despreciable.
-¡Hola, Hola, Chicos y chicas! -empezó a hablar la pelinegra del vídeo. -La última vez en esta sección dedicada a los chismes, #Desventurasecrets, nos enteramos por boca de un informante anónimo que la mamá de Heather Allen pagó sus implantes y que Lake Müller usa prótesis capilar. ¡Divertido! ¿No? Bueno, si eso no es suficiente, el chisme de la semana estará sin duda en boca de todos después de esto. ¡Manténgase viendo!
-Contenido basura. -resopló Emma. Yo me mantuve callado, pero estaba de acuerdo.
-Esta mañana, me lleve la grata sorpresa de que una estudiante a quien todos conocemos bastante bien había causado un gran revuelo debido a un problema con sus supuestos "amigos". Hubo fuertes declaraciones, y golpes también. Pero nada se compara al drama amoroso en la relación del recién desenmascarado Tom con el Chernóbil-Boy favorito de todos. -Kristal soltó una risilla burlona. -Ellie Miller fue castigada por mala conducta y haber golpeado a Riya Mitra, responsable de todo el drama, pero tanto ella como Riya declararon, y cito: "No me arrepiento de nada de lo que hice". Por una parte, entiendo a Ellie, esa india llega a ser un fastidio de vez en cuando. Por otra parte, Dios ¡Cuánta razón tiene Riya! #respeto. Hablar con unos retardados como ese trío de imbéciles debería contar cómo trabajo comunitario.
-Voy a buscarla en el registro civil. -Asegura Emma.
-Y no ha llegado ni siquiera a la peor parte. -tragué duro al ver la expresión asesina en el rostro de la mujer azabache. Me daba muchísimo miedo.
-Oh, pero aquí viene el plato fuerte de esta noche: no menos de un día después del suceso digno de un reality show, un informante anónimo me envió un Email que decía cosas realmente interesantes. Déjenme compartirlo con ustedes; "El famoso Chernóbil-Boy no tiene la vida perfecta que aparenta pese a ser parte de los grandes Allen, ¡Resulta ser que su propia familia lo repudia por ser GAY! ¡Lo desheredaron y ahora está viviendo con el E-Boy como su roomie!" ¡Que patético! -la chica se carcajeó antes de seguir leyendo en su teléfono. -"Ellie Miller, la popularmente apodada "Zanahoria Matona", no usa más que esa fachada de chica fuerte para no demostrar lo débil que es. ¡Pues es huérfana! ¡Ni siquiera sus tíos la querían en casa!" Ahora sabemos cómo terminó siendo amiga de unos patosos como Aiden Bouchard y Jake Allen, entre los anormales se deben hacer compañía. Y la cereza del pastel: hablando de anormalidad, resulta que Aiden no es un hombre de verdad. "Hace alrededor de 5 años atrás, Aiden Bouchard, conocido por todos como el E-Boy más irritante en la existencia, se sometió a un tratamiento hormonal y unos años después, cirugía de cambio de sexo. ¡Es transexual! Travesti o como le quieran decir." ¡Cielos! Eso explicaría muchas cosas, definitivamente el trío de amigos perfecto, todos siendo un grupo de anormales. -la pelinegra soltó otra gran carcajada. -Bueno, mis queridos fans, espero que hayan disfrutado del chisme de la semana. ¡Nos vemos pronto!~
Una vez hubo terminado el tik tok, Emma me devolvió el celular y yo la mire, sin expresión en el rostro.
-Debí matar a esa maldita hija de puta cuando tuve la oportunidad. ¡Me cago en sus muertos! -Emma golpeó con fuerza la mesa de madera y Maxine de acercó a abrazarla, obviamente ambas estaban igual de frustradas.
-Lo sé, cariño, es horrible. Pero no puedes matarla, no arreglará nada. Lo más que podemos hacer es apoyar a tu hermano hasta que la situación de calme un poco...
Yo me quedé viendo a las dos, en silencio. No tenía nada que decir o hacer y la verdad, me sentía horrible. Ese día, como pueden suponer, no fuimos a clase. Ni yo, ni Aiden, Ni Ellie (aunque su caso fue diferente, la suspendieron una semana entera). El día era nublado y frío, afuera podía percibir lo helado del ambiente e internamente agradecía por ser ayudado por personas tan amables como los Bouchard.
-Me iré a entrenar, a ver si así se me baja el coraje.
-¿Qué hay de Sophie? Creí que saldrías con ella hoy.
-Odiaría tener que lidiar con ella en mi estado actual. Prefiero verla cuando me sienta tranquila, lo último que quiero es desquitarme con Sophie. No tuvo la culpa de toda la mierda que pasó.
-Está bastante oscuro hoy... ¿segura irás a entrenar?
Emma no le respondió nada más. La vi dirigirse hacia el perchero y tomar su chaqueta de cuero y las llaves de su motocicleta. Al abrir la puerta, una ventisca de aire frío nos golpeó tanto a mí como Maxine, y Emma se giró levemente para verme a los ojos.
-Jake. Cuida al enano por mí.
No me dejó responderle ya que salió con rapidez de la casa y cerró tras sus espaldas. Maxine se acercó a mí y me dejó el chocolate caliente en la mesa. Se sentó a mi lado y me acarició el cabello, pude ver en su expresión su tristeza.
-Jake... Te agradezco mucho por estar junto a mi Aiden en este momento tan difícil. -Me sonrió, yo traté de devolver la sonrisa, pero mi ánimo estaba tan por los suelos en esos momentos que no tenía fuerzas ni siquiera para eso. -Eres un buen amigo.
-...No lo soy. -suspiré, abrazándome a mí mismo. -Ni tampoco un buen novio. Soy de todo menos una buena persona.
-Claro que no, cariño. -Maxine sostuvo mi mentón con dulzura y yo no pude evitar derramar algunas lágrimas. Sin embargo, me sonreía con amabilidad y comprensión, una mirada que sin duda jamás obtendría por parte de mi madre. Una calidez maternal que me hacía lamentarme de no haber tenido una infancia más normal y menos estricta. -Todos somos seres humanos y todos cometemos errores de vez en cuando. Eso no nos vuelve malas personas. Como yo lo veo, es que no hay tal cosa como las buenas o malas personas, únicamente seres humanos que hacemos lo que creemos correcto.
-Pero... cometí un error. Uno horrible, señora Maxine. -Sollocé sin querer. -Me metí en esa tonta apuesta sin pensar en los sentimientos de Tom y acabé perdiéndolo. Él me odia, yo lo sé...
-Odiar es una palabra fuerte, mi cielo. -Ella me envolvió en sus brazos, acunándome en un abrazo del que yo no me despegué. En cambio, dejé salir todo el llanto que llevaba acumulando desde el día anterior. -Solo dale un tiempo para que se calmen las cosas ¿sí? Definitivamente él se sentirá herido y traicionado por lo que pasó, pero cuando estén los dos más tranquilos, puedes buscarlo y hablarlo. Claro, no puedes obligarlo a perdonarte, pero al menos quedarás tranquilo sabiendo que te disculpaste. A veces una disculpa no es suficiente, pero a veces suele ser lo justo.
