⏳️¬We Are Not Daiting... Yet¬⏳️
Altas ganas me dieron de dibujar a Aiden como Mégara, a James de Hércules y a los demás como las muzas (o como se llamen las de fondo jajshdj)
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꧁༺ 𝓒𝓪𝓸í𝓽𝓾𝓵𝓸 11 ༻꧂
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Aiden:
Amo a Jake, en serio. Es de mis mejores amigos, pero hay tantas cosas que me oculta que hace que me preocupe demasiado.
Él ha estado a mi lado desde que entramos a la secundaria, es decir, desde hace 5 años. Fue el primer amigo que hice aquí además de Lake, y es por ello que le tengo tanto aprecio.
Pero él... Realmente me preocupa.
Desde hace unos años él siempre ha llegado al colegio con heridas muy graves que han tardado más de un año en cicatrizar por completo. Hace un año atrás, de hecho, Jake se ausentó por un periodo de 3 meses y ni Ellie ni yo supimos nada de él sino hasta su regreso.
También su hermano mayor Shawn, que solía cuidarnos cuando salíamos juntos, tenía heridas muy extrañas y jamás nos quiso decir el motivo de ellas. Del lado izquierdo del rostro tenía una una cicatriz de quemadura que parecía muy grave. Debajo de su mejilla también tenía una cicatriz, pero era más pequeña y parecía echa con algo filoso.
Ellos dos siempre estaban lastimados.
Y no fue sino hasta unos años después que Jake nos confesó el motivo a mi y Ellie.
-La verdad, tenemos algún que otro problemita con nuestros padres. No nos llevamos bien. Son algo estrictos con nosotros, pero no es para tanto ¡Ellos nos aman! Son nuestros padres, después de todo.
La cara de Shawn ante sus palabras, sin embargo, daba a entender lo contrario. Pero ni Ellie ni yo teníamos derecho a preguntarles más al respecto.
Eso no evitaba que me preocupara por Jake, sobre todo por las cicatrices que tiene en sus brazos y piernas. Le avergüenzan tanto que por eso empezó a usar manga larga. Y cada vez que lo veo a él y su expresión cansada, no puedo evitar preguntarme en qué clase de entorno familiar se criaron él y Shawn.
-¿Estás bien? -sali de mi trance cuando escuche la voz de Tom, quien me veía sin expresión. Tal vez por la mascarilla.
-Si, lo siento. Solo estaba pensando.
Antes de que pudieramos continuar la conversación, la enfermera salió de la habitación donde Jake estaba. Yo y Tom nos pusimos de pie rápidamente, ansiosos por conocer la situación.
-Jake está estable ahora. Despertó y se encuentra consciente. Parece ser un desmayo repentino, pero vamos a hacerle algunos exámenes para descartar cualquier problema subyacente. Pueden verlo unos minutos, pero traten de no agitarlo demasiado.
Entre él y yo compartimos un vistazo de alivio mientras seguíamos a la enfermera hacia la habitación de Jake. La preocupación persiste, pero al menos hay un respiro momentáneo.
-Algo más. -la mujer rubia nos mira a los dos con suma seriedad. -¿Saben si Jake ha estado comiendo bien?
Me tensé ante la pregunta, pero niego con la cabeza.
-Ultimamente se salta muchas comidas y cuando come, no toca ni la mitad de la comida.
-Es cierto, cuando desayunamos juntos solo lo ví comer una manzana y algo de agua. -añade Tom, con el entrecejo fruncido.
-Eso no está bien...
-¿Que sucede, enfermera? -yo estaba muriendo de preocupación.
-No puedo estar segura, es una hipótesis. Pero temo que su amigo esté sufriendo un trastorno alimenticio.
___
Cuando nos adentramos en la enfermería, Jake estaba tumbado en una de las camillas con la vista clavada en el techo, como si fuera lo más intrigante del mundo. Tom se acercó a él y lo miro muy molesto, pero yo sabía que estaba preocupado.
-¡Jake! ¿Ya ves lo que pasa cuando te saltas comidas? -empezo a regañar. Jake frunció el ceño, tallandose los ojos.
-No me grites, ¿Ok? Puedes darme el sermón a murmuros. La cabeza me da vueltas.
-Es que tú también, Jake. -me acerqué a él, Tom se cruzó de brazos y no le quito la vista de encima. -Te he dicho siempre que aguantar hambre de hace mal, ¿Pero me escuchas alguna vez? Claro que no.
