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Me despierto mientras escucho el incesante pitido, abro los ojos y los cierro de nuevo mientras trato de enfocar la vista.

No estoy muerta, jadeo, no estoy muerta.

Las lágrimas se adelantan a cualquier palabra que pueda decir, miro a mi derecha, mi padre esta dormido en una silla en una incómoda posición.

Me duele el brazo izquierdo, lo tengo vendado y casi no lo puedo mover.

Como si no fuera suficiente todos esos recuerdos horribles vinieron a mi mientras estaba dormida.

Lloro más fuerte, mi padre se despierta, grita, me abraza, la habitación se llena de gente, pero no soy capaz de escuchar nada.

Me revisan los signos vitales, me hacen muchas preguntas que trato de responder y finalmente me dejan con mi familia y otra persona, una mujer.

Nadie habla, la mujer me mira.

-Quiero hacerte unas preguntas Ara, y necesito que seas lo más sincera posible.

La miro sin responder, ella se aclara la garganta, mi madre se acerca a mi y me toma de la mano.

-Ya se hicieron los testimonios pertinentes, todos ellos aseguran que tú misma disparaste el arma.

Parpadeo, mi madre solloza.

-Sabemos qué cosas así han pasado antes...

-¿Esta es su manera de encubrirlo? -Digo, la voz me sale rasposa- ¿Decir que fue un intento de suicidio? ¿Me amarre yo misma a la silla y telepáticamente empecé a llenar la piscina?

Mi hermano maldice, solo entonces me doy cuenta de que esa no es la versión de la historia que tienen.

-No sé si usted lo sepa, pero los bullys suelen ser posesivos y se encariñan con su victima -Me encojo de hombros aunque un dolor me recorre el brazo vendado- Ina dejó muy claro que era la única con derecho a matarme, pero si le pagaron para que la hija del senador salga limpia de esto otra vez, entonces bien, diga que fue un intento de suicidio, me tire a la piscina aunque no sabía nadar luego de haberme disparado en el brazo porque no fui capaz de dispararme en la cabeza -Me río, no puedo evitarlo- Tal vez me tomen en serio cuando me lleven a la muerte, o quien sabe, podrían hacerlo pasar por mi culpa también.

Me siento mal al escuchar el llanto de mi madre y a ver a mi padre secarse las lagrimas, pero no puedo evitarlo.

-Nadie los va a encubrir Ara, solo necesitamos tu declaración oficial, hay otro testigo que lo comprueba todo, esta vez no se van a salir con la suya.

Miro a la mujer a los ojos mientras recita cada palabra y la imagen de Jungkook siendo golpeado me viene la cabeza de nuevo, suspiro.

Y aunque desde que empiezo a hablar la habitación solo se llena de más lágrimas y sollozos, le cuento todo desde el inicio.

🌟

La mujer -Quien luego de un poco de charla descubrí que era una detective- Se había ido luego de culminar con mi testimonio para lo que había llamado "Un intento de asesinato" solo entonces me di cuenta de lo serio que era todo.

Era cierto; Ina había intentado matarme.

La única persona en la habitación era mi madre, secándose las lágrimas tras oír mi parte de la historia, sentada a los pies de la cama, observándome como si no pudiera creer que su pequeña niña hubiera sufrido tanto y que ella solo conociera una parte de ese sufrimiento.

-Le debo la vida a ese chico.

Miro a mi madre con atención y sopeso sus palabras, me doy cuenta que a penas y he pensado en Jungkook, ni siquiera he preguntado por el, abarcada por la emoción de no estar muerta.

-Debiste estar inconsciente -Continua mi madre con su voz ausente, tal vez para imaginar la escena en su cabeza- Y no estoy segura de lo que paso luego de que esa lunática te disparara.

Es satisfactorio escuchar el rencor en su voz al mencionar a Ina, es muy satisfactorio no ser la única que la desprecia.

-Pero te saco te la piscina el mismo, incluso con el brazo roto.

Mi mente se queda en blanco, me imagino las muchas formas en las que Johyun, podría haberle roto el brazo, también me pregunto cómo se las arreglo para volver a entrar en la casa, pero no me sorprende siendo Jungkook el chico fuerte e inteligente que es.

