—JiMin, eres muy feo.

—¿Por qué siempre me dices esas cosas, hyung? Eres muy cruel —el niño azabache talló sus ojitos ya humedecidos por las palabras de su castaño compañero de aula.

—Porque es la verdad. Y encima eres omega, ¿los omegas no deberían ser solo mujeres? —prosiguió un YoonGi de siete años.

El pobre azabache salió corriendo hasta su maestra y lloró sobre ella. La maestra miró con decepción a aquel pequeño alfa, en tanto acariciaba la cabeza de JiMin.

—Los omegas hombres son muy llorones, y ese JiMin es el peor de todos —susurró el castañito, mirando a su compañero deshacerse en lágrimas solo por unas cosas que le había dicho.

En el recreo, JiMin se acercó a YoonGi con sus puños apretaditos de cólera y algo de miedo. ¡Pero él era un niño fuerte, ya no lloraría más por lo que le diga ese alfa tonto!

—¡YoonGi hyung!

El aludido, molesto, le preguntó qué quería sin acercarse.

—YoonGi hy... YoonGi —volvió a llamar, esta vez obviando el título.

—Soy tu hyung —aclaró el alfa una vez cerca de él.

—¡Ya no voy a llamarte así! Para mí ya no vas a existir más, YoonJin.

—Soy YoonGi.

—No me importa. ¿Sabes por qué? —Sin esperar una respuesta, el azabache continuó— Porque yo ya no te conozco. —Con su dedito índice le pinchó en el pecho al mayor. El pequeño alfa no podía estar más enojado.

—¡Respétame, mocoso!

—Gánese ese respeto, Min bobo y tonto YoonJoon —respondió con sorna el azabache.

—¡Soy YoonGi!

—No lo sé. Adiós 

Sin decir una palabra más, JiMin se alejó.

—¡TE ODIO! —gritó YoonGi a todo pulmón.

—Yo te odio más... — susurró el pequeño JiMin para sí mismo.

hola¡ estoy muy feliz de poder hacer esta adaptación y todo gracias a la bella faughty que me permitió adaptarla.