OO3
Las clases habían dado inicio. La mayoría de estudiantes tenían familia en esa ciudad y se quedaron con ellos. No era el caso de JiMin y YoonGi, quienes tenían que rentar sus habitaciones cerca de la Universidad. Claro que se vieron al ir a buscar cuartos, así que evitaron de todas las formas posibles hospedarse en el mismo lugar, a pesar de las sugerencias de sus padres. Encontraron buenos lugares, no muy separados, pero sí lo suficiente como para estar tranquilos y sin amargarse la vida por los pesados que podrían llegar a ser entre sí.
—Buenos días. —JiMin saludó a HoSeok y TaeHyung.
—Buen día, Minnie. Ay, mírate, te ves tan lindo con esa ropa de abuelo que traes. —HoSeok tomó sus mejillas, en lo que TaeHyung negaba y jalaba de la cintura a su novio.
—Basta, Hobi.
—Sí, hyung. Ya basta, es vergonzoso.
El omega se alejó y acomodó su camisa bajo la mirada de algunos estudiantes que pasaban por ahí. Qué pena.
Su estilo quizás era poco usual, pero le gustó la combinación al verse al espejo. Debió saber que HoSeok no se callaría.
Éste, por su parte, se cruzó de brazos y bufó.
—Increíble, mi novio y mi amigo se avergüenzan de mí. Genial.
JiMin y TaeHyung rieron, ignorando el drama del mayor.
Los tres se encaminaron a su salón, pasando primero por el cafetín para comprar cafés, pero lo que les llamó la atención fue lo envueltos que estaban varios de los alumnos en los que pasaban en televisión. TaeHyung dio un paso adelante y prestó atención, igual que el resto.
《El Presidente de Corea del Sur emitió un edicto el día de hoy a las siete horas y treinta minutos. Luego de un largo debate con las demás autoridades, se ha acordado lo siguiente: «Cada omega o alfa mayor de edad, capaz de sustentarse por su cuenta y que quede en cada región, deberá comprometerse y procrear a fin de perpetuar el legado de la raza lobuna que ahora se encuentra casi extinta a nivel mundial.
Si algún omega se encuentra en una situación sentimental con un alfa o viceversa, debe contraer nupcias lo más rápido que le sea posible. Si no tiene pareja, se le recomienda enlazarse con un alfa o un omega, según su jerarquía. No sabemos a ciencia cierta cuál será el paso siguiente, pero es mejor estar preparados. »
En mi opinión, esto es una locura, pero nada podemos hacer en contra de esa nueva ley...》
—¡¿Qué demonios?! —exclamó JiMin sin poder creérselo.
YoonGi lo miró desde su asiento y comenzó a frotar su sien. Por primera vez compartía la actitud de JiMin, porque ganas de gritar lo mismo no le faltaban. Sin embargo, se limitó solo a eso: a mirarlo. Luego se giró hacia su amigo.
—¿Sabe lo grave que es esto, hyung? —Lanzó la retórica a NamJoon, quien no dijo nada—. De Daegu, prácticamente somos los únicos lobos. Todos los demás son ancianos y bebés. No me creerá que no pasan de cinco. Yo sé que nos estamos extinguiendo, y sé que es para no desaparecer, pero... lo más probable es que me emparejen con JiMin. ¡No puedo estar ni un solo segundo con él sin pelear! ¡¿Cómo asumen que voy a vivir con él y tener hijos?! Y de solo pensar en «nosotros» me dan ganas de vomitar.
—Debes de acostumbrarte, o empezar a llevarte bien con él —sugirió el mayor.
—¿Si quiera me ha escuchado, hyung? Hablamos de Park y yo. No podemos llevarnos bien. —YoonGi estaba verdaderamente aterrado.
NamJoon bebió su jugo y miró al omega que casi estaba hiperventilado mientras, seguramente, le decía a sus amigos lo mismo que YoonGi a él. Esos dos tontos decían odiarse, pero se la pasaban hablando el uno del otro todo el tiempo.
Giró su mirada a otro sitio y observó a todos los que estaban en el cafetín. ¿Cuántos alfas y omegas habría en toda la Universidad? ¿Diez, quince? De eso no pasaba, era seguro. La situación era crítica, lo suficiente como para que el presidente no le importe si la pareja no podía ni verse a los ojos.
