Wei Ying y Lan Zhan entraron al auto, Ying solo miraba su celular y lo apretaba, mientras Lan Zhan lo miraba inquieto.

Los dos llegaron al departamento del mayor.

—Lan WangJi, ¿necesita que algo más?, ¿Por qué estamos aquí? —preguntó Wei Ying confundido

—Siéntate por favor —ordenó de manera seria.

—Si —se sentó, su mirada era triste

—No preguntare ¿Qué te pasa?, pero, puedes quedarte aquí hasta que te sientas mejor —Lan WangJi fue la cocina donde preparo té

—Gracias ─musitó

Después un rato volvió y le dio una taza de té a Wei Ying, para luego sentarse a su lado.

—Yo... —lo miro la taza en sus manos y las lágrimas salieron —lo siento, lo siento

—No tienes por qué disculparte ─respondió suavemente, aunque dentro de su corazón le dolía ver a Wei Ying así

—Desde que nací siempre sentí que una aparte de mi faltaba, aquel sentimiento cuando pierdes alguien que amas, por lo cual odie estar solo, Jiang Cheng siempre estuvo para mi cuando más lo necesite, si bien es una persona difícil, siempre puedes contar con él, nunca me lastimo, nunca me dejo solo, y lo entiendo, él nunca me amo, ni yo a él, solo era el miedo de estar solo, después de un año, sé que él terminara conmigo, no lloro por el hecho de que él me deje, sino porque solo odio pensar en el hecho de estar solo, cuando por mi culpa mi hermana fue atropellada y postrada en una silla de rueda, me perdí de mi camino, Jiang Cheng se quedó ahí, mis padres no me permiten verla, ni su esposo, ni su hijo, perdí todo contacto con mi familia y lo único que me quedaba era Jiang Cheng pero ahora él, me dejara.... —apretó la taza de té entre sus manos —yo de verdad... tengo miedo de estar solo...

—Entiendo, está bien, quédate el tiempo que necesitas, no te preocupes por llorar... llora si lo necesitas —le sonrió levemente, fue la primera vez lo que hacía, pero aquello era igual de doloroso para él.

Wei Ying lloro hasta quedarse completamente dormido en el sillón. Lan Zhan se levantó y fue por una sabana que coloco sobre su cuerpo, lo miro, tomo su cabello y lo coloco detrás de su oreja, acercándose.

—Mientras yo exista tu nunca estarás solo —susurro en voz baja.

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El sonido del celular era errático, Wei Ying quiso apagarlo, pensando que se encontraba en su casa, cuando se dio cuenta de donde estaba se levantó de golpe para saber que se había quedado en el departamento de Lan Zhan, miro su celular y contesto tan rápido como pudo.

—Wei Ying, ¿Dónde demonios estas? —dijo el Jiang Cheng —llevo más de 30 minutos esperando

—Lo siento, lo siento me he quedado dormido, pero ahora iré ─se incorporó de golpe

—Ya estoy arriba de un taxi, veamos en el café de siempre ─indicó el menor

—Está bien, me apurare en llegar. ─finalizó

Suspiro al colgar, miro a su alrededor, pero Lan Zhan no estaba, cuando iba a salir del departamento este apareció, en toalla y secando su cabello.

—¿Ya te vas? —preguntó

—Lamento mucho que me haya visto tan lamentablemente ayer y muchas gracias por permitirme quedarme aquí —pronunció haciendo una reverencia

—¿Estas mejor? ─cuestionó con un tono de preocupación en su voz.

—Lo estoy, su agenda para hoy es libre, solo tiene una reunión con su hermano, por lo cual yo me retirare ─hizo una reverencia y avanzó

—De acuerdo, Wei Ying —indicó antes de que el chico saliera.

—¿Mnh?

—Todo saldrá bien. ─sonrió gentilmente.