-Muchas gracias. -mi sonrisa se tambaleó, pero gracias al apoyo de Maxine pude mantenerla levemente.
-Para eso estamos. -Ella me dejó un beso en la frente y yo volví a sonreír, limpió mi rastro de lágrimas de mis mejillas y se puso de pie. -Mañana iremos al instituto para hablar con el director, porque definitivamente lo que subió esa jovencita a sus redes y las amenazas constantes de la otra chica es inaceptable. Pero quiero que tanto tú como Aiden estén tranquilos ¿sí?
-Está bien.
-Ese es mi chico. -Es increíble la calidez que se puede sentir únicamente por esa simple oración. Que, de forma inconsciente, me hizo sonreír otra vez. -Iré a ver a tu Roomie, deséame suerte.
-Claro. Y, M-Maxine. -Ella se detuvo justo frente a la puerta de la habitación de Aiden ante mi llamado, volviendo su vista hacia mí. Yo, algo indeciso sin saber qué decir, acabé hablando. -Gracias por todo. Por recibirme en su casa, por cuidarme, por preocuparse por mí. Muchas... Muchas gracias.
La mujer castaña me sonrió de vuelta. -Ya eres parte de esta familia, mi amor.
Me quedé viendo como entraba a la habitación de Aiden, yo continuaba sentado en la mesa del comedor. No había nadie más en la casa además de Maxine y Aiden. Emma acababa de irse y Daniel había tenido una emergencia en el hospital donde trabajaba, así que definitivamente estaba solo.
-¿Pero qué...? -Afuera, parecía que el cielo se caería por el chubasco que estaba cayendo en esos momentos, además estaba realmente oscuro y seguramente frío. Estábamos en temporada de lluvias, después de todo. Por eso me extrañé al escuchar a alguien golpear con insistencia la puerta de la entrada.
Al principio, creí que me lo había imaginado, pero no pasó mucho rato antes de que volvieran a escucharse los golpes en la puerta. Fruncí el ceño. ¿Quién en su sano juicio saldría con un clima tan horrible?
Como la persona no dejó en ningún momento su llamado a la puerta, me puse de pie de mala gana para ver de quién se trataba. Estaba por reclamar a esta persona por haber salido en medio de un huracán, pero me quedé prácticamente sin habla cuando vi su rostro, empapado por el agua de lluvia.
-¿Hunter...?
-¡Jake! Dios, gracias al cielo que no me equivoqué con la dirección. -Me quedé completamente inmóvil ante su abrazo, estaba temblando muchísimo. Finalmente reaccioné y lo tomé por los hombros.
-Oye, ¿qué te pasó? Estás frío como un muerto...
El de cabello negro me miró fijamente, por su expresión parecía querer romper en llanto.
-Jake... Ally perdió la cabeza.
-¿Qué?
-Por favor, hablemos adentro. No me siento seguro aquí.
Pese a lo extraño de la situación, no le dije nada más y lo dejé entrar a la casa. Una vez estuvo dentro, cerré de nuevo la puerta. Por petición de Hunter, le eché el seguro. No sabía qué le había ocurrido, pero estaba pálido y se veía nervioso, muy nervioso. Me dirigí hacia el baño para sacar un paño seco y limpio con el que Hunter pudiera secarse y volví a la sala de estar.
-Gracias... -me dijo cuando le tendí el paño frente a él. Lo tomó y me agradeció por ello.
-Ahora, ¿me explicas qué fue lo que te pasó? Porque llegas de la nada a mi ca... la casa de Aiden, aun cuando afuera es un verdadero huracán. Temblando y diciendo que Ally perdió la cabeza... me preocupas, ¿Todo está en orden?
Él me miró con nerviosismo. Ahora se encontraba cubierto por el paño que yole había dado, pero seguía tratando de secar su pelo.
-Se metió a mi casa...
-¿Qué?
Yo lo miré, alarmado. Hunter agachó la cabeza y no me devolvió la mirada.
-Déjame que te cuente desde el principio todo. -Yo asentí. -¿Recuerdas mi primer día? ¿Cuándo llegué a Tipiskaw?
-Pues sí...
-Ese día me senté al lado de Ally. -comenzó a explicarme. -Fue la primera vez que interactuamos, pero nos llevamos bien ¿sabes? Ella me agradó y yo le agradé. No nos tomó mucho formar una amistad. Pero las cosas se complicaron cuando incluimos a Tess en nuestro círculo. Al inicio, entre los tres nos llevábamos bien, pero Ally con el tiempo se volvió... tóxica.
-¿Cómo es eso?
-Decía que yo pasaba más tiempo con Tess. Lo que ni siquiera era así, porque, de hecho, Tess se dio cuenta de la actitud que Ally empezaba a tener con ella. Así que ahora se juntaba más con Lake. En fin, Ally decía también que yo no podía hablar contigo.
-¿Por qué tendría algo Ally contra mí? Ni siquiera hablamos.
-Eso era lo que me preguntaba yo...
En ese momento, la puerta de la habitación de Aiden volvió a abrirse y yo giré la cabeza. Maxine salía de ahí con el enano a su lado, y los dos nos vieron a mí y Hunter con confusión y sorpresa.
-¿Hunter...? -Preguntó Aiden. Tenía los ojos y la nariz enrojecidos, probablemente por el llanto.
-Hola Aiden, gracias por pasarme tu dirección.
-Cuando leí tu mensaje, me pregunté para qué la necesitabas. ¿Qué ocurre?
Yo, sin entender de lo que hablaban, volteé a ver a Hunter, en busca de explicaciones. No hicieron falta palabras, él entendía lo que yo quería decir.
-Le escribí a Aiden antes de venir aquí, cuando me tuve que encerrar en mi closet para que no me encontrara Ally.
-...Vaya, me perdí de mucha plática.
Maxine nos miró a los tres y soltó una pequeña risa. -Los dejaré para que se pongan al día, yo haré la cena. ¿Te gusta el poutine, cariño? -Preguntó, mirando a Hunter.
-S-sí, muchas gracias. -Maxine nos sonrió a todos antes de dirigirse a la comida y empezar a cocinar. Yo volví a dirigir mi atención hacia Hunter y Aiden se sentó a mi lado.
Hunter le hizo un pequeño resumen a Aiden sobre lo que ya me había dicho a mí, y después prosiguió a terminar de contar el relato a los dos. Resulta que Ally se había puesto celosa de mí, teniendo Hunter que confesar que las cartas las había escrito él para mí (Aiden apenas se sorprendió y dijo que ya se lo esperaba mientras yo me moría de vergüenza). Aun así, le agradecí por su gesto. Volviendo al tema, Hunter dijo que Ally de una u otra forma se enteró que fue él quien me había dedicado aquellas cartas y eso la enloqueció, de una MUY mala manera.
