🧸◇What Makes You Beautiful◇🧸
Sabia que no debia enseñarles el dibujo de Emma porque me la iban a querer bajar😔 dejen a mi novia, gatas rompehogares 🔪
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꧁༺ 𝓒𝓪𝓸í𝓽𝓾𝓵𝓸 14 ༻꧂
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Jake estaba a la mar de entretenido hablando con Lake y Rosa, mientras los tres veían desde lejitos el chisme con James y Aiden.
Más de una persona se acercó a Jake para tomarse un selfie debido a su impresionante disfraz de Jack. Y aunque es cierto que al peliazul lo ponía nervioso tanta atención, le gustaba. Pero se preguntaba donde estaría Tom en aquellos momentos. Le había dicho por mensaje que no estaba seguro de que fuera a ir debido a la situación con su hermana pequeña, así que no esperaba mucho.
Luego de un rato, empezó a sentirse fuera de lugar e incómodo también. Aiden estaba con James y a Ellie no la encontraba por ningún lado.
Pero en ese momento, una vibración de su teléfono guardado en su bolsillo llamó su atención. Así que miró su pantalla para ver de qué se trataba.
[Nuevo Mensaje]
Mortal Kombat 💞
Mira atrás tuyo
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Aunque al principio se sacó de onda, Jake se volteó a ver de qué se trataba y sonrió con emoción. Tom estaba detrás suyo con su disfraz de Jason que la verdad le quedaba bastante bien.
-¡Tom!
El nombrado se removió la máscara y la puso sobre su cabeza para poder ver bien al de cabello azulado. Por un momento, Jake se entusiasmó creyendo que por primera vez vería el rostro del pelinegro, pero nuevamente, llevaba una mascarilla.
-Hey.
-¡Oye! Crei que no ibas a venir. -exclamó el peliazul, lanzándose a los brazos del pelinegro para abrazarlo impulsivamente.
Tom le sonrió a Jake a través de la mascarilla y le correspondió al abrazo.
-Me atrasé, estaba hablando con Fiore y ya pude arreglar las cosas con ella. -Tom dejan
entrever su alegría y alivio bajo la máscara.
Jake sonrió. Le aliviaba saber que habían podido resolver sus diferencias, y a pesar de la mascarilla, los ojos de Tom reflejaban felicidad.
-Me alegra que hayas podido venir. ¿Cómo está tu abuela? - preguntó Jake con interés, intentando disimular su emoción.
Tom asintió, respondiendo: - Está bien, dijo que te extraña y que cuando volvías a visitarnos para cocinar juntos. Creo que le caíste mejor que yo. -El de cabello azulado no pudo reprimir su carcajada, sintiéndose bastante halagado por ello.
-Dile que solo me de fecha y hora y yo llego.
-Claro, le diré. -el de cabello azabache tomo nuevamente su celular para escribirle a su abuela, pero Jake no lo dejó y se lo arrebató de las manos con una sonrisa juguetona en los labios.
-¡Ahora no, tonto! -dice el más bajo mientras ríe. -Yo decía después. En este momento ¡estamos en una fiesta!
Jake le señaló a Tom con su mano la pista de baila donde todos los alumnos con sus disfraces bailaban bastante animados. En otro rincón unas cuantas personas se habían reunido en ronda para jugar el juego de la botella y más de una pareja estaba bajo las gradas besuqueandose.
Eso incluía a Gabby y Ellie.
El de ojos cían se mostró algo aturdido de ver a su mejor amiga actuando de forma tan atrevida y descarada, su expresión de atontado lo decía todo.
-¿por qué las ves tanto? Dales algo de privacidad. -rio Jake, bromeando. Tom lo volvió a ver y se rio por lo bajo. -Por cierto, buen disfraz.
-Gracias. El tuyo también es genial. -el de cabello oscuro se rascó detras de la nuca. -Y ¿que quieres hacer? -preguntó el jugador de soccer entonces, despegando finalmente su vista de las dos chicas.
-¡Baila conmigo! -exclamó sin dudarlo el de cabellera azulada, jalando el brazo de su amigo. Tom se puso visiblemente nervioso ante la propuesta.
