🩹•Dada's Boy•🩹
El himno de Jake, Shawn y Ellie ☝🏼 (recomiendo escuchar antes de leer para que entiendan la letra y el capítulo).
Episodio del pasado de Jake.
¡advertencia! Tocaré temas fuertes que trataré de abordar de una forma realista.
______________________
꧁༺ 𝓒𝓪𝓸í𝓽𝓾𝓵𝓸 12 ༻꧂
______________________
Jake:
Cuando la enfermera Ashley dijo que llamaría a mis padres para que me llevaran a casa, supe instintivamente que estaba muerto.
Lo peor de todo eso fue ver el rostro que desaprobación que me dieron en cuanto vieron el estado en que me encontraba, estaban furiosos. Pero mantenían siempre esa fachada de padres amables y cariñosos en público.
Al entrar por la puerta de esa condenada casa, sin embargo, todo se volvía el mismísimo infierno.
Las cosas no eran igual desde la muerte de mi abuela, pues fue otro detonante para que eventualmente perdiera el apetito. Me deprimía demasiado. Y no siquiera podía desahogarme con esas personas mal llamadas padres.
Cuando nos dieron la noticia de su muerte, se tuvo que contactar a un abogado que nos citaría para leer el testamento de la abuela, unos cuantos días despues de lo que paso en el instituto. Mi padre heredó bastante dinero y unas cuantas tierras para variar. Sin embargo, el infierno empezó cuando el abogado leyó lo siguiente.
-"...Y a mi querido nieto, Jake Allen, le dejo una de mis cuentas bancarias para que pueda abastecerse todo lo que necesite para poder estudiar esa carrera que tanto ansía."
Yo me sentí feliz y culpable a la vez. La abuela ya había hablado de dejarme una de sus cuentas una vez falleciera porque temia que mis papás no me apoyaran para estudiar mi carrera en el mundo de la pastelería y la moda. Más de una vez le dejé en claro que me importaba mucho más su estado de salud. Pero parecía que había hecho caso omiso a mis peticiones.
Habría festejado por ello, pero tan pronto hablo el abogado, mis padres estallaron en gritos de furia contra mi y el resto de mi familia no hizo más que reclamar. Aquello me hacía sentir frustrado, ¿Por qué no tenía yo derecho de heredar mínimo una cosa de mi abuela cuando ellos hasta terrenos les dieron? ¡Ni siquiera se lo había pedido!
El único que hizo el ademán de defenderme fue Shawn (quien obviamente estaba presente, pues es parte de la familia) , pero no es como que pudiera hacer mucho. El no se llevaba bien con nadie de mi familia al igual que yo, y su relación con papá era especialmente inestable.
Cuando se harto de compartir gritos con padre, mi hermano me tomó del brazo y empezó a jalonearme lejos de ahí, no tardamos mucho en salir de la oficina del abogado, y me hizo subirme a su motocicleta para marcharnos de ahí.
Shawn era un mar de lágrimas incluso peor que yo, y verlo así me provocaba una punzada en el pecho.
Mi querido hermano mayor siempre se había guardado todo para él mismo, ni siquiera conmigo hablaba las cosas. El decía que era porque yo era muy niño para entender lo que sucedía en esos momentos, pero solo nos llevábamos 5 años. No era para tanto.
Él... Siempre se ha sacrificado por mi, el menor de los dos. Esa cicatriz en su rostro se la hizo al defenderme de un ataque de mi madre cuando, un día, enfurecida, amenazó con tirarme agua hirviendo de una tetera en el rostro. Pero Shawn intervino y recibió él ese ataque, en consecuencia quemándose la cara.
No mucho rato después, llegamos a la plaza que estaba cerca de la casa donde vivía yo. Shawn aparcó su moto en la orilla de la acera y se bajó, ni siquiera se quitó el casco, solamente se bajó de la moto y empezó a caminar mientras pateaba el suelo, lo escuché soltar más de una maldición. Y me sentí mal por él.
Lo vi tomar asiento en una banca y apoyar sus brazos sobre sus muslos, apoyando su rostro con ambas manos. Yo deje el casco en ls moto de Shawn y me acerqué a él, sentándome a su lado.
-Esto es un asco... -masculló, en un sollozo ahogado. -No me imagino como has sido capaz de aguantar a estas personas en todos estos años. Eres más fuerte que tu hermano mayor...
-Shawn... -yo me acerqué a él y puse mi mano en su hombro. Shawn estaba temblando y llorando seguramente del coraje.
