Capítulo 8
-Buenas tardes- Sebastian acababa de entrar en el edificio central de la OTP dentro de las murallas.
-¡Eh, Michaelis!- Ichinose se dirige a él-, dejale eso a Hanji y ven, yo te daré las cosas.
Sebastian duda un segundo, deja las cosas con la mujer y luego recuerda, Ichinose no es alguien en quién se pueda confiar plenamente, aunque finalmente lo sigue a la sección de suministros. El lugar estaba vacío.
-Mira- Ichinose comienza a susurrar mientras busca la bolsa con el número #104-, Clearke los está protegiendo, pone en peligro su cuello por ustedes, principalmente por...
-¡Guren!- una chica pelirroja con gafas entra gritando.
-Demonios- Ichinose no sabe que hacer-. Quedate aquí.
Camina a paso normal hacia la mujer, que parece preocupada, unas cuantas palabras le hacen calmarse para salir del lugar. Extraño.
Ichinose regresa.
-Ella actúa como informante para los que manejan esta organización, cuidate de no ser visto por ella o intentará hablarte, es buena sacando información. Te busca. Están comenzando a sospechar.
-¿Sobre qué, exactamente?- pregunta, indeciso.
-¿En serio no estas enterado? Entre los chicos en tu muralla se encuentra el hermano secuestrado de Clearke.
-¿Un hermano?
-No hay tiempo para esa larga historia, bastará con que lo cuides.
-¿Quién es?
Guren se percata del sonido de pasos, suplica a todos los dioses que conoce porque la informante lo escuchara nada de lo que habían hablado.
-Tienes que salir de aquí- es lo único que dice.
Sebastian asiente, no del todo satisfecho.
-Toma- y le deja en el suelo la bolsa de suministros-, Clearke arregló todo esto, no sé bien por qué.
-Alois Trancy está muerto- afirma.
-Oh, ahora tiene sentido. En fin, vete, le prometí a Clearke que saldrías bien.
Sebastian no sabe que contestar a eso, por lo que decide cargar la pesada bolsa y salir rápidamente del lugar. No llegó a toparse con la informante, o eso cree él.
Toma al menos una hora llegar de nuevo a la muralla asignada, lo peor es que al hacerlo descubre lo difícil que se pusieron las cosas.
-¿Ciel?- lo encuentra justo donde lo dejó, estaba completamente dormido.
-¿Sebastian?- mientras sale del estupor cuenta todo-. Yuu entró en celo, Mika esta encargándose de eso, Levi se llevó a Eren y, conociendo las consecuencias del celo, posiblemente estén igual o peor.
Sebastian buscó en la bolsa, algo le decía, que si Clearke había arreglado eso era porque estaba enterada del celo que se avecinaba y lo doloroso que sería para Yuu y Eren hacerlo teniendo a alguien a quién realmente amaban.
Y allí estaba el frasco con los inhibidores. Al verlo de cerca supo que no era cualquier medicina, esto frenaba de golpe hasta el celo más fuerte.
-Bien pensado, Clearke- la alaba mientras toma el frasco.
Ciel lo ve sin entender.
No pierde el tiempo, como un padre molesto corre a la casa, sube las escaleras en un tiempo récord y entra de golpe en la habitación, se apresura a separa bruscamente a Mika de Yuu. En menos de un minuto Yuuichiro había tragado la pastilla, el celo, las feromonas, estaban bajando.
-¿Inhibidores?- Mika se viste para acercarse a ver.
-Son los mejores. Apresurense, iré a preparar el almuerzo- y sale, de nuevo, más tranquilo.
Perplejos, así dejó a la pareja.
Ciel se las había ingeniado para lograr arrastrar el pesado saco hasta la cocina, donde Sebastian lo besa de nuevo. Está entusiasmado con la idea de tenerlo solo para él.
-¿Puedes ir por Eren y Levi?- pregunta, sonriendo.
-Ya voy- le devuelve la sonrisa con dulzura.
Ciel emprende su búsqueda mientras Sebastian comienza a cocinar. Es más comida de la que esperaba, mucha más ¿En serio Clearke hacía esto para cuidar de su hermano?
