Egoísta (Helina Black)
Helina estaba en los primeros meses de su segundo embarazo, de hecho, no debía estar en batalla, debía estar en su casa, en reposo, permiso dado por el mismísimo Voldemort, sin embargo, era una orden que no estaba siguiendo; todo era obscuro en el lugar, a excepción de los hechizos que volaban por el aire, mortifagos, miembros de la orden del fénix, habían terminado en una redada, peleando, y una de las situaciones más difíciles para la azabache de ojos miel estaba ante ella, estar del lado de los mortifagos, pero peleando contra miembros de la orden que amaba, entre ellos, su hermano, al ver que un hechizo iba directamente hacia James, la joven se interpuso desviando el hechizo del mortifago.
—Tal parece que tu lealtad está en otra parte Helina -habló uno frente a ella con una sonrisa burlona.
Helina: es una lastima que no vivirás lo suficiente para contarlo! -mencionó lanzando un hechizo contra el.
Tiberio: esa es mi chica -mencionó con algo de orgullo ante aquello.
La situación se comenzaba a complicar, mientras más mortifagos llegaban, hubo un momento dónde los separaron, acabando Helina y Sirius aprisionados cada uno por mortifagos, sosteniendolos del cuello, con una varita apuntando a cada uno, y a unos metros de ellos, James desconcertado, tratando de procesar lo que ocurrió.
—Un movimiento en falso y la rata traidora o tu amigo la pagan -apretando el agarre de la varita contra el cuello de Helina.
James: -con la mano en mano veía la situación con detenimiento, sin embargo, su varita apuntaba hacia donde estaba Sirius- No les tenemos miedo en lo absoluto!
Helina: -comenzando a temblar- James... -emitió con voz temblorosa- porfavor -se atrevió a soltar.
A lo lejos, se podían escuchar pasos apresurados, lo cual, hacia la presión del momento, subir, fue entonces, cuando un hechizo salió de la varita de James hacia un mortifago.
James: desmaius! -lanzó sin pensarlo más contra el mortifago que sostenía a Sirius expulsandolo hacia atrás mientras el Black se alejaba casi de inmediato tambaleante, siendo seguido por James quien fue rápidamente a su auxilio.
De inmediato, el otro mortifago estaba por lanzar un avada kadavra a la chica, sin embargo le empujó hacia enfrente en un movimiento rápido, lanzandole un everte statum que la hizo soltar un quejido de dolor mientras era lanzada por el impacto de este hasta cierto Black de cabello morado que iba llegando con varita en mano.
—El señor tenebroso se enterará de esto, sucia rata -advirtio antes de marcharse de la escena, huyendo de un hechizo lanzado por Tiberio.
La joven cayó de golpe a unos centímetros del pelimorado, haciendo que este corriera de inmediato hacia ella.
Tiberio: Helina! Heli! Estás bien? Amor, porfavor, estás bien? Te puedes levantar? -cuestionó preocupado tomando el rostro de la mujer entre sus manos.
Helina: -viendolo fijamente solo se levantó como pudo para abrazarlo temblando- si... Es-estoy bien, Sirius y James, como...? -cuestionó separándose para mirar hacia donde estaban, en su mente, Sirius estaba herido, o habían terminado muy lejos como para no ir con ella su hermano, sin embargo, al voltear, solo se encontró con su hermano abrazando a Sirius, como si hubiera estado a punto de perder a la persona más importante para el.
Y quizás, así era para el.
Tiberio: Helina? -cuestionó preocupado al sentir su cuerpo tensarse, pero se preocupó más cuando está se levantó y caminó hacia los otros dos- Heli!
Sirius: Helina! Estas- -sus palabras se vieron más que interrumpidas cuando la chica le soltó una cachetada al Potter.
James: que carajos te sucede?! No te veo desde hace más de un año, y de repente...?!
Helina: que carajos te sucede a ti?! Yo! Yo James! Frente a todos los mortifagos me puse de su maldito lado -pegandole en el pecho- solo para salvarte de un hechizo y tú...! Maldito insignificante! Tuve el valor James, por una vez, te pedí ayuda... Tienes idea de lo aterrada que estaba?! P-pudieron haberme matado! -se le hizo un nudo en la garganta para luego ver ligeramente de reojo a Sirius- pero lo escogiste a el...
Sirius: Heli... Lo siento, yo no...!
James: no Sirius! Escúchame bien Helina! Tu escogiste tu bando! Decidiste que tu familia eran esos malditos mortifagos! No te importó nada más o si?! Porque yo debería de preocuparme por lo que tú quieres ahora? Eres igual de egoísta y egocéntrica que ellos! Solo lloras y cambias de opinión cuando estás a punto de morir! Piensas solo en ti! Porque no lo entiendes? Sirius es mi hermano! -cada vez iba alzando más la voz, pero aquello último, fue como una puñalada para la Potter.
Helina: No! Yo soy tu hermana! Nosotros crecimos juntos! -gritó mientras su voz se quebraba, y las manos de Tiberio se posaban en sus hombros con delicadeza en busca de calmarla- pero nunca seré lo suficiente para ti... Ni nunca lo fui... Siempre habrá alguien más... -viendolo, su mirada se dirigió a Sirius- se que tampoco te agrade nunca lo suficiente, a nadie... No es personal contra ti... Lo único que espero, es que nunca se arrepientan -emitió safandose del agarre de Tiberio para solo tomar su varita del piso- te veré en casa, debo tener mi coartada -mencionó para simplemente marcharse.
James: Porque...?!
Sin embargo antes de que dijera algo, Tiberio le soltó un puñetazo dejandolo en el piso con sangre en la nariz.
Tiberio: No quiero que vuelvas a hablarle así a mi mujer sin pensarlo, mucho menos a hacerle daño Potter -dijo con desprecio- y para información tuya! Ella no es egoísta... Está embarazada -mencionó sin verlos- si no fuera por eso... Ella misma te habría suplicado que salvaras a Sirius y la dejaras morir a ella -y sin decir más, también se marchó.
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