-Tuvo que haber caminado mucho contigo en sus brazos, esas casas están muy lejos la una de la otra, y lo que contó la mujer que llamó a la policía fue que llegó llorando, gritando desesperado con la ropa llena de sangre y rogó que te ayudaran antes de quedar inconsciente probablemente por el dolor.

Un acto de amor así de grande debería emocionarme, sin duda una protagonista de libro sentiría que su corazón revolotea en su pecho, pero yo siento que me encojo, siento pena de existir y ser la razón por la que Jungkook terminó de esa manera; con un brazo roto y con la responsabilidad de salvar mi vida, aunque no puedo decir que no haría lo mismo en su situación.

-Te salvó la vida -Me dice tomando mi mano- Y voy a estar tremendamente agradecida con él por ello.




Sentada en un banco en el exterior solo soy capaz de ver a otros pacientes mientras caminan, a doctores, enfermeras y personas que pasan de un lado a otro. Una brisa fría me hace temblar, entonces algo cálido me cubre, miro la chaqueta sobre mis hombros antes de mirar a la persona que se sienta junto a mi.

-No estoy dentro de las personas a las que se les permite visitarte -Dice con voz tranquila, asiento-

-Lo sé, yo fui quien hizo la lista.

Por un minuto completo ninguno de los dos habla, Jungkoon me mira.

-¿Eso significa que no vas a perdonarme?

-¿Después de todo lo que hiciste para traerme hasta aquí? -Le pregunto con ironía- Tenía planeado perdonarte desde el momento en que te vi sobre el escenario.

-No lo entiendo -Me dice y yo trago saliva-

-Estoy avergonzada -Aclaro- Por lo que viste, por...

Jungkook niega con la cabeza, pone su mano sobre la mía. Estar vestidos exactamente igual, con la bata de hospital me hace querer llorar a gritos, pero me trago el nudo en la garganta.

-Yo estoy avergonzado de no haber podido hacer nada para ayudarte Ara -Niega con la cabeza- Tu no tienes porque estar avergonzada por nada.

Me vio en mi peor momento, en donde fui humillada y tratada como basura y aún así dice que no tengo nada de lo cual avergonzarme, sé que no hice nada malo pero no puedo evitar sentirme un poco humillada.

-Los voy a destruir -Me dice con voz tranquila, lo miro a los ojos-

-Es hija de un senador -Jungkook me acaricia el rostro, probablemente en donde aún tengo el hematoma por el golpe de con el auto-

-Podría ser hija del presidente y no podría importarme menos, voy a hacer que se pudra en la cárcel todo el tiempo que sea posible, haré que cada persona en el mundo sepa lo que hizo y la odien por siempre.

-Esto es un poco romántico -Digo con una risa nerviosa, Jungkook me besa la mejilla tomándome desprevenida-

-Ademas estoy dispuesto a comenzar de nuevo, hasta que sientas que confías en mí lo suficiente, te conquistaré de nuevo asegurándome de que sea evidente que eres mi prioridad.

Debería decirle que ya es evidente que soy su prioridad, que soy consciente de cómo luchó para sacarme de ese lugar a pesar de no saber los detalles exactos de cómo lo hizo, de cómo se aseguró de conseguir ayuda para que no me muriera desangrada o contrajera una infección mortal que ingresara por mi herida.

Pero la idea me gusta, porque a pesar de que es evidente que podría confiarle mi vida a Jungkook creo que podría resultar igual de evidente que no confío en el, no cerca de Subin.

La recuerdo de repente y esa es una buena manera de empezar este proceso de la confianza.

-¿Que hay de Subin? -Jungkook suspira, pero asiente-

-La sacare de mi vida, sin vacilar.

Niego con la cabeza, lo que hace que frunza el ceño, entonces nadie más sabe.

-No me refiero a eso -Susurro-

Lo cierto es que a pesar de todo me cuesta revelar su papel en todo esto, tal vez se deba a que al final del cuento una parte de mí albergaba la esperanza de que Subin pudiera ser mejor persona, tal vez esa esperanza se basaba en que no era ni de cerca la peor persona que había conocido, pero lo que hizo la situaba de alguna manera en la misma categoría que a Ina.