-Oigan, ya lo sé. Y lo lamento ¿Okay? Estuvo mal, no debí preocuparlos así.
-No es por eso, Jake. Es porque nos preocupa tu salud. Pero nunca dices nada al respecto, sé que algo te ocurre, que algo está mal en tu familia y dentro de esa casa, ¿Por qué no nos dices lo que es?
Reclame, sentía mis ojos húmedos y una gran frustración me invadía. Conocía desde hacía años a Jake y me resultaba tedioso saber que a estas alturas, seguía sin confiar en mi.
Pero cuando volví a verlo, él estaba derramando lágrimas en silencio.
-Porque es muy estúpido... -decía entre lágrimas. Tom se acercó a él, sentándose en la orilla de la camilla y abrazándolo. Yo hice lo mismo y le di toda mi atención. -No debería llorar por cosas como estas, soy un tonto...
-Pero, ¿Qué cosas, Jake? -Tom lo fulminó con la mirada.
Antes de que pudiera responder nada, la enfermera Ashley regresó y nos pidió retirarnos para que ella pudiera hablar con Jake. No sabía de qué iban a hablar, pero suponía que era algo relacionado con el posible trastorno de Jake.
Ese chico tiene problemas...
Así que Tom y yo no tuvimos de otra más que irnos de la enfermería. En contra de nuestra voluntad, claro está.
El resto del día en clases fue un completo caos para mí. No podía concentrarme, solo pensaba en Jake y en lo que la enfermera había insinuado sobre un posible trastorno alimenticio. Más tarde ese día, al ver a los padres de Jake llevándoselo a la salida solo aumentó mi preocupación. Su expresión parecía más apagada que nunca. Y aunque trate de acercarme para preguntar por su estado actual, sus padres me evadieron, como si quisieran evitar recibir preguntas.
Intenté hablar con Ellie sobre lo que sucedió en la enfermería, mandándole un mensaje, pero ambos estábamos igual de desconcertados. Decidí que al día siguiente buscaría a Jake para hablar seriamente sobre lo que estaba pasando en su vida.
La noche fue larga, llena de pensamientos inquietantes sobre mi amigo. No podía ignorar la posibilidad de que Jake estuviera sufriendo más de lo que estaba dispuesto a revelar. La confianza que compartíamos desde hace años me hacía sentir aún más responsable por no haber notado antes sus luchas internas.
Al día siguiente, busqué a Jake en la escuela, pero no lo encontré. Intenté mandarle mensajes, pero no obtuve respuesta. La preocupación no dejaba de crecer en mi, pero no es como si pudiera hacer algo al respecto.
Finalmente, unos 3 días después, recibí un mensaje de Jake. Y no estoy seguro de si deba preocuparme o aliviarme.
-¿Era Jake? ¿Cómo está?
-Ah... No lo sé, me dijo que está bien pero tengo mis dudas. -respondi a Ellie. Ambos estábamos almorzando en el comedor del instituto, y si, Ellie estaba conmigo. Ya se había recuperado de su bajonazo emocional gracias a que arreglo las cosas con Gabby. ¿Cómo? No lo sé, pero me alegra que así sea.
Lo único que no entiendo es por qué aún no son novias. Se nota a mares que se gustan.
-¿Deberíamos pasar a verlo? -me pregunto, viéndome angustiada. Yo medite por unos segundos, pero finalmente negué con la cabeza.
-No creo que sea una buena idea, podríamos causarle más problemas de los que ya tiene. -razoné. A lo que ella me dió la razón. No sé que me iba a decir, porque en ese momento el profesor de comtabilidad, Connor, nos sorprendió.
-Hey, chicos. -Ellie y yo nos volvimos a ver hacia atrás, dónde el profesor nos miraba con una sonrisa nerviosa.
-Hola profe, ¿Pasa algo?
-Oh, nada en particular. Solamente quería preguntar ¿Sabrán dónde está Riya, de casualidad?
Ellie y yo compartimos miradas entre nosotros. Lo cierto es que no teníamos idea, llevábamos un tiempo sin hablar desde lo ocurrido en la fiesta y normalmente solo la topabamos por los pasillos, dónde nos saludaba con una sonrisa más falsa que la de los políticos en sus fotos de campaña.
-No, no la hemos visto. ¿Quiere que le diga que la busca? -digo, a lo que el profe se puso aún más nervioso.