-Ahora entiendo lo que escuché el primer día que Jake recibió una de tus cartas. -Yo miré a Aiden, curioso. -Cuando me separé de Jake, pasé cerca de un salón donde los escuché a ti y Ally pelear. ¿Era por eso?
-Sí... Traté de decirle que no se hiciera ideas equivocadas, pero no sirvió de nada. Se enfadó muchísimo y me sentía tan incómodo a su lado que estuve tratando de evitarla lo más que podía. No estoy seguro, pero juraría que ella confundió nuestra relación de amigos con un noviazgo, y se los digo de buena fe: Ally es realmente inestable emocionalmente y bordea lo psicópata. Cuando llegó a mi casa, lo hizo entrando por la bendita ventana de mi habitación. Estaba demasiado asustado, parecía que deliraba locuras. Iba armada con una pistola que vete a saber de dónde la saco, pero no tenía miedo a usarla. Literalmente disparó aun cuando yo estaba encerrado, estuvo a 5 centímetros de darme en la oreja. -Hunter suspiró con pesadez y apoyó su rostro en sus manos. -Después empezó a golpear la pared, diciendo cosas como "Yo te haré libre" "Estabas destinado a ser mío" "Te mantienen lejos de mi, cegaron tu mente con mentiras, solo déjame ayudarte", "Tú abriste mi corazón, no lo dejes sangrar"...
-What the fuck... -Incluso Aiden estaba alarmado por lo que nos estaba contando Hunter. Y yo ya sentía todos los pelos del cuerpo erizados. Literalmente lo fue a buscar estando armada con un arma de fuego, la cosa estaba saliéndose de control.
-Tenía tanto miedo... por suerte logré engañarla.
-¿Cómo?
-Hubo un momento en el que abrió abruptamente la puerta del closet donde estaba encerrado. No creí que funcionaría, pero tomé un poco de mi ropa y vestí tan rápido como pude a un maniquí que estaba ahí dentro. Con una bufanda que encontré también, la usé a modo de soga y la até al rededor del cuello del maniquí y lo colgué del techo. No costó mucho, no pesaba tanto.
-¿Por qué tenías un maniquí en tu closet...?
-Ejem- No acepto preguntas al respecto. En fin, el punto es que logré engañarla. Lloró un poco, luego gritó histérica, y después juró algo que ni pude entender por mi pánico. En ese momento escuchó a mi mamá llamarme desde la entrada, por lo que se fue. ¿El problema? Mi mamá también vio al maniquí y empezó a gritar.
-Pobre de tu mamá.
-Donde se entere, te mandará al cielo de una patada.
-Ni tanto, porque tuve que salir de mi escondite y explicarle lo que había pasado. Por eso me dejó venir aquí.
-Dios, Hunter. Deberías llamar a la policía, es algo grave.
-Ya mi mamá mandó aviso a las autoridades, pero estoy preocupado por ustedes. Todo lo que pasó por su culpa en las redes, el colegio no deja de hablar de eso, incluso mi mamá dice que es decepcionante que el director no haya hecho nada antes.
-¿Tan rápido se divulgó...? -La voz quebradiza de Aiden me hizo sentir mal, así que me acerqué a abrazarlo. Él no se alejó.
-Sí... lamento mucho que todos se enteraran de esa manera.
-...Está bien, no fue tu culpa. Fue Riya quien reveló todo eso. -El enano suspiró y yo lo miré triste.
-Uh, ¿Riya?
-Pues sí, ella era la única que sabía nuestros secretos.
Hunter nos miró preocupados a los dos.
-Chicos... Riya no fue quien se contactó con Kristal.
-¿Qué? -Preguntamos al unísono.
-Ally me lo dijo mientras estuvo en mi habitación. Ella fue quien amenazó a Riya para que le dijera todo lo que sabía sobre ustedes y lo sacó a la luz sus secretos. -Ambos nos quedamos callados. Sin saber cómo reaccionar. -No dejaba de repetir cosas estúpidas como "Jake pagará por esto" y "Esta fue mi venganza. Su humillación pública".
-¿Entonces no fue la tal Riya? -Maxine nos miró desde la cocina.
-De todas formas, Riya lo habría hecho tarde o temprano, no es de fiar. -Escupe Aiden, cruzado de brazos.
-¿Qué carajos le pasa a Ally? -levanté sin querer mi tono de voz. -Cuando la vea, esa tipa se las va a ver conmigo. Me da igual que todos sepan que soy gay y que mi propia familia me odia, una cosa es meterse conmigo, pero lo de Aiden ya es personal.
-Jake, cálmate, por favor.
-No, no me digas que me calme. -reclamé. El nudo en mi estómago había regresado. -He pasado con mucha mierda en la cabeza desde lo que pasó hace un día. Estoy emocional y físicamente agotado, con una cantidad abismal de coraje y estrés acumulados y a nada de cometer un crimen de odio. Así que, por favor, no vuelvas a pedirme algo así.
-Es que no me estás entendiendo el punto. -Hunter se puso de pie, aún con el paño sobre sus hombros, fulminándome con sus profundos ojos azules. -Ella está loca, Jake. Y es peligroso que te le acerques. Está celosa de tí por la razón más estúpida posible, y ahora mismo es perfectamente capaz de matar a cualquiera de nosotros por lo inestable que es. No quiero que salgas lastimado por su culpa.
-Yo puedo ser más peligroso de lo que ella nunca será. -aseguré, con una mirada fría.
Pueden meterse conmigo todo lo que quieran, pero mi límite son mis amigos.
___
Ellie, un día después de lo ocurrido en casa de Aiden:
A estas alturas no sé qué es peor: que te suspendan una semana entera del instituto por golpear a una perra que definitivamente se lo merecía, o que tu novia esté enfadada contigo.
Creo que la segunda opción.
Es decir, si de por sí ya fue incómodo que su madre tuviera que ir por mí y acompañarme a dirección (Pues prácticamente ya era mi tutora legal), la peor parte fue el camino que recorrimos en silencio de camino a la casa. La madre de Gabby, Zofia, iba en medio de nosotras dos. Yo caminaba a su izquierda, teniendo un moretón en el ojo y el labio partido (cortesía de Riya) y Gabby a su derecha, con los brazos cruzados y los labios fruncidos. No había querido dirigirme la palabra desde lo que pasó esa tarde y el resto de la semana no fue demasiado diferente.
Y por si no había sido suficiente humillación la de ese día, grata fue mi sorpresa al ver que la maldita de Riya le vendió nuestros secretos a la estúpida de Kristal Mc Lean, esa chismosa tik toker hija del director y que no tiene nada mejor que hacer con su vida que arruinar la de los demás. El único motivo por el que no la han expulsado es porque su padre tiene bastante poder y contactos. Es un asco total.