Volvió su vista al ruidoso castaño y dijo:
—Busca un omega.
—¿Qué? —preguntó YoonGi, quien había estado sumido en un monólogo interno sobre todas las posibilidades que tenía para que a la larga no lo emparejaran con JiMin, y de ahí NamJoon le daba la solución más simple. Simple, pero una que no quería.
—Que busques a otro omega. Ya escuchaste las noticias: Si tienes pareja, no van a obligarte. Y no es que estén obligando, pero lo van a hacer en un futuro, acuérdate de mí.
—Ni hablar, hyung. Quiero estar solo con siete gatos, no quiero pareja.
El alfa se lamentaba amargamente, exagerando la situación, a ojos de NamJoon.
—Pues no hay de otra. ¿Nos vamos? —dijo el beta con desinterés fingido.
—¿Por qué no se preocupa por mí, hyung? Es un malvado —chilló YoonGi, en lo que se levantaba para seguirle el paso a su mayor.
JiMin lo vio irse e hizo una mueca de asco.
—¿Ven? Es un completo inmaduro —dijo a sus amigos, quienes negaban detrás suyo para no ser vistos.
Si hablamos de inmadureces, mi pequeño Minie... ¿Quién le echó colorante al queso para obtener "queso azul"? ¿Recuerdas, TaeHyunggie? —preguntó HoSeok con sarcasmo.
TaeHyung no aguantó la risa, ganándose una mirada molesta y avergonzada de parte de JiMin.
El tema inicial había quedado de lado cuando el omega explicó las altas posibilidades de ser emparejado con YoonGi. Una cosa llevó a la otra de modo que terminaron hablando sobre el interminable odio de JiMin hacia YoonGi.
—¡Lo hice a propósito! Solo quería hacerlos reír —se defendió el azabache.
—Ya, ya, niño. —TaeHyung le acarició la cabeza—. Sabemos que te falta un perno. Por cierto, ¿seguro que estás bien en Derecho?
JiMin frunció su ceño y los miró con desdén.
HoSeok y TaeHyung sabían que esa era una de las cosas que el omega más odiaba que le preguntaran, eso y todo tipo de preguntas como «¿Has visto a YoonGi?», «¿Dónde está YoonGi?», «Escuché que tú y YoonGi vivían cerca en Daegu», «¿Te llevas bien con YoonGi?». JiMin creía firmemente recibía una sobredosis de menciones de ese nombre como para él seguir usándolo, por eso ni se molestaba en llamar al alfa como debía. «YoonGi» de por sí ya era un nombre horrible, no merecía ser repetido más de diez veces al día, sin ofender a las otras personas que no tengan la dicha de llevar otro nombre que no sea ese.
—Seré mejor que ustedes dos juntos —respondió, y se fue con las mejillas rosas, pero con su orgullo en alto.
Sus dos amigos rieron y dejaron que se fuera sin detenerlo. Amaban fastidiarlo cuando estaba molesto, hacía expresiones divertidas.
JiMin, mientras caminaba deprisa, escuchó el timbre de su teléfono y, al ver que era su madre, contestó.
—Hola, mamá.
—Hola, cariño. ¿Has visto ya las noticias?
—Sí, mamá. ¿Tengo que conseguirme un novio? —preguntó con nulo entusiasmo.
—No lo sé, Minnie. Apenas estás estudiando y no tienes capacidad para formar un hogar, así que espero que no. Pero hasta el año siguiente, quizá sí.
—Entonces tengo tiempo para ir conociendo a alguien.
—Pero si tú ya conoces a un alfa. YoonGi-ssi es buen chico. Sé que tuvieron sus diferencias de niños, pero...
—¡No, mamá! —exclamó el omega, callando a su madre. Con esa eran once veces que escuchaba ese nombre en solo la mitad del día—. ¡Preferiría a cualquier otro menos a él! —Luego de gritar eso, colgó.
Curiosamente, YoonGi gritaba los mismo muy lejos de ahí.
Finalmente regrese con la historia. Desde hoy estaré actualizando más seguido, así que estén atentos nwn
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