-No, no. Está bien así. Gracias de todas formas, chicos.
Luego de ver al profesor marcharse, Ellie y yo nos vimos entre nosotros de nuevo, seguramente pensando lo mismo: Riya lo tenía comiendo de su mano cuál perro.
-No se de que me sorprendo, la verdad. -oi suspirar a Ellie, a lo que yo me encogí de hombros sin saber con exactitud que responderle.
En ese momento, me distraje al contemplar a James a la distancia. Estaba hablando con Yul y Kai, por lo que pude ver. Aunque Yul de veía alterado y no dejaba de gritar algo mientras Kai y James se reían. Me sentí como un completo tonto al sonrojarme de solo mirarlo.
-No me digas, ¿Tu también ya perdiste? -Ellie me miró con su típica sonrisa, a lo que yo chaquee la lengua, avergonzado y molesto, sin devolverle la mirada.
-Cállate, es mentira. No me podría gustar alguien como él. -repuse. Pero sentía mis mejillas arder, lo que me irritaba incluso más.
-¿Y por qué no? Ha Sido relativamente bueno contigo. Además ¿No te da curiosidad el tipo de relación que pueden llegar a tener si le das la oportunidad?
-Claro que no porque ya lo sé, ya tenemos una relación y no es ni siquiera de amigos.
-Pero podrían tenerla.
-Pero yo no quiero.
-Pero deberías porque se nota que te trae ganas.
-No le tengo ganas y no podrías probarlo.
-¿Que?
-¿Que?
-Ugh, eres un pendejo. -miré indignado a Ellie, cruzando los brazos. -Apostaria todo el dinero que tengo a qué en menos de un mes estarán comiéndose la boca.
-Ya no más apuestas, por favor. -suelto un suspiro. -James no me gusta y punto final del asunto.
-Deja de contradecirte, sí hasta tu mismo lo dijiste esa noche en la pijama.
-¡Dije que lo llegue a ver atractivo, no que me gustaba!
-¡Es la misma mierda!
Ellie seguía insistiendo, pero yo me mantenía firme en negar cualquier posible enamoramiento hacia James. La verdad es que me sentía incómodo con la idea, aunque no podía negar que su presencia me afectaba más de lo que quería admitir.
Ellie continuaba insistiendo, y yo seguía tratando de negar lo que realmente sentía. Sin embargo, su amiga no estaba dispuesta a dejarlo pasar.
-Aiden, sé que hay algo más. No puedes simplemente descartar lo que sientes por James. ¿Por qué no admites que te afecta de alguna manera?
Mi resistencia se debilitaba frente a la persistencia de Ellie. Suspiré y finalmente confesé:
-Está bien, quizás me afecta un poco, pero no significa que me guste en ese sentido. Solo es... complicado.
Ella sonrió victoriosa, sabiendo que estaba obteniendo una verdad que yo mismo estaba tratando de evitar.
-Aiden, a veces las cosas no son tan simples como parecen. No tengas miedo de explorar tus sentimientos. ¿Y si descubres que hay algo más entre tú y James?
-No lo sé. No creo que pueda permitirme eso.
La conversación sobre mis sentimientos hacia James se volvía más complicada de lo que esperaba. Aunque intentaba negarlo, la verdad era que algo había cambiado y no podía ignorarlo por más tiempo.
Mientras continuábamos nuestra charla en el comedor del instituto, la imagen de Jake y sus problemas seguía rondando mi mente. La preocupación por mi amigo y las emociones confusas respecto a James creaban un torbellino en mi interior. Sin embargo, estaba decidido a enfrentar las situaciones y ser honesto conmigo mismo, aunque eso significara lidiar con verdades incómodas.
Así que hice una estupidez, una grande.
___
Omnisciente:
Si había algo que de verdad Rosa María no lograba entender, era la conducta de James hacia Aiden. Al menos en el pasado.
Antes lo veía siempre hablar de lo molesto y quisquilloso que le llegaba a resultar el chico de cabello bicolor, y era increíblemente molesto para Rosa escucharlo día si y noche también oírlo quejarse de él. Ahora, era diferente: pues en vez de quejarse de Aiden, James de dedicaba a observarlo desde lejitos con la mirada perdida mientras suspiraba.
Estaba enamorado, eso era obvio.
-Parece que delira. -comenta Lake, quien estaba sentada al lado de Daniela. En esos momentos estaban recibiendo clase de informática con Noah, ellas dos junto a Rosa María, James y también Aiden, quien estaba sentado unas mesas más lejos en compañía de Ellie.