-No soy diferente a ti, Jake. A mí también me maltrataron bastante. Pero aún así, tú, que te llevaste la peor parte, lo aguantaste mejor que este inepto frente a ti....
-No digas eso, Shawn. -lo tome para que me viera al rostro, yo también estaba llorando. -Ni siquiera soy tan fuerte como crees, solamente estoy allí porque no tengo a dónde ir.
-Te juro que de poder, te llevaría conmigo. Pero se que no querrás despedirte de tu vida acá, al menos no la que tienes con tus amigos.
-Tienes razón... No podría. -respondi en un murmullo, dejando que me abrazara.
En ese abrazo con Shawn, sentí un consuelo que no había experimentado en mucho tiempo. Su apoyo era un bálsamo para las heridas emocionales que llevaba. No tenía a nadie más con quien pudiera hablar de estas cosas, solo él.
-Jake, no estás solo en esto. Si llega el día en que no puedas soportarlo más, sabes que mi puerta estará siempre abierta. - dijo Shawn, rompiendo el silencio con palabras llenas de sinceridad.
Asentí con gratitud, sintiendo la fortaleza que emanaba de la unión con mi hermano. Aunque nuestras vidas estaban marcadas por la adversidad, encontrar apoyo mutuo nos daba la fuerza para enfrentar lo que vendría.
La plaza, aunque serena, contrastaba con la tormenta emocional que vivíamos. Mientras el sol se ocultaba en el horizonte, nos aferrábamos a la conexión fraternal que se había fortalecido en medio de la adversidad.
Por más solos que podamos llegar a estar, nos tenemos entre nosotros dos.
Luego de aquella conversación, Shawn volvió a dejarme en casa y se despidió de mi. Él tenía que volver a Mississauga y aún estaba algo lejos, sin contar el hecho de que ya era bastante tarde. Y todo esto sucedió tan solo unos días después de mi desmayo en el colegio.
Entre en silencio en la casa tras haber subido el tronco de aquel viejo árbol, cerré la puerta de mi habitación con seguro y busqué el botiquín de emergencias. ¿Qué por qué?
Me estaban sangrando las heridas del día anterior.
Como bien deben recordar, mis padres son realmente estrictos y no toleran un solo fallo por mi parte, y el precio de mi desmayo fue acabar con los brazos heridos. Papá me pegaba con una regla siempre que esto sucedía. Una de metal.
Mientras trataba de sanar mis heridas de forma torpe, me puse a recordar toda mi vida hasta ese momento.
Desde el momento en que nacimos, tanto yo como Shawn nos vimos obligados en llevar a cabo el papel de "hijos perfectos", y nuestros parientes nos exigían ser nuestra mejor versión solamente para traer orgullo a nuestra familia. Recuerdo que Shawn se mstaba estudiando por ello, él a diferencia mía, si tenía esperanzas en que una vez que enorgullecieramos a mamá y papá nos tratarían de forma más cariñosa. Y funcionó, por un tiempo. Empezó a sacar sobresalientes y aplicar para las mejores universidades, y por ello era felicitado.
Pero un dia, un pequeño yo de solo 11 años encontró su diario, y quedé abrumado con lo que leí.
»...Querido Diario, ya no sé cuánto más podré aguantar esta tortura.
Antes me sentía feliz de saber que padre y madre se sentían orgullosos de mis esfuerzos en el colegio. Ahora hasta la palabra 'estudiar' me provoca repelús.
Quiero irme de aquí, o morir de una buena vez, lo que ocurra perfecto. Sin embargo mis intentos por pasar a una mejor vida, hasta ahora, terminan en fracaso.
Y he tratado de todo, desde pasar la noche afuera de la casa para tratar de morir de frío o aguantar hambre hasta tres días para ver si con suerte muero de inanición. Pero mi hermanito siempre está pegado a mi como garrapata, y hablando de él, no podría hacerle daño aunque quisiera. No puedo abandonarlo con estas personas.
Mi única salida es traer orgullo a mi familia.
Pero la verdad ya no les tengo fe en que puedan cambiar. No desde que quemaron mi piel.
¿Hasta que punto está bien esforzarse en estudiar? ¿Hasta el punto en que me ahogo con mis propias lágrimas? ¿Cuando el estómago me duele como el carajo al pasar en ayunas? ¿Al vomitar sangre una y otra vez? ¿Cortar mis brazos en medio de un mar de desesperación?