-Es que yo no... no sé bailar, me da vergüenza. -Admitió, cohibido. Jake sonrió con ternura.
-Yo te muestro, pero ven conmigo. -más que una petición, pareció súplica. Y a pesar de las luces de colores que inundaban el espacio del gimnasio, Tom distinguió un leve rubor y una sonrisa nerviosa en el rostro del más bajo. Y claro, no supo negarse.
Jake guió a Tom hacia la pista de baile, donde la música vibraba y las luces parpadeaban. Los dos amigos se sumergieron en la multitud, riendo y disfrutando del momento. La mascarilla de Tom no ocultaba la diversión que compartían.
A medida que se movían al ritmo de la música, Jake le enseñaba a Tom algunos pasos sencillos, y pronto el pelinegro empezó a relajarse, dejándose llevar por la alegría del instante.
Pero no pasaría mucho tiempo para que las cosas para Jake se pusieran feas.
Luego de haber estado un buen rato bailando, el de cabello azul disfrutaba de una inocente bebida de "ponche" mientras ambos veían a los demás en la pista. Ellie y Gabby estaban sentadas junto a ellos. La primera completamente dormida y con la cabeza sobre la mesa, el alcohol acabó por noquearla (repito, esta mujer no tiene buen aguante al alcohol. Estaba ebria a mas no poder) y Gabby estaba algo mareada mientras cuidaba a la pelirroja.
Y si se preguntan por James y Aiden, estaban en la ronda del juego de la botella. Después sabrán lo que sucedió con este par, ahora a lo importante.
El disfrazado de Jack Esqueleton estaba distraído contemplando al pelinegro de ojos cían frente a él, con una sonrisa boba que delataba sus pensamientos. Tom hablaba animado sobre el próximo partido que tendría lugar dentro de un mes: resulta que Ellie no era la única que se había ablandado. Y mientras el muchacho de tez blanca charlaba sin reparar en la mirada del más bajo, este lo observaba y escuchaba atentamente.
La música seguía vibrando en el ambiente, y Jake no podía evitar perderse en los ojos cian de Tom mientras compartían risas y charlas. El peliazul se sentía afortunado de tener a su amigo junto a él, disfrutando de la noche.
Sin embargo, su felicidad se vio interrumpida cuando una figura familiar se acercó a la pareja de amigos.
Era Riya.
-Jake, tenemos que hablar.
El de pelo azulado frunció el ceño, entre molesto y sorprendido por la abrupta aparición de la de raíces hindúes.
qué haces aquí? -preguntó, sin poder ocultar su molestia de verla.
Sin embargo y como es obvio, el más incómodo fue Tom. Riya lo miró de reojo y frunció el ceño de una forma que extrañó bastante a Jake.
-Eso no podría importarte menos. -Jake resopló. -Tengo que hablar contigo.
-No tengo nada que discutir contigo.
-Ah, ¿en serio? -la morena lo vio con desdén, señalando con su mirada al pelinegro a su lado.
Jake no era un tonto, sabía a lo que se refería la morena.
De mala gana, el de cabello azul se puso en pie, dispuesto a irse junto a Riya, cuando sintió un repentino agarre en su mano. Era Tom, quien lo veía de forma severa.
-No tienes que ir si no quieres. -Le dijo.
Jake le sonrió a como pudo.
-No te preocupes, no es nada. -Le aseguró. Tom lo vio sin demasiada convicción, pero no pudo decirle más porque Jake se soltó y se fue caminando detrás de Riya, quien, por alguna razón, parecía angustiada y molesta.
Jake siguió a Riya, pero su irritación creció a medida que avanzaban por el gimnasio. La música y las risas de la fiesta seguían de fondo, pero la tensión entre ellos era palpable.
-¿Qué demonios quieres, Riya? -preguntó Jake con frustración una vez que estuvieron lo suficientemente alejados.
La morena suspiró antes de responder, mirando a su alrededor para asegurarse de que nadie los escuchara.
-Jake, necesito que dejes de hablar con Hunter.
La mandíbula de Jake se tensó, y sus ojos reflejaron incredulidad.
-¿De qué estás hablando? Hunter es mi mejor amigo, Riya. No voy a dejar de hablar con él solo porque tú lo digas.