Estaba por escribirle la biblia de su vida en la caja de comentarios de su maldito video, pero pensándolo bien, no valía la pena. Así que solo apagué mi móvil, silencié las notificaciones porque obviamente medio colegio estaba escribiéndome por las cosas que revelaron de Aiden y Jake. Me estiré con pereza en mi cama. Si se preguntan dónde duermo, Gabby y su madre habían liberado el sótano de la casa para hacerme una habitación improvisada. Y de hecho, es bastante acogedor. Tenía una ventana desde la que podía ver prácticamente todo afuera y mi espacio privado también. Aunque era deprimente estar sola tanto tiempo, y el único que iba a visitarme a veces era Aron, el hermano más pequeño de Gabby (y ambos son iguales).
-¡Hola, Ellie!
Hablando del rey de Roma.
Me senté en el colchón y sonreí al ver al pequeño moreno asomado desde las escaleras, viéndome atentamente.
-Hola Aron. -Le devolví la sonrisa. Creo que lo tomó como un permiso para acercarse a mí, porque prácticamente se abalanzó sobre mí y me abrazó. Sin dudarlo, yo también lo abracé con cariño. Le tenía un cariño especial a ese pequeño. -¿Cómo estás?
-Triste...
-¿Por qué así, nene?
-Porque mi hermana y tú no se hablan. -Yo suspiré, sin saber cómo explicarle la situación actual. -Ustedes hacen muy linda pareja, me pongo triste al verlas a las dos tan tristes.
-Gabs... ¿está triste también? -Acaricié la cabeza de Aron y él asintió. Ahora me siento más culpable.
-Sí... ¡deberías hablar con ella!
-¿Q-Que? Aron, lindo, eso no es buena idea por ahora... Oh, okay, supongo que haremos esto.
No pude negarme ni hacer nada al respecto cuando Aron tomó mi mano y me hizo levantarme de mi cama para descender las escaleras. Para ser un niño de 4 años, tiene muchísima fuerza. Aunque es tierno. Antes de bajar, eso si, tomé mi teléfono del colchón. Solo por si acaso. Aún tenía que hacer una llamada.
-¡Mami, lo logré! ¡La saqué de su cuarto!
Miré con vergüenza a Zofia, quien estaba cocinando lo que supongo, era el almuerzo. Sentada en la mesa junto a un niño pelirrubio y de tez clara (Albin, otro de los hermanos de Gabby), estaba la misma. Tanto ella como su madre me volvieron a ver, y aunque la señora Zofia me sonrió, Gabby solo volvió a dirigir su atención al papel que ella y su hermano trabajaban. Imagino que una tarea del niño sería. Suspiré.
-Aron, mi cielo, eso no es amable. No puedes obligar a alguien a salir así de su habitación.
-Lo sé, perdón. Pero me pone triste.
Yo solté una leve risa.
-No se preocupe, de verdad, está bien. -Sentí la mirada de reojo de Gabs sobre mí, pero no hice caso.
-¿Quieres almorzar? La sopa está casi lista.
-Claro, solo iré a cambiarme... por favor olviden que me vieron usando esto.
Digo, señalando mi pijama de unicornio. Zofia soltó una leve risa y me dijo que estaba bien, así que me apresuré a subir para buscar ropa un poco más decente. Opté por unos shorts cortos, tenis rojos y una blusa naranja de manga corta. Era un día algo frío, así que también me puse una chaqueta.
-¡Ellie! ¡Ellie, tu teléfono hace "biiip, biiip" eso, otra vez!
Giré la cabeza para ver al pequeño Aron corriendo hacia mí, moviendo mi teléfono de un lado a otro.
-Gracias, peque. -Le di leves palmadas en su cabeza y tomé mi teléfono. Él sonrió. Diablos, me hubiera gustado tener un hermano menor si fuera tan adorable como Aron.
El niño se fue rápidamente, dándome la oportunidad de atender la llamada.
-¿Aló?
-Hola, Ellie...
-¡Jake! Por las chanclas de Moisés, ¿cómo estás? Lamento no haber escrito ni llamado antes. Apenas podía lidiar con mis propios pensamientos. -Su tono de voz sonaba más decaído y suave que de costumbre, otro motivo para preocuparme. -¿No has hablado con Tom?
-No te preocupes, yo he estado igual. -Lo escuché soltar un suspiro y fruncí el entrecejo. Y sobre Tom... realmente no quiero hablar de eso. ¿Cómo estás tú con Gabby?
-¿Quieres que sea honesta? Horrible. -bufé sin gracia. -No quiere hablarme y solo se dedica a mirarme con ganas de asesinarme, seguro.
-Ay...
-Sí... lo peor de todo es que sus hermanitos ya notaron el distanciamiento entre nosotras dos. Es incómodo.
-Al menos a ti no te odia definitivamente.
-Jake...
-Oye, cambiando el tema. Tengo novedades.
-Eu.
-Parece que Riya no fue quien le vendió nuestros secretos a Kristal.
-¿Qué? ¿Cómo qué no? -Me senté en el colchón y fruncí el ceño ante las palabras de mi amigo. -No me digas eso, tenía muchas ganas de retorcer el cuello de esa perra.
-¿Quieres que te recuerde en qué terminó eso hace dos días?
-...No.
-Eso pensé.
-Bueno, pero ¿qué quieres que haga? ¿Qué me cruce de brazos y vea como Riya nos hace el hazmerreír del 2023?
-Quiero que evites hacer algo estúpido que haga que te expulsen. -Yo gruñí por lo bajo. -Y como ya te dije, no fue Riya la que vendió los datos.
-¿Entonces?
-¿Conoces a Ally?
-¿Qué pinta la cuatro ojos en toda esta mierda?
-Fue ella, Ellie. -Me iba a reír, pero el tono de voz tan serio de Jake me hizo entender que no bromeaba. -Esa tipa es un verdadero peligro. No como yo en estos momentos, pero bueno.
-¿Tú, un peligro? -Bufé. -No eres más flaco que un espagueti.
-Te sorprenderías de lo que soy capaz en mis momentos de ira, como ahora. -No me sorprendería, la verdad. Jake siempre ha sido la típica persona que se ahoga en su mar de ansiedad y pensamientos intrusivos para evitar atormentar a los demás, y suele ser ese tipo de personas que, llegadas a su punto de quiebre, explotan cual volcán. -Como sea, no es mi punto.
-¿De qué tanto "peligro" hablamos que representa? -hice énfasis en esa palabra porque dudaba muchísimo que una chica como Ally pudiera causar tanto daño.
-Hablamos de que se metió a la casa de Hunter ayer en la noche, en medio de una tormenta, lo amenazó con un arma de fuego y aseguró que nos mataría a todos. -Mierda. Okay, eso ya suena malo por sí solo. -Y además, fue ella quien amenazó a Riya para que le dijera todo lo que sabía de nosotros y se lo vendió a Kristal como una especie de "venganza" contra mí.
-Wow. -Solo fui capaz de decir eso. -A esa perra le queda corto decir que está loca.
-Aparentemente es porque está celosa de mí. -Me reí, no lo voy a negar. -¡Lo sé! Suena demasiado estúpido, pero así son las cosas. Hunter dice que es porque ella está enamorada de él y pues... el sentimiento no es mutuo.