Estoy perdiendo la cabeza... Pero soy el hermano mayor, tengo que proteger a Jake y aguantarme hasta el final. No dejaré que Jake corra el mismo destino que nuestra difunta hermana, Rachel.
Debo ser fuerte como el hermano mayor que soy.
-Shaw.
La verdad ya ni siquiera me acordaba de Rachel.
Ella era mi segunda hermana mayor, cuando yo nací ella tenía dos años. Pero solo vivió hasta los 10. Porque no pudo soportar el maltrato en la casa y acabó lanzándose a la carretera para acabar con su miseria.
Y en lugar de sufrir la perdida, lo único que hicieron nuestros padres fue enfurecer como locos porque "había dañado su reputación" y se desquitaban conmigo y con Shawn. En esos días, nuestro único consuelo había Sido la abuela.
Espero que ustedes nunca tengan que saber lo horrible que se siente perder a un hermano frente a sus ojos, verlo morir y agonizar frente a ti es una experiencia que te cambia la visión del mundo por completo.
-Con eso debería bastar. -suspiré. Contemplé mis brazos cubiertos por vendas que poco a poco volvían a mancharse de sangre. Para no tener que verlas, solamente me puse una camiseta de manga larga azul y me senté en la cama.
Sobre mi mesa de noche, tenía una foto de cuando aún éramos 3: yo con 5 años recién cumplidos, Rachel 7 y Shawn 10.
Yo amaba a Rachel, ella era muy linda y vivaz, pero el mundo me la arrebató. No... Eso suena muy estúpido. Fueron mis padres y sus maltratos quienes me la arrebataron. Ella no pudo soportar tantos horrores, era solo una niña igual que Shawn y yo. Y lo peor de aquella experiencia fue saber que él, a pesar de todo el tiempo que ha pasado ya, continúa echándose la culpa de algo en lo que no tuvo nada que ver.
Me destroza verlo sufrir.
Pero nada se compara a lo que sentí la noche que decidió marcharse.
"¡Esto es increíble, eres una deshonra!"
"Tu estás muerto para mí".
"Genial, wuju, ¿Quieres un premio por eso? ¡Me da igual, yo me largo de aquí!"
"¡Bien! Espero verte sufrir y volver con el rabo entre las patas como el perro SARNOSO que eres. ¡Eres un fraude!"
Los gritos de esa noche me aturdían bastante. La cabeza me palpitaba de la ansiedad provocada ante el escenario. Shawn cargaba sus cosas en sus manos como si nada e ignoraba los gritos enfurecidos de nuestros padres. Afuera había un coche aparcado dónde lo esperaba su novio, Matías. Y yo me quedé en el marco de la puerta contemplando todo. Cabe destacar que tenía 13 años y para estas alturas ya sabía más o menos lo que estaba pasando.
Papá especialmente no dejaba de gritar a mi hermano hasta de lo que se moriría por "pecador" y sentí que mi corazón se encogía cuando contemple a mi hermano metido dentro de ese auto. El me dirigió una última mirada y luego de eso, el chico al volante pisó el acelerador y se largaron de allí.
Desde ese día, y si las cosas podían ser malas por aquel entonces, después se volvieron peor.
Después de eso, pasaron algunos días y to regrese a la escuela con normalidad. Pero esta vez, fue diferente.
-Buenos días. -levante la vista al escuchar una voz. En ese momento me encontraba en el salón de estudios sociales terminando de hacer una tarea que no hice el día anterior.
Frente a mi había un niño de cabello castaño oscuro del lado izquierdo y rubio claro del lado derecho. Me veía con una sonrisa boba. ¿Que se traía?
-Buenos días.
-Perdon, soy nuevo y no conozco a mucha gente aqui. Mi familia se mudó hace poco. -me miró con sus ojos grandes y color turquesa. Era algo lindo. -Me llamo Aiden.
-Soy... Jake Allen.
-¿Allen? ¿De los grandes Allen? -asenti con la cabeza, a pesar de que me molestará lo mucho que idolatraran a mi familia. -¡Wow! Es un placer conocerte.
-Igualmente.
-Oye, tienes algo en tu brazo. -me señaló una herida del día anterior en lo brazo. Me alarme unos momentos, así que me puse mi chaqueta. -¿Estás bien?
-Si, es que me dió frío. Soy muy friolento. -menti.
-Oooh, ya veo. A mí me gusta mucho el frío. -repuso. "¿De verdad se lo creyó?"
-Si...
