Egipto

Egipto es un país al norte de África, en el mar Mediterráneo, y es el hogar de una de las civilizaciones más antiguas de la Tierra. El nombre "Egipto" viene del griego Aegyptos, que era la pronunciación griega del antiguo nombre egipcio "Hwt-Ka-Ptah" ("Mansión del Espíritu de Ptah"), en origen el nombre de la ciudad de Menfis. Menfis fue la primera capital de Egipto, un famoso centro religioso y comercial; su buena posición queda reflejada en el hecho de que los griegos se refirieran a todo el país por su nombre.

Para los propios egipcios de la antigüedad, el país era conocido simplemente como Kemet, que significa "Tierra Negra", llamado así por la rica tierra oscura a lo largo del río donde comenzaron los primeros asentamientos. Más adelante el país pasó a conocerse como Misr, que significa "país", un nombre que los egipcios todavía usan hoy en día para hablar de su nación. Egipto prosperó durante miles de años (de alrededor de 8000 AEC hasta alrededor de 30 AEC) como una nación independiente cuya cultura era famosa por los grandes avances en todas las áreas del conocimiento, desde las artes hasta la ciencia y la tecnología o la religión. Los grandes monumentos por los que todavía se celebra Egipto reflejan la profundidad y grandiosidad de la cultura egipcia que influyó en tantas civilizaciones de la antigüedad, entre ellas Grecia y Roma.

Una de las razones de esta popularidad duradera de la cultura egipcia es el énfasis en la grandeza de la experiencia humana. Los grandes monumentos, las tumbas, los templos y el arte todos celebran la vida y se presentan como recordatorios de lo que existió antaño y de lo que el ser humano puede conseguir en su auge. Aunque en la cultura popular el antiguo Egipto a menudo se asocia con la muerte y los ritos mortuorios, incluso en estos hay algo que habla a la gente de otras épocas sobre lo que significa ser humano y el poder y el propósito del recuerdo.

Para los egipcios la vida en la tierra era tan solo un aspecto de un viaje eterno. El alma era inmortal y solo habitaba un cuerpo en el plano físico por un corto periodo de tiempo. Al morir, la persona sería juzgada en el Salón de la Verdad, y si se justificaba pasaría a un paraíso eterno conocido como el Campo de Juncos, que era un reflejo de la vida de la persona en la tierra. Una vez en el paraíso, la persona viviría en paz en compañía de quienes había amado en la tierra, incluidas las mascotas, en el mismo barrio junto al mismo río, bajo los mismos árboles en los que uno creyó perderse al morir. Sin embargo, esta vida eterna solo era posible para aquellos que habían vivido bien y de acuerdo con la voluntad de los dioses en el lugar más perfecto para llegar a tal objetivo: la tierra de Egipto.

Egipto tiene una larga historia que se remonta hasta mucho antes de la palabra escrita, las historias de los dioses, o los monumentos que han hecho famosa a esta cultura. Los indicios de una sobreexplotación del pasto en la tierra que ahora es el desierto del Sáhara se han datado en torno al 8000 AEC. Estos indicios, junto con los artefactos descubiertos, apuntan a una próspera agrícola en la región en esa época. Como la tierra, ya entonces, era mayormente árida, los cazadores-recolectores nómadas fueron buscando el frescor del agua del valle del Nilo y empezaron a asentarse en algún momento antes del 6000 AEC.

La agricultura organizada comenzó en la región en torno a 6000 AEC y las comunidades conocidas como la cultura badariense empezaron a surgir en las orillas del río. La industria se desarrolló en torno a la misma época como demuestran los talleres de fayenza descubiertos en Abidos que datan de en torno a 5500 AEC. A la cultura badariense le siguió la amratiense, la gerzense y la semaniense, también conocidas como Naqada I, Naqada II y Naqada III, todas las cuales contribuyeron significativamente al desarrollo de lo que se convertiría en la civilización egipcia. La historia escrita del país empieza entre 3400 Y 3200 AEC, cuando se desarrolló la escritura jeroglífica de la cultura Naqada III. Para 3500 AEC la momificación ya se practicaba en la ciudad de Hieracómpolis y ya se construían grandes tumbas de piedra en Abidos. Xois se menciona ya como una ciudad antigua entre 3100-2181 AEC en la conocida Piedra de Palermo. Al igual que otras culturas del mundo, las comunidades agrarias pequeñas se centralizaron, llegando a convertirse en centros urbanos más grandes.