-No sé si sea una fuente confiable. Lo mismo dijo de Lake y ella es lesbiana, además con novia. -Hablo de una ocasión en la que salí a comer a una cafetería com Jake, Hunter y Aiden. Él salió con eso de la nada "creo que Lake está enamorada de mí".
-Pues sí... pero esta vez parece en serio.
-Déjame adivinar el resto del chisme. Hunter está enamorado de ti, Jake, te escribió esas cartas, a la psicópata loquita no le gustó y cuando se lo recriminó a Hunter este idiota le dijo lo que verdaderamente sentía por ella, o sea nada, a Ally no le gustó, se quiere desquitar contigo y nos arrastró a nosotros también al puto internet porque sabía que eso te jodería también. ¿Es así?
-Pues... sí, básicamente sí.
-JAJAJAJAJA ¡Tienes que estar de broma! ¡Parece una puta telenovela barata con tanto drama! -No sé cuánto tiempo estuve riéndome, pero debió ser mucho porque cuando terminé Jake estaba callado.
-¿Ya terminaste?
-Ah... sí. -digo, todavía sonriendo y limpiando una pequeña lágrima por la risa.
-Bien, entonces ¿qué opinas al respecto?
-Pues si te soy sincera, no sé lo que opino.
-Creí que dirías algo como "La mataré" o algo por el estilo.
-Ni que fuera psicópata. -Escuché a Jake reírse levemente. Eso me aliviaba, después de lo de Tom, debe de haberla estado pasando fatal. -Pero si, ganas no me faltan. Entonces, ¿Hunter está en tu casa?
-No es mi casa realmente... solo vivo aquí por la generosidad de los Bouchard, pero sí. Lo dejaron quedarse un tiempo por su propia seguridad. Incluso lo hablaron con la mamá de Hunter y ella estuvo de acuerdo con que se quedara.
-Bien, entonces lo discutiremos entre tú, yo, el enano y el emo. Voy para allá.
-¿Qué? No, Ellie. Prefiero que hables con Gabby y arreglen las cosas. Al menos tú tienes esa oportunidad.
-Por favor, no me quiere ni ver en pintura.
-Ellie...
-Llegaré ahí, solo dame tiempo para almorzar.
-Okey... si tu lo dices.
-Nos vemos, cuídate.
-Igual.
Y con eso, colgué la llamada, soltando un suspiro pesado. ¿Cuál fue el momento en el que las cosas se complicaron tanto? No tenía sentido. Pensar que todo este maldito asunto inició con una puta apuesta tampoco ayudaba a procesarlo.
-Ugh, esto es una maldita mierda. -Maldigo en voz alta, dejando de lado mi teléfono para pdoer agarrarme los cabellos con rabia. -Maldición.
-Oye, no maldigas en mi casa.
La voz de Gabby me sobresaltó, haciéndome enderezar la postura. Efectivamente, ella estaba viéndome, de pie, apoyando la espalda en la pared. ¿En qué momento llegó?
-Gabs...
-Ellie. Ya lo pensé. -Ella suspiró. Me sorprendí cuando caminó hacia mí y se sentó a mi lado. Era la primera vez en esos dos días que me dirigía la palabra. -No puedo... enojarme contigo por algo que era responsabilidad de Jake.
-...
-Y probablemente, aunque hubieras dicho algo, Tom habría resultado herido de todas formas. -Yo arrugué el ceño, jamás creí llegar a experimentar culpa de algo en mi vida. Antes de conocer a Gabs, siempre fui bastante terca y orgullosa. Ni siquiera creía posible llegar a tener un novio... o bueno, novia. Si se lo contara a mi yo pasada, seguramente se reiría de mí.
-Aun así, tuvimos la culpa por iniciar en esa apuesta en primer lugar. -Tuve el atrevimiento de tomar su mano, mientras la veía con seriedad. -Y lamento mucho haberlo hecho. Porque siempre supe que, con la apuesta, podías acabar herida. Todos lo sabíamos cuando accedimos y aun así...
-Ellie, mírame. -Sentí mis ojos aguarse cuando Gabby tomó mis mejillas y me hizo verla a la cara. -No todo es malo ¿Sabes?
-¿De qué hablas...?
-Pues... si no hubieras hecho esa apuesta, "nosotras" no existiría. -Me sonrió con esa dulzura y amor que siempre me dedicaba. Yo solté un pequeño bufido, sintiendo calidez en mi pecho.
-Y aunque no hubiera sucedido, tal vez, solo tal vez... habríamos sucedido de alguna u otra forma.
-Je, tal vez sí.
Con esas palabras, ambas nos dimos un abrazo. Yo me tomé mi tiempo para enterrar mi nariz en su cuello e inhalar el rico aroma de su perfume. Dioses, era tan reconfortante, sumado a sus caricias en mi cabeza.
-¡Mamá! ¡Gabby y Ellie se arreglaron!
-¡Pásame la foto, Albin! ¡No seas culero!
-¡Ustedes son imbéciles, ya nos vieron!
-¡Corraaaaaaaan!
-¡UY, ESOS MOCOSOS! ¡Albin, Nikolai, Jarek, Aron! ¡Cuando los agarre, los mataré! -Yo no supe cómo reaccionar. Los hermanos de Gabby se habían escabullido en mi cuarto como sigilosas cucarachas... y nos estaban espiando en ese momento tan ÍNTIMO. Gabby se fue detrás de ellos mientras les gritaba y yo sentía mi cara arder. Aun así, me permití reír y desde ahí podía escuchar los gritos eufóricos de los enanos y los reclamos por parte de Gabby. Después, el sonido de un golpe seco.
-¡Estoy bien! -la voz de Aron.
Yo negué con la cabeza. -This is so dumb.
[...]
Tom, una semana después de lo sucedido:
Olviden cualquier cosa fantástica que haya dicho sobre Jake en el pasado. Es el peor.
Y pensar que confié plenamente en él... por primera vez me sentí a gusto con alguien además de Gabby o mi familia. Creí que podía confiar en él, pero acabó siendo parte del montón y me acabó traicionando y decepcionando.
Como todos habían hecho hasta la fecha.
Mierda, jamás había llorado tanto en mi vida como ese día. Me sentía tan mal que mi único recuerdo de ese día fue llegar a mi casa, ignorar completamente a Fiore y Miriam y encerrarme en mi habitación para envolverme en mis mantas y llorar en silencio, lamentándome por haber sido un imbécil total.
En toda la semana, ni Ellie, Aiden o Jake hicieron acto de presencia en el instituto. Aunque bueno, Ellie estaba suspendida así que, por esta parte, era entendible. Sin embargo, lo de Aiden y Jake ya era raro. No era tan apegado a mis redes sociales como los demás, así que no me enteré del revuelo en las redes sociales sino hasta que Gabby se acercó a mí y me lo comentó ella misma. Lo sentía por Aiden, pero Jake... ni siquiera estaba seguro de qué sentía respecto a él.