Riya lo miró con seriedad, sus ojos oscuros transmitiendo una mezcla de preocupación y molestia.
-Jake, en serio. No sabes en qué te estás metiendo. No puedo decirte los detalles, pero algo malo puede pasar si no me haces caso.
La respuesta de Jake fue una risa sarcástica.
-¿Que algo malo pase por hablar con él? Por favor, Riya, eso suena ridículo. Y repito, no dejaré de ser su amigo solamente porque me lo digas tú, menos dejaré que me des órdenes.
La morena apretó los dientes, visiblemente frustrada.
-Jake, no estoy bromeando. No sé todos los detalles, pero sé lo suficiente como para advertirte. Debes mantener distancia por tu propia seguridad.
La irritación de Jake creció aún más, y sus ojos azules brillaban con intensidad.
-¿En serio esperas que le crea a alguien que amenazó a Aiden la última vez que nos vimos? ¿Cómo puedo confiar en ti?
Riya apretó los puños, evidentemente molesta por la referencia a la amenaza anterior.
-No te estoy pidiendo confianza, solamente te advierto. Estoy tratando de protegerlos a tí y a los demás
-¿Y por qué lo harías después de todo lo que has hecho? Oye, escucha, de verdad no tengo ganas de escuchar más.
-¡Okay, maldición! -Riya lo agarró de la manga cuando Jake se disponía a marcharse. -Solamente te lo diré una vez, si te acercas más de lo que deberías a Hunter, Ally va a enfurecer.
-¿Ally? ¿Y ella por qué debería ser un problema? Estás diciendo incoherencias.
Riya respiró hondo, tratando de controlar su frustración.
-No puedo decirte más en este momento, pero Ally es una persona inestable, Jake. Y es realmente posesiva con Hunter. Créeme, lo sé. -Ella le mostró la palma de su mano, Jake sintió un escalofrío al ver la gran cicatriz que atravesaba en dorso y palma de la chica. -Esto me lo hizo cuando me vio hablando con Hunter, la semana antepasada. Oye, solo quiero que estés a salvo. Sé que es difícil de asimilar después de todo lo que he hecho, pero así es. Y si realmente eres su amigo, te alejarás de él, al menos por un tiempo.
Jake negó con la cabeza, sin estar dispuesto a ceder a pesar de todo lo que le dijo la morena.
-No puedo hacer eso. Necesito respuestas, Riya. Hay algo que no me estás contando y no te estás explicando, necesito saberlo. No voy a dejar de ser amigo de Hunter sin razón.
La morena soltó un suspiro frustrado.
-Haz lo que quieras, pero que quede en tu consciencia si algo malo les pasa a tus amigos.
Con esas palabras, la chica de tez morena se puso su chal y se retiró, dejando solo a Jake con sus pensamientos, muy molesto y confuso.
Jake se quedó parado en medio de la fiesta, mirando a Riya alejarse con una mezcla de enojo y confusión. Sus pensamientos eran un torbellino de emociones, y no sabía qué creer.
Volvió a la pista de baile, pero su alegría se había desvanecido. Buscó con la mirada a Tom, encontrándolo cerca de la mesa donde Ellie dormía profundamente. El pelinegro estaba visiblemente incómodo, observando la escena con una expresión de desconcierto.
Tom se acercó a Jake, notando su cambio de ánimo.
-¿Todo bien? -preguntó Tom, preocupado.
-No, nada está bien. -Jake soltó un suspiro de frustración. -Es mejor que me vaya ahora.
-Te acompaño. -Tom se puso de pie, pero el de cabello azul lo tomó de los hombros y lo miró con seriedad.
-No, Tom. Quédate aquí. Debo volver a casa de cualquier forma y mis padres no pueden verme llegar con alguien. -El chico soltó un suspiro. -De todas formas, gracias.
El de cabello oscuro lo miró sin mucho convencimiento, pero no le dijo nada más y lo abrazó, dando a entender a Jake que contaba con su apoyo.
-Ve con cuidado.
-Lo haré, no te preocupes. -Jake correspondió al abrazo, sintiendo un nudo en su garganta. La plática con Riya en serio lo había deprimido. -Nos vemos...