En ese momento, una niña gótica y pelirroja que tenía fama de pleitera entro en nuestra clase azotando la puerta con tanta fuerza que golpeó la pared. Nos vio a todos con odio y se dirigió a unos asientos en el fondo del salón.
Aiden me miró sorprendido, supuse que era la primera vez que la veía.
-¿Ella quien es?
-Se llama Ellie, por lo que se. No te le acerques, ella ladra y muerde.
-¿Cómo los perros? No conozco a ningún niño que haga eso, ¡Debe ser súper genial ser amigo de alguien como Ellie!
-...Yo hablaba de forma metafórica, no literal.
-Aaah eso tiene más sentido.
La verdad no me desagradaba demasiado la compañía de Aiden. Era alguien chistoso y demasiado inocente. Además era la primera vez que un niño de mi edad me hablaba.
Luego de un rato, la clase inició. Y el niño acabo sentándose al lado mío. Algo curioso es que resultaba ridículamente pequeño para ser un niño, en ese momento no lo entendía.
-Oye, tu no eres un niño ¿O si?
Le pregunté, imprudente. Era la hora de almuerzo y él se había sentado a comer conmigo. Pero ante mi pregunta, me miró mal y arrugó el ceño.
-Claro que soy un niño. ¿Que clase de pregunta es esa?
En ese momento, no entendía que era lo que había dicho mal. Pero no era un tonto, así que mejor le cambié el tema para aligerar el ambiente.
Luego de unos meses yo ya me había hecho bastante cercano a Aiden. Éramos buenos amigos y mutuamente nos caíamos bien. Nadie nos hablaba pero no importaba, éramos solo nosotros dos en nuestro círculo social.
Pero Aiden quería incluir a alguien más en ese círculo.
-¿No te parece que Ellie pasa muy sola siempre? -mientras comía mi sándwich de atún, mire a Aiden con curiosidad. En ese tiempo no me sentía culpable por comer.
-¿pues que esperabas? Ella aleja a todo el mundo a golpes. -respondi, sin querer dar muchas vueltas al asunto.
Aiden suspiró y miró a Ellie, quien estaba sentada en una esquina apartada, sumida en su mundo oscuro.
-Pero tal vez, solo necesita a alguien que realmente la entienda. Podríamos intentar acercarnos a ella, ¿no crees? -propuso Aiden con una expresión decidida.
Fruncí el ceño, algo reticente ante la idea de entablar amistad con Ellie, pero la insistencia amigable de Aiden me hizo reconsiderar.
-Está bien, pero te advierto que ella no es fácil de tratar. -comenté, aceptando la sugerencia de Aiden.
Pero digamos que Ellie estaba algo reacia a abrirse con nosotros.
-¿Qué quieren, idiotas? -yo me estremecí ante su dura voz femenina. Era la única niña de años escuela con piercings y resultaba bastante intimidante.
Aiden, sin embargo, no dejaba de sonreirle a la pelirroja. En esos momentos él era un chico bastante inocente y social, al igual que todos en algún punto de nuestra vida, esperaba siempre lo mejor de las personas.
-¡Hola! ¿Te acuerdas de mi?
Yo mire de reojo a Aiden, confuso. No sabía a qué se refería, pero parece que Ellie si, porque frunció el ceño y chasqueo la lengua.
-Ugh, si.
-¡comiste sopa de fideos en mi casa!
-¿Por qué no lo gritas? Me parece que falta que te Escuchen hasta marte.
Aiden, ajeno a la incomodidad que estaba generando, continuó con su relato entusiasta.
-¡Sí! ¡Fue genial! Ellie estaba toda mojada y parecía tan perdida. Mis padres le ofrecieron quedarse hasta que dejara de llover. ¿Recuerdas, Ellie?
Ellie cruzó los brazos y miró a Aiden con molestia.
-Sí, claro. Fue hace una semana, y ya me fui. ¿Por qué estás contando esto?
Aiden, sin notar la tensión en el aire, respondió con una sonrisa despreocupada. Yo, en cambio, temía que de un momento a otro Ellie se abalanzara sobre nosotros a matarnos.
-Es solo que Jake no sabía cómo nos conocimos. Fue tan amable de parte de mis padres invitarte a quedarte.
Ellie soltó un suspiro exasperado y se dirigió a mí.
-Puedes agradecerle a Aiden por contarte mi "emocionante" historia de cómo me dejaron quedarme en su casa por culpa de la lluvia.
Me encogí de hombros, sin querer entrar en medio de la dinámica entre Aiden y Ellie.