-Tom... -Estaba acostado en mi cama viendo por tercera vez "The Last of Us", cuando Miriam entró a mi habitación sin previo aviso. Ni siquiera me giré para verla y continué oculto bajo mi cobija. -Tom, ¿planeas seguir encerrado aquí?
-Por favor, Miriam. En serio no quiero hablar. -respondí con desgano. No podía verme a mí mismo, pero sé que ofrecía un aspecto deplorable.
Sentí que el colchón se hundía, Miriam se había sentado a mi lado en la cama.
-Niño, no te hace bien pasarla encerrado. Ni mucho menos ignorar el problema. ¿Ya hablaste con Jake?
Y es que, para estas alturas, era obvio que mi abuela ya estaba al tanto de lo que había pasado con Jake. Odiaba que lo supiera porque se preocupaba mucho por mí, y si hay algo que odio es que se preocupen por mí. Soy el hermano mayor, después de todo. No puedo tener estos bajonazos emocionales. No son propios de mí.
A veces odio tanto ser débil.
-No quiero hablar con él. Lo odio.
-Eso no es verdad. -Yo suspiré con frustración. -Odiar es una palabra fuerte y un sentimiento negativo muy horrible, tú solo estás enojado... y herido.
-¿Pues cómo no estarlo? -Me senté en mi cama y miré a Miriam con ojos llorosos. Diablos, aquí vamos otra vez. -Él me mintió, Miriam. Me hizo creer que realmente podía confiar en él y abusó de mi confianza.
-¿Tú como sabes eso? ¿Te lo dijo él mismo o te dejaste influenciar por comentarios de otras personas?
-Yo... ¡Fue Riya quien lo dijo! Ella dijo que estaban en una apuesta. ¿Recuerdas que te lo conté?
-Ay, por Dios. Tom, ustedes los jóvenes hacen cosas estúpidas de vez en cuando, por no decir siempre. Al menos deberías escuchar la versión de Jake y hablar las cosas con calma.
-Ya lo hablamos.
-¿En serio? ¿O solo fueron ustedes dos interrumpiéndose mutuamente?
-Ugh...
-Eso pensé. Escucha, Tom. Yo agaché levemente la cabeza y empecé a derramar lágrimas, en serio lo de Jake me dolía demasiado. Miriam posó su mano sobre mi mejilla y me miró con tristeza. -Odio ver a mi querido nieto tan mal, así que no te obligaré a hacerlo, pero lo mejor para ambos es que hablen las cosas en persona. Porque cuando solo conoces una versión de la historia, realmente puede ser cualquier cosa.
Ella se puso de pie y yo me quedé en silencio, maldiciendo mentalmente que tuviera tanta razón.
-Solo piénsalo.
Con eso, Miriam se fue de mi habitación dejándome solo. Tengo tantas cosas en la cabeza que es difícil procesarlo. No quería verlo. No quería hablarle. Pero una parte de mí... quiere conocer la verdad.
Me quedé en mi alcoba, sumido en pensamientos y emociones tumultuosas. La habitación parecía más pequeña, como si las paredes se cerraran sobre mí. Recordaba los momentos compartidos con Jake, las risas, la confianza que creía haber construido. Ahora, todo eso se desmoronaba como un mísero castillo de naipes.
Ignorando mis propios sollozos, me incorporé de la cama y caminé hacia la ventana. Observo el cielo oscurecerse mientras las lágrimas caían por sus mejillas. El peso de la traición se apoderaba de mi corazón y cada vez cuestionaba más las palabras de mi abuela.
-¿Cómo pudo hacerme esto? -pensé para mí mismo. -Confíe en él, le abrí mi corazón, y todo fue una puta mentira...
La sensación de traición se mezclaba con la decepción, creando un nudo en mi estómago. De pronto, me sentía perdido, sin rumbo. Me dejé caer de nuevo en la cama, abrazando una almohada mientras trataba de entender mis propios sentimientos. ¿Era posible que hubiera malinterpretado la situación? ¿Valía la pena escuchar su versión de la historia?
___
Narrador Omnisciente:
Pasaron los días, y Tom continuó atrapado en una montaña rusa emocional. No podía evitar repasar una y otra vez los momentos que compartió con Jake, buscando signos de falsedad. Cada recuerdo se volvía un campo de batalla entre la lealtad que sentía y la traición que experimentaba.
Lo vio un par de veces por los pasillos, pero lo evitaba tanto como podía. Por suerte tenía a Gabby consigo. Aunque, para bien o para mal, ella también le recomendaba hablar con Jake.
Pero ese día, Jake no llegó al instituto.
Mentiría si dijera que no le importaba, incluso Ellie se le había acercado a preguntar si sabía algo de Jake.
-Aiden dijo que no volvió a casa ayer después del colegio y hoy tampoco llegó.
Ah...
-¿No lo han visto en la calle o algo así? -preguntó Gabby con angustia, tomando el brazo de su novia. La pelirroja, con ojeras más que visibles y una expresión triste en el rostro, negó con la cabeza.
-No... tampoco le llegan mensajes ni llamadas. Estoy preocupada, Gabs. Jake es... impulsivo y algo tonto a veces. Además, el clima tampoco es el mejor.
-Aparecerá pronto, no te preocupes.
Una persona no puede desaparecerse por tanto tiempo... ¿o no?
-Ya llegué. -al entrar a la casa, contrario a lo que esperaba, no fue recibido por nadie. Extrañado, Tom miró a su al rededor. -¿Hola?
Dejó su mochila en el suelo al lado de la puerta y se aproximó hacia la cocina. En la nevera, había una nota de Miriam. "Salí con Fiore a que vea a su padre, volveremos en la tarde". El de tez clara soltó un suspiro. Lo había olvidado, los jueves Miriam siempre llevaba a la niña a visitar a su padre. ¿Quién era? Tom no lo sabía. Como el hombre no tenía nada que ver con él, jamás acompañaba a Fiore a visitarlo. De lo poco que conocía Tom se la historia (según su abuela) Es que él era hijo de su madre y padre, sin embargo, con Fiore era una situación complicada. Y por mucho que tratara de negar la verdad, era obvio lo sucedido: Fiore había nacido de una infidelidad por parte de su madre.
Tom negó con la cabeza, no era hora de pensar en ello. Estaba feliz al menos de saber que Fiore contaba con una figura paterna que la amaba.
Ese día no había dejado de llover. El cielo era oscuro y las calles ofrecían un ambiente melancólico y hasta lúgubre. Una opresión en su pecho se apoderaba de él y Tom desconocía el motivo.
-Arreglar las cosas... -murmuró para sí mismo. Al prender su teléfono, contempló su fondo de pantalla. Una selfie suya con Jake que no se había atrevido a quitar. Levantó la vista hacia la puerta que conectaba la sala de estar con la entrada. -Maldición, no puedo creer que haré esto.