Jake salió del lugar de la fiesta con la expresión ensombrecida, y seguidamente, dejó el colegio. Caminaba en medio de la oscura carretera que era solo débilmente iluminada por los faroles.
El muchacho caminaba con paso pesado, sumido en sus pensamientos. La conversación con Riya le dejó una sensación de intranquilidad y dudas. No entendía completamente lo que estaba sucediendo, pero sabía que algo no cuadraba.
Mientras caminaba solo por la carretera, el frío de la noche le calaba hasta los huesos. La brisa le revolvía el cabello azul y hacía que su disfraz de Jack se moviera ligeramente. Jake se sintió vulnerable, pero no solo por el clima. La revelación de Riya sobre Ally y la advertencia sobre Hunter pesaban en su mente.
Al llegar a casa, Jake suspiró aliviado por haber llegado sin contratiempos. Entró en silencio para no despertar a sus padres y se dirigió directamente a su habitación luego de lavarse el rostro. Tras quitarse su disfraz y cambiarlo por ropa más abrigada y cómoda, se recostó en su cama, mirando al techo, con la mente llena de preguntas sin respuestas.
Como no podía dormir, decidió bajar a la cocina por un bocadillo para aliviar su hambre. Pero definitivamente no estaba preparado para lo que ocurriría esa noche.
Había sacado un paquete de galletas de una de las alacenas, y cuando estaba por irse, por dos miradas furiosas lo esperaban en la sala de estar. Sus padres lo veían con suma desaprobación y furia desmedida, y antes de que el peliazul pudiera preguntar qué ocurría, lo comprendió cuando su padre le arrojó su diario a sus pies.
Lo habían descubierto.
Sus cuadernos llenos de poemas e historias escritos por él basados en su sufrimiento diario, dónde se desahogaba ayudado de las palabras que les anatemizaban. Confesaba sus más grandes secretos, como mentía, como sufría, como odiaba a su familia. El cómo prefería a los chicos en vez de las chicas.
-Eres una deshonra... ¡Después de cada maldito segundo que hemos sacrificado en tu educación! ¿¡Así es como nos pagas!? -Gritó su madre, despedazando uno de los cuadernos con los poemas del muchacho.
El chico no pudo si quiera reclamar, pues su padre lo tomó del pelo y le dio una bofetada que incluso le sacó sangre de su boca y nariz.
-Es increíble el asco que me das, y pensar que tuve fe en que fueras mejor que tus hermanos... -Su padre volvió a golpearlo en el rostro. -¡Debiste haber muerto tú en vez de esa mocosa, al menos ella era más decente que tú!
Entre gritos de furia y golpes también, la cabeza de Jake palpitaba a causa del estrés y el muchacho no dejaba de maldecir a sus progenitores en su mente. Y hubo un punto de no retorno donde el peliazul no pudo más con su coraje.
-¡YA CÁLLENSE! -los dos únicos adultos le dedicaron miradas tanto de furia como de sorpresa. -¡CÁLLENSE, CÁLLENSE, CÁLLENSE! -Gritaba él, aludido, jalando con fuerza sus propios cabellos. -¡Nunca me alcanzarán las palabras para decirles lo mucho que los odio! ¡Rachel se mató por culpa suya! ¡Shawn se fue por culpa SUYA! ¡Y ahora YO me iré por culpa suya! ¡Siempre hicimos de todo por complacerlos y darles orgullo, pero dejaron bastante en claro que les da igual lo que sea de nosotros, maldición! ¡INCLUSO CUANDO MI HERMANA ESTABA EN SU LECHO DE MUERTE, USTEDES, MALDITOS, NO DEJARON DE REPETIRLE QUE ERA UN ERROR Y UNA DESHONRA HASTA QUE EL MALDITO MONITOR DEJÓ DE MOVERSE!
Por primera vez en todos esos 18 años, Jake expresaba abiertamente a sus padres su ira, odio y decepción contra ellos. Las lágrimas de coraje acumuladas desde hacía años finalmente rodaban sobre sus mejillas mientras el pobre adolescente se desgarraba la garganta en sus gritos de dolor mientras seguía enumerando cada cosa que les hicieron tanto a él como a sus hermanos cuando eran niños.