-Gracias, supongo. Pero no es necesario que compartan todos los detalles.
Ellie lanzó una mirada desafiante a Aiden, quien seguía sin comprender del todo por qué sus palabras podrían ser inapropiadas. Aiden, sin embargo, se encogió de hombros y sonrió.
-¡Solo pensé que sería genial que todos fuéramos amigos!
Ellie rodó los ojos y se levantó de su asiento.
-Amigos, dice. Bueno, yo ya terminé aquí. Nos vemos, niños tontos.
Ellie se alejó con su habitual actitud desafiante, dejándonos a Aiden y a mí en el silencio incómodo de la cafetería. Aiden miró hacia la salida, sin comprender del todo la reacción de Ellie.
-¿Crees que le caí mal? -pregunta, viéndome con un puchero en sus labios que hasta me hizo sentir mal.
Yo suspiré, tratando de explicarle la situación.
-No es que le caigas mal, Aiden. Simplemente, Ellie es un poco reservada y no le gusta que se divulguen detalles de su vida sin su consentimiento.
Aiden frunció el ceño, procesando la información.
-Ah, no lo sabía. Debería haberlo preguntado antes de contar la historia.
Asentí, reconociendo la buena intención de Aiden, aunque a veces su entusiasmo podía causar pequeñas tormentas en lugar de construir puentes.
-¡Oye, niña gótica! ¡espéranos! ¿No quieres almorzar con nosotros? ¡Ellie!
-¡Ya deja de seguirme, pequeño parásito!
Yo me quedé perplejo viendo a Aiden correr detrás de Ellie, quien lo esquivaba como si se tratara del mismo demonio.
Por alguna razón, el escenario me dio mucha risa. Así que no evité sonreír con gracia.
-Cielos, vaya par.
___
Me desperté por el sonido de mi alarma fe las 6 a.m que me hizo saber que era de mañana. Parpadee lentamente y me di cuenta que me había quedado dormido abrazando aquella foto familiar con mis hermanos. Solté un suspiro.
Ese día era domingo. No me apetecía hacer nada especial, no quería salir de mi cuarto porque no me apetecia discutir con mis padres de mala mañana.
No sabía si tenía mensajes de Aiden o Ellie, incluso me pregunté si Tom estaría pensando en mi. No es como que pudiera saberlo, de todas formas. Mis padres habían bloqueado mi celular con el estúpido Family Link y solo servía para llamadas y alarmas.
Decidí levantarme y enfrentar el día, a pesar de mi falta de entusiasmo. Mientras me dirigía a la cocina para desayunar, escuché murmullos provenientes del comedor. Mis padres estaban discutiendo, como era de esperar.
Opté por tomar mi desayuno rápidamente y escapar de la atmósfera tensa en casa. Mi mente divagaba hacia la posibilidad de pasar el día con Aiden, Ellie o quizás Tom. Aunque, con las restricciones de mi celular, cualquier plan se volvía complicado.
Después de desayunar, me dirigí al salón, donde la discusión de mis padres aún resonaba. No quería sumergirme en ese ambiente, así que tomé una mochila con algunas pertenencias y decidí dar un paseo por el vecindario.
Mientras caminaba, reflexioné sobre la complejidad de mi situación familiar. Mis hermanos ya no estaban cerca para compartir estos momentos difíciles, y me sentía atrapado en un hogar lleno de tensiones.
Pensando en Aiden, Ellie y Tom, me di cuenta de lo afortunado que era de tener amigos que, de alguna manera, proporcionaban cierta estabilidad emocional. Decidí que, aunque el día parecía sombrío, intentaría disfrutarlo con la compañía de aquellos que realmente valoraban mi presencia.
Al regresar a casa al final del día, mi decisión de evitar las discusiones familiares había dado sus frutos. Aunque seguían las tensiones, logré encontrar de una u otra forma consuelo. La foto familiar con mis hermanos seguía siendo mi refugio, recordándome que, a pesar de todo, no todo era malo en esa vida de mierda.
___
Solo para aclarar, esto sucedió un día antes de la salida de James y Aiden
Si alguien quiere dibujar la foto de los hermanitos entonces nice, nada más me escriben al privado para la descripción física.
De todas formas pronto haré el dibujo de la foto.
Si notan algo que no cuadra con el último capitulo me avisan porfa para poder corregirlo de una vez, o si tienen dudas con gusto les respondo ^^
Seguramente los tome por sorpresa jakdbdkd cadena de #Efeporjake
Nos vemos pronto ✌🏻
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top