-Deberia declararse si tanto le gusta. -añadio Daniela, viendo al moreno algo fastidiada. -No creo poder soportar otra videollamada a las 3 de la mañana de James hablando como un tonto de Aiden.
-Yo tengo un plan, pero no tiene garantía. Todo dependerá de lo que diga Aiden. -dijo entonces Rosa, con una sonrisa traviesa. Las otras dos la miraron con mucho interés.
-Dejame adivinar, ¿Una cita arreglada?
-Algo así.
-¡Shhh! ¡Guarden silencio y absténgase de comentarios que no estén relacionados con mi clase! -exclamó entonces el docente. -Eso va especialmente para ustedes, señoritas Moreno, Hernández y Müller.
-...Lo sentimos profe.
Cuando el maestro se volvió de nuevo hacia la pizarra para retomar su clase, Rosa les susurró a las dos chicas a su lado.
-Escuchen, este es el plan.
[...]
Cuando fue la hora de la salida, es decir, las 4 de la tarde, Aiden se encontraba en su casillero, terminando de guardar sus cosas en su mochila. No muy lejos de ahí, aguardaba James, acompañado por las chicas.
-¿Están seguras de esto? -preguntó el brasileño, algo dudoso de las intenciones de sus amigas.
-¡Obvio que si! Tu ve sin miedo. No hay fallas en este plan. -asegura Rosa, con las manos en la cadera y una radiante sonrisa.
-Conozco a Aiden desde hace tiempo, no creo que rechace esto. -añade Lake, con una sonrisa. Era abrazada por Daniela, quien se veía algo adormilada. Por ella fuera se habría ido de una vez a su casa, pero quería saber en que terminaba el chisme de esos dos.
-...Okay, vamos allá.
Finalmente, James consiguió el valor que necesitaba para dar un paso al frente y dirigirse hacia el de tez aperlada, quien estaba a punto de marcharse cuando James se le acercó.
-Oye, Aiden. -el nombrado de volteo para ver al moreno, con una expresión que demostraba su sorpresa.
-Hola, James. -los dos estaban tan nerviosos que no notaban que el contrario estaba igual de nervioso. -¿Pasa algo? Crei que te habías ido, sueles irte de primero.
-Si... Yo estaba esperándote. -Aiden se esforzó por controlar el sonrojo en su cara. -Queria saber si tenías planes para mañana.
-¿Mañana? Pues... No, la verdad no. - "Iba a ver por millonesima vez Doctor Stone, así que no me salgas con alguna huevada." Pensó, para rematar la frase.
-¿No te... Gustaría venir al cine?
-¿Contigo? -Aiden no se mostró completamente convencido al respecto y James se maldijo mentalmente.
-¿Sa-sabes que? Fue una idea muy tonta, perdón. Yo ya me voy. -el de tez morena de disponía a retirarse cuando Aiden lo tomó por sorpresa con su respuesta.
-¡No, no! No quise decirlo así. -el de menor estatura soltó un suspiro, y James reparó en el pequeño sonrojo que tenía este en sus mejillas. -Solo no esperaba esa propuesta por parte tuya, ah, la verdad a mi me da igual.
-¿En serio? -el rostro de James de iluminó con algo de esperanza.
-Ajam... -Aiden cruzo los brazos y desvió la mirada, estaba sumamente avergonzado. -Pero no me mal entiendas. Solamente trato de darte una oportunidad porque mi amiga insiste.
-No hay problema, siempre que podamos pasar el rato juntos. -la sonrisa de James acabo abrumando al más bajo, quien, ahora sí, era un auténtico tomate.
-¡Ya me voy, adiós!
-¡Espera! ¿A qué hora...?
-¡Después lo hablamos por mensaje, adiós!
A James apenas y le dió tiempo de procesar lo que pasó, y ni siquiera pudo reclamarle algo a Aiden, pues este salió corriendo como si el diablo fuera tras él y no le costó mucho perder de vista al moreno. Contrario a su confusión, Daniela, Lake y Rosa vitorearon la victoria de su amigo.
James regresó a donde estaban las chicas con una gran sonrisa en el rostro.
-¡Chicas, lo logramos!
Rosa, Lake y Daniela celebraron su éxito con alegría.
-¡Se ven adorables juntos! -exclamó Daniela.