Como Rachel había sido abusada en la escuela y en lugar de defenderla, sus padres la culparon por haber "provocado" a su profesor.
Como agarraban a golpes a Shawn con aquella desgraciada regla de metal cada vez que hacía el más mínimo error.
Como se deshacían de las cosas de ellos cada vez que descubrían sus intereses o pasatiempo.
Como les robaron su juventud.
Durante muchos años tanto Jake como Shawn estuvieron lamentándose y culpándose por el suicidio de su hermana, diciendo que fue por culpa de ellos que no la habían defendido de sus padres y que por eso las cosas terminaron como terminaron. Pero a diferencia de su hermano mayor, con el pasar de los años, Jake fue madurando y comprendiendo la maldad que existía dentro de sus progenitores y acabó llegando a una conclusión diferente a la de Shawn, quien era perseguido por pesadillas, traumas y culpa.
La culpa no la tuvieron ellos. Ni tampoco la tuvo su pobre hermana.
Fueron sus padres que siempre les exigieron perfección humanamente imposible.
El chico sufrió de los abusos de sus progenitores por casi dos horas hasta que se cansaron, entonces le dejaron tirado en la sala de estar, pero este, a duras penas, consiguió llegar a su habitación, manchando el lugar seguramente con su propia sangre.
Su nariz goteaba carmín y su cuerpo dolía. Buscó debajo de su cama esperando encontrar al menos una de sus cosas, pero fue en vano, no había nada.
Ni siquiera su foto con sus hermanos. Y para Jake, eso fue mucho peor que las marcas moradas y rojas que ahora remarcaban su cuerpo, buscó y rebuscó, sobre su escritorio, entre los muebles, su ropa sucia, su closet, nada. Entre todo lo que le habían arrebatado, aquella foto le dolía mucho más al ser su única ancla emocional que guardaba el recuerdo de su preciada hermana, y ese fue su punto de quiebre.
Tan malherido y desquebrajado como se sentía, reunió las pocas fuerzas que le quedaban para juntar una buena cantidad de ropa dentro de una mochila, y rebuscó entre su armario para asegurarse de llevarse lo suficiente. Sabía que tenía que irse, lo que no sabía era a dónde acudir: para él, ir con Aiden no era una opción, no deseaba causarle molestias a su mejor amigo. Ellie ni siquiera tenía casa, mientras que Tom... no, no podía. Si iba con él, le tendría que explicar todo el asunto con su inestable familia, cosa que no quería hacer porque definitivamente le avergonzaba.
Le avergonzaba ser tan débil y tener una familia tan horrible.
Pensó que con los ahorros que tenía, podría buscar por lo menos un motel y pasar la noche. O si no, dormir en la calle. Lo que sonaba incluso mejor comparado a la idea de seguir en esa infernal casa. Así que Jake no lo pensó más cuando tomó su mochila y la puso tras su espalda, abrió la puerta de su cuarto y empezó a bajar por las escaleras. Tenía el rostro moreteado y golpeado, pero era su menor problema. Ignoró el dolor palpante tanto en su cabeza como en su cuerpo y se dirigió a la salida, cerrando de un portazo.
Jake caminaba con la frente en alto mientras hacía caso omiso a los gritos enfurecidos de sus padres, después de todo poco le interesaba. A partir de ese momento, ellos no formaban más parte de su vida.
Antes de irse, sin embargo, se aproximó hacia la zona del basurero, encontrando efectivamente sus pertenencias completamente rotas. A excepción de una única cosa: su foto. La tomó con cariño entre sus manos y la abrazó, guardándola en su mochila.
Luego de irse, mientras caminaba sacó de su bolsillo su teléfono celular y buscó el número de uno de sus contactos, tenía los ojos inundados de lágrimas así que no podía ver bien los nombres de cada contacto, pero estaba tan ido y lleno de pánico que se limitó a apretar uno, pensando que se trataba de Hunter.
-¿Hu-Hunter? -tartamudeó sin querer, por culpa del nudo en su garganta. -Oye, oye... lamento mucho molestarte a estas horas de... de la noche. -Decía entre sollozos. -Pero, ¿cr-cres que pueda pasar la noche en tu apartamento, por favor? Sé-sé que tú estás al tanto de mi situación...estoy en la plaza central...