-Hermano- Sebastian nota ese pequeño detalle.
No sabía quién era su hermano, no sabía a quién debía cuidar sobre los demás... ¿O era una técnica para cuidar bien a todos?
Entre cavilaciones, pasa el tiempo, cocinando algo que probablemente sea la comida favorita de uno de ellos.
-¿Sebastian?- Eren entra con Levi en brazos, Ciel lo sigue- ¿Conseguiste inhibidores?
Él asiente, se debate internamente por decirles o no la nueva información... No sería lo mejor contarles, causaría revuelo o pánico. Guardaría el secreto.
-Hice curry- comenta, justo en el momento en que Yuuichiro y Mikaela entran.
-¡Mi comida favorita!- sueltan al mismo tiempo Yuuichiro y Eren.
Mierda, piensa Sebastian, no dan pistas.
Ayudan a Sebastian para poner la mesa y servir la comida, las bebidas era excéntricas ¿Qué intentaba Clearke con eso? ¿Llamar la atención?
-Es la recompensa por el esfuerzo- inventa una excusa.
Y los chicos brindan por el trabajo.
Al finalizar el almuerzo, Sebastian se deja arrastrar por todos hacia el gran árbol, donde, al parecer, deciden descansar y conocerse mejor.
Perfecto, Sebastian esta ansioso por saber la verdad.
-Oye, Ciel ¿Por qué te cubres siempre ese ojo?- señala Yuu, directo.
El muchacho simplemente se levanta el trozo de cabello, dejando ver su ojo entero. Ahora lo comprenden. Una cicatriz atraviesa su ojo hasta un poco arriba de la ceja.
-¿Eso...?- Eren se resiste un poco a preguntar.
-Oh, no sé muy bien que tipo de experimento hicieron en mi cuando era pequeño, pero esa es la única marca que dejaron- explica, volviendo a cubrirlo-, no me gusta que lo vean.
Sebastian lo hace recostarse en su pecho, con un deje de protección, dando a entender que no quiere que nadie hable de eso.
-¿Algún secreto, Mika?- pregunta Yuuichiro, curioso.
El rubio lo piensa un poco.
-Sufro de pesadillas recurrentes- suelta finalmente- suceden cada cuatro meses, por al menos una semana entera.
-¿Y qué sueñas?- pregunta Levi.
-Sangre, mucha sangre, y una voz que intenta alejarme de esa escena de pesadilla.
Yuuichiro termina sentado entre sus piernas, hace que lo abrace y le susurra unas palabras desconocidas para el resto.
-¿Algo que decir, Yuu?- pregunta Levi.
-Me aterra la oscuridad y las tormentas- admite-. No sé el por qué, solo me aterran.
Levi toma las manos de Eren para darse un poco de calor.
-Yo no tengo ningún recuerdo de mi infancia- cuenta Levi-, lo cual es extraño porque recuerdo perfectamente todo lo que me ocurrió a partir de los 11 años.
Eren suspira, le da un beso en la coronilla, algo muy tierno de su parte, luego habla.
-Este es un tema que no me gusta tratar, pero debo decírselo a ustedes. De pequeño, fui violado por otro Alfa- los presentes se quedaron congelados-, varias personas vieron lo ocurrido, pero no, ninguna ayudó. Por eso, no me siento muy cómodo haciendo nuevos amigos, se me dificulta confiar... Ustedes, considerense especiales.
Silencio. De algún modo, las palabras de Eren habían calado profundo en él corazón de cada uno.
-Mi turno- Sebastian decide dar fin al silencio-. Como nací en la capital de Fraskot, desde los 10 recibí un entrenamiento mental para llegar a ser el vigilante de una de las murallas. A los 15 años, me dejaron elegir cuál sería la muralla de la que me encargaría, y creanlo o no, señalé esta.
Ese fue el día en que cada uno notó lo diferente que habían vívido, los traumas ocurridos y lo mezclados que estaban emocionalmente.
Cualquiera podría ser.
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