Tomó mi chaqueta del perchero, las llaves de la casa por si acaso y salió corriendo rápidamente de ahí. Cerrando, obviamente, la puerta. No pudo evitar pensar en que Jake era un grandísimo idiota mientras corría con tanta rapidez como podía, pero él también se dijo así mismo ser un idiota por ir a buscarlo tan desesperadamente.
-Maldición, maldición... -Apenas y tenía aliento debido a lo rápido que corría. Estaba acostumbrado a correr gracias a que era jugador de fútbol, pero ese día había sido especialmente agotador. Ignoraba el agua de lluvia caer sobre mí. Aun así, no le tomó mucho tiempo llegar hasta la casa de Aiden. Varias veces había acompañado a Jake luego de la salida, para pasar un poco más de tiempo juntos y ver que llegara bien.
Sin pensarlo mucho, llamó a la puerta con un par de golpes. Esperó impaciente, aguardando para ser recibido. No pasó mucho antes de que abrieran la puerta. Pero contrario a lo que Tom esperaba, fue una mujer quien le abrió.
-¿Quién mierda...? -La mujer era alta y definitivamente estaba en forma, parecía que de un puñetazo podía mandarte al otro lado del país. Tom no la conocía, pero creo que todos nosotros sí. -¿Hola? ¿Quién diablos eres?
-Eh... soy Tom. Vengo a ver a Jake.
-¿Qué tienes con él? Además, ni siquiera está aquí.
-¿Qué...? ¿De verdad no ha regresado aún? -Tom frunció el ceño.
-Oye, no sé quién te crees que eres. Pero déjame decirte una cosa...
-Emma, espera. Yo lo conozco.
Tom escuchó con alivio la voz de Aiden tras la mujer pelinegra. El de cabello bicolor se veía casi tan mal como Ellie, a quien había visto ese mismo.
-Bien, entonces volveré a dentro.
Emma se alejó de la entrada y dejó a solas a los dos adolescentes.
-Aiden, escuché lo de Kristal. Lo siento mucho...
-Da igual, no quiero hablar de eso. -El chico de ojos turqueses se abrazó así mismo con incomodidad, tenía una camiseta blanca de manga corta y un pantalón buzo gris, además su cabello parecía haber crecido un poco más desde la última vez que Tom lo había visto.
-¿Jake no...? -Aiden negó.
-No, y estoy empezando a preocuparme. Debí haberlo acompañado ese día, habría evitado toda esta situación.
-No te culpes. -Soltó un suspiro. -Gracias de todas formas.
-¿No quieres entrar?
-No sería apropiado. Yo... me iré ya.
Aiden solo asintió con la cabeza y cerró con desgano la puerta. Tom, sin saber qué hacer, se alejó lentamente de la casa y empezó a caminar por la solitaria y fría calle, con la lluvia cayéndole encima. Pese al mar de gente que inundaba la calle, Tom jamás se había sentido tan solo.
Tomó una vez más su teléfono y contempló la pantalla. En sus contactos, el nombre "Jake" relucía incitándolo a llamar. Pero Ellie misma había dicho que no recibía mensajes ni llamadas. Pero... tal vez valiera la pena.
-¿Eh?
Sin embargo, el teléfono de Tom empezó a vibrar y sonar repentinamente: una llamada entrante. ¿De quién?
Bueno, creo que la respuesta es obvia.
El de ojos cían, sin dudarlo, presionó el botón verde en la pantalla y colocó su teléfono en su oído.
-¡¿Jake?! Jake, ¿dónde estás?
Hubo un silencio inicial. Tom solo alcanzaba a escuchar desde el otro lado de la línea. Después, la cansada voz del peliazul se hizo escuchar.
-Tom, escucha... Debes pensar que soy un idiota por lo que sucedió. Un idiota que nunca piensa las cosas.
El de ojos cían calló, solamente limitándose a escuchar lo que el chico tenía que decir.
-Pero... desde que nos separamos, lo he estado pensando. -Continuó. -Yo... te amo, Tom. Dime, ¿mi llegada a tu vida... fue una molestia?
Tom se quedó en silencio, sus ojos se ampliaron y su mirada quedó perdida en el suelo. Podía sentir sus ojos aguarse y la lluvia continuaba cayendo sobre sus hombros. Qué impotencia sentía. Apretó con fuerza su puño y frunció el ceño.
-¡Jake! -hubo un grito ahogado por parte de este desde el otro lado de la línea ante su repentina exclamación. -¿Dónde rayos estás?
-Afuera del Drake Hotel... en Queen Street West.
-Carajo. ¿Cómo llegaste tan lejos? ¡No te muevas de ahí, voy en camino!
Colgó la llamada sin esperar respuesta por parte del peliazul. Una vez más, empezó a correr con velocidad por las calles. Ni siquiera la lluvia ni el frío iban a detenerlo ahora.
"Oigan, ¿Robinson no es un poco amanerado?"
"¡Es cierto! Qué raro"
"Por si no fueran suficiente su mascarilla y su actitud distante..."
"¿Creen que sea homosexual?"
"¡Que asco, espero que no!"
"Ojalá no trate de seducirme, ¡ja, ja, ja!"
"Viejo, que asco que da. Los de su tipo deberían morirse"
Tom trataba de ignorar aquellas voces en su cabeza, aquellas molestas voces del pasado que lo atormentaron tanto en sus primeros años en el colegio. No podía hacerles caso en un momento tan crucial como ese, su prioridad era Jake.
La lluvia caía sin piedad sobre las calles de Queen Street West, formando un manto gris que reflejaba la angustia y tristeza de Tom. Corría con desesperación, su corazón latiendo en un ritmo frenético que resonaba en sus oídos. Las luces de la ciudad destellaban entre la cortina de gotas de lluvia mientras se dirigía hacia el lugar donde Jake le había dicho que estaría.
Cada paso resonaba en su mente como un recordatorio de la traición, y la lluvia mezclaba sus lágrimas con el agua que empapaba su rostro. La ansiedad lo apretaba, y su mente se llenaba de pensamientos oscuros mientras corría por las calles mojadas.
Al llegar a las afueras del Drake Hotel, Tom escudriñó el entorno, buscando desesperadamente a Jake. Y allí estaba, como una figura borrosa entre la lluvia, sentado en silencio, abrazándose a sí mismo. El agua de lluvia resbalaba por su rostro, reflejando el tormento interior que ambos compartían.
La tensión en el aire era palpable cuando Tom se acercó. El sonido de sus zapatos mojados resonaba en el silencio, interrumpido solo por el constante tamborileo de la lluvia. Jake, con la cabeza gacha, no levantó la vista, pero suspiró pesadamente antes de susurrar una disculpa que se mezclaba con la lluvia.
-Perdóname... soy un idiota...
El encuentro estaba cargado de melancolía. El silencio hablaba más fuerte que las palabras, y el perdón se suspendía en el aire como una promesa incierta. Tom, parado frente a Jake, sentía la mezcla de emociones turbulentas: la ira, la tristeza y el anhelo de comprender lo incomprensible.
