- ˏˋ✩ Capítulo 2 ✩ˊˎ -

Ya habían pasado dos días desde la llegada de Senku a la aldea, o bueno, cerca, aún no se le permitía pasar más allá del puente o siquiera pisar una tabla de este.

El jefe quedó en que se quedará cerca si obedecía esa única regla y no daba problemas. Lo que hiciera fuera ya no le interesa, y le dejo en claro a los aldeas que tampoco les debía incumbir su "hechicería", para evitar riesgos. 

La única persona que no estaba dispuesta a obedecer esa petición era  Ginro.
El no poder ver a Senku en ese corto lapso de tiempo solo le dió más curiosidad de saber que estaría haciendo en la choza de Chrome. Desde que le había echo una lanza dorada a Kinro no volvió a saber de el.
Escuchaba una que otra mención por parte de Kohaku cuando regresaba o pasaba por el puente, pero eso no le servía de mucho, quería verlo el mismo.
Pero no quería parecer ansioso por ello. Por eso trataba de preguntar muy discreta y disimuladamente sobre lo que el de mechas verdes estaba haciendo.
Obvio todo era solo por curiosidad. Tener cerca a un extraño hechicero o "científico", como Senku se hacía llamar, con quién sabe que intenciones era quizás lo más interesante que le había pasado desde que se convirtió en guardia.

Vigilarlo no fue una petición por parte del jefe, es más, ya había quedado en claro que no le importaba que estuviera haciendo aquel forastero mientras no le hiciera un mal a los demás.
Pero para no sentir que estaba haciendo algo malo, Ginro imagino que el anciano le había dado la orden de vigilar a Senku.

En este momento estaba con Kinro haciendo guardia como todos los días.
Por el aburrimiento se le ocurrió que debía inventar alguna mentira para ir a ver al científico, aunque sea por unos minutos.
No podía, ni quería esperar hasta la noche, por más que en su turno nocturno estaría completamente solo ya que Kinro estaría tomando un descanso, no le serviría de nada, Senku seguro estaría durmiendo para ese entonces.
Quería vigilarlo un poco, no parecer un acosador.
El día no era tan caluroso como otros, pero esperaba que su plan funcionara.

—Ay, que calor. —Agito su mano de forma desenfrenada y algo exagerada. —Oye Kinro ¿Crees que podría ir a...

—No. —Dijo el castaño sin siquiera verlo. —Se lo que harás.

Un pequeño rubor apareció en las mejillas de Ginro al creer que su "plan" había sido descubierto.

—A-ah.. si?. —Lo miro nervioso.

—Planeas irte por todo el día y dejarme solo ¿No es así? Cómo lo hacias antes.

El rubio soltó un pequeño suspiro de alivio, su hermano creyó otra cosa. Perfecto, así no debía pensar en más mentiras que decir.
Aunque se había olvidado de ese detalle, Kinro no lo dejaría ir amenos que fuera para ir al baño o buscar algo de comer, y al inventar que tenía calor ya no podía usar ninguna de esas excusas. Más que nada porque la dirección donde debía hacer esas cosas era el lado contrario de dónde Senku estaba, osea dentro de la aldea.

Debía pensar en algo que fuera creíble.


•••


—¡Por favor Kinro! ¡Déjame ir a ver a Chrome! ¡Me preocupa que Senku le haga algo con su hechicería!.

Y ahí estaba, tirado en el piso abrazando las piernas de su hermano y moviendolas de forma suplicante. Ya le había dicho muchas mentiras y para su desgracia no logro que el castaño se creyera ninguna, así que no se le ocurrió otra cosa que hacer.
Sabía que Kinro llegaría a un nivel tan alto de cansancio/fastidió que podrían pasar dos cosas.
Lo golpearía hasta que se callará.
Lo dejaría ir. O en caso de que estuviera de un humor neutral, haría ambas. Pero esperaba más la segunda opción.

—¡Que insoportable eres!. —Levanto su pierna izquierda sacudiendola tratando de apartar a Ginro de estás, pero no sirvió de nada. Le sorprendió que tuviera tanta fuerza como para no despegarse ni un poco, ya que su hermano se mostraba bastante débil.
—¡Bien! ¡Te dejare ir!.

Tras decir eso el rubio se levanto con una gran sonrisa.
Al castaño no le sorprendía tanto que el otro tuviera una gran necesidad por verificar si el "amante de las piedras" se encontraba bien. Desde que eran niños, Chrome y Ginro se cuidaban mutuamente, así que debía ser algo normal entre ellos. Se la dejaría pasar esta vez.

