Capítulo 12
-Smith- Clearke, por cuarta vez en el día, demandaba su atención para debatir sobre el mismo tema.
-Clearke sal de la habitación en este mismo momento- ordenó tajante.
-No- responde, pasando de la silla detrás de su escritorio a la que se ubicaba frente al de Smith-. Estoy demasiado preocupada.
-Lo sé, por eso mismo te lo estoy pidiendo. Vete de aquí, te doy el día libre.
El alma se le fue a los pies.
-Debes estar bromeando- Clearke comenzaba a alterarse- ¡Nuestra cabeza también está en juego!
-¿No lo entiendes?- su paciencia era poco más que infinita-. Nuestra cabeza siempre está en juego. Si te matan, nadie cuidará de ellos y tu hermano también sufrirá las consecuencias.
-Pero...
-Nos tienen vigilados, Clearke, la informante puede estar en esta misma habitación solo para saber si no tramamos algo. Sal de esta habitación. Tienes prohibido ir con Hanji para ver como va la droga. Ichinose tampoco te escuchará. Todo está planeado ya.
Clearke duda, con las manos temblando a causa de su enfado. Nadie la entiende. Nadie entiende su desesperación.
-Te veré en el infierno, Smith- murmura antes de cerrar la puerta con un gran estruendo.
-Es por tu bien y el de todos en está organización.
‡•‡
Yuuichiro Amane despertó dos días después, sintiéndose mal y un poco vacío. Desolado. Sebastian tuvo que darle otra dosis de pastillas para burlar a sus sentidos de Omega embarazado.
Mikaela estaba confundido.
-Al menos está estable- Sebastian tenía los nervios a flor de piel. Temblaba. No era él.
-No sospechan sobre nada- intenta calmarlo Eren.
Sebastian había decidido interrumpirlo en medio de su desborde de arte, Eren estaba terminando de pintar un cuadro que lo hacía sentir abrumado. Por suerte Levi había salido para ayudar a Yuuichiro.
-Va a salir bien, cuando se pueda y con ayuda de Clearke podrían encargarse del embarazo de Yuu, Mika estaría muy feliz- le recuerda Eren.
-No debí hacer eso- se lamenta de nuevo.
-Sí debías, de otra forma Yuu estaría siendo vigilado por un viejo que, sin duda, podría hacerle pasar peor. Los Alfas no son buenos con Omegas embarazados.
-Es irónico que eso venga de ti.
-Tú lo viste. Lo viviste. Los tratan como basura ¿Quieres eso para Yuu? Yo no, ni mucho menos Mika.
Sebastian observa el cuadro en silencio mientras Eren continúa.
-Queda poco tiempo para que salgas de esta muralla y venga otro supervisor.
-Les dejaré los sedantes.
Eren suspira, cansado.
-Odio tener que seguir sus reglas.
-Todos los Alfas odian seguir las reglas que no imponen ellos- Sebastian ríe un poco.
La sonrisa de Eren es genuina.
-Sí, tienes razón, pero por lo mismo te cambiaré el tema. ¿Sabes que se trae Clearke?
Otra mentira a su saco.
-No- responde-. Lo único que sé es que no quiero ver a Erwin Smith nunca más.
Eren parece reconocer el nombre.
-¿No es un Alfa?- pregunta, confuso.
Sebastian lo piensa un poco, intentando recordar.
-Creo que no... Sinceramente no lo recuerdo.
-¿De qué lo conoces?
-Fue mi maestro hace cuatro años- un escalofrío le recorre el cuerpo al recordar lo hórrido que había terminado aquello.
-No pareces muy feliz con eso.
-Digamos que... Me obligaba a hacer unas cuantas cosas para que pudiera ser aceptado totalmente como un supervisor decente.
En ese momento Eren deja el cuadro y se sienta en la cama del cuarto. Parecía cansado, muy cansado.
-¿Pasa algo?- Sebastian se preocupa.
-Recuerdos- responde sin atisbo de alegría, más parece lleno de asco-. Creo que vivimos algo similar.
Sebastian asiente.
-Pero no tenemos que vivir recordando eso ahora que encontramos a nuestras parejas.
Y, en cierto modo, era cierto. Sus cicatrices iban sanando poco a poco.
La puerta se abrió de una patada en medio de ese silencio que parecía eterno. Era Ciel, con los ojos rojos de llanto. Ambos se levantaron asustados al verlo así.
-¿Qué ocurre?- preguntan al mismo tiempo.
-Lo encontré. Lo encontré- gritaba desesperado, con más lágrimas cayendo por los ojos, algo interminable.
Sebastian siente que todo su cuerpo se congela al escucharlo.
No puede ser...
-Ciel...- intenta acercarse a él, pero el chico le huye, pareciendo aún más asustado.