No recibió respuesta ya que colgó la llamada sin siquiera revisar realmente el nombre del contacto. Dejó caer su mochila y se sentó en la banca disponible echo bolita. Por muy liberador que hubiera sido finalmente abandonar su casa, las heridas provocadas por sus progenitores dolían y ardían demasiado. Hacía muchísimo frío en el ambiente, todo estaba solitario debido a la hora que era y su única iluminación provenía de los faroles nuevamente.
-Rachel... lo siento...
No podía evitar tampoco delirar, se sentía realmente mal. Era avanzada la noche, casi medianoche, en realidad. Casi se sentía mal de haber llamado a "Hunter" y preguntarle si podía quedarse en su apartamento. Pero era la única persona que conocía su verdadera situación familiar, no podía confiar en nadie más.
-¿Jake?
Al menos hasta ese momento.
Jake se sobresaltó al escuchar su nombre y se volteó rápidamente, esperando ver a Hunter, pero en lugar de eso, se encontró con Tom. El de cabello oscuro lo miraba con preocupación y seriedad, como si pudiera sentir la angustia de Jake (lo que no sería de extrañar debido a las visibles heridas en el de pelo azul).
-¿Tom? ¿Por qué estás aquí? -preguntó Jake, confundido y aliviado al mismo tiempo al ver a su amigo.
-Fuiste tú quien me llamó. Creo que me confundiste con Hunter, ¿verdad? -Tom se agachó para recoger la mochila de Jake y la colocó sobre su hombro.
Jake se sintió como un tonto, avergonzado por la confusión.
-Lo siento. Me equivoqué al marcar el número, estaba un poco fuera de mí...
-¿Qué pasó, Jake? Estás herido y pareces bastante afectado. -Tom frunció el ceño, mirando las marcas en el rostro de Jake y la manera en que se sostenía el costado.
Jake respiró hondo, tratando de calmar su respiración para evitar un ataque de ansiedad. Se limpió el rostro con ambas manos.
-Lo siento, Tom. No deberías estar lidiando con esto. Puedo irme a otro lado, no quiero causarte problemas. -Jake murmuró, aún sintiéndose avergonzado por mostrar su vulnerabilidad.
Tom negó con la cabeza y puso una mano en el hombro de Jake.
-Oye, mírame. -Viéndose incapaz de detener su llanto, el de orbes oscuras contempló a su contrario. Tom lo envolvió en un abrazo de forma cuidadosa, para evitar lastimarlo, y Jake, más que nada por instinto, correspondió. -Necesito que te calmes, ¿okay? -El de orbes cían sintió como el más bajo asentía con la cabeza mientras continuaba sollozando. -No te voy a juzgar por nada, ni hoy, ni mañana, ni nunca. ¿De acuerdo? Así que dime, ¿qué es lo que te pasa?
-Es muy estúpido...
-No puedo ayudarte si no me lo dices, Jake...
Finalmente, el nombrado soltó un suspiro entrecortado y se separó por unos segundos del abrazo de Tom. Lo miró a los ojos y le hizo prometer que no le diría a nadie absolutamente nada de lo que le iba a contar en ese momento. Y tras recibir un asentimiento de cabeza por parte del jugador de fútbol, el chico se animó a contar de principio a fin lo que sucedía en su casa: desde los abusos recibidos desde que era un niño, cómo tuvo que ver a sus hermanos siendo igual o peor maltratados que él.
Jake relataba los abusos físicos y verbales que había sufrido desde entonces, la falta de apoyo emocional, y cómo sus padres habían destruido cualquier cosa que él valoraba. La tristeza y la desesperación en su voz resonaban en el tranquilo rincón de la plaza central donde compartían esta conversación íntima.
Tom escuchaba en silencio, asimilando cada palabra de Jake. El peso de su historia, las cicatrices visibles e invisibles que llevaba consigo, todo eso dejaba a Tom sin palabras. Se dio cuenta de la fortaleza que tenía Jake al sobrevivir a todo eso, pero también se sintió impotente al no poder cambiar su pasado.asta llegar a la parte en que confesó la existencia de su hermana mayor, ya fallecida.