—¿De verdad? ¡Gracias!. —Antes de que se fuera, Kinro lo tomo del hombro impidiendo que siguiera.

—No tardes tanto....Ah, por cierto. —Le dió un fuerte golpe en la cabeza que lo hizo caer al piso por la fuerza.  —Por molestarme. 

—O-o-okay.... —Dijo como pudo sobándose el golpe. No reprocharia nada, no quería arruinar su oportunidad de irse, y si comenzaban a pelear muy seguramente eso pasaría.
Cuando dejo de dolerle tanto se paró de inmediato y fue directo a la choza.

Antes de llegar dejo de correr para no hacer mucho ruido y fue caminando lentamente escondiéndose detrás de un árbol.
Vio como Senku, Chrome y Kohaku se iban, así que aún con cuidado los siguió tomándose cierta distancia para no ser descubierto.

Por un momento creyó perderlos, pero al oír un sonido de agua salpicando al instante supo que debían ser ellos.
Sin dejar de esconderse volvió a ponerse atrás de un árbol y se asomo de apoco.
Para su sorpresa, se encontró con Chrome bajandose los pantalones y a Senku quitándose esos pedazos de tela que solía tener envueltos en los brazos.
Aunque Chrome ya se encontraba solo en ropa interior, sus ojos por alguna razón estaban más concentrados en los siguientes movimientos del científico.
Pegó un grito (que por suerte pudo callar y que no sonora tan fuerte para los demás) al ver cómo Senku se quitaba lentamente la única prenda que traía quedando con una especie de ropa interior, también diferente a la de los demás.

—¿Oíste eso?. —Le pregunto Chrome a Senku mientras se colocába un bolso al igual que el otro.
Miro hacía los árboles sin saber que atrás de uno se escondía un rubio que en este momento parecía un tomate por lo rojo que estaba.

—Si. Oí un pequeño ruido .... No debió ser nada. Vamos.

Los dos chicos saltaron desde un pequeño risco callendo en un río no tan profundo, dejando a Ginro solo, quien luego de ver qué los otros ya no estaban se tiró al piso suspirando como enamorado. 
Sacudió ambas manos sobre su rostro para hacer bajar su temperatura sin mucho éxito.
Ya había visto a algunas chicas en "traje de baño" antes, pero nunca se había puesto tan rojo como ahora por ver a un hombre.
Sin mencionar que Senku le había echo sentir una fuerte atracción a tocar su cuerpo, cosa que no le había pasado con una mujer antes.

Dió un largo suspiro luego de lograr calmarse un poco, su cara seguía algo caliente, pero no lo suficiente.
La imagen de la espalda de Senku estaba en toda su mente y nuevamente su rostro se volvió rojo. Si así actuaba por verle la espalda, tendria que asegurarse de nunca verlo de frente.

El simple echo de imaginarse el torso del científico hizo que todo su cuerpo se calentará está vez.
Miro sus pantalones y agradeció que no tenía una erección.

—¡Piensa en otra cosa!. —Se dijo así mismo para luego darse bofetadas  tratando de sacarse ese pensamiento y imagen de su mente.
Se tocó sus mejillas y estás obviamente estaban calientes, no por los golpes que se acababa de dar, si no porque aún seguía pensando en Senku.

Miro hacía el agua que se encontraba atrás suyo, suponiendo que está estaba fria podría bajar su calentura metiendose.
No podía volver así con su hermano.

—¿Le pido a alguien de la aldea que ayude?.

La pregunta que hizo Chrome, fue el boleto para que Ginro se acercara sin problemas. Si los ayudaba ya tenía una excusa que decirle a Kinro por si tardaba mucho.
Se levanto del piso y aprovechando que los demás se encontraban distraídos bajo por unas piedras con cuidado para no hacerse daño. Pero en un mal movimiento y al haberse sujetado de una roca que no era lo suficientemente resistible terminó callendo, llamando así la atención de los presentes.

—¿Ginro?. —Pregunto Chrome. —¡Oh! ¡Justo a tiempo!. —Salio del agua y se acercó a el. —Necesitamos que nos ayudes.

—¿De dónde saliste?. —Kohaku lo miro molesta pensando que la estaba espiando especialmente a ella. Sabía lo asquerosamente pervertido que el rubio era.

—Tenia calor y quería venir a refrescarme un poco. —Ginro se frotó la espalda adolorido, al caer se había raspado un poco ahí y las piernas.

—Si, se puede ver. Estas un poco rojo. —Añadio Senku colocándose al lado de Kohaku y enfrente de Ginro.

