11. Visita
Eylen
—No puedo creer que de verdad estemos aquí —murmuro cuando Alice está por abrir la puerta de la habitación donde Harry se encuentra internado.
Al ser una clínica privada, bastante cara debo mencionar, las visitas a Harry pueden ser a cualquiera hora, incluso si es a las siete de la noche justo como ahora mismo. Al lado de la clínica hay una pequeña plaza a la cual Alice me arrastró para ver si podíamos conseguir globos con helio para traerle a Harry y no pude hacer nada para que cambiara de opinión, así que aquí estamos con un globo cada una en la mano que dicen «mejórate pronto». Por lo menos fue dinero de ella y no mío.
La recepcionista nos dijo a qué habitación debíamos ir y aquí estamos.
—¡Hola! —Alice es la primera en hablar cuando entramos, yo cierro la puerta para que el aire frío no se salga.
—¡Pelo naranja. Eylen! ¿Qué hacen aquí? —Harry se encuentra acostado en la cama con las sábanas hasta el estómago y con el control remoto en la mano, sonríe al vernos, es una sonrisa de confusión total y lo entiendo perfectamente.
—Oímos lo que te pasó —le responde mi prima y agarra el globo que tiene en la mano y lo amarra a un lado de la cama de Harry —Y quisimos pasar a verte.
—¿En serio? —Harry se acomoda mejor en y se sienta erguido —Chicas, no tenían por qué venir.
—Eso ya lo sabemos —digo y camino hasta donde Alice amarró el globo y también hago lo mismo con el que tengo en la mano —Pero aquí estamos —sonrío de lado y Alice me da un codazo.
—Como sea, también era para darte las gracias por las rosas están muy bonitas, no tenías por qué. —Alice sonríe y luego voltea a verme. Yo ruedo los ojos.
—Gracias, Harry, están hermosas —digo entre dientes y él asiente.
—Gracias por los globos y por venir —nos mira aun sin creerlo —Creo que de todas personas en el mundo ustedes son las últimas que yo esperé ver aquí, estoy impresionado.
—¿Nos dirás que fue lo que pasó? —Alice se acerca a un costado de la cama y yo la imito porque quiero escuchar.
—Bueno, mi novia intentó cocinar un almuerzo especial para los dos. Preparó mariscos y soy muy alérgico a ellos-
Dejo de escuchar, mi cabeza repite la frase «mi novia» una y otra vez. ¡Novia! Tiene novia, pero claro que debe tener novia, pero la tipa casi lo mata. ¿Qué clase de novia no sabría a qué es alérgico su novio?
''¿Por qué siento este pequeño remolino en el estómago?''
—...Y bueno estuve vomitando toda la tarde, me pusieron varias inyecciones y aquí estoy, con un dolor de estómago muy molesto.
—Que ironía que un simple bocado de comida te mande al hospital, es bastante gracioso ahora que lo pienso —Alice ríe y Harry la imita.
—Supongo que los mariscos son mi talón de Aquiles —sube los hombros.
—Eylen, ¿estás bien? —mi prima pone una mano en mi hombro y yo giro a verla.
''¿Qué dijo?''
—¿Uh?
—Que si estas bien —repite y asiento rápidamente.
—Es el cansancio y el hambre eso es todo —sonrío y volteo a ver a Harry —Siento lo que te pasó, espero que te mejores pronto.
—Gracias y tranquila. Se necesita más que una simple comida asquerosa para que Harry Andrews baje la guardia.
—¿Tan mala estuvo? —pregunto a punto de reír.
—El cocinar no es lo de Alison, así que sí, estuvo muy mala.
Alice y yo nos miramos, yo con una sonrisa burlona y ella seriamente, como si me quisiera matar.
—No digas nada —dice señalándome. Niego y Harry frunce el ceño confundido
—¿Qué pasó? —pregunta el chico.
—Alice tiene una hermana-
—No te atrevas a mencionarla —me interrumpe. Sonrío y ella entrecierra los ojos en mi dirección.
—También se llama Alison y es su hermanita mayor —ladeo la cabeza y sonrío con más ganas al ver como Alice rueda los ojos.
—¿Alison? —Harry ríe y yo junto a el —¿Y dónde está?
—En España, con la abuela, muy, muy lejos de aquí y espero que se mantenga así por mucho tiempo —mi prima pone las manos en sus caderas y se gira para sentarse en el pequeño sofá que está pegado a la pared lejos de la cama de Harry.
—¡Oh, vamos Alice! —espeto con burla—¿Cómo puedes odiar a Alison? Si ella es-
—Es un dolor en el trasero y ya no quiero oír más sobre ella, cállate la boca —me interrumpe y coloca una mano en el aire para que no diga nada más y eso hago tratando de no reír.
—Si te sirve de consuelo, mi novia también es un dolor en el trasero —Harry sonríe y mi prima y yo lo miramos confundidas —¿Qué? Es la verdad.
—¿Y por qué estas con ella entonces? Digo... literalmente te mandó al hospital, mírate —lo señalo.
—No es algo de lo que quiera hablar, Eylen —niega con una sonrisa que no muestra sus dientes y asiento sintiéndome muy estúpida. —Además también fue en parte mi culpa, yo nunca le dije que era alérgico y no me fijé en lo que Alison había puesto en mi boca hasta que casi me asfixio intoxicado.
No digo nada y él tampoco, al parecer recordar aquello le da náuseas.
—Entonces, Harry, ¿cuándo te dan de alta? —Alice llena el incómodo momento en seguida y le agradezco mentalmente por ello, camino hasta el sofá y me siento a su lado.