-Yo tenía... una hermana mayor, aparte de mi hermano mayor Shawn. Ella era la única niña de la familia así que ella se llevó la peor parte de todos los abusos. -Jake ni siquiera veía la expresión horrorizada en el rostro del de cabello oscuro, pues mantenía su vista fija en el suelo mientras derramaba lágrimas silenciosas. -Conforme pasaban los años, me di cuenta que Rachel estaba mucho más delgada de lo normal, pero como tenía 8 años cuando ella murió, nunca supe el motivo de su delgadez hasta que crecí: mis padres le repetían tantas veces que estaba gorda que se le generó ese miedo de engordar, dejó de comer como era apropiado y se volvió anoréxica.
-Jake... ¿Cómo es que pudieron vivir con esas personas tan horribles?
-No pudimos, Tom. Al menos ella no... -Jake se limpió la nariz con la manga de su suéter. -Un día durante un paseo familiar, mis padres de nuevo estaban reclamando algo que ya ni recuerdo, ella estalló en ese instante y corrió a la carretera, tirándose sobre el primer auto que pasó.
-Dios...
-Pero el doctor que la revisó en el hospital, dijo que ella moriría tarde o temprano. -confesó el de cabello azulado. -Pues la anorexia que tenía ya la estaba matando lentamente. Aunque acabó perdiendo la vida por la contusión cerebral del golpe recibido ante el impacto del auto contra el que se arrojó. Rachel lo sabía: solo seríamos libres si acabábamos con nuestra propia vida. Por eso mi hermano se fue de la casa, 5 años después de la muerte de Rachel. Quedándome yo solo con esas desagradables personas.
-Jake... -Tom lo abrazó, sumamente aturdido y horrorizado por aquella confesión. Jamás creyó que pudieran existir personas tan horribles como los padres de Jake. -Lo siento tanto, no tenía idea.
-No pidas perdón. Nadie lo sabe, en realidad. Solo tú y Hunter están al tanto de esto, eres especial para mi, por eso es que te confío esta información...
El de cabello oscuro se quedó inmóvil por unos momentos, sin pronunciar palabra. Estaba en medio de un debate interno, ¿Debería decirle él lo suyo ya que Jake se había sincerado? No... Era muy pronto.
"Pero él... No es como el resto"
-Jake. -el nombrado soltó un "Mmh" dando a entender que lo escuchaba. El chico jugaba con sus dedos y miraba al suelo como si fuera lo más interesante del mundo. -La verdad es que no eres el único que perdió a alguien especial de esa forma.
El de cabello azulado dejo de jugar con sus dedos y lentamente levantó la cabeza para ver al pelinegro, quien lo veía con una mirada nostálgica.
-Tom... -El de ojos cían de dió la vuelta, dándole la espalda. Y Jake alcanzó a verlo quitarse la mascarilla negra que cubría la parte inferior de su cara. -¡Tom! ¿Qué estás haciendo?
-Si tu puedes confiar en mi... Yo puedo confiar en ti. Ya no necesito esto. -declaró el de cabello oscuro, dejando caer en el piso su mascarilla negra.
Se dió la vuelta de nuevo, está vez para ver a Jake, y...
-Wow... -exclamó por lo bajo.
Jake, en ese momento singular, contempló el semblante de quien se había convertido en un pilar fundamental en su vida. En esta ocasión, no existían máscaras que sirvieran de barrera entre ellos.
Resultaba asombroso cómo ahora podía describir con precisión cada rasgo de su rostro: unos ojos cían de una belleza impactante, cejas meticulosamente acomodadas, un cabello negro y sedoso que caía con gracia y coquetearía sobre sus hombros, y un conjunto de cicatrices que adornaban exclusivamente la parte inferior de su rostro. Los labios, finos y sonrosados, conferían a Tom una apariencia verdaderamente atractiva.
-Cuando teníae entre 7 y 8 años, yo vivía en Inglaterra con mis padres y lo hermana menor, Fiore. Que era muy pequeña por ese entonces. -Tom suspiró. -Estas cicatrices son producto del accidente automovilístico que le arrebató la vida a mis padres, y solo yo y Fiore sobrevivimos.