El periodo arcaico de Egipto (c. 3150 - c. 2613 AEC) dio lugar a la unificación de los reinos del norte y el sur bajo el rey Menes (también llamado Meni o Manes) de Alto Egipto, que conquistó el Bajo Egipto en c. 3118 AEC o c. 3150 AEC. Esta versión de la historia temprana viene de las Aegyptica (Historia de Egipto) del historiador de la antigüedad, Manetón, que vivió en el siglo III AEC durante la (323-30 AEC). A pesar de que los historiadores posteriores han disputado esta cronología, se sigue consultando en cuanto a la sucesión dinástica y la historia temprana del antiguo Egipto.

La obra de Manetón es la única fuente que cita a Menes y la conquista, y hoy en día se cree que el hombre al que Manetón se refería como "Menes" era el rey Narmer, que unificó de manera pacífica el Alto y el Bajo Egipto bajo un mismo gobierno. Sin embargo, esta identificación de Menes con Narmer no está en absoluto aceptada universalmente, y Menes se ha relacionado, con la misma credibilidad, con el rey Hor-Aha (c. 3100-3050 AEC), su sucesor. Una posible explicación de la asociación de Menes con su predecesor y su sucesor es que "Menes" sea un título honorífico que significa "el que sobrevive" en vez de un nombre personal, por lo que se podría haber usado para referirse a más de un rey. La afirmación de que el país se había unificado mediante una campaña militar también se cuestiona, ya que la famosa Paleta de Narmer, que muestra una victoria militar, está considerada como propaganda real por algunos expertos. Puede que el país se unificara primero pacíficamente, pero parece poco probable.

Los nombres geográficos del antiguo Egipto siguen la dirección del Nilo, por lo que el Alto Egipto es la región sur mientras que el Bajo Egipto es la zona del norte, más cerca del Mediterráneo. Narmer gobernó desde la ciudad de Hieracómpolis y después desde Menfis y Abidos. El comercio aumentó de manera importante bajo los gobernantes del periodo arcaico de Egipto, y las elaboradas mastabas, precursoras de las pirámides posteriores, empezaron a aparecer en las prácticas funerarias egipcias, que incluían técnicas de momificación cada vez más elaboradas

Los dioses

Ya desde el período Predinástico en Egipto (c. 6000 - c. 3150 AEC) la cultura egipcia estaba definida por sus creencias en los dioses. Un mito de la creación temprano habla del Atum que se presentó en medio del caos antes del principio del tiempo y su palabra dio lugar a la creación. Atum estaba acompañado por la fuerza eterna de (la magia), personificada en el dios Heka y otras fuerzas espirituales que animaban el mundo. Heka era una fuerza primordial que infundía el universo y era la causa de que todo funcionara de la manera en que lo hacía; también daba lugar al valor central de la cultura egipcia: , la harmonía y el equilibrio.

Todos los dioses y sus responsabilidades se remontaban a ma'at y heka. El sol salía y se ponía como lo hacía y la luna viajaba a través del cielo, y las estaciones llegaban y se iban de acuerdo con el equilibrio y el orden que era posible gracias a estos dos agentes. Ma'at también estaba personificada como una divinidad, la diosa de la pluma de avestruz, a quien todo rey prometía todas sus habilidades y su devoción. El rey estaba asociado con el dios Horus en vida y con una vez muerto, basándose en un mito que se convirtió en el más popular de la historia egipcia.


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