Kagura había decidido cambiar el lugar de su baño y tomarlo en las orillas del mar, su cuerpo se entrevía en las olas saladas y frías, dándole un toque misterioso y mágico a la sirena. Rogue que también había decidido dar un cambio de ruta se encontró con el cuerpo desnudo de la guerrera de cabellos castaños, esta al notar la presencia del dragón de sombras no pudo evitar sonrojarse y tratar de esconderse bajo el agua mientras el slayer no paraba de mirar la belleza de la hermosa chica que se ocultaba.

-Te me vas a quedar mirando así toda la noche?-preguntó un poco molesta la espadachín.
-Lo siento-dijo recomponiendose Rogue.

Este se dio cuenta de la posición incómoda que se encontraban los dos, no quería irse pero tenía que hacerlo. El dragón se dispuso a marcharse cuando oyó un grito proveniente del mar, al girarse vio que no había nadie, el miedo comenzó a apoderarse de él.

-Kagura! Donde estás Kagura?-gritaba desesperado buscándola.

Sin más remedio comenzó a deshacerse de su ropa para entrar al mar para buscarla, sin suerte de encontrarla hasta que notó que la de cabellera café sonreía divertida por la acción de este.

-Crees que es gracioso?-dijo molesto Rogue.
-Si lo es, es muy divertido-dijo sin parar de reír.

El dragón slayer no pudo evitar sonreír al ver la reacción tan alegre de la sirena, pero entonces se detuvo a mirar su cuerpo que ahora estaba más aproximado a él, unos deseos comenzaban a surgir y podía sentir como se formaba una erección bastante prominente.

-Debería salir de aquí-dijo con voz ronca y fuerte.

Kagura no pensaba lo mismo ya que se abalanzó sobre él para que sus cuerpos desnudos chocarán y comenzar a besarlo con ganas desesperadas. Rogue lo único que podía hacer era seguirle la corriente, sus manos fueron como un instinto hacia su trasero para agarrarlo firme y fuerte. La sirena todavía seguía besándolo con fuerza mientras sostenía entre sus manos su cabello negro azabache. Los dos interrumpieron el beso para tomar un poco de aire y para devorarse con la vista.

-Estas segura de esto?-preguntó como advertencia Rogue.
-Solo callate y sigueme besando-reclamó con ansias voraces.

Rogue hizo exactamente lo que le pidió, besándola y explorándola mientras el mar en calma los bañaba, Kagura no podía quedarse quieta y tomó entre sus manos el miembro grueso de su compañero para masajearlo, Rogue estaba deseoso de más y empezó a subir sus manos por la espalda para tocar sus senos que ahora estaban duros para morderlos y lamerlos, la sirena estaba tocando el cielo en esos momentos, un calor intenso se apoderaba de su zona intima queriendo que este la penetrara con fuerza pero este no lo haría en esos instantes, quería saborearla aun más y para eso comenzó a pasear con su lengua viperina todo su cuello y pechos para dejarle un sabor salado en la boca. Kagura estaba gimiendo con fuerza ya no se contendría, lo deseaba y lo sabía.

-Rogue-decía su nombre con frenesí.
-Kagura-correspondiendo el mismo deseo.

Mientras en las cabañas se encontraban los otros preparándose para dormir, pero antes comerían el pescado frito que estaba listo. Todos estaban sentados rodeando la fogata para calentarse y se contemplaban con la vista incómodos sin saber que decir.

-Frosh estas muy linda hoy-dijo tímido Lector.
-Gracias Lector-dijo besandole la mejilla.
-Se gussstan-dijo Happy juguetón.
-Oigan chicos ahora que lo pienso, no se ha demorado mucho Rogue?-preguntó Sting curioso.
-Seguramente se habrá perdido en el bosque-suspiraba Gajeel.
-Lo más probable-volvió a decir Sting.
-Pero Luce, en donde esta Kagura?-preguntó Natsu tragando un trozo de pescado.
-Ni idea-dijo Lucy encogiéndose de hombros.

Ninguno pensaba en la probabilidad de que esos dos estuviesen juntos. En el mar se encontraban todavía Kagura y Rogue besándose y sintiéndose mutuamente, el dragón había introducido tres dedos en su interior y Kagura nunca había sentido dolor tan placentero como ese, pero necesitaba más, quería que saciara esos deseos que tenía, Rogue estaba a punto de colapsar así que levantó un muslo dejándole más espacio para entrar.

-Cuando quieras-dijo Rogue reprimiendo sus ganas.
-Te amo-dijo esta en un susurro.

Rogue entró en ella de golpe y visualizó el líquido rojo que estaba saliendo de dentro suyo, pudo ver la expresión de dolor de su compañera pero Kagura estaba decidida de pertenecerle, así que comenzó a moverse para marcar un ritmo que el dragón también seguiría, al principio despacio pero penetrante, después rápido y menos duro pero ninguno de los dos podía evitar gemir,gritar y querer continuar.  La sirena no pudo aguantar más y se corrió por completo, Rogue al sentir el líquido no pudo evitar hacer lo mismo y llenarla por completo. Los dos se quedaron mirando fijamente mientras sentían toda esa pasión iba disminuyendo, ese calor intenso entre su entrepierna.

-Eres increíble-dijo Rogue admirándola.
-Tu  también lo eres-dijo sonriendo.

Los dos se dieron un tierno beso para después continuar bañándose juntos en las frías aguas del mar,testigo de su deseo voraz que habían contenido durante mucho tiempo. Mientras ellos disfrutaban de esa noche, Natsu y Lucy tenían problemas para dormir.

Espero que les guste y ya pronto vendrá el gruvia, no falta mucho. Besos.