-Ahora solo falta que disfruten de la cita. -añadió Lake.
-Esto va a ser épico. - dijo Rosa con una risa juguetona.
La conspiración de las chicas había tenido éxito, y ahora solo el tiempo diría qué depara para Aiden y James en su peculiar "cita".
[...]
Cuando Aiden le contó a su hermana sobre su """cita""" con el latino, tuvo que esperar 20 minutos en lo que Emma dejaba de reírse de él.
Emma finalmente se calmó, secando las lágrimas de risa mientras miraba a su hermano con incredulidad.
-Espera, ¿estás diciendo que aceptaste salir con James solo porque Ellie te convenció?
Aiden se encogió de hombros, avergonzado.
-No sé, fue todo muy rápido, y no quería herir sus sentimientos. Además, Ellie insistía tanto...
Emma soltó otra risotada.
-Eres un caso perdido, escuincle. Pero bueno, tal vez no sea tan malo. ¿Quién sabe? Podría ser divertido.
Aiden frunció el ceño. -No te burles, Emma. No es divertido. Y ni siquiera estoy seguro de por qué accedí.
-¿Quizás porque en el fondo te gusta un poco? -sugirió Emma con una mirada pícara.
-¡No! ¡No me gusta para nada! Solo quiero que esto pase rápido y sin complicaciones.
Emma le dio una palmadita en el hombro.
-Bueno, buena suerte con eso. Solo recuerda, a veces las cosas toman caminos inesperados.
Aiden ya mejor ni le hizo caso a la mayor y se dedicó a prepararse para su salida. Ese sábado hacía algo de frío, así que optó por un suéter rojo abrigado y un pantalón buzo gris.
Salió de su casa apresurado tras haberse despedido de su sombría hermana, quien había vuelto a su actitud usual cuando se le pasó la risa con lo de James.
Aiden caminaba rápidamente hacia el cine, tratando de mantenerse abrigado en el frío día de sábado en Toronto. El viento soplaba, haciendo que se acomodara mejor su suéter rojo mientras se acercaba al lugar de encuentro.
Cuando llegó al cine, vio a James esperándolo afuera. El moreno llevaba una chaqueta negra y una sonrisa nerviosa en el rostro.
-Hola, Aidenecia. - saludó James, tratando de ocultar su propio nerviosismo.
-Hola, James. - respondió el de tez aperlada, forzando una sonrisa. - ¿Cuál película vamos a ver?
-Juré no haber mirado la cartelera antes de proponerte esto. - admitió James, rascándose la cabeza. - Pero ¿Te gustaría ver algo de terror?
-Ah... -el chico se mostró nervioso. No le gustaban las películas de terror, le provocaban demasiado miedo. Pero no lo admitiría en frente de su 'rival'.
-¿Que ocurre? ¿Te asustan?
-¿Qué? ¡No! Obvio no. -Lo último que quería el E-Boy es que James lo tachará de gallina. -...Terror está bien. - aceptó Aiden. - Pero elige tú, realmente me da igual.
James asintió y ambos entraron al cine para comprar las entradas. Después de comprar las entradas, se dirigieron hacia la sala y encontraron sus asientos. La película de Terror que eligió James comenzó, pero pronto se dio cuenta de que ambos estaban tan nerviosos que apenas prestaban atención a la pantalla.
-¿Te encuentras bien, Aiden?
Aiden se removió incómodo en su asiento, tratando de disimular su nerviosismo.
-Sí, solo... estoy un poco tenso, supongo.
James le lanzó una mirada pícara, y la película continuó su curso. Sin embargo, a medida que avanzaba, Aiden se encontraba cada vez más inquieto. Cuando llegó la escena impactante, involuntariamente saltó sobre James, agarrándose del brazo.
-¡Ah! ¡Lo siento! -exclamó Aiden, visiblemente avergonzado, mientras se separaba rápidamente.
James lo miró con sorpresa, pero luego una sonrisa divertida se formó en su rostro.
-¿Te asustan las películas de terror, Aiden?
Aiden negó rápidamente, aunque su expresión delataba lo contrario.
-¡No, para nada! Solo... fue un reflejo, ya sabes.
James rió suavemente.
-No te tienes que avergonzar de eso. ¿Quieres que salgamos?
-Pfft... ¿que? Si. -sin siquiera dejar al moreno decir nada más, Aiden se puso en pie aun llevándose las palomitas que había comprado, y James lo siguió, sin dejar de reír.