-¡Eres un idiota! ¡Estas matando al bebé así!- le grita con furia.
Eren intenta calmarlo con palabras suaves, nada típicas para los Alfas.
-Era necesario- suelta finalmente Sebastian, sintiéndose más seguro-. No podíamos poner en riesgo a Yuu de esa forma. Nos poníamos en peligro nosotros también.
Ciel lo ve, las lágrimas se secaron pero la mirada de odio seguía puesta.
-Y me mentiste. Tú también le mentiste a Levi- Ciel aumentaba su rabia.
-Escuchanos, Ciel, Sebastian fue a hablar con personal capacitado para instruirse en qué debía hacer.
Sebastian había terminado por decirle eso también a Eren.
-Solo estaba ayudando a nuestros amigos, así que relajate, le diremos a Levi, pero no toques este tema con Mika y Yuu.
Ciel, que parece ir perdiendo su enfado, se deja abrazar por fin por Sebastian.
-Esta noche quiero que nos expliques a Levi y a mi por qué hiciste eso- pide, ya más calmado.
-Sí- suspira-. Les diré lo que ocurrió y por qué no les dije.
Eren usa ese momento para escapar de la casa. Sería una noche incómoda, con la mirada seria de Levi sobre él todo el rato, lo mejor sería ablandarlo un poco ayudando con Yuuichiro esa tarde.
Suspirando salió de la casa para dirigirse a la de Sebastian, justo para encontrarse con una sorpresa por el camino.
-¿Quiénes son ustedes?- preguntó, preocupado al ver a esos dos hombres acercarse.
El más alto parecía feliz de encontrar a alguien con quién hablar. Se acercó confiado hasta Eren, el segundo muchacho lo seguía de cerca.
-¿Eren Jeager?- preguntó al verlo.
-Sí- responde, dejando que su instinto Alfa lo guíe.
-Soy Guren Ichinose, compañero de Clearke- se presentó-, él es Armin Arlet, su compañero por un día.
Eren vio de nuevo al chico, parecía asustado, temblaba demasiado.
-Es para cubrir a Alois mañana si no funciona esto- y le entrega un frasco con una sustancia azul.
Eren la toma, desconfiado.
-Es morfina modificada para Bathory. Deben ponerla en el vaso del que él vaya a beber, así dormirá por un día entero. Tiempo suficiente, él solo soñará que hizo algo dentro de esta muralla. Estarán protegidos- le explica.
Eren le cree.
-Gracias...
-Fue idea de Clearke y Smith, yo solo vengo a entregar el paquete- luego se dirige al muchacho detrás de él-. Tendrás que hablarles, perdón, pasado mañana te sacaré de aquí.
Armin decide no esconderse y tenderle la mano a Eren, quién la toma con una sonrisa sincera. Su rostro es familiar.
-Yo me tengo que ir antes de ser descubierto. Sean precavidos y cuiden lo que hablan- es lo último que dice Guren.
Eren lleva a Armin por el camino contrario al que Guren toma, van directo a la casita en la que se encuentran la mayoría de los habitantes de la muralla.
-Te los presentaré ahora- intenta sacarle plática por el camino.
-Está bien- tartamudea el chico, indeciso.
-Por cierto ¿De donde vienes?
Armin tiembla de terror por el recuerdo.
-Muralla número 68.
Eren se congela al escucharlo... ¿Como es posible eso?
-Están matando a todos dentro de las murallas- responde a la pregunta que formulan los ojos sorprendidos de Eren-. Soy el único que sobrevivió al ataque.
‡•‡
Guren Ichinose se encontraba de nuevo en su oficina, no se encontraban ni Smith ni Clearke en el lugar.
Su plan había fallado. Había llegado tarde. Los habían matado a casi todos. Seguía lamentando su plan fallido, lamentaba su falta de precisión con la hora de ataque.
Y ahora usaba a el único sobreviviente como suplente de un muerto. Era realmente lamentable.
La puerta se abrió, con cuidado, como si no quisiera causar ruido. Hanji entró, su expresión seria le asustaba un poco.
-No fue tu culpa- fue lo primero que dijo.
-Sí que lo fue- murmuraba, cubriendo su rostro con las manos.
-Nos mintieron- reconoció-. Salvaste a Armin...
-¡Y dejé morir quemados a los demás!
-Guren...
-¡Mikasa Ackerman! ¡Mitsuba Sangu! ¡Jean Kirstein! ¡Shihō Kimizuki! ¡Y Yoichi Saotome! Hice mal una misión. No tiene sentido si no salvé a todos...
Hanji decide darle el sedante que lleva en la taza de té.
-Tomatelo- ordena y continúa escuchándolo.
No, no todas las misiones eran un éxito. Ya habían fallado 34 de las 68, solo esperaban no fallar en las siguientes.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top