-Ella les dijo dónde encontrarme, me lo contaron todo, bueno no todo -Explico, veo cómo Jungkook aprieta los puños con fuerza- Pero la habían contactado y ella les contó todo sobre mi.

Las manos de Jungkook se relajan, no sé si mantener los puños de sus manos apretados era lo que para mí era la última esperanza en Subin, tal vez él también estaba esperando que ella pudiera ser mejor persona.

-Todo aquel que haya tenido algo que ver -Me dice sin duda en su voz- Va a tener que enfrentarse a las consecuencias.

-Finalmente van a hacerlo -Digo y miro el cabestrillo en su brazo izquierdo- ¿Quiero saber cómo sucedió eso?

Le pregunto y él mira el cabestrillo, como si su existencia hubiera sido ajena para él hace unos momentos.

-Una llave inglesa muy grande -Me dice y mi cara se contrae al imaginar y recordar cómo se siente ese tipo de dolor-

-¿Puedes contarme lo demás? Mi mamá fue muy vaga al respecto -Jungkook sisea-

-Bueno, lo cierto es que no creo que yo sea mejor narrador que ella, no recuerdo mucho más que la aterradora sensación de que estaba a punto de perderte -Su mano toma la mía- mezclada con la ira de querer destruir a cada persona que se había atrevido a tocar un cabello de tu cabeza.

Toma aire profundo, supongo que decirlo evoca la emoción de nuevo, acaricio su mano.

-Sangrabas mucho -Dice con voz temblorosa- Y yo sentía que mis piernas no daban más, sentía que no encontraría a nadie que nos ayudara, que me desmayaría en medio de la calle y cuando despertara tú ya no estarías, pensé que estar separado de ti era el dolor más abrazador que había sentido jamás hasta que experimente la posibilidad de vivir en un mundo en el que no estuvieras.

Una lágrima solitaria se desliza por mi mejilla. Jungkook también está llorando y sus sollozos agrietan mi corazón. Intento limpiar sus lágrimas, pero siguen saliendo más.

-Nunca he sentido lo que siento por ti por alguien más Ara, y sé que a cualquier adulto le parecería ridículo escuchar lo que estoy a punto de decir -Se ríe, es una mezcla entre una risa y un sollozo- Pero te aseguro que no sentiré esto nunca por nadie más, te amo y esas dos palabras no me parecen lo suficientemente fuertes para describir mis sentimientos.

Me quedo callada, me siento eufórica y a la vez bastante patética.

-A veces siento que nunca podré expresarte lo que siento por ti, decirte que te amo de vuelta se siente como aborrecer todo lo que acabas de decirme.

Tomo una respiración totalmente temblorosa, pero al menos ninguno de los dos está llorando.

-He estado acostumbrada a no apegarme demasiado a algo por lo transitoria que ha sido mi vida escolar -Suspiro y observo nuestras manos unidas- Pero que fácil fue apegarme a ti.

Él sonríe, pocas veces le doy cumplidos o hago alguna declaración romántica, tal vez porque no soy muy buena con ese tipo de palabras, pero descubrir lo fácil que es hacerlo sonreír si me esfuerzo un poco me hace querer hacerlo más a menudo.

-Eras tan... -Me rio- Ni siquiera puedo encontrar la palabra exacta, pero me hacías -Sacudo la cabeza- Me haces sentir segura Jungkook y para alguien que siempre vive con miedo, eso es muy muy importante, fue fácil que me gustaras, fue fácil quererte y después de hoy lo realmente difícil es no amarte.

Debería besarlo ahora, tal vez eso compensaría mis torpes palabras, pero por alguna razón continuo hablando.

-Eres sin duda el creador de la situación que más ha alterado la química de mi cerebro, ni siquiera estoy segura de si debería compararte con algo más, pero no hay posibilidad, nada ni nadie me hace sentir como tú y probablemente vaya a escribir cien canciones al respecto.

Se ríe y a pesar de que uno de sus brazos es poco "funcional" en este momento se las arregla para atraerme más cerca de él.

-Y yo me aseguraré de escuchar cada una de ellas.

Me besa y aunque dijo que se tomaría las cosas con calma el beso me demuestra todas y cada una de las palabras que relató y yo espero estar haciendo lo mismo.

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