Ginro al oír esa voz lentamente levanto la mirada, encontrándose con Senku.
Lo primero que sus ojos vieron, o más bien ellos mismos buscaron, fue su abdomen el cual estaba mojado, haciéndolo ver brillante y resaltando más sus pocos abdominales.
El pequeño sonrojo que había en sus mejillas paso a ser un fuerte rojo que se expandió por toda su cara.
Por precaución se tapo sus partes con las manos.

—¿Estás bien Gingin?. —El castaño tocó su frente asegurándose de que no tuviera fiebre. Ese tono no podía significar algo bueno.

—¡S-si! ¡Estoy bien!.

Se levanto rápido del piso, lo que hizo que el pequeño dolor que había en su espalda se hiciera presente junto a el que había en sus piernas, gracias a eso, se tambaleó hacía adelante y por instinto se sujeto de lo primero y lo más cercano que tenía, en este caso, Senku.
Ambos cayeron al agua.
Senku de espaldas al rio, por suerte esa zona no era lo suficientemente profundo como para que se ahogará. Y Ginro, sobre el pecho de Senku.

—Au. Ten más cuidado idiota. —Trato de levantarse aún con el rubio sobre su pecho. Se le hacía una pose muy incómoda, no estaba acostumbrado a el contacto físico. Su incomodidad creció cuando sintió algo duro cerca de su muslo, esperaba que eso fuera una piedra o algo que se había metido entre los dos.

Ginro abrió los ojos de golpe al oír su voz tan cerca y al sentir como su mejilla estaba pegada a algo mojado y suave.
Miro hacía arriba conectando su mirada con la de Senku sin despegarse de el.

—¡Ya sal de encima mío!. —Por un momento, Ginro juro ver un pequeño y no tan visible sonrojo en el rostro del contrario, aunque podía haber sido alguna alucinación suya.

Luego de disculparse un par de veces al fin Ginro se levanto completamente rojo.
Se alejo de los demás y fue a una parte profunda del río en la que hundío todo su cuerpo junto a una parte de su cara, tratando asi de que su temperatura, y otra cosa, disminuyeran aunque sea un poco.
Ignoro los gritos de Kohaku diciéndole que los ayudará a buscar carbón. En lo único que podía pensar era en Senku y su cuerpo.
Simuladamente lo vio recogiendo esas rocas.

—¡Ginro ven a ayudarnos!. —Grito Kohaku ya un poco harta por la vagues de los hombres.

—¡Me tienen a mi!. —Una sandía salió del agua gritando muy alegré teniendo en una de sus manos una pieza de carbón. Al parecer está fruta solo era una niña con una especie de máscara.

—Oh, es Suika. ¿Que estás haciendo aquí? ¿Por qué nos seguiste hasta acá?—Kohaku se acercó a la niña y acarició su "cabeza" suavemente.

—¿Su nombre es... Suika?. —Senku la miro con curiosidad. Se veía algo extraño ver aún niño con una máscara tan rara.

—Debe ser un apodo. Siempre lleva una sandía encima... ¡Whaa!. — Chrome se fijó mejor en ella y se dió cuenta que llevaba algo en la mano. Se acercó y se lo arrebato. —¡Ay, oye! ¿¡Por qué te llevaste mi imán!?... ¿Uh?. Es arena de hierro.

—Yo también quiero ayudar. Nunca puedo hacer nada util, porque tengo esto en la cabeza, seguro no cambiará aunque crezca. —Busco por el agua intentando encontrar más de esas piedras palmeando el suelo, ya que no se le hacía nada fácil ver. Dejo de lado eso y miro al de mechas verdes. —Por eso sí alguien necesita ayuda....

—Si, si, como digas.

Al ser una niña, no le dió mucha importancia a sus palabras, dudaba que pudiera ser de alguna utilidad.
Pero luego de ver cómo curvaba la boca triste lo pensó mejor.
Por algo había dicho todo lo anterior, quería ser de utilidad. Y teniendo en cuenta que ella misma se había ofrecido para ayudar sería muy estúpido no aceptarla en el equipo. Sobre todo porque estaban muy bajos en cuanto a ayuda.

—Te lo agradezco. El reino científico no ignora a nadie. Hasta un alto sería útil. Una enana como tú, será 10.000.000% mejor con la arena. —Tomo un pedazo de arena y se la entrego. —Te lo encargo, Suika.

Senku se alejo unos pasos para seguir buscando más hierro en una parte aún no explorada.

