Mitología

Millones, billones, trillones, eones de años, nadie sabe realmente cuántos años tienen, lo que se sabe, es que ellos han presenciado todo, el inicio, el fin, sus peleas, sus aventuras, sus alianzas y enemistades, tan antiguos como un universo, lo cierto es que la vida de un universo desde su inicio hasta su final para ellos no es más que un breve momento, tiempo fugaz nada más ni nada menos, ellos gobiernan sus reinos, reinos que comprenden una cantidad numerable, innumerable e incluso infinita y más allá de dimensiones, la realidad y sus distintas capas, la cantidad de ellos será finita, e incluso muy limitada, tanto para ellos como para los seres a los que gobiernan, pero su poder esta más allá de la comprensión, kaijus, humanos, demonios, sea quien sea, ellos son considerados invencibles para todo ser mortal.

El inicio del problema.

Un ser, solo un ser bastó para dar nacimiento a estas entidades, las entidades llamadas "kaijus" estos nacieron para mantener el orden en todo su reino, este ser llamado por los dioses "KAIJOS" es el ser supremo de una cantidad innumerable de reinos con realidades y dimensiones infinitas, que a su vez coexisten con reinos menores pero que sus números también son infinitos, este trasciende todo tipo de concepto, no está limitado por las reglas a las que están limitadas otras realidad, superando cualquier tipo de expectativa y creando seres realmente poderosos, pero estos estarían encargados del orden natural de los reinos los cuales sería su deber proteger, pues para él, la paz no existe sin la guerra, no existe el bien si no existe el mal, aunque lo que muy pocos saben es que para él no existe un final satisfactorio si no hay un problema de por medio, y si no se resuelve dicho problema no puede haber satisfacción. Como un medio de entretenimiento personal, el permitió que los conceptos del bien y el mal junto a todo lo que conlleva la existencia de estos conceptos hicieran aparición en sus infinitos mundos, cada uno a cargo de que el otro no se sobre extendiera o gobernara encima del otro, pero un día, los kaijus comenzaron a corromperse, no por influencia de otros, si no por el poder que se les había otorgado, otros habiendo sido creados específicamente para ser malvados sin necesidad de que Kaijos interviniera, algunos por puro odio, otros muchos por accidente y algunos se dejaban llevar por lo que se supone, debían detener, esta corrupción no solo estaba presente en los kaijus, también había llegado hasta criaturas y seres que no estaban relacionados con ellos, Kaijos se dio cuenta de que no era suficiente creando kaijus mortales, pues al parecer, era el ser mortales lo que los estaba corrompiendo, y esta corrupción se originó por un solo motivo, la llamada "perfección", ellos no buscaban destruir porque si, ellos no buscaban matar por diversión, ellos solo buscaban una cosa, extender su concepción de "perfección", buscaban ser lo que era su creador, ser criaturas sin defectos, lograr lo que quisieran sin que nadie pudiese hacerlo mejor ni igualarlos, buscaban una supremacía que ellos no sabían que nunca podrían alcanzar, cegados por el poder que se les había otorgado creían ser invencibles, mas no lo eran, pues aquellos que no se dejaban llevar por las tentaciones que les proponía el ser supuestamente perfectos podrían frenar un poco a aquellos que creían o buscaban serlo, pero como se mencionó, esto no servía de mucho, pues no podían hacer más que frenar un poco a aquellos corruptos por esta supuesta perfección seguían creciendo y creciendo en número, cada vez más se unían a sus filas, hasta que llegó un punto que Kaijos dijo "basta". Una furia había sido liberada, una furia que todos habían tratado de evitar, la furia del señor de todo, la furia del creador, de aquel que les había dado la vida, pues era una ofensa lo que se estaba haciendo en su contra, una traición que no sería perdonada, se les había dado un equilibrio en sus personalidades, ser piadosos pero no tener miedo de exterminar a todo aquello que pusiese en riesgo la vida de ellos y sus reinos, solo una cosa se les había encomendado, proteger, no se había cumplido y ahora pagarían el castigo.

Los dioses habían despertado.