Su corazón latió fuertemente, se apuró a marcharse, tomo el primer taxi hacia su departamento, donde se bañó y cambio, salió de este con dirección al café donde Jiang Cheng lo esperaba.

Al entrar al lugar, lo vio, era un CEO de una gran empresa, con aquella belleza única, con aspecto frío y cruel, pero en el fondo una persona tan gentil y amable. Wei Ying lo conocía bien y parte de aquello lo cautivo. 

—Jiang Cheng —saludó felizmente para sentarse frente a él —de verdad lo siento, no enojes conmigo

—¿Cómo podría enojarme?, si se muy bien que siempre te ha costado levantarte, está bien Wei Ying... —respondió el chico, el cual podría mostrar su peor rostro, pero frente Wei Ying mostraba aquel rostro gentil

—¿Cómo estuvo tu viaje? ─preguntó con una sonrisa en sus labios.

—Difícil, pero he cerrado varios tratos ─respondió

—Genial ─su voz era de nerviosismo, evitaba su mirada

—Wei Ying ─musitó

—¿Mnh? ─lo miró

—¿Sabes que te quiero?, por lo cual no es justo para ninguno de los dos, seguir así —tomo su mano suavemente —yo nunca dejare de ser tu amigo, yo nunca te dejaría solo, pero no puedo seguir siendo tu novio

—Me estas terminando —musitó Wei Ying con lágrimas en los ojos, el carácter de Wei Ying era más frágil de lo que aparentaba, la cadena de eventos en su vida lo hizo ser de esa manera.

—No llores, tú tampoco me amas, sabes que te entiendo y por lo que comenzamos a estar juntos, por lo cual... sabes que tengo la razón en esto ─lo miró con gentileza

—Yo... pensé que con el tiempo... podíamos ─musitó

—Lo sé, pero eso no ocurrió, así que por favor... perdóname ─acarició suavemente su mano

—Al contrario, discúlpame tú a mí, yo fui el que te a orillo a una relación que no llevo a nada, fue egoísta de mi parte, tú nunca me lastimaste, por lo cual te lo agradezco ─sonrió con lágrimas en los ojos.

—Soy feliz de haberte encontrado, eres y serás siempre mi mejor amigo —limpio delicadamente el rostro de Wei Ying.

Después de aquello los dos comieron juntos, se pusieron al día, sonrieron y pasaron un rato agradable.

—Nos vemos, me quedaría aquí, ya que me haré cargo de la empresa de mi padre, por lo cual cuando me necesites nunca dudas en hablarme ─pronunció con una amable sonrisa

—Gracias por todo, nos vemos.

Se despidieron, Jiang Cheng camino, mirando el cielo, sintiendo algo de nostalgia y tristeza, siempre creyó que Wei Ying era la persona para él, pues en ese tiempo juntos, desde el momento que se conocieron su corazón se sentía feliz en su presencia, pero al final entendió que, él estaba esperando alguien más y deseo con todas sus fuerzas que pronto apareciera aquel ser, para que Wei Ying por fin fuera feliz. Era su más grande deseo.

—Gracias por todo, mi primer y más grande amor —musitó, estaba consciente que si bien amaba a Wei Ying es no lo hacía y no podía seguir aferrando algo que no iba a llegar a nada.

Sumergido en sus pensamientos no se dio cuenta y golpeo a una persona en su caminar.

—Lo lamento —pronunció haciendo reverencia, cuando alzo la mirada, vio a un hermoso hombre quien lo miraba con los ojos cristalinos

—Jiang Cheng —pronunció suavemente, su voz retumbo en el corazón del chico.

—¿Quién eres tú?, ¿Cómo sabes mi nombre? ─preguntó sintiéndose extraño ante la presencia de aquella persona, una punzada en corazón lo hacía sentirte confundido.

—Lo siento yo... —el hombre no sabía que responder aquello

—¿Tu nombre? —cuestionó Jiang Cheng.

—Lan XiChen. 

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Makishi Konue