Los chicos estaban llegando al lugar donde se encontraban Sting y Yukino, estaban utilizando el olor de sus amigos para encontrarlos, para eso contaban con la ayuda de tres dragones que no servían de mucho porque pensaban que ese era su problema, lo cierto es que habían llegado tan lejos por Wendy solamente.

-Diablos estoy cansado-se quejaba Gajeel.
-Si hubieras ayudado ahora estaríamos en el campamento-dijo Erza reclamándole.
-Esos necesitan privacidad-dijo Gajeel medio burlón.
-Lector, Sting debe estar aprovechando-dijo pícaro Happy.
-Detenganse de una vez-dijo Lucy cansada.
-Esta así por que no ha conseguido novio-dijo en un susurro Happy.
-Que dijiste maldito gato azul?-dijo con ganas de matarlo.
-Oh llegamos-dijo Wendy interrumpiendo la pelea de Happy y Lucy.

Sin más se fueron adentrando en la hermosa cueva,admiraban los cristales de brillantes colores, nuestros chicos concordaban que este era un buen lugar para poder estar junto a la chica que quería. El primero en llegar fue Natsu junto a Gajeel.

-Ok, Romeo y Wendy sera mejor que no vean esto-dijo Gajeel sonrojado por completo.
-De que hablas?-dijo Romeo antes de darse cuenta de ver esa escena.

Romeo al ver a Sting y Yukino desnudos abrazados durmiendo se sonrojó por completo al igual que Wendy. Los demás estaban en shock total por lo que estaba ocurriendo.

-Se gussstan-dijo Happy divertido.
-Despierta Sting-kun-dijo Lector llamándole.
-Yukino-dijo Frosh levantándola.
-Ya es de día?-dijo todavía adormilada Yukino.

Yukino abrazó a Sting para seguir durmiendo y este se despertó por completo lentamente, al ver a estas personas se quedó helado y sorprendido. Sting comenzó a llamar a la maga celestial.

-Yukino despierta-decía suavemente.
-Chicos sera mejor que esperemos afuera-dijo todavía en shock Erza.
-Buena idea-dijo Lucy queriendo salir de allí.

Sting intentaba hablar pero inmediatamente volvía a cerrar su boca, no tenía ni idea de lo que debía decir en momentos así. Después de unos minutos los dos comenzaron a vestirse mientras se besaban una que otra vez. Mientras en el bosque se encontraba Gray buscando a Juvia, que pensaba en la probabilidad de tener un hijo con ella, entonces la vio, era como una diosa del mar, bañada en el agua fría y templada del río, con la luz de la hermosa luna llena alumbrando con intensidad su piel tersa y blanca. El mago de hielo sin mucho que pensar arrancó su camisa para adentrarse en las aguas aún con bóxer y darle una sorpresa a Juvia.

-Te importa si te acompaño?-dijo sorprendiéndola.
-Gray-sama-dijo emobobada viéndole.

Gray disfrutaba ver el poder que tenía sobre ella, pero Juvia también lo estaba hechizando, su cuerpo desnudo se dejaba entrever haciéndole sentir cosas intensas y poderosas al mago. Su amigo quería despertar y él quería poseerla.

-Sera mejor que me vaya-dijo medio distraído Gray.
-Quedate aquí-dijo aguantando su mano rozando sus pechos.
-Lo siento pero tengo que irme-dijo Gray todavía intentando aguantar sus deseos.
-Por que?-dijo con dolor.
-EH?-dijo sin entender.
-Por que no me reclamas como tuya?-dijo llorando.

El devil slayer estaba incrédulo al escuchar esas palabras, ella le quería pertenecer, eso ya lo sabía pero nunca se lo había dicho de formarán directa y tan seria. Deseaba mantener la cordura y no dejarse llevar por los impulsos y deseos.

-Al diablo con esto!-dijo sin aguantar más.

Agarró fuertemente a Juvia entre sus brazos para darle un beso apasionado dejándola sin aire, para después volverse a unir y entrelazar sus lenguas como una sola. Gray sabía que debía detenerse pero no podía, quería estar con ella, ser parte de ella y que le perteneciera.

-Chicos por favor ya parenle-dijo Natsu tapándose los oídos.
-Hay niños pequeños en la zona-dijo Gajeel admirando a Wendy y Romeo.
-Los chicos de hoy en día-decía burlón Happy.
-Que alivio, encontraron a Yukino y a Sting-dijo Gray cambiando de tema.
-Los dos estaban muy ocupados al igual que ustedes-dijo Jellal un poco borde.
-Simplemente salgan de allí y vamos a dormir-dijo cansado Rogue.

Gray incómodo no quería que vieran el cuerpo desnudo de Juvia así que la cubría con su cuerpo. El viaje hacia el campamento fue en silencio, al llegar todos cayeron rendidos por el cansancio, menos dos parejas que aún tenían bastante pensamientos de lo que había pasado. Sting y Yukino dormían abrazados o mejor dicho intentaban dormir. El mago del hielo no podía dejar de sentirse tan excitado como estaba ahora, cada vez más la tensión aumentaba entre todos estos chicos.

Espero que les guste, ya se acerca el  próximo Lemon. Dejen sus estrellitas y comentarios. Besos.