Que se haga la luz.

Una oportunidad, solo contaron con una oportunidad, su creador, Kaijos, les había dado una oportunidad de probar ser dignos del poder de su padre, pero había que tomar medidas extremas, el, con el deseo de no tener que verse obligado a hacer esto, pues confiaba plenamente en no tener que usarlo, había creado a seres que realmente eran dignos de ser "perfectos" o lo más perfectos que se podía, pero el destino creía que Kaijos no lo sabía todo, cuando él es quien lo ve todo, para él, el futuro no es más que una manera de cambiar el rumbo de los acontecimientos, algo que se podía moldear a su voluntad, el destino no es más que un animal desobediente, desobediencia que tenía que desaparecer sea como sea, incluso si se tenía que tomar medidas extremas, medida que se tenía que tomar ahora o nunca, pues se mencionó antes que Kaijos estaba preparado, él sabía que algo como esto podría ocurrir, solo que confiaba que no sería así o que se podría frenar sin liberarlos, aquellos seres eran los únicos que podían frenar todo esto y así fue como se hizo la luz.

Ellos despertaron.

Por la fuerza.

Porque por la fuerza se tenía que hacer esto, por la fuerza había que frenar todo lo que estaba acabando con el reino del Kaiju absoluto y por la fuerza tenía que acabar, así fue como fueron liberados, millones de dioses, los más débiles harían retroceder a la oscuridad de un número de reinos, aunque incontable para los mortales, era poco comparado con los más altos rangos, quienes comprendía más de un solo infinito e incluso una cantidad contada de estos dioses podían abarcar una cantidad casi infanta de infinitos reinos cuyo tamaño es infinito, este término para los mortales sonará incomprensible, e incluso absurdo, pero para ellos esto es algo realmente básico y, como se diría de forma trivial, algo de primaria, el mal y la corrupción poco a poco iban desapareciendo, todo aquel dispuesto a cambiar era perdonado, pero todos los que no tenían remedio eran encerrados en un mundo más allá de las infinitas dimensiones del infinito reino del ser que le dio la vida a todo, finalmente, todo había terminado...

Si no hubieran cometido un grave error.

Un problema mayor.

Mientras los dioses y guardianes se encargaban de mantener todo en orden, nadie sabia que se estaba creando un problema mayor, aquel cumuló de almas las cuales habían sido llevadas a la locura de aquella "perfección" se encontraban en un constante conflicto por ver quien era mas perfecto que quien, no pasaba un solo momento, ni siquiera fugaz sin que hubiera una pelea por ese deseo inalcanzable... si no fuera porque si se podía alcanzar. Un ser, solo basto con uno que logro convencer a los demás "uno solo no puede ser totalmente perfecto, pero todos juntos podemos alcanzar la perfección" con ese mensaje, todos esos seres corruptos se empezaron a actuar de una manera que nunca la habían hecho, ellos empezaron a cooperar, aquel que lanzo ese mensaje empezó a recibir energía, empezó a absorber las almas de aquellos a los cuales se había ganado su respeto, este ser ahora eran 2, 3, 4, 5, 10, 20, 30, 40, 50, 100, 1.000, 10.000, 100.000, 1.000.000, ahora eran millones, billones, trillones, cuatrillones, ya eran una cantidad incontable de esas almas, pero aun no terminaba, pues cada vez se iban uniendo más y más, hasta que finalmente... solo había un cúmulo de energía en el centro de aquella prisión, un cúmulo de energía puramente maligna, ese cúmulo de energía pronto se convertiría en la perdición de todo y de todos, los dioses no lo sabían pero habían cometido un enorme error encerrando a aquellas almas en una prisión que, se supone está más allá de la existencia, estando en el reino de "la no existencia" un reino en al cual llegaba todo lo que nunca existió, no existe y nunca existirá o que dejó o dejará de existir, se supone que esas almas estaban encerradas en una prisión dentro de ese reino con el fin de que ya no volvieran a causar estragos en el reino de su creador, pero al ser un reino más allá de la propia existencia, muy pocas deidades saben lo que ocurre ahí, por lo que, solo Kaijos sabe lo que les depara a las desafortunadas almas que sean alcanzadas por la furia de esas criaturas, que buscan venganza, que buscan ser perfectos y las formas de vida definitivas, ese era un objetivo estúpido para los dioses, pero finalmente lo habían conseguido, ese mero cumuló, esa masa de energía maligna que luce insignificante, más temprano que tarde se volvería un ser perfecto, una criatura sin defectos según el criterio de aquellos seres que lo forman, aquella prisión no era más que la cuna del que pronto se volvería el rey del caos, el dios del infierno, una deidad maligna que repudiaría la luz por el resto de sus días, un ser que para él la representación de "perfección" era el poder, la soberanía y el instinto asesino, finalmente estas criaturas se habían convertido en