—Probablemente mañana, tienen que hacerme algunos análisis más y ponerme otras inyecciones para controlar el dolor.
—Pero tampoco la estas pasando tan mal, esta clínica es bastante genial —Alice mira la habitación y yo también.
De hecho, es muy bonita, si no fuera porque está pintada de azul y blanco el típico color de hospital parecería una habitación de descanso. La cama donde está, aunque es una camilla es muy grande y tiene botones para toda clase de funciones, tiene un televisor de pantalla plana justo enfrente, también baño personal y closet.
—A mi padre jamás le ha gustado llevarme a hospitales públicos, esta clínica ha sido la única que he conocido en mi vida o bueno... —sube los hombros —Las veces que necesito atención médica, aquí es donde acudo.
—Bueno, el niño rico se hubiera desmayado otra vez si el día del concierto amanecía en un hospital público —Alice bromea —Pensábamos llevarte allí, porque estamos muy asustadas.
—Tranquila, eso no habría importado.
—¿Nos dirás que pasó ese día? —pregunto de manera seria mirándolo —O ¿debemos pretender que nada pasó? —sonrío irónica —Ya sabes, como otras veces —él sabe a qué me refiero ya que su sonrisa se borra totalmente.
—Creí que ese punto ya estaba aclarado —responde desafiante.
—¿Lo está para ti? Porque yo sigo sin entender.
Alice nos mira de par en par sin saber que decir o que opinar ya que claramente no tiene idea de lo que Harry y yo estamos hablando.
—Sí yo fuera tú, mejor me mantendría callada, Eylen, nunca se sabe si las paredes están escuchando —Harry arquea una ceja de forma arrogante y es la gota que derrama la poca paciencia que le tengo a este chico.
—¡Pues adivina qué, chico listo! —me pongo de pie y Alice hace lo mismo mientras me agarra por el codo como si eso fuera a quitarme las ganas de gritarle sus cuatro verdades a este idiota —Tú, no eres yo y venir aquí fue muy estúpido. ¿Por qué no le dices a mi prima quien mató a los tres sujetos aquel día cerca de casa? ¿Por qué no nos sigues involucrando más en tus actos delictivos? ¡Nuestras vidas no podrían ser peor, en especial la mía así que puedes seguir tirando más mierda! —el sarcasmo no se hace esperar, ambos me miran seriamente así que tiro de mi brazo para que Alice me suelte y salgo de la habitación estrellando la puerta. Tengo algo más que decir, así que regreso y meto la cabeza en el pequeño espacio con la puerta medio abierta y digo: —¡Y no creas que tus malditas rosas compensan el hecho de que somos cómplices de asesinato y te ayudamos a escapar de la escena del crimen! —susurro entre dientes eso último.
—¿Terminaste? —Harry me mira furioso. —¡Quiero que te vayas de aquí!
—Tus deseos son órdenes —le respondo y cierro la puerta.
Respiro más profundo al salir de la clínica y comienzo a caminar a la parada de buses.
❁❁❁
—¿Se puede saber qué diablos fue todo ese espectáculo? —Alice entra a la habitación tirando su cartera a la cama.
¿Cuánto tardó en llegar a casa después de que me fui y llegue sola? ¿Una hora?
—Soy una persona pequeña llena de mucho por decir, pero no suelo hacerlo y cuando llego a mi límite-
—¡Explotas!
—Sí —hago una mueca y me acomodo mejor en la cama, ella suspira y se sienta en la esquina.
—Alice, escucha, ese chico no es quien tú crees, él-
—El mató a los tipos de hace unos días —interrumpe asintiendo —Y también al chico del concierto —sonríe con algo de tristeza —Ya lo sé, me lo contó.
—¿Lo ves?
—Lo que yo veo es a un chico que se encarga de eliminar basuras de personas que han hecho mucho más y peor daño del que alguna vez Harry le haría a alguien.
—¿Qué? —digo confundida
—No me dio detalles y sé que no lo hará, pero aquellos tipos, los que casi te violan —abro los ojos un poco —Sí, también me dijo eso —rueda los ojos —Aquellos tipos habían abusado de mujeres, niñas e incluso matado a varios.
—¿Qué quieres darme a entender, Alice?
—Lo que digo es que, no deberías juzgar a alguien sin antes conocer el porqué de sus acciones.
—Pero-
—¿Me odiaras si un día llego y te digo que maté a alguien por defensa propia? O ¿qué maté a un violador que ha causado tanto dolor en la vida de cientos de mujeres y que me siento bien por haberlo hecho?
Su pregunta me saca algo de balance.
—Jamás te odiaría, Alice —tomo su mano y ella sonríe sin mostrar sus dientes.
—Casi te lastiman, Eylen, pero no quisiste contármelo. ¿Por qué? Creí que después de lo que pasó hace un año, tú me contarías todo. Lo prometiste.
—Tenía mucho miedo —mi voz comienza a temblar y mis ojos a cristalizarse — Harry llegó de la absoluta nada y-
—Somos como hermanas, puedes contarme todo, nunca te juzgaría y estoy para apoyarte —Alice ya está llorando —Entendería mejor como te sientes, pero si te lo guardas para ti sola no puedo hacer nada y odio el sentimiento de impotencia que me invade cuando algo te está afectando y no puedo hacer nada por ayudarte.
Y entonces no puedo evitarlo un segundo más, las lágrimas son todo lo que puedo sentir en mi rostro.
Los recuerdos del año pasado se abrieron paso en mi memoria, me siento sucia y mi corazón me duele cada vez que intento recuperar el aliento.
—Ya pasó, Eylen, ya fue, tranquila. —Alice me rodea en un abrazo y la oigo llorar conmigo.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top