-Tom... Entonces por eso escondías tu rostro con esa mascarilla. -Jake, a como pudo, se puso de pie y se acercó al azabache. Quien se cruzó de brazos.
-Me sentía horrible con estas condenadas cicatrices. Y más de un niño me llamó "monstruo" o "abominación". Eso incluye a Riya... Por eso me oculté con esta mascarilla prácticamente toda mi vida.
-Wow...
-Ya lo sé, me veo horrible. No tienes ni que mencionarlo... -murmuró, algo decaído.
-Tom... Eres hermoso. -Jake tomo entre sus manos el rostro del más alto y le sonrió con dulzura. El pelinegro estaba notoriamente sorprendido, ¿Que acaso no le provocaba asco? No podía entender, estaba tan acostumbrado al rechazo que no esperaba esa respuesta para nada...
-¿Tu crees?
-Literalmente, Hermoso es una palabra, y tú el significado. -Jake no dejó a Tom si quiera procesar sus palabras cuando tomó la iniciativa de robarle un pequeño pico de los labios. -Eres diferente a los demás, y eso es lo que te hace hermoso.
El de ojos cían sonrió, ya más tranquilo.
-Tu también eres hermoso, Jake.
-Eso quisiera...
-Pero lo es. -Tom lo abrazó y le plantó un beso en la mejilla al de cabello azulado. Al no verse rechazado por el gesto, aprovechó y también besó sus labios con suavidad (Jake estaba rojo como un tomate pero en ningún momento se apartó). -Gracias por todo. Te debo una.
Cuando volvió a envolverlo en un abrazo, Jake sonrió con algo de culpa en su interior y abrazó a Tom de la misma forma.
-No me debes nada, Tom. -"Al contrario, soy yo quien te debe todo a ti". -Te quiero muchísimo...
Y fue en ese instante que Jake se dió cuenta de lo muchísimo que le iba a doler perderlo, prometiéndose así mismo dejar la apuesta de una vez por todas.
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Si el cap les parece algo incoherente en algunas partes fue porque lo escribí a la carrera 😔 prometo después hacer correcciones.
Nuevos Headcanons:
-Tom y Fiore son hermanos de sangre únicamente por parte de su madre.
-Miriam es la abuela materna de Tom y Fiore, así que cuando sus padres murieron, estos fueron mandados a vivir con su abuela en Canadá. Cabe destacar que Tom es canadiense por parte de su madre e inglés por parte de su padre. De Fiore no se sabe.
-Hunter sabe de la situación familiar de Jake ya que cuando el accidente de Rachel se produjo, fue en Montreal (y los dos tenían 8 años). De hecho fue este mismo accidente el motivo de su mudanza a Toronto.
-James se disfrazó de Wonka únicamente para sorprender a Aiden (Lake fue quien me dio la idea debido a que la chica estaba al tanto del fanatismo del bicolor a Timothée Chalamet)
-Jake no volvió a cortarse el cabello después de lo sucedido con Rachel, pues si hermana siempre le hacía trenzas. El verdadero "el cabello guarda memorias".
Aguanten los memes de la historia JAJAJA
A partir de acá empiezo a hacer memes de la historia más que nada x hacer feo
Noseeditarasiquenojuzguen
Es trabajo honesto 🙏🏻
Si alguno quiere hacerlo pues claro, ta bien, solamente recordar dar créditos 💗
Honestamente ansiaba que llegáramos pronto a esta parte de la historia porque es el cspitulo por el cual empecé a escribir el fic, de hecho JAJA así que estoy satisfecha con mi trabajo (momento BayMax)
También recordar que pueden ver mis dibujitos en mi perfil :D
¿Que les gustaría ver en el próximo capítulo?
Eso es todo, nos vemos pronto 😉
A propósito ¿Soy la única que puso temporizador para el estreno de mañana? Quedan 26 horas y 06 minutos jjajsjjahsjdhs.
Imaginen el trauma, tienes 8/13 años (Jake/Shawn) y ves a tu hermana darse auto misericordia de la vida... Creo que sí me pasé 😔
Para ser honestos, esto no es ni la mitad de trágico que el pasado de la antagonista de mi novela 🥰
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