La forma de vida definitiva.

̶E̶t̶e̶r̶n̶o̶ ̶c̶a̶o̶s̶ Perfecto caos.

Eones, miles de eones han pasado, los dioses mantenían a raya a aquellas posibles amenazas para el reino de su creador, todo lo que se saliera de control o pudiera salirse de control debía ser eliminado, sea de carácter bondadoso o maligno, el señor quería un perfecto equilibrio para su propia entretención, entretención la cual se convertiría en su perdición, aquellas criaturas finalmente habían terminado su metamorfosis, finalmente lograron convertirse en seres perfectos, no, en EL ser perfecto, escapó de la no existencia dirigiéndose al reino de su supuesto creador para tomar venganza... solo llego y... caos, todo se volvió un reino de caos con su mera presencia, ni siquiera el poder purificador de todos los dioses en conjunto fue suficiente como para volver todo el reino a la normalidad, esa entidad el nombre de esa criatura sería recordado y haría temblar a todo el que lo escuchara


D̶̦̰̗̬͉̬͚̞͖̪͍̥͎͙̗͔͓̘̭̣̪͚̎̆̍̂̐͆́̄̒̓́͆̅͒̏̍̓̔͆̋̽ͅḘ̷̮̪̭̲̠͎̲͉̬͈͚͉͂̑́̀̒͆̊͂̂̎̉͒̋̅̽̉́̀́́̈̽̚ͅL҈̗̯̠̜̝͍̖̗̠͎͍̙͚͚͇̩̲̣̖͈͎̄̃̑̒̓͑̾̀̐́̿͑͆̋͐̀͛̂̆̀̿T҉̰̞̠̳͈͖̦̲͕̦͙̬̬̗̫͍̎̀̒̈̓́̊̽͑́́́́̽̉̍̉̿͊̉͐̃̑̓A҈̝̠̳̖̣̤͔̯̝̖̟͓̓͊̇͛̃̄̏̍̆̇͑̐