Ginro miro toda la escena, celoso.
Se sentía tan estúpido por sentir celos de una niña.
Senku le había dado un mugroso pedazo de hierro a Suika, no significa absolutamente nada.
Tampoco entendía porque de repente se sentía enojado por eso. Quizás también quería que el científico le diera algo, aunque sea una estúpida piedra.

—No es justo. —Se hundió un poco más en el agua enojado.

—¿Asi que nos seguiste para ayudarnos? Que linda eres Suika. —Kohaku le sonrió, era difícil encontrar a algún niño que quisiera ayudar. Mayormente se la pasaban jugando todo el día.

—¡Si, quería ayudar!. Y Ginro también. —Apunto al rubio con una sonrisa.

El mencionado se asusto al oír su nombre y miro a la niña con miedo pensando lo que creía que vio para decir eso. 

—¿Como que Ginro también?. —Chrome lo miro confundido.

—Si. Mientras los seguía, lo ví a el atrás de unos árboles haciendo lo mismo. También ví que los espió mientras se sacaban la ropa. —Por la sonrisa que mantenía, casi parecía que lo estaba haciendo por maldad.

—¿¡Que!?. —Gritaron Kohaku y Chrome al sumiso. Por más de ser un hombre, el castaño se sintió asqueado luego de saber eso.

Y esa fue la señal de Ginro para irse. Aprovecho cuando Suika estaba hablando salio del agua tomando su ropa que se había sacado para meterse. No tuvo tiempo de ponersela ya que oyó a la rubia gritarle muy molesta que se detuviera y diera explicaciones.

—¡Tengo que irme! ¡Kinro me espera, adiós!. —Tomo sus zapatos y comenzó a correr lo más rápido posible.

—¡Maldito degenerado!. —Dijo Chrome apretando los puños con un ligero sonrojo. —¡Y ni siquiera nos ayudó!.

—Ja, ja. Entonces eso duro que me tocó era lo que creía.... Que asco —Susurro Senku con una sonrisa tapandose la boca con la mano para evitar reír de más.

Mientras corría, Ginro se colocó la camisa, no sabía cómo lo había hecho sin chocarse con las ramas de los árboles, o como llego a ponerse de igual forma los pantalones en pleno movimiento. Su ropa interior y su cuerpo en general aún seguían un poco mojados, por lo tanto su ropa también se mojo. Pero no le dió mucha importancia a eso.
Solo quería llegar con su hermano y estar lejos de los otros. Aunque sabía que no podía ignorarlos por siempre.
Al estar tan cerca del puente, ni se molestó en colocarse los zapatos así que los sujeto por las cuerdas que estos traían.
Paso unos arbustos y por fin llegó.

—¡Me prometiste que no tardarias! ¡Mentiroso!. —Kinro se cruzó de brazos cual mamá enojada y lo fulminó con la mirada. —¿Que te paso?.

—Me... caí...al... ¡Ufff!. —Respiro y inhaló tratando de calmarse y volver a hablar con normalidad. —Aaaah, me... caí al río. 

—Me dijiste que no tardarias.

—¿Lo hice?. —Le dedico una sonrisa boba y inocente.

Kinro suspiro girando los ojos.

—No importa. ¿Cómo está Chrome, está bien?.

—Y yo que se. ¿Por qué me interesaríaaaaaaa.... —Habia olvidado por completo su propia mentira. Con todo lo que había pasado solo recordaba a Senku.
Para tratar de remediarlo y seguir su excusa rio nervioso. —¡Ah! Claro. El está bien. Je, je. Senku no le hizo nada malo.

—Le preguntaré cuando lo vea. No te creo. 

Y la conversación de ambos termino ahí.


•••


Era de noche, por lo tanto el claro color anaranjado del fuego era mucho más visible desde los árboles de dónde provenía, el humo que salía de esa misma zona lo hacía notar aún mas. Como si alguien hubiera prendido una enorme fogata ahí.

Ginro miro feliz, quería ir a ver qué estaban haciendo con la arena de hierro o algo así, la verdad es que no había puesto mucha atención de lo que hablaban o buscaban.

—Parece... Que están haciendo algo increíble. Creo... creo... creo que iré a ayudar. —Cuando estaba por bajarse de lo que parecía ser una pequeña choza y ir con los otros, su hermano le gritó.

—¡No Ginro!. No dejes tu puesto. Son las reglas.

—Vamoooos~. Solo porque tú ya tienes una lanza dorada, yo quiero...

Miro su lanza de piedra con tristeza. De verdad quería una plateada. Pero lo que más quería era que Senku se la hiciera especialmente, y solo para el. Kinro no se lo había pedido y recibió una. Pero cuando el le pregunto amablemente al científico si podía hacerle una de plata solo lo ignoro.

