Habían pasado ya dos meses de que Wei Ying comenzó a trabajar con Lan Zhan, en las primeras semanas le costaba mucho llegar a tiempo, por lo cual Lan Zhan lo regaño varias veces, si bien lo regaño, no se sentía del todo mal, pues Song Lang siempre comentaba que aún no había visto la cara más ruda de su jefe y eso no sabía si lo confortaba o lo preocupaba.

Wei Ying era bueno en su trabajo, sabia tratar a la prensa, por lo cual se había vuelto popular por su belleza, pues Lan Zhan escogía sus atuendos, incluso ahora tenía un pequeño club de fans, algo que le gustaba e incomodaba a la vez.

Aquel día Lan Zhan tenía una reunión con su agente y productor, por cuestión de dinero, pues quería reducir su pago por episodio.

Se encontraba a fuera de aquel lugar de encuentro, cerro sus ojos, recargado su cuerpo en la pared, algo que hacía cuando tenía sueño pues, todos los días tenía que levantarse muy temprano, lo que nunca había hecho a lo largo de su vida, pero poco se estaba acostumbrándose a ello.

Su teléfono vibro dentro de sus pantalones, lo tomo y sonrió al ver el nombre en la pantalla.

—¡Hola! —dijo eufóricamente

—Hola tonto —del otro lado de la línea, Jiang Cheng

—¿Cómo estás?, es extraño que me llames a esta hora —le cuestionó

—Quería avisarte que mañana arribo a la ciudad, he terminado mi trabajo en el extranjero representando a la empresa de mi padre —el chico era ahora el representante de una gran empresa millonaria de nombre Jiang

—...De verdad... ¿vas a volver? —dijo en voz baja

—Sí, ¿puedes venir por mí?... necesitamos hablar ─musitó

—Ya veo... claro, mañana paso por ti ¿a qué hora arriba tu avión? ─su voz se quebró

—Llego a las 11 al aeropuerto, te esperare ahí ─indicó

—Por supuesto ─respondió el chico con una leve sonrisa

—Bien adiós —se dispuso a colgar, pero se aferró al su móvil, extrañaba la voz de su novio, odiaba la lejanía y dolía su seques.

—Jiang Cheng —su voz no parecía tan segura.

—¿Mnh?

—Te amo —musitó con esperanza de recibir algo, algo que no llegó.

—Lo sé. ─y la llamada fue colgada. 

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Desde que Wei Ying nació, siempre ha sentido un sentimiento de perdida en su pecho, como un vacío, aquello era como si una parte de su corazón no estuviera. Por lo cual odiaba estar solo, su Shijie siempre estuvo con él, para hacerlo sentir menos solo, su vida era buena, sus padres era unos empresarios exitosos y siempre tenía a su lado a su hermana mayor haciéndole compañía.

Cuando tenía 10 años, vio como la casa de alado la cual estaba desocupada ahora tenía camiones de mudanzas, si bien su familia era bien posicionada, aquella casa era el doble, no el triple de grande que la suya, por lo que dedujo que era una familia muy rica.

Su curiosidad lo llevo a caminar hacia aquel lugar, en medio de las dos casas había un pequeño bosque, donde Wei Ying amaba jugar trepándose a los árboles.

Aquel día caminó entre el bosque con la esperanza de poder mirar, pero el sonido de 3 perros hizo que el comenzara a temblar y subiera tan rápido a la copa de un árbol, nunca entendió por qué el miedo aquellos animales, solo les temía y ya.

—Chicos, chicos entren a la casa —dijo un pequeño niño de aspecto rígido y con el ceño fruncido, el chico alzo su mirada para ver a Wei Ying sobre el árbol temblando —¿les tienes miedo?

—Si... —musitó moviendo su cabeza muy nervioso.

—Bien, ¡Señora Lee! —una mujer apareció —llevase a los perros atrás de la casa y por favor no deje que se salgan de nuevo

—Si señorito —respondió la señora que se llevó a los 3 perros

—Bien ahora baja —dijo el chico después de que los perros se fueran.

Wei Ying bajo y se presentó, aquellos dos niños se volvieron mejores amigos, pasaban siempre juntos, el sentimiento de vacío en el pecho de Wei nunca desapareció, se sentía menos doloroso en la compañía de Jiang Cheng, el cual siempre estaba a su lado, regañándolo por sus imprudencias.

Los dos asistían a las mismas escuelas, cuando tenían 15 años, Wei supo que era gay, así que se enamoró de un chico de su escuela, se armó de valor y se declaró, pero chico solo se burló de él y divulgo el secreto de que Wei era gay, quien se sintió intimidado por ello. Jiang Cheng lo defendió golpeando al tipo, pero el daño ya estaba.

Al entrar a la universidad, el sentimiento de soledad se volvió más grande, pues Jiang Cheng entro a otra universidad. Apenas entendía las relaciones entre hombres y el ser intimidado en el pasado, lo hizo volverse más frío, siendo un caos total, pues se acostaba con quien quería, tanto mujeres como hombres, se alcoholizaba y había dejado la universidad.

Su hermana se casó en el tiempo que era intimado, lo cual en ese entonces tenía 15, aquello le había afectado mucho, el tiempo de su caos ella fue a verle, pero este discutió con ella, en un mal movimiento ella fue golpeada por un auto, dejando casi al borde de la muerte. Afectando más el corazón de Wei Ying, el cual no paso día donde no dejo de culparse.

Para el chico todo fue unas coas tras caos, entonces Jiang Cheng, se quedó a su lado, lo consoló y poco a poco lo ayudo a levantarse, aunque no fuera del todo curado, volvió a la universidad junto a Jiang Cheng quien se cambió de universidad para estar a su lado, poco a poco Wei Ying sintió que amaba a Jiang, pero el sentimiento no era mutuo, pues al final Jiang solo lo quería como amigo.

Pero el chico sabía que Wei no podía estar solo, así que acepto estar a su lado y ser su novio, para que aquel triste chico pudiera salir adelante.

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Wei Ying sabía que incluso sus sentimientos por Jiang Cheng no eran claros, que todo aquel caos, lo hizo sentir desesperado que, termino odiando la soledad, por lo que no le gustaba estar solo aferrándose de una manera muy sana a Jiang Chen por lo cual solo arrastro a Jiang Cheng aquello. Él nunca dijo nada, nunca lo lastimo o engaño, el solo se quedó ahí, así que solo asumió que lo amaba, pero ¿realmente lo ama?, se cuestionó así mismo.

Un año de relación de la cual 6 meses estuvieron separados, aquello ayudo a que los dos estuvieran claros sobre lo que sentía, dentro del pecho de Wei se sentía algo inseguro, pues sabía que Jiang Cheng terminaría con él, pero a pesar de saberlo, a pesar de que entendía que era lo mejor, pues los dos se sentía claros con sus sentimientos, aquello lo hacía sentirse tan mal.

Se puso en cuclillas y se tomó le cabeza, su mente era un caos.

Lan Zhan salió de aquella junta y lo miro, arrugo las cejas levemente, se acercó a él y lo jalo de la mano para ver los ojos cristalinos de Wei, los cuales contenían lágrimas. Su corazón latió tan fuertemente.

—Nos vamos —ordenó Lan Zhan arrastrando al chico quien no tenía fuerzas para luchar y solo se dejó llevar. 

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¡Gracias por leer!

Makishi Konue