Guerra y desesperación

Se había declarado una guerra a la creación, una guerra la cual no se sabia si los dioses prevalecerían, pero todo parecía apuntar a que no seria así, pues los dioses por mas poderosos que fuesen, por mas que sus ataques tuvieran efectos contra seres del mal, esta criatura era simplemente impenetrable, era una criatura que, a diferencia de su forma modificada ((la forma que tiene en Endless war)) esta tenia un tamaño... imposible de medir pues aunque a simple vista tenia un tamaño cercano a los 1.000 kilómetros, lo cierto es que esto apenas era una manifestación, pues su verdadero cuerpo se encontraba en un plano de la existencia tan alto, en una dimensión tan cercana al señor de todo que ni siquiera los dioses de más alto rango podían alcanzarlo, era mas que la misma infinidad, era un ser sin limitación alguna y que trascendía cualquier tipo de concepto, hasta el concepto de daño para esta bestia era totalmente irrelevante, simplemente no había nada que detuviera a esta criatura, estaba en un punto que la omnisciencia, la mismísima omnisciencia no era capaz de ver lo que esta criatura hizo, hace o iba a hacer, era totalmente imparable, incluso el mismísimo señor de todo lo reconoció como "la forma de vida definitiva" Kaijos sabía que el único modo de parar a esta criatura era destruyendo toda la creación, pero no quería acabar con lo que se había construido en tanto tiempo, por lo que solo quedaba confiar, tal parece que esta deidad no aprendía de sus errores, dioses caían como moscas y no solo eso, estos dioses caídos empezaban a sumarse a las filas de aquella bestia que lo gobernaba todo, este ser parecía totalmente invencible, y ahora que mas deidades se le unían parecía totalmente imparable, llego un punto en el que incluso otras deidades empezaron a admirarlo, dejaron que el poder de esta bestia los cegara y ahora lo consideraban como su verdadero rey, su verdadero creador y una criatura totalmente perfecta, ahora no solo forzaba a unos a unirse a él, si no que otros desertaban y le daban mas poder a esta bestia, seres que se creía inalcanzables eran destrozados vilmente por esta monstruosa criatura perfecta ¿y que decir de los desdichados que se negaban a seguirlo por más que D҉̫̱͐͋̑́̕̚͜E̶̡͖̠̫̫͎҇̊̋̈͊̄L̴̛͍͍̮̫͚̃͗͐̈͢T҉̨̗̬͋̑͗̌̆͡A̸̢̳̜̱̯̖҇͐͛̿̌ los intentara corromper tenían un destino horrible, tan horrible que no hay palabras y la imaginación no es suficiente para lograr describir lo que hacía D҉̫̱͐͋̑́̕̚͜E̶̡͖̠̫̫͎҇̊̋̈͊̄L̴̛͍͍̮̫͚̃͗͐̈͢T҉̨̗̬͋̑͗̌̆͡A̸̢̳̜̱̯̖҇͐͛̿̌ con las pobres víctimas, era un destino tan horrible que incluso los seres más malvados habrían vomitado de solo ver las torturas a las que eran sometidos estos seres ((para que se hagan una idea, estas torturas eran tan horribles que ni las mentes mas perversas ya sea de la ficción o de la vida real se les podría si quiera pasar por la cabeza algo similar a este tipo de torturas, pueden imaginar la peor tortura que se les ocurra o que hayan visto y créanme, si existe ya sea en papel o ya se haya practicado, entonces esa tortura esta lejos de ser tan macabra como las de Delta)). Todo se había vuelto un caos, ya no había otra opción, Kaijos estaba listo para acabar con su creación... pero

𝓟 𝓔 𝓡 𝓕 𝓔 𝓒 𝓣 𝓞

La existencia estaba furiosa, esta bestia no tenía perdón alguno, esta criatura, ese demonio, no merecía otra cosa más que la muerte, debía ser exterminado, por ende, en un momento había un todo y... nadie pudo ver lo que pasaría, ni siquiera los altos mandos de la existencia pudieron ver lo que ocurriría, dioses de otros reinos, seres tan poderosos como Kaijos, incluso los que estaban por encima de estos seres, nadie vio que esto ocurriría, la existencia convergió y formo a un ser P E R F E C T O, incluso el mismo D҉̫̱͐͋̑́̕̚͜E̶̡͖̠̫̫͎҇̊̋̈͊̄L̴̛͍͍̮̫͚̃͗͐̈͢T҉̨̗̬͋̑͗̌̆͡A̸̢̳̜̱̯̖҇͐͛̿̌ temblaba ante tal presencia, era un ser por encima de todo lo conocido, era la perfección en su estado mas puro y real, esta entidad no tenia nombre, pero si tenia el poder total entre todos los reinos, solo una llamarada, solo una llama fue suficiente para dispersar toda esa oscuridad, aquel ser perfecto sabia que no era nadie sin la existencia, por lo que usando la mayor parte de su poder, volvió a recrear la existencia en su estado original, y con el resto creo a 3 guardianes, "Creamoth" el Behemoth que se encargaría de cargar la creación y asegurarse que no cayera en la desolación del vacío, "OverZiz" la Ziz que se encargaría de vigilar la existencia, sobrevolando los infinitos mundos que la conforman, y el más poderoso, el mismísimo "Eternathan" el leviatán eterno que se encargaría de proteger directamente a la creación y sus mundos de cualquier amenaza

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