—"¡No es justo!". —Penso aún más triste. ¿Debía tratar a Senku como Kinro lo hacía para que le diera algo?.

—¿¡Cosas!?. —Kinro termino la frase de el rubio. —¡Eso es desagradable Ginro!.

Ginro se bajó y tiro su lanza acercándose a Kinro, quien sujeto fuertemente su lanza dorada.

—¿Entonces... cambiamos?.

—No. —Se alejo más dando uno pasos para atrás abrazando con fuerza su arma.

—Me conformo con la tuya. ¡Aunque no sea de plata como mi nombre!.

—Que no.

—Eres malo... —Se echo en el piso rendido cruzando las piernas y los brazos haciendo un puchero. —Igual que Senku.

Dijo lo último en susurros.
Ni el se creía eso. Una persona no podía ser mala por no darle a otra un misero regalo.
¿Por qué de la nada quería que el científico le diera algo?.

—¿Sabes que?. Ya es tarde. Me iré a dormir. Cambiamos de turnos en la mañana. —Paso a su lado y le revolvió el cabello tratando de alegrarlo.

—Si, si. —Cuando su hermano ya estaba lo suficientemente lejos abrazo sus piernas colocando su cabeza entre ellas. —Quiero una lanza plateada. Quiero que Senku me haga una lanza plateada.


🌿•••🌿


—La mano de obra es escencial. El reino científico necesita ciudadanos. —Senku miro enojado su intento mal echo de hierro.

—¿Y si le pedimos ayuda a Kinro y Ginro?. —Sugirio Chrome limpiandose el hilo de sangre que salía de su nariz, debido a la sobre explotación de su fuerza.

—Si o si los necesitamos, no solo a ellos, si no a todos.

Senku y Chrome se limpiaron un poco con agua antes y fueron hasta el punto de la aldea.
Senku se extraño de solo ver a Ginro durmiendo en el piso con su lanza en manos.

—¿Por qué está solo?.

—Oh, verás. Kinro y Ginro a veces toman turnos de guardia. Ya sea una noche entera o pequeñas siestas. Se ve que está vez le tocó a Ginro.

Senku analizo la información y se cruzó de brazos.

—No me parece bien. El se ve mucho más débil que Kinro, no tiene la fuerza ni la capacidad para defenderse. Me quedo demostrado cuando vio las burbujas.
Seria peligro para el quedarse solo sin alguien que lo proteja. Mucho más en la noche.

—Si, tienes razón. Pero el es un guardia, ¿Eso debe hacer, no?.

—Que sea un guardia no significa que sea inmortal, idiota. Deberían pensar mejor en eso y ya no dejarlo solo por las noches.

—Oye. Vinimos aqui a pedirles ayuda. No a preocuparnos por Ginro.

—Oh. Si, es verdad. Tu lo conocés por más tiempo y mejor. ¿Sabes algo que le guste que podamos darle para que nos ayude?.

Antes de que Chrome contestara. Ginro respiro un poco más diciendo algunas palabras inentendibles, los dos chicos se acercaron para oír mejor.

—Lanza... Ginro. —Termino de decir para seguir respirando tranquilamente siguiendo con su sueño.

Senku sonrio. Recordo que el rubio había mencionado algo sobre una lanza plateada el mismo día que lo había conocido.
Solo debía darle eso y lo tendría a sus pies.

—Je, je. Lo sabía. Casi tenemos a Ginro.


- ˏˋ✩꒰ Fin del capítulo ꒱✩ˊˎ -


Perdonen por tardar en actualizar, no se me ocurria como redactar está parte jeje ^^ (de todas formas no muchos leen esta historia, así que se los digo a las poquitas personas que lo hacen)
Cómo estoy por comenzar la escuela es muy posible que no actualice seguido. O puede que si lo haga para distraerme de la escuela no se xd

Quería hacer el capítulo más largo pero esto fue toda la inspiración que se me vino *muere*

Acá les dejo un boceto de lo que Ginro estuvo haciendo por gran parte del capítulo

Yo soy Ginro, ustedes son Ginro, y cualquiera que piense que Senku es guapo es Ginro.

Recuerden que pueden ir a mi Instagram dónde los pocos dibujos que subo, son de estos dos bbs hermosos haciendo cosas gay's.

Y eso sería todo.
Nos vemos en un siguiente episodio. Y estén atentos porque muy seguramente cuando termine algunas cosas tenga un One-shot medio picante de estos dos.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top