-Por Dios, eres un tonto. De haberme dicho que te daba miedo habríamos visto algo diferente. -Aiden rodó los ojos. -O no me digas, ¿te daba vergüenza que te viera tener miedo?
-Cállate. -le espetó Aiden, con las mejillas rojas a causa de la vergüenza. El más pequeño encaró al de tez morena, con una expresión de mortal seriedad, que contrastaba bastante con la sonrisa socarrona del más alto. -Y si le dices a quien que me viste así, ten por seguro que te mato.
-No te preocupes, lindo, mis labios están sellados. -sonrió con coquetería James, haciendo el gesto de cerrar su boca con una cremallera.
-¿¡C-como me dijiste!?
-Te dije lindo, ¿algún problema con eso?
-¡Sí, que no me gusta!
-Pero es verdad.
-¡Qué no!
-¿entonces estas diciéndote a ti mismo feo? Eso no está bien, deberías trabajar un poco más en tu amor propio.
-¡Ya no te aguanto, solo Cállate!
-Cállame. -desafió James, sin dejar de sonreír y acercándose de forma peligrosa al rostro del más bajo. Aiden estaba rojo a más no poder, y la gente a su al rededor no dejaba de confundirlos con una pareja de novios.
-Eres un idiota. -dice el menor, poniendo su mano en el rostro de James con la intención de apartarlo, provocando que este se riera con ganas.
Aiden intentó mantener su compostura, pero la cercanía de James y su actitud desafiante lo desconcertaban. Mientras caminaban por el pasillo del edificio, Aiden se detuvo repentinamente y miró a James con seriedad.
-Esto no significa nada, ¿entendido? Solo estamos aquí para ver una película.
James le lanzó una mirada juguetona.
-Claro, Aidenecia. Solo amigos viendo una película de la que tú mismo escapaste.
Aiden bufó y continuaron caminando hacia el área de descanso. Aunque se esforzaba por mantener las cosas informales, la química entre ellos era evidente. La gente a su alrededor los observaba con curiosidad, confundidos por la mezcla de tensión y complicidad.
Finalmente, encontraron un lugar para sentarse y se sumergieron en una conversación más relajada. James no dejaba de hacer comentarios juguetones, mientras Aiden trataba de mantenerse serio.
La noche continuó con risas y charlas, y Aiden se sorprendió al darse cuenta de que, a pesar de todo, estaba disfrutando de la compañía de James. La película de terror quedó en segundo plano, y la salida tomó un rumbo inesperado pero agradable.
Al salir del cine, el frío de la noche los envolvía, pero Aiden notó que no le molestaba tanto. James le ofreció su chaqueta para abrigarse, y aunque Aiden inicialmente dudó, terminó aceptando.
Caminaron juntos por las iluminadas calles de Toronto, compartiendo risas y anécdotas. Aiden se dio cuenta de que, a pesar de sus diferencias iniciales y la situación peculiar de su "cita", James era alguien con quien podía ser él mismo.
Al despedirse, James le dedicó una sonrisa amistosa.
-Gracias por la noche, Aiden. Fue divertido.
Aiden sonrió de vuelta, sintiendo que quizás las cosas no eran tan complicadas como pensaba. Mientras regresaba a casa, reflexionó sobre la posibilidad de que esta "cita" con James podría haber sido el comienzo de algo inesperado y especial.
Tal vez merecía la pena.
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Jaiden me da mil años de vida
KQNDKDJDPWHDPWHDÑDHOEJE ESTA SEMANA SE ME CAYERON MUCHOS ÍDOLOS POR LA LISTA DE EPSTEIN 😔😔😔.
NO SOLO JIM CARREY O ESA GENTE, BANDA, MI ACTOR FAVORITO Y CON EL QUE CRECÍ ESTABA AHÍ.
Bob Saget es el último nombre de la imagen previa. Él era actor en una serie llamada Full House y Fuller House con la que crecí, yo amaba verlo, y ahora no sé qué pensar 💔 solo espero que haya sido como Michael Jackson y no este involucrado en tales crímenes, pero ls verdad muchas cosas indican lo contrario, lo que me parte el corazón...
En fin, muchas gracias por el apoyo a la historia gente 💞 les dejo aquí un regalo y un reto: ¡adivinar de qué se tratarán los siguientes capítulos!:
Nos vemos pronto *finge que no le duele lo de Bob Saget*
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