-Jake...
La luz tenue de las farolas apenas iluminaba sus rostros, creando sombras que danzaban en la atmósfera cargada de emotividad. El sonido constante de la lluvia proporcionaba una banda sonora melancólica para este encuentro lleno de tensiones no resueltas.
-Sé que es egoísta. Sé que te hice daño. Pero no quiero estar con nadie que no sea contigo.
Tom suspiró.
-Vamos. Hablemos en otro lugar.
El pelinegro, con el rostro levemente sonrojado debido al esfuerzo que hizo al correr, tomó la mano del peliazul y lo ayudó a ponerse de pie.
Empapados por la lluvia, Tom y Jake avanzaron en medio de la penumbra de las calles de Queen Street West. Las luces de la ciudad se reflejaban en los charcos formados por la lluvia persistente. El aire estaba cargado de tensión y el sonido de los pasos mojados resonaba en el silencio de la noche.
El de ojos cían guiaba al peliazul con determinación, sin soltar su mano. Ambos llevaban la ropa pegada al cuerpo debido a la lluvia, y el agua goteaba de sus cabellos empapados. La luz tenue de las farolas apenas iluminaba el camino, pero Tom conocía cada rincón de esa ciudad.
Finalmente, llegaron a una posada que parecía acogedora. Las luces titilaban invitando a aquellos que buscaban refugio. Tom abrió la puerta y juntos entraron en el cálido interior. Una campana sonó anunciando su llegada.
-Buenas noches, chicos ¿En qué puedo ayudarlos? -los recibió una mujer de mediana edad en el mostrador.
-Una habitación para dos, por favor. -Tom sacó su billetera, dispuesto a pagar por la estadía.
La mujer asintió y les entregó la llave de una habitación en el segundo piso. Tom, aún sin soltar la mano de Jake, lo condujo hacia las escaleras. Subieron en silencio, cada paso resonando en el vacío del lugar.
La habitación era sencilla pero acogedora. El azabache abrió la puerta y dejó entrar a su acompañante primero. Una tenue luz proveniente de una lámpara lateral iluminaba la estancia. Tom cerró la puerta detrás de ellos.
El ambiente dentro de la alcoba estaba cargado de tensión. Ambos se mantenían empapados, mirándose con expresiones difíciles de descifrar. Tom se acercó a la ventana y cerró las cortinas, sumiendo la habitación en una penumbra que solo rompía la luz titilante de una lámpara.
-¿Planeas quedarte en silencio?
Jake, cerca de una de las paredes, estaba con la mirada perdida y no le respondió. Tom chasqueó la lengua, molesto por esta razón. Se dirigió hacia el peliazul y lo acorraló contra la pared, poniendo ambos brazos a los costados del rostro de Jake, quien se sobresaltó por la repentina acción.
-¡Te estoy haciendo una pregunta!
-Tom...
-Primero te desapareces casi dos días enteros, tienes a todos tus amigos preocupados ¿Sí sabías? Y después me llamas de la nada y me haces venir aquí, solo para que te quedes callado. ¿Qué demonios está mal contigo? -Levantó su tono de voz a causa de la molestia. Jake lo miró con ojos vidriosos y labios temblorosos.
-Pero... no te dije que vinieras por mí. Nunca le pedí a nadie ayuda ni que se preocuparan por mí, siempre me valí por mí mismo. ¿Entonces por qué estás aquí, Tom? Si ni siquiera querías verme.
-¡Porque me importas, maldición! -Jake entreabrió la boca, queriendo decir algo más. Pero la voz no le salía y la expresión de Tom lo hacía sentir hasta más culpable. -Vine aquí porque nadie supo decirme dónde estabas. Porque me importas. Porque yo... también te amo.
Jake no supo cómo reaccionar. Ante sus palabras... y ante el gesto que recibió a continuación por parte del más alto. Sus labios sobre los suyos, cálidos, que contrastaban con el frío de su piel. El de ojos negros se permitió derramar un par de lágrimas, más, no se separó.
-¿Por qué me llamaste? -murmuró el pelinegro, sin alejarse demasiado del de ojos azules. -¿Realmente quieres arreglar las cosas?
Para ese punto, Jake estaba llorando. Asintió levemente con la cabeza y puso sus manos sobre los hombros del más alto.
-Todo empezó con la apuesta. No hay excusas, sé que hice mal porque era consciente de lo que conllevaba. Pero cuando quise dejarla, Riya me intimidó mucho con sus amenazas y... tuve miedo de todo. Pero más de perderte. Y por desgracia, sucedió...
-Eres un imbécil... -el azabache rompió la distancia una vez más para poder abrazarlo. Jake se aferró con fuerza a él mientras continuaba llorando. -Pero no una mala persona, lo sé. Solo no vuelvas a desaparecerte así de la nada o la próxima vez te denunciaré como perdido.
-¿Que no... me odias?
-Odiar es... una palabra fuerte. -Tom sonrió levemente. -Solo estaba enojado y necesitaba organizar mis pensamientos y sentimientos. Y también... escuchar tu versión de lo sucedido.
-¿Entonces tú y yo...?
-Si, Jake. Estamos bien.
___
Datos curiosos:
-Emma heredó el síndrome de Waardenburg por parte de su madre.
-Hunter tiene un maniquí en su cuarto porque años atrás, al ser tan antisocial, empezó a "coleccionar" los maniquíes que desechaban las tiendas y los vestía con su propia ropa. Claro, cuando su madre se enteró que la única vida social de su hijo eran maniquíes lo mandó de inmediato a terapia.
-Como mencioné en mis anuncios (para quienes no lo leyeron) Gran parte del siguiente cap tomó como inspiración una escena de la película BL/Yaoi "Umibe no Etranger" O en español "Un extraño a la orilla del Mar" (super cute, si no la han visto, la recomiendo bastante). Y sumado a ello, "Mean to Be Yours" canción perteneciente al musical de Heather.
-contexto de los recuerdos de Tom: Él también es gay, igual que en la serie original. Solo que aquí no ha salido del closet (aun) a diferencia de Jake, quien no tiene problema en admitirlo.
-Los 4 hermanos menores de Gabby se llaman: Nikolai (14 años), Jarek (10 años), Albin (7 años) y Aron (4 años). Solo Gabby y Aron son de piel morena y cabello oscuro como su padre.
-El Poutine es una comida canadiense: Un plato originario de Quebec que consiste en papas fritas cubiertas con queso en forma de hilo y bañadas en salsa gravy.
¿Que qué es salsa Gravy? Ni puta idea porque solo copié lo que me salió en google.
Lo siento si alguna cosa está mal escrita o es incoherente, llevo como 5 días escribiendo el cap jajajsjkshsd
Restauré sus ships, háganme un altar 🛐😙
Prometo que el siguiente cap no estará tan largo, recen para que Dios envíe misericordia a mi corazón, muajajaja
